Los pitufos tienen muchas leyendas, es uno de los pocos muñecos que ni Chucky.
A mi me pillaron ya siendo un poco mayor, tuve un par de ellos. Nunca me generaron la mínima inquietud.
Los tiré porque se llenaban de polvo, me ocupaban mucho espacio y porque ya esas historias habían empezado a circular tanto, que eran de dominio popular y ver un pitufo en mi cuarto, generaba rechazo a niños y adultos.
Pues no lo sabía. A mi me encantan. Cuando nacieron mis hijos no se estilaban, pero yo busqué dibujos animados y cosas.
Vamos, que cuando no estaba limpia la taza de los "pepufof" el mayor no quería desayunar.
Nunca ha pasado nada con ellos.