O
Ondina
Guest
De optimista nada @Volandovoy, sería desastroso que continuara aumentando el independentismo catalán, así que en todo caso pesimista. Mañana me dices que una tercera parte de los vascos quiere separarse de España y me parece igualmente una barbaridad de vascos. El caso es que mientras los catalanes sigan votando mayoritariamente a partidos soberanistas, el tema de la financiación va a estar sobre la mesa y el hacer oídos sordos en Madrid no va a hacer que desaparezca, muy al contrario, solo puede contribuir a que aumente la tensión. A no ser que Rajoy esté apostando por una victoria PP-Ciudadanos en las autonómicas durante los próximos 20 años que permita reconducir la situación. Entonces no digo nada.
De haberse hecho las cosas bien desde el principio no hubiéramos llegado a este punto. El café para todos fue un error, fruto de la tradicional “mieditis” en Madrid a todo lo que tenga que ver con Cataluña. Por culpa de esa mieditis hubo que descentralizar la Sanidad y la Educación y crear 17 mini estados, todos con sus propios gobiernos, parlamentos, tribunales de justicia y tribunales de cuentas, un disparate de administrativo que España simplemente no se puede permitir porque no somos Alemania y que solo ha servido para crear desigualdad, aumentar la deuda y dar alas a la corrupción y al desgobierno. Con haber dejado las cosas como estaban a la muerte de Franco y concedido a País Vasco y Cataluña sendos estatutos de autonomía con Hacienda e instituciones de autogobierno propias (y una descentralización limitada e igualitaria en el resto del territorio si acaso) nos hubiéramos ahorrado esta aventura para la cual ya no hay marcha atrás. Todo para que Cataluña acabe teniendo su particular concierto fiscal. Tiempo al tiempo.
De haberse hecho las cosas bien desde el principio no hubiéramos llegado a este punto. El café para todos fue un error, fruto de la tradicional “mieditis” en Madrid a todo lo que tenga que ver con Cataluña. Por culpa de esa mieditis hubo que descentralizar la Sanidad y la Educación y crear 17 mini estados, todos con sus propios gobiernos, parlamentos, tribunales de justicia y tribunales de cuentas, un disparate de administrativo que España simplemente no se puede permitir porque no somos Alemania y que solo ha servido para crear desigualdad, aumentar la deuda y dar alas a la corrupción y al desgobierno. Con haber dejado las cosas como estaban a la muerte de Franco y concedido a País Vasco y Cataluña sendos estatutos de autonomía con Hacienda e instituciones de autogobierno propias (y una descentralización limitada e igualitaria en el resto del territorio si acaso) nos hubiéramos ahorrado esta aventura para la cual ya no hay marcha atrás. Todo para que Cataluña acabe teniendo su particular concierto fiscal. Tiempo al tiempo.
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