Una guardia civil mata a tiros a sus dos hijas en Cuenca y se suicida

Aquí otra perspectiva: https://www.abc.es/espana/guardia-civil-matado-hijas-amenazaba-exmarido-creer-20221215181401-nt.html

"Paola Buforn, la agente de 43 años que ha matado a sus hijas y luego se ha suicidado, amenazaba al que fue su marido, Santiago Escribano, con denunciarlo, según fuentes cercanas al padre de las niñas. «Soy guardia civil. ¿A quién van a creer a ti o a mí? », sostienen estas personas, que prefieren no dar su nombre.

Prefieren no dar su nombre por la cercanía a la familia, que llora devastada en un bajo de la casa familiar en pleno centro del pueblo a la espera de que les entreguen los cuerpos de las pequeñas. La autopsia determinará cuándo se produjeron los asesinatos porque pudieron cometerse horas antes de lo que se creía. La familia ha comprobado que las niñas ya no fueron el miércoles al colegio. Y nadie oyó las detonaciones, pese a la información que trascendió inicialmente.
A Paola la describen como una persona introvertida, distante y aislada, que eso sí no había mostrado en su trabajo ningún comportamiento anómalo. De puertas para adentro parece que esa cara cambiaba radicalmente. Santiago tenía miedo, y así lo había dicho a sus cercanos, a que ella acabara arruinándole la vida y había decidido separarse antes de que eso pasara. «Era una relación tóxica», insisten estas fuentes. «Las amenazas a él eran muy serias, pero las conocíamos muy pocos».
La pareja se separó hace más de año y medio aproximadamente y Santiago se fue a vivir con sus padres a la casa familiar en el centro de Quintanar del Rey, donde las niñas Iris, de 9 años y Lara, de 11, pasaban mucho tiempo. La custodia la tenía la madre, que vivía en un pabellón del cuartel con sus hijas desde hace meses, pero era habitual que la agente fuera a recoger a las crías a la vivienda de los abuelos. Vecinos y familiares coinciden en que «adoraban a su padre y a sus abuelos». «La abuela Mari estaba a todas horas con ellas porque su madre estaba trabajando», cuenta Adela, vecina puerta con puerta de los Escribano.
No se encuentra una buena palabra hacia la agente. Y no parece que el motivo sea exclusivamente los asesinatos atroces que ha cometido. «Era muy estirada, muy en su papel de guardia civil. Ni una buena palabra nunca», señala otra allegada de los Escribano. Un primo de la familia, que ha compartido mesa y mantel con ella cuando era pareja de Santiago, explica que se mantenía ajena en las reuniones familiares y que no tenía ningún interés en acercarse a una familia que es una piña. Excompañeros de Paola, que estuvo destinada un año en Torija, Guadalajara, antes de llegar a Cuenca en 2009 comparten ese carácter casi avinagrado. «Llegaba, hacía su trabajo y se marchaba. No podías contar con ella para nada más».

Aunque estaba destinada en Seguridad Ciudadana, fue designada como la agente encargada de violencia de género, tanto en la recogida de denuncias como para el seguimiento de los casos. El entorno de los Escribano asegura que esa condición también la esgrimía para amenazar a su pareja, pistola incluida.
«No es solo vivir… es sentirse vivo». Era la frase maniquea que encabezaba su perfil de Instagram. Dicen que en Quintanar no tenía amigos y que la pareja con la que mantuvo una relación intermitente tras separarse de su marido también la había dejado. No había pedido destino fuera, pero sí había amenazado a su ex con llevarse a las niñas de un pueblo que se había convertido para ella en un lugar inhóspito. Los cercanos tienen claro que ese es el motivo por el que «decidió llevárselo todo por delante».
 
Pero que pruebas psicológicas hacen en la Guardia Civil? Cómo puede ser que gente así tenga acceso a un arma? Hoy es esto y hace menos de dos meses un chico -que para más inri estaba de prácticas- se fue a Bruselas a matar a su ex. Qué va a ser lo siguiente?
Pienso exactamente lo mismo, y hoy hay otra noticia de un policía nacional que se ha suicidado con su arma, en Castellón, que la vida te puede cambiar y que se te vaya de las manos, pero teniendo un arma no sé si siguen haciéndoles pruebas psicológicas o pasan del tema.
 
Aquí otra perspectiva: https://www.abc.es/espana/guardia-civil-matado-hijas-amenazaba-exmarido-creer-20221215181401-nt.html

"Paola Buforn, la agente de 43 años que ha matado a sus hijas y luego se ha suicidado, amenazaba al que fue su marido, Santiago Escribano, con denunciarlo, según fuentes cercanas al padre de las niñas. «Soy guardia civil. ¿A quién van a creer a ti o a mí? », sostienen estas personas, que prefieren no dar su nombre.

Prefieren no dar su nombre por la cercanía a la familia, que llora devastada en un bajo de la casa familiar en pleno centro del pueblo a la espera de que les entreguen los cuerpos de las pequeñas. La autopsia determinará cuándo se produjeron los asesinatos porque pudieron cometerse horas antes de lo que se creía. La familia ha comprobado que las niñas ya no fueron el miércoles al colegio. Y nadie oyó las detonaciones, pese a la información que trascendió inicialmente.
A Paola la describen como una persona introvertida, distante y aislada, que eso sí no había mostrado en su trabajo ningún comportamiento anómalo. De puertas para adentro parece que esa cara cambiaba radicalmente. Santiago tenía miedo, y así lo había dicho a sus cercanos, a que ella acabara arruinándole la vida y había decidido separarse antes de que eso pasara. «Era una relación tóxica», insisten estas fuentes. «Las amenazas a él eran muy serias, pero las conocíamos muy pocos».
La pareja se separó hace más de año y medio aproximadamente y Santiago se fue a vivir con sus padres a la casa familiar en el centro de Quintanar del Rey, donde las niñas Iris, de 9 años y Lara, de 11, pasaban mucho tiempo. La custodia la tenía la madre, que vivía en un pabellón del cuartel con sus hijas desde hace meses, pero era habitual que la agente fuera a recoger a las crías a la vivienda de los abuelos. Vecinos y familiares coinciden en que «adoraban a su padre y a sus abuelos». «La abuela Mari estaba a todas horas con ellas porque su madre estaba trabajando», cuenta Adela, vecina puerta con puerta de los Escribano.
No se encuentra una buena palabra hacia la agente. Y no parece que el motivo sea exclusivamente los asesinatos atroces que ha cometido. «Era muy estirada, muy en su papel de guardia civil. Ni una buena palabra nunca», señala otra allegada de los Escribano. Un primo de la familia, que ha compartido mesa y mantel con ella cuando era pareja de Santiago, explica que se mantenía ajena en las reuniones familiares y que no tenía ningún interés en acercarse a una familia que es una piña. Excompañeros de Paola, que estuvo destinada un año en Torija, Guadalajara, antes de llegar a Cuenca en 2009 comparten ese carácter casi avinagrado. «Llegaba, hacía su trabajo y se marchaba. No podías contar con ella para nada más».

Aunque estaba destinada en Seguridad Ciudadana, fue designada como la agente encargada de violencia de género, tanto en la recogida de denuncias como para el seguimiento de los casos. El entorno de los Escribano asegura que esa condición también la esgrimía para amenazar a su pareja, pistola incluida.
«No es solo vivir… es sentirse vivo». Era la frase maniquea que encabezaba su perfil de Instagram. Dicen que en Quintanar no tenía amigos y que la pareja con la que mantuvo una relación intermitente tras separarse de su marido también la había dejado. No había pedido destino fuera, pero sí había amenazado a su ex con llevarse a las niñas de un pueblo que se había convertido para ella en un lugar inhóspito. Los cercanos tienen claro que ese es el motivo por el que «decidió llevárselo todo por delante».
Coincide con lo que me han dicho. A las niñas las había criado la abuela y ella no era muy simpática.
 
Pienso exactamente lo mismo, y hoy hay otra noticia de un policía nacional que se ha suicidado con su arma, en Castellón, que la vida te puede cambiar y que se te vaya de las manos, pero teniendo un arma no sé si siguen haciéndoles pruebas psicológicas o pasan del tema.
Madre mía. Es que no deberían tener armas en sus domicilios sino en el puesto de trabajo. Pero vamos que si planean una maldad la van hacer igual.
 
Aquí otra perspectiva: https://www.abc.es/espana/guardia-civil-matado-hijas-amenazaba-exmarido-creer-20221215181401-nt.html

"Paola Buforn, la agente de 43 años que ha matado a sus hijas y luego se ha suicidado, amenazaba al que fue su marido, Santiago Escribano, con denunciarlo, según fuentes cercanas al padre de las niñas. «Soy guardia civil. ¿A quién van a creer a ti o a mí? », sostienen estas personas, que prefieren no dar su nombre.

Prefieren no dar su nombre por la cercanía a la familia, que llora devastada en un bajo de la casa familiar en pleno centro del pueblo a la espera de que les entreguen los cuerpos de las pequeñas. La autopsia determinará cuándo se produjeron los asesinatos porque pudieron cometerse horas antes de lo que se creía. La familia ha comprobado que las niñas ya no fueron el miércoles al colegio. Y nadie oyó las detonaciones, pese a la información que trascendió inicialmente.
A Paola la describen como una persona introvertida, distante y aislada, que eso sí no había mostrado en su trabajo ningún comportamiento anómalo. De puertas para adentro parece que esa cara cambiaba radicalmente. Santiago tenía miedo, y así lo había dicho a sus cercanos, a que ella acabara arruinándole la vida y había decidido separarse antes de que eso pasara. «Era una relación tóxica», insisten estas fuentes. «Las amenazas a él eran muy serias, pero las conocíamos muy pocos».
La pareja se separó hace más de año y medio aproximadamente y Santiago se fue a vivir con sus padres a la casa familiar en el centro de Quintanar del Rey, donde las niñas Iris, de 9 años y Lara, de 11, pasaban mucho tiempo. La custodia la tenía la madre, que vivía en un pabellón del cuartel con sus hijas desde hace meses, pero era habitual que la agente fuera a recoger a las crías a la vivienda de los abuelos. Vecinos y familiares coinciden en que «adoraban a su padre y a sus abuelos». «La abuela Mari estaba a todas horas con ellas porque su madre estaba trabajando», cuenta Adela, vecina puerta con puerta de los Escribano.
No se encuentra una buena palabra hacia la agente. Y no parece que el motivo sea exclusivamente los asesinatos atroces que ha cometido. «Era muy estirada, muy en su papel de guardia civil. Ni una buena palabra nunca», señala otra allegada de los Escribano. Un primo de la familia, que ha compartido mesa y mantel con ella cuando era pareja de Santiago, explica que se mantenía ajena en las reuniones familiares y que no tenía ningún interés en acercarse a una familia que es una piña. Excompañeros de Paola, que estuvo destinada un año en Torija, Guadalajara, antes de llegar a Cuenca en 2009 comparten ese carácter casi avinagrado. «Llegaba, hacía su trabajo y se marchaba. No podías contar con ella para nada más».

Aunque estaba destinada en Seguridad Ciudadana, fue designada como la agente encargada de violencia de género, tanto en la recogida de denuncias como para el seguimiento de los casos. El entorno de los Escribano asegura que esa condición también la esgrimía para amenazar a su pareja, pistola incluida.
«No es solo vivir… es sentirse vivo». Era la frase maniquea que encabezaba su perfil de Instagram. Dicen que en Quintanar no tenía amigos y que la pareja con la que mantuvo una relación intermitente tras separarse de su marido también la había dejado. No había pedido destino fuera, pero sí había amenazado a su ex con llevarse a las niñas de un pueblo que se había convertido para ella en un lugar inhóspito. Los cercanos tienen claro que ese es el motivo por el que «decidió llevárselo todo por delante».
Era una mujer introvertida, distante y aislada, todo lo que se necesita por lo que se ve para que te acepten en la guardia civil, sigo pensando lo mismo, que cachondeo con las pruebas psicológicas.
 
Pobres niñas, pobre padre y pobres abuelos. Qué maldad y que cobardía hay que tener para hacer algo así, pura maldad
Pues si. Hay mucho psicópata suelto que carece de empatía y claro no todos son asesinos pero muchos de estos crímenes tienen algo de eso por detrás y no son enfermos mentales ojo. Para matar tienes que carecer de empatía porque si no es imposible.
Y a tus propias hijas, que horror.
Si los hijos cuando les tienes te cambian la vida, ya tu vida la darías por ellos sin pensar. Es el amor más puro que hay y más cuando son pequeños ( porque luego de mayores pues padres e hijos somos más independientes, más despegados y puede haber roces). Y con 9 y 11 años criaturas. Insisto pobre familia, que dolor.
 
No, es en ambos casos como te dice la prima arriba.
Hay una película belga, basada en un caso real el de (Genevieve Lhermitte) que es muy dura pero describe muy bien cómo se puede desencadenar algó tan horrible.
La persona que la inventó o que se atribuye el uso de estas dos palabras lo hizo expresamente para utilizarlo sólo en mujeres.
Estoy totalmente de acuerdo en que tendría que ser para los dos

 
Era una mujer introvertida, distante y aislada, todo lo que se necesita por lo que se ve para que te acepten en la guardia civil, sigo pensando lo mismo, que cachondeo con las pruebas psicológicas.
Y que una persona asi sea la responsable de violencia doméstica del pueblo tiene guasa, mínimo hay que tener algo de empatía y compasión para tratar con víctimas y esta sra parece que carecía de esos rasgos
 

Le quería hacer daño al padre de las niñas, se quiso separar porque era tóxica y le amenazaba con joderle la vida.
Incluso se lo había dicho a sus familiares.
Hacer eso es de ser macabra, quitarle la vida a dos seres indefensos.
Menuda personalidad para defender a los ciudadanos y ayudar...si en su vida personal era así....
 

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