Por eso mismo ya no me da pena ninguna, no todo vale, hay una familia que está sufriendo mil veces más que él, por los actos de su hijo y de él mismo.El límite siempre está en que no se dañe a los demás, ahí se termina la lástima y deja de haber justificación. Que sufra no le da permiso para revictimizar a nadie porque en ese momento se convierte en otro agresor más.
La madre de Dani Alves está siendo procesada por algo parecido.