Lo del beso es una invención total. Cómo se van a besar con la mascarillas??
OFRENDA AL APÓSTOL
Este 25 de julio en Santiago de Compostela fue una jornada cargada de primeras veces, especialmente para las hijas de los reyes Felipe y Letizia. No solo era la primera vez que pisaban tierras gallegas de forma oficial, sino que también era la primera vez que Leonor y Sofía se unían a sus padres para la ofrenda al Apóstol, una tradición que tiene casi cuatro siglos. Pero, además de algunas 'primeras veces', la jornada estuvo cargada de detalles muy significativos. Algunos que nos llamaron mucho la atención, como el bronceado de Leonor y Sofía o el beso de los Reyes.
A pesar de la situación de pandemia, hubo vecinos de Santiago que no quisieron perderse la presencia de los Reyes y sus hijas en la plaza del Obradoiro. Unos pocos afortunados, pero también muy madrugadores, que formaron parte del escaso público al que se permitió estar en la emblemática plaza. A pesar de la poca gente, no faltaron los gritos de 'viva el Rey' o los piropos a Leonor y Sofía, que los agradecían con saludos e inclinaciones de cabeza. Pero hubo más gestos y detalles, tanto fuera como en el interior de la catedral de Santiago, que nos llamaron mucho la atención.
1. El curioso bronceado de Leonor y Sofía
Llamó la atención que el tono de piel de las hijas de los Reyes era ligeramente más oscuro en las piernas y rodillas que de los tobillos hacia abajo. Algo que podría explicarse por el hecho de que las dos hermanas hayan practicado deporte al aire libre con calzado cerrado y pantalones cortos. El sol ha hecho de las suyas y ha dejado su huella en las piernas de Leonor y Sofía, que se dejaba notar con el calzado escogido por una y otra para su visita a Santiago.
2. Los gestos 'poco católicos' de Letizia
Una vez en el interior del templo, los Reyes asistían a la solemne misa, en este día grande para la comunidad gallega. Al empezar, veíamos cómo tanto el rey Felipe como sus hijas se santiguaban, mientras que la reina Letizia prefería no hacerlo, como suele ser habitual. Ahora bien, a la hora de comulgar, ninguno de los cuatro lo hacía. Tampoco se colocaban de rodillas en determinados momentos del oficio, a pesar de que tenían un cojín situado frente a cada uno de ellos, para evitar hacerse daño en caso de que decidieran hacerlo.
3. El beso de Felipe y Letizia
Aunque a la ofrenda al Apóstol han asistido los Reyes y sus hijas, había dos actos por la tarde reservados solo para el monarca. Uno, la reunión del Real Patronato de Santiago. Otro, la entrega de la Medalla de Oro de Galicia, con la que se reconocía al dispositivo que ha llevado a cabo la campaña de vacunación. Por eso, tras la misa en la catedral, don Felipe tenía que separarse de su mujer y sus hijas, que volvían a casa. Un momento que sirvió para ver un poco habitual beso de los Reyes, casto y muy en su línea.
4. La inseguridad de Leonor
También al terminar la ceremonia hemos visto otro de los gestos más llamativos y comentados de la jornada. Al bajar las escaleras que separan el Pórtico de la Gloria de la catedral de la plaza del Obradoiro, la reina Letizia se apoyaba en el brazo de don Felipe, que a su vez tomaba con la mano libre a la princesa Leonor, mientras que la infanta Sofía iba por libre.
Aunque se ha comentado lo inoportuno del gesto -bastante habitual hasta hace relativamente poco-, especialmente teniendo en cuenta los casi 16 años de la heredera, lo cierto es que no obedecía a otra cosa que a la inseguridad de la princesa Leonor a la hora de bajar las escaleras con los tacones, que le dieron más de un problema en el empedrado de la plaza. Sofía era la única que había elegido calzado plano, por lo que no necesitaba ayuda para bajar.
5. El control de Letizia
El rey Felipe cumplía con una tradición que iniciaba Felipe IV en 1643. De ahí que, durante la misa, tomara la palabra para pedir al Apóstol, entre otras cosas, "que nos ayude a mantener viva la esperanza de recuperar la normalidad". Su discurso estaba protagonizado casi en su totalidad por la situación sanitaria, pero también había hueco para destacar la presencia de sus hijas en la ofrenda. Y mientras, la reina Letizia no perdía detalle de los papeles en los que el monarca se estaba apoyando para hablar, muy atenta a que lo que estaba escrito coincidiera con lo que su marido decía.
Tampoco perdía ocasión de dar indicaciones a sus hijas a la hora de caminar por la plaza del Obradoiro, incluso determinaba dónde tenían que colocarse -también el rey Felipe, sí- para posar ante los fotógrafos. Iniciativas que ha tenido siempre y que se han interpretado como parte de su carácter perfeccionista, aunque han llegado a asociarse con cierta obsesión por el control.
6. Equipo Letizia - Leonor
Es muy habitual que en las apariciones de la familia real, dado el papel institucional de la heredera, forme 'tándem' con el rey Felipe, mientras Letizia y Sofía permanecen en segundo plano. Pero en esta ocasión parecían haberse cambiado los papeles. Era la Reina la que esta vez parecía ir a juego con su hija, con los complementos de su look en perfecta sintonía con el vibrante rosa del vestido de la Princesa de Asturias.
7. El último acto oficial de Leonor
Ya les habíamos contado que la agenda de Leonor iba a estar más que apretada antes de viajar a Gales para estudiar el Bachillerato Internacional. Pero los compromisos oficiales de la heredera se han terminado por una buena temporada, ya que sus apariciones públicas en Mallorca -que aún están por definirse- no se consideran oficiales, simplemente públicas.
Al terminar su estancia en Baleares, vendrán esos días de vacaciones aboslutamente privadas de los Reyes y sus hijas, de las que no suele saberse nada, salvo filtración de algún espontáneo que coincida con ellos. Después, llegará el momento de Leonor de partir hacia el UWC Atlantic College de Gales, por lo que su cita en Santiago ha servido como despedida y cierre de su temporada laboral.
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OFRENDA AL APÓSTOL
Del bronceado de Leonor y Sofía al beso de los Reyes: los 7 detalles que vimos en Santiago
La ofrenda al Apóstol supuso el estreno de las hijas de los Reyes en Galicia, en una cita cargada de detalles que no pasaron desapercibidos
Este 25 de julio en Santiago de Compostela fue una jornada cargada de primeras veces, especialmente para las hijas de los reyes Felipe y Letizia. No solo era la primera vez que pisaban tierras gallegas de forma oficial, sino que también era la primera vez que Leonor y Sofía se unían a sus padres para la ofrenda al Apóstol, una tradición que tiene casi cuatro siglos. Pero, además de algunas 'primeras veces', la jornada estuvo cargada de detalles muy significativos. Algunos que nos llamaron mucho la atención, como el bronceado de Leonor y Sofía o el beso de los Reyes.
A pesar de la situación de pandemia, hubo vecinos de Santiago que no quisieron perderse la presencia de los Reyes y sus hijas en la plaza del Obradoiro. Unos pocos afortunados, pero también muy madrugadores, que formaron parte del escaso público al que se permitió estar en la emblemática plaza. A pesar de la poca gente, no faltaron los gritos de 'viva el Rey' o los piropos a Leonor y Sofía, que los agradecían con saludos e inclinaciones de cabeza. Pero hubo más gestos y detalles, tanto fuera como en el interior de la catedral de Santiago, que nos llamaron mucho la atención.
1. El curioso bronceado de Leonor y Sofía
Llamó la atención que el tono de piel de las hijas de los Reyes era ligeramente más oscuro en las piernas y rodillas que de los tobillos hacia abajo. Algo que podría explicarse por el hecho de que las dos hermanas hayan practicado deporte al aire libre con calzado cerrado y pantalones cortos. El sol ha hecho de las suyas y ha dejado su huella en las piernas de Leonor y Sofía, que se dejaba notar con el calzado escogido por una y otra para su visita a Santiago.
2. Los gestos 'poco católicos' de Letizia
Una vez en el interior del templo, los Reyes asistían a la solemne misa, en este día grande para la comunidad gallega. Al empezar, veíamos cómo tanto el rey Felipe como sus hijas se santiguaban, mientras que la reina Letizia prefería no hacerlo, como suele ser habitual. Ahora bien, a la hora de comulgar, ninguno de los cuatro lo hacía. Tampoco se colocaban de rodillas en determinados momentos del oficio, a pesar de que tenían un cojín situado frente a cada uno de ellos, para evitar hacerse daño en caso de que decidieran hacerlo.
3. El beso de Felipe y Letizia
Aunque a la ofrenda al Apóstol han asistido los Reyes y sus hijas, había dos actos por la tarde reservados solo para el monarca. Uno, la reunión del Real Patronato de Santiago. Otro, la entrega de la Medalla de Oro de Galicia, con la que se reconocía al dispositivo que ha llevado a cabo la campaña de vacunación. Por eso, tras la misa en la catedral, don Felipe tenía que separarse de su mujer y sus hijas, que volvían a casa. Un momento que sirvió para ver un poco habitual beso de los Reyes, casto y muy en su línea.
4. La inseguridad de Leonor
También al terminar la ceremonia hemos visto otro de los gestos más llamativos y comentados de la jornada. Al bajar las escaleras que separan el Pórtico de la Gloria de la catedral de la plaza del Obradoiro, la reina Letizia se apoyaba en el brazo de don Felipe, que a su vez tomaba con la mano libre a la princesa Leonor, mientras que la infanta Sofía iba por libre.
Aunque se ha comentado lo inoportuno del gesto -bastante habitual hasta hace relativamente poco-, especialmente teniendo en cuenta los casi 16 años de la heredera, lo cierto es que no obedecía a otra cosa que a la inseguridad de la princesa Leonor a la hora de bajar las escaleras con los tacones, que le dieron más de un problema en el empedrado de la plaza. Sofía era la única que había elegido calzado plano, por lo que no necesitaba ayuda para bajar.
5. El control de Letizia
El rey Felipe cumplía con una tradición que iniciaba Felipe IV en 1643. De ahí que, durante la misa, tomara la palabra para pedir al Apóstol, entre otras cosas, "que nos ayude a mantener viva la esperanza de recuperar la normalidad". Su discurso estaba protagonizado casi en su totalidad por la situación sanitaria, pero también había hueco para destacar la presencia de sus hijas en la ofrenda. Y mientras, la reina Letizia no perdía detalle de los papeles en los que el monarca se estaba apoyando para hablar, muy atenta a que lo que estaba escrito coincidiera con lo que su marido decía.
Tampoco perdía ocasión de dar indicaciones a sus hijas a la hora de caminar por la plaza del Obradoiro, incluso determinaba dónde tenían que colocarse -también el rey Felipe, sí- para posar ante los fotógrafos. Iniciativas que ha tenido siempre y que se han interpretado como parte de su carácter perfeccionista, aunque han llegado a asociarse con cierta obsesión por el control.
6. Equipo Letizia - Leonor
Es muy habitual que en las apariciones de la familia real, dado el papel institucional de la heredera, forme 'tándem' con el rey Felipe, mientras Letizia y Sofía permanecen en segundo plano. Pero en esta ocasión parecían haberse cambiado los papeles. Era la Reina la que esta vez parecía ir a juego con su hija, con los complementos de su look en perfecta sintonía con el vibrante rosa del vestido de la Princesa de Asturias.
7. El último acto oficial de Leonor
Ya les habíamos contado que la agenda de Leonor iba a estar más que apretada antes de viajar a Gales para estudiar el Bachillerato Internacional. Pero los compromisos oficiales de la heredera se han terminado por una buena temporada, ya que sus apariciones públicas en Mallorca -que aún están por definirse- no se consideran oficiales, simplemente públicas.
Al terminar su estancia en Baleares, vendrán esos días de vacaciones aboslutamente privadas de los Reyes y sus hijas, de las que no suele saberse nada, salvo filtración de algún espontáneo que coincida con ellos. Después, llegará el momento de Leonor de partir hacia el UWC Atlantic College de Gales, por lo que su cita en Santiago ha servido como despedida y cierre de su temporada laboral.
Del bronceado de Leonor y Sofía al beso de los Reyes: los 7 detalles que vimos en Santiago
La ofrenda al Apóstol supuso el estreno de las hijas de los Reyes en Galicia, en una cita cargada de detalles que no pasaron desapercibidos
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