La reina Letizia acude a una firma de libros de su amiga Sonsoles Ónega

No he podido escuchar a Bop Pop, no me da el tiempo del almuerzo para tanto. Yo lo he escuchado en la sección de Martín Bianchi, "15 minutos de fama"
Menuda publicidad no pagada que le estamos haciendo a la cadena ser.

A la Cadena SER y sus alrededores, les llevamos pagando todo desde siempre. Quien a buen árbol se arrima, más cerca está del árbol.
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El efecto que deja este último Premio Planeta es desolador: parece un acto de transgresión cultural intrasistémico. Maravilla la capacidad de Las hijas de la criada para desescalar hacia abajo y sin límite en el subsuelo de la novela. Mientras leía hundido en la miseria y en la tumbona me preguntaba si alguno de los miembros del jurado hizo el sacrificio de leerse esas 400 páginas. ¿Rosa Regàs o Carmen Posadas no sintieron una vergüenza cósmica? ¿Qué vio el fino lector Pere Gimferrer que haya empujado su voto favorable? ¿A José Manuel Blecua no se le han llevado todísimos los demonios académicos y no académicos? ¿Cuál es el límite a partir del cual el lector de un jurado se cloroformiza o se anestesia de tal manera que renuncia a ser quien es?


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‘Las hijas de la criada’: el fallido folletín de Sonsoles Ónega y la autoinmolación del Premio Planeta​

La sensación de ridículo con la novela ganadora es sofocante. Por la trama, por el estilo, por su absoluta nadería​

La periodista y escritora Sonsoles Ónega, la noche del fallo del Premio Planeta en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el 16 de octubre pasado en Barcelona.
Sonsoles Ónega recogía el Premio Planeta el 16 de octubre en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona.ALEJANDRO GARCÍA ( EFE )
Jordi Gracia

JORDI GRACIA
10 NOV 2023 - 05:30 CET
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El efecto que deja este último Premio Planeta es desolador: parece un acto de transgresión cultural intrasistémico. Maravilla la capacidad de Las hijas de la criada para desescalar hacia abajo y sin límite en el subsuelo de la novela. Mientras leía hundido en la miseria y en la tumbona me preguntaba si alguno de los miembros del jurado hizo el sacrificio de leerse esas 400 páginas. ¿Rosa Regàs o Carmen Posadas no sintieron una vergüenza cósmica? ¿Qué vio el fino lector Pere Gimferrer que haya empujado su voto favorable? ¿A José Manuel Blecua no se le han llevado todísimos los demonios académicos y no académicos? ¿Cuál es el límite a partir del cual el lector de un jurado se cloroformiza o se anestesia de tal manera que renuncia a ser quien es?

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Crítica de Manel García de la novela finalista del Planeta 2023, 'La sangre del padre', de Alfonso Goizueta
La novela cuenta la biografía paralela de dos niñas nacidas de un mismo padre la misma noche de 1900 en Galicia. Una de las madres (la criada) decide dar el cambiazo para que su hija tenga una vida feliz en casa del señor (y padre) y la hija de la señora padezca el sufrimiento de la pobreza y el desamparo (y a su marido borracho perdido). 42 años después, las dos ancianas se reencuentran para contarse la verdad, cuando la hija real de la señora ha sido acogida como una más de la familia y ha llevado la prosperidad a la fábrica de conservas (que incluso educa a las trabajadoras) y un boyante negocio, mientras la otra hermana de padre escapó a Argentina y tuvo una vida igualmente próspera.

El folletín es un género que puede hacerse bien o mal. Aquí las cosas raras saltan a cada página. De golpe y porrazo, en el capítulo 15, “don Gustavo” vuelve a buscar a doña Inés “en la cama”, donde se recuperaron “empapados en su sudor y sus caricias”, sin la menor idea de por qué está pasando eso por parte de Inés (ni del lector), que nunca “le preguntó a qué se había debido ese cambio de humor”. La trama necesitaba otro hijo. Como no hay mal que por bien no venga, se quedó embarazada de nuevo o, mejor, logró ella “detectar las demostraciones de amor” (hubiera sido raro no detectarlas) “y el vientre fecundado que empezó a moldear su figura”. No puede ser solo mala suerte que el niño nazca cuando entra en la casa una invasión de ratas “negras, blancas, pardas. También las había negras como el carbón”. Y estaremos de acuerdo en que es razón suficiente para regresar a la Punta do Bico en Galicia y dejar al marido en esa maldita Cuba, “siempre envuelta en algún lío político o militar”. Claro que el riesgo es que se haga un tarambana el señor Gustavo entre cubanas y mulatas, y así se lo imagina aprensivamente Inés, “agarrado del talle de otra mujer” o, y no sé qué es peor, “enredado en brazos ajenos”, solo un momento antes, imagino, de “retirarse las lágrimas” ella, como hacen las mujeres en esta novela: las lágrimas se las “retiran” muchas veces.
Las aberraciones narrativas son continuas. Las inconsecuencias también. Las cabriolas caprichosas se suceden hasta extremos delirantes, como la carta clave que Clara descubre y lee, pero cuya información sobre “el pecado de la carne” cometido solo confirma el médico 21 años después de fallecido el padre (porque el médico lo apuntó todo en un “cuadernito. Por si las meigas”), o como la niña que nace muerta para impedir que procree el matrimonio de dos medio hermanos, etc.
¿Era necesario que doña Inés, la madre, llegue tarde a la muerte de su marido por quedarse entretenida con la caza de un cachalote lleno de rico ámbar (y que hace millonaria a la familia), justo después de que el padre confiese el secreto de Clara al médico? Tampoco falta algún atrevimiento aventurero ya en la sesentena de Clara, cuando se descubre “unas ganas irreprimibles de dejarse abrazar y, llegado el caso, hacer el amor”. Su marido Jaime —y medio hermano— no la quiere nada. A ella, en cambio, sí “le gustaba cómo la miraba” Plácido, pelín franquista, pero por suerte viudo hace 19 años, y de una corrección política en 1963 admirable porque “el silencio de Clara era el consentimiento que Plácido necesitaba recibir”, mientras le desabrocha la blusa y empieza la fiesta. Por entonces, Clara descubre también que en sus ojos se le pone “un marco de señora y no de criada”, premonición del descubrimiento de ser hija de doña Inés, quien ha descubierto sus dotes de inteligencia empresarial (heredadas de la madre, claro: otra vez la fuerza de la sangre).

Con su marido doña Inés hace bien en no discutir. No sirve de nada, aunque llegaba a tragarse el disgusto “con el riesgo de acabar padeciendo acidez de estómago”. En cambio, al hijo que asegura que su hermana “no podía llevar su sangre” de lo mala malísima que era Catalina (la que se va a Argentina), doña Inés “lo cogió por los pelos y le sacudió cuatro azotes que le quitaron para siempre las ganas de volver a abrir la boca”. Joder, pobre. También es normal que si el padre culpable recibe información sobre su hija, mucho después esté dispuesto a llevarse “hasta el precipicio de su muerte el escalofrío que le rajó el corazón en dos mitades al saber de su hija Clara”.


La sensación de ridículo es sofocante. Por la trama, por el estilo, por la mojigatería, por la ranciedad, por la simpleza, por la arbitrariedad, por la absoluta nadería de un folletín sin categoría siquiera de folletín. A alguien se le ha ido la pinza para llegar a premiar una redacción escolar de turbadora tosquedad. La popular presentadora Sonsoles Ónega no tiene la menor responsabilidad en esta calamidad: ella habrá escrito lo mejor que ha sabido una novela, como ha escrito y publicado otras tantas. El problema sistémico es la dejación de funciones de los siete miembros del jurado y de la editorial, fraude tan masivo que vuelve a traicionar la confianza de una mayoría de españoles con ganas de leer historias entretenidas sin que naveguen necesariamente en la indigencia moral y literaria.

Portada de ‘Las hijas de la criada’, de Sonsoles Ónega.

Las hijas de la criada

Sonsoles Ónega
Planeta, 2023
480 páginas. 22,90 euros
Premio Planeta 2023



Todo queda en casa. Planeta, juez y parte. Inversión con un futuro inmejorable, inversión que regresa al origen, no se puede pedir más.
Apaña es asíN.
 
Si son tan amigas, lo lógico es que haya recibido un ejemplar del libro antes de que este saliera incluso a la venta. Se parece más a un empujoncito de marketing que rinde -o se espera que lo haga favorablemente - tanto para la una como para la otra. Con la libertad que me da la ajenidad al reino, veo la performance como excesiva, subjetiva y parcial amén de nada espontánea.

Buena publicidad para las dos ¿amigas?.
El rédito lo veremos en breve. Un reportaje, amable, ensalzando las virtudes de la Institución, por ejemplo y lo identificados con los sufridos paganinis que están sus actuales titulares.
Todo muy bonito y prometedor.
 
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La escritora luce…muy “ contenta” con la visita de esta amiga acaparareflectores, porque más que de su libro, se hablará de lo sencilla, empática y buena amiga que es la kuin.

Ahora, hay personas muy cariñosas, muy físicas. A mi no me gusta tanto ese estilo de amigas que andan de la mano y mucho abrazo. Soy más así con mi familia, pero ver a una amiga tan encimosa, mirándome entre acosadora y casi queriéndome comer, yo estaría muy incómoda. Y esa es la sensación que me transmite la compañera Cotilla Sonsoles ( porque seguro tiene un nick aquí 😁).

Yo, a veces leo comentarios que me llevan a pensar que quién los está haciendo es algún familiar muy próximo de Zu MajeZtaZ.
Me parece excesiva e improbable tanta admiración.
 
Intento oír todas las versiones y sacar mis propias conclusiones. Y más cómo está la situación política en España. Desde fuera se percibe muy complicada
No he podido escuchar a Bop Pop, no me da el tiempo del almuerzo para tanto. Yo lo he escuchado en la sección de Martín Bianchi, "15 minutos de fama"
Menuda publicidad no pagada que le estamos haciendo a la cadena ser
 
Sí, los esperó. Te lo digo porque lo sé de buena fuente, buenísima. Pero, vamos, que para para tener luego la cola parada podía haber ido la primera o la última
Venga yaaaa!!! Tú te imaginas a la reina haciendo cola? Y los guardaespaldas qué? Haciendo cola también no??? 😂 Lo lógico sería que llegase y al ver la cola hiciera ademán de respetarla, pero la gente le diría que pasase y no esperase.
Ya aunque sea por seguridad, no puede hacer una cola.
Por otro lado te imaginas a Leti haciendo cola? Hablando todo el mundo con ella, rodeándola en círculo....inviable
 
Venga yaaaa!!! Tú te imaginas a la reina haciendo cola? Y los guardaespaldas qué? Haciendo cola también no??? 😂 Lo lógico sería que llegase y al ver la cola hiciera ademán de respetarla, pero la gente le diría que pasase y no esperase.
Ya aunque sea por seguridad, no puede hacer una cola.
Por otro lado te imaginas a Leti haciendo cola? Hablando todo el mundo con ella, rodeándola en círculo....inviable
Y sin una foto?
Porque yo tengo la reina al lado o lejos haciendo cola,rodeada de gente y hoy con los tf móviles
Y hay foto rodando por algún sitio RRSS o foro
Ni una sola salvo en la forma del libro
Raro raro
 
A mí me vais a perdonar, pero esto es una catetada nivel máximo.

El libro es un truño… la sonsoles es una presentadora de magazine de tarde, vamos, que no presenta Apostrophes.

Que le den el Planeta. Claro ¿y?

Y las malas críticas. ¿Qué esperaba? Como máximo una reseña de la historia, porque de forma vamos justitas.

Las malas críticas no son una tragedia. El primer editor que leyó À la recherche du temps perdu de Proust no lo quiso publicar porque lo consideraba malo. Nada nuevo bajo el sol.

Pero esto es de tomarnos por idiotas. Publicidad para el libro de la editorial Planeta (que ya sabemos de qué pie cojean) y de la reina más culta del mundo mundial que hace cola, ¡ojo! Hace cola para que su hamija le firme un libro para mostrar lo humilde, buena amiga y buena lectora que es. BIBA LA REYNA.

Dan penica.

Los apoyos públicos valientes no se hacen porque a Babelia (PRISA) no le guste el libro de Planeta. Es en otros momentos… no sé… cuando te mojas. Demuestras amistad cuando sabes que posicionarte públicamente te puede perjudicar.

Los compradores y regaladores del premio planeta (da igual el año) no leen críticas literarias.

Que vaya a su programa y hable de su vida. Da el perfil de invitada.

Es que de verdá…
 
Pues no te quejes...la mayor parte de la trama es en Galicia y los personajes, en su mayoría gallegos, no "gaxegos" 😂. Un saludo solidario, compañera☺️
Bueno...creo que en algún momento había más gallegos en Argentina que en Galicia.
Mirá si no el monograma bordado en la funda de la almohada del hospital donde me atiendo
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