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Comprensión Lectora
Guest
Me encanta esta fotito, la podríamos titular: Último acto de un Duque con su familia política.
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Obsérvese a su Majestad, vestido de militar, él muy militar siempre, cual héroe convaleciente, como si el solito fuera el responsable del éxito del Desembarco de Normandía. Lisiado, más de pie, y entero, como un hombre, con dos... La reina, plácida y serena, como ella es. Una señora en toda regla. El príncipe más preparado del mundo mundial mira con templanza los vastos horizontes del futuro de la patria. Lady Li, etérea, incolora e inodora. La infanta Elena, esa hembra de raza y señorío español. La infanta Cristina, esa madre, esa esposa, esa mujer trabajadora e ideal que saca siempre tiempo pa sus mechas con esos looks tan superideales de la muerte. Y él, el Duque. Todo bondad, todo entereza, todo solvencia....
La realidad: un anciano prematuramente envejecido que casi se sale de cuadro. Cara de amargao de tener que estar más de un minuto al lado de su santa esposa. La esposa, manteniendo el tipo, como lo que es: una super profesional de los medios. El nene, aún no se ha percatao de donde está la cámara. Elena, pues a mi plin, que yo duermo en Pikolín, parece que piensa. Cristina, mucho brillo y pocas nueces. El Urdanga, acojonao perdío, busca la solidaridad de la suegra coordinando con ella el color de su corbata. Y ojo, señoras, en el centro: ella, la excelsa, la simpar, la Lety. Quien por una vez sabe que no es el objetivo principal de las cámaras.... (lo cual le jode, eh!)
La verdad es que nuestra familia real es un rato paleta y disfuncional.
Y hay que ver que efecto tan destructor produce en el físico de sus adosados. Es impresionante comparar las fotos de Letizia, Urdangarín y Marichalar antes de casarse y ahora (y a Leti la salva la cara el constante mantenimiento de chapa y pintura). En cambio, Felipe Cristina y Elena siguen exactamente igual orondos como siempre. Es como si fueran vampiros que les chupan la sangre.