La cara B de Hollywood

A ver yo pienso que se le da demasiadas vueltas al asunto. Han llamado la atención y eso es lo importante. Esta chavala será titulada en arquitectura y que? Eso no quiere decir ni que se ganara bien la vida antes de estar con Kanye. Parece que vende pantys/medias/leggings transparentes con joyas svarovsky incrustadas. Le va el rollo celebrity pero de momento no es nadie. Y en las famosas fotos del cojín va co medias. Pues ya está, yo no lo veo tan complicado
A lo arquitecta me refiero porque supuestamente tiene un trabajo normal, bien remunerado como para andar con estas gilipolleces. Porque esto ya no es sado esto es una mamarrachez, que no hay por donde cogerlo, es un delirio de él que una chavala le sigue el rollo, que muy bien tampoco debe de estar.
 
Viene de una familia pija, tendría un trabajo medio bien, pero tiene pinta de no conformarse con un trabajo así, si quiere ser millonaria no lo va a conseguir siendo empleada en lo urbanístico. Si tan bien está en su trabajo normal, que hace yendo a Estados Unidos, poniéndose a diseñar pantys...estoy convencida de que el "matrimonio" con Kanye es un mero arreglo para los dos, una relación PR
 

Nuevas memorias a los 90 años.

Los recuerdos más íntimos de Joan Collins: violación y abusos en Hollywood.​

La actriz británica publica un libro el que habla de maridos, amantes y de la situación de la mujer en la gran industria cinematográfica de antaño.

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Noventa años, cinco maridos (el actual 32 años más joven), tres hijos, tres nietos, siete décadas en el mundo del espectáculo, amantes como Marlon Brando, Harry Belafonte, Ryan O’Neal o Warren Beatty dan mucho, pero que mucho jugo. ¡Ah, y sin olvidarnos del papel de la narcisista y maquiavélica Alexis Colby en la serie Dinastía

Joan Collins cuenta cosas ya contadas y otras que no, cosas que se saben o simplemente se imaginan, en su nuevo libro de memorias, Behind the Shoulder Pads (“Detrás de las hombreras”), que se publica hoy en el Reino Unido. La actriz, escritora, productora, columnista y empresaria sencillamente no sabe estar quieta, o callada. De lo único que no quiere hablar es de sus años. “Me niego a identificarme con un grupo de edad específico”, señala con su sarcasmo característico.

El libro se promociona como las historias que Collins cuenta a sus amigos, de la manera en que se las cuenta a los amigos, lo cual significa que hay necesariamente muchos elementos biográficos. Hija de un agente cinematográfico sudafricano que tuvo como clientes a Shirley Bassey, Roger Moore e incluso brevemente los Beatles, a los 18 años fue elegida “la chica más guapa de Inglaterra” por la Asociación de Fotógrafos. “Tampoco era para tanto”, comentó su progenitor, una frase que todavía le duele.

Estudió en la prestigiosa academia RADA y parecía destinada al teatro. Era su época de admiración por el existencialismo francés y Juliette Greco. “Desbordaba inocencia -cuenta-. En aquella época no había educación sexual y no sabíamos de la misa la media”. Pero el cine se interpuso en su camino cuando la Twentieth Century Fox creyó ver en ella la nueva Elizabeth Taylor (“Joseph Mankiewicz me prometió el papel de Cleopatra, pero a la hora de la verdad se lo dio a Liz”).

La actriz nunca ha querido sentirse o ser vista como víctima. Perdió la virginidad con el actor Maxwell Reed, quien según relata la violó después de meter una sustancia química en la Coca-Cola, pero lo convirtió en su primer marido. “Fui criada de una manera -dice- en que si querías tener relaciones sexuales te casabas, y punto”.

Collins es extrovertida, como demuestra en las memorias y en las entrevistas que concede. No oculta su posición en “la guerra de los Windsor” (Catalina le encanta pero Meghan no es santo de su devoción), recuerda emocionada sus encuentros con la reina Isabel y la princesa Diana, y fue en su momento partidaria del Brexit pero ahora no lo ve tan claro (su línea de cosméticos ha sufrido como consecuencia de las nuevas trabas comerciales con la Unión Europea, y los negocios son los negocios). Habla con tristeza de las pérdidas de su madre (murió con 52 años) y de su hermana Jackie, una escritora de éxito de best sellers románticos.

El libro es un relato de la época dorada de Hollywood y está lleno de anécdotas. Explica cómo con veintiséis años Warren Beatty la dejó embarazada e insistió en un aborto (dijo que de otro modo habría sido la ruina de nuestras carreras, y creo que tenía razón”). Cuando conoció a Marilyn Monroe, la rubia estrella le advirtió que el mundo del cine estaba “lleno de lobos” que sólo daban papeles a las chicas guapas si se acostaban con ellos. No sabía si creérselo, pero a los pocos días un gran ejecutivo de la Twentieth Century Fox la arrinconaba contra la pared, y de milagro pudo escapar.

Nunca ha tenido pelos en la lengua. Reconoce que le gustan Helen Mirren y Judi Dench, otras dos clásicas de la escena y el cine británicos, más jóvenes que ella. Y en cambio no aguanta a Ben Kingsley. “De hecho no conozco a nadie en el gremio que lo soporte. Insiste en que todo el mundo lo llame Sir, sin excepciones, es bastante increíble”. Personal y profesionalmente ha tomado decisiones conflictivas, pero no se arrepiente de nada. Es una superviviente nata. Ha sido criticada por posar desnuda para la revista Playboy , pero si se le pregunta por qué lo hizo, tiene la respuesta: “Me ofrecieron cien mil dólares, y cien mil dólares entonces eran mucho dinero, baby”.

Admite que sus elecciones de amantes y maridos no han sido en la mayoría de casos acertadas, aunque todos eran atractivos. Pero cree haber compensado ampliamente sus errores del pasado con Percy Gibson, su actual esposo, de 58 años y con quien ya lleva casada un par de décadas. “Es maravilloso, un encanto, no tengo más que cosas buenas que decir de él, un compañero perfecto. ¡Y espero que aún me quede cuerda para rato!”. Sabe que ha quedado marcada por su papel como la mala de Dinastía . “Una auténtica cabrona, no se puede decir otra cosa. Pero yo no lo soy. Al menos, no tanto…”.

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Nuevas memorias a los 90 años.

Los recuerdos más íntimos de Joan Collins: violación y abusos en Hollywood.​

La actriz británica publica un libro el que habla de maridos, amantes y de la situación de la mujer en la gran industria cinematográfica de antaño.

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Noventa años, cinco maridos (el actual 32 años más joven), tres hijos, tres nietos, siete décadas en el mundo del espectáculo, amantes como Marlon Brando, Harry Belafonte, Ryan O’Neal o Warren Beatty dan mucho, pero que mucho jugo. ¡Ah, y sin olvidarnos del papel de la narcisista y maquiavélica Alexis Colby en la serie Dinastía

Joan Collins cuenta cosas ya contadas y otras que no, cosas que se saben o simplemente se imaginan, en su nuevo libro de memorias, Behind the Shoulder Pads (“Detrás de las hombreras”), que se publica hoy en el Reino Unido. La actriz, escritora, productora, columnista y empresaria sencillamente no sabe estar quieta, o callada. De lo único que no quiere hablar es de sus años. “Me niego a identificarme con un grupo de edad específico”, señala con su sarcasmo característico.

El libro se promociona como las historias que Collins cuenta a sus amigos, de la manera en que se las cuenta a los amigos, lo cual significa que hay necesariamente muchos elementos biográficos. Hija de un agente cinematográfico sudafricano que tuvo como clientes a Shirley Bassey, Roger Moore e incluso brevemente los Beatles, a los 18 años fue elegida “la chica más guapa de Inglaterra” por la Asociación de Fotógrafos. “Tampoco era para tanto”, comentó su progenitor, una frase que todavía le duele.

Estudió en la prestigiosa academia RADA y parecía destinada al teatro. Era su época de admiración por el existencialismo francés y Juliette Greco. “Desbordaba inocencia -cuenta-. En aquella época no había educación sexual y no sabíamos de la misa la media”. Pero el cine se interpuso en su camino cuando la Twentieth Century Fox creyó ver en ella la nueva Elizabeth Taylor (“Joseph Mankiewicz me prometió el papel de Cleopatra, pero a la hora de la verdad se lo dio a Liz”).

La actriz nunca ha querido sentirse o ser vista como víctima. Perdió la virginidad con el actor Maxwell Reed, quien según relata la violó después de meter una sustancia química en la Coca-Cola, pero lo convirtió en su primer marido. “Fui criada de una manera -dice- en que si querías tener relaciones sexuales te casabas, y punto”.

Collins es extrovertida, como demuestra en las memorias y en las entrevistas que concede. No oculta su posición en “la guerra de los Windsor” (Catalina le encanta pero Meghan no es santo de su devoción), recuerda emocionada sus encuentros con la reina Isabel y la princesa Diana, y fue en su momento partidaria del Brexit pero ahora no lo ve tan claro (su línea de cosméticos ha sufrido como consecuencia de las nuevas trabas comerciales con la Unión Europea, y los negocios son los negocios). Habla con tristeza de las pérdidas de su madre (murió con 52 años) y de su hermana Jackie, una escritora de éxito de best sellers románticos.

El libro es un relato de la época dorada de Hollywood y está lleno de anécdotas. Explica cómo con veintiséis años Warren Beatty la dejó embarazada e insistió en un aborto (dijo que de otro modo habría sido la ruina de nuestras carreras, y creo que tenía razón”). Cuando conoció a Marilyn Monroe, la rubia estrella le advirtió que el mundo del cine estaba “lleno de lobos” que sólo daban papeles a las chicas guapas si se acostaban con ellos. No sabía si creérselo, pero a los pocos días un gran ejecutivo de la Twentieth Century Fox la arrinconaba contra la pared, y de milagro pudo escapar.

Nunca ha tenido pelos en la lengua. Reconoce que le gustan Helen Mirren y Judi Dench, otras dos clásicas de la escena y el cine británicos, más jóvenes que ella. Y en cambio no aguanta a Ben Kingsley. “De hecho no conozco a nadie en el gremio que lo soporte. Insiste en que todo el mundo lo llame Sir, sin excepciones, es bastante increíble”. Personal y profesionalmente ha tomado decisiones conflictivas, pero no se arrepiente de nada. Es una superviviente nata. Ha sido criticada por posar desnuda para la revista Playboy , pero si se le pregunta por qué lo hizo, tiene la respuesta: “Me ofrecieron cien mil dólares, y cien mil dólares entonces eran mucho dinero, baby”.

Admite que sus elecciones de amantes y maridos no han sido en la mayoría de casos acertadas, aunque todos eran atractivos. Pero cree haber compensado ampliamente sus errores del pasado con Percy Gibson, su actual esposo, de 58 años y con quien ya lleva casada un par de décadas. “Es maravilloso, un encanto, no tengo más que cosas buenas que decir de él, un compañero perfecto. ¡Y espero que aún me quede cuerda para rato!”. Sabe que ha quedado marcada por su papel como la mala de Dinastía . “Una auténtica cabrona, no se puede decir otra cosa. Pero yo no lo soy. Al menos, no tanto…”.

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Esta mujer es un poco contradictoria, no? La viola un tío y se casa con él porque quiere tener s*x* con él?!
 
Podrían contar la verdad de una vez, nadie se lo cree...
Es q qme enseñen otra persona de raza negra que haya sufrido esa enfermedad, de verdad...
Si es q era tan racista q ni al donante de s*men de sus hijos lo escogió negro, creía qibamos a pensar eran sus hijos de verdad? Toda su vida es aterradora.
 
Pero no es lo de Michael Jackson
Yo los casos que he conocido de vitíligo son como los de estas imágenes, la verdad. Creo que nunca hemos visto a Jackson así, ni idea de si es un cuento de que lo tenía o es que se pasaba 24/7 maquillado y luego solo tuviese la cara blanca y el resto del cuerpo a mosaico?
Ni idea, la verdad, yo lo que conocía eran los ejemplos de las imágenes.

Por cierto, ¿cómo se blanquea la piel? Hay muchas zonas de Asia, sobre todo India, que creo que hacían burradas para ser más pálidos y los productos que usaron intentándolo les dejaba la piel quemaba y acortaban su esperanza de vida por tóxico.
 
Pero no es lo de Michael Jackson
es la misma enfermedad supuestamente. otra cosa es como se desarrolle en el cuerpo de cada uno. Podría ser factible, que ante el avance, Michael iniciara un tratamiento para blanquearse lo antes posible y no aparecer con las manchas. hay fotos de su hijo mayor, con una mancha en la axila que podría corresponder a esta enfermedad, aunque parece que en esta caso no avanza más.
 
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