🤘Enrique Ponce y Paloma Cuevas. 🐃 Cuernos. 🤬 Divorcio. 🐊 Relación de Enrique Ponce 👨 y 👶 Ana Soria

Yo creo que el salvaje, el incivilizado y el primitivo es precisamente el torquemada intolerante e ignorante que escribe estas cosas.

Que una mirada limitada y superficial no vea la profundidad de las cosas no quiere decir que esa profundidad no exista.
¿La profundidad de ver la tortura y muerte de un animal?...pues si, mira ,si lo hemos visto y por eso, nos resulta una aberración incompatible con ser parte de un país del primer mundo en el siglo XXI (hablo en plural porque incluyo aquí al numero creciente de antitaurinos que hay en España)
No obstante en algo te doy la razón. Hacia cualquier forma de tortura o abuso, tengo tolerancia 0. Si quieres verlo así, como si fuese "una especie de Torquemada"
 
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Es cierto que entre las gentes del espectáculo y del deporte el problema de saber retirarse a tiempo, antes de ser una caricatura de ti mismo, es general. Por los dos argumentos que da @OrlandoL: dinero para seguir manteniendo un tren de vida fastuoso y narcisismo + adicción a estar en el candelero. Entre los toreros, hay un tercer argumento que siempre sale cuando se escucha a los retirados: la sed de un tipo de experiencia límite, de un estado de conciencia alterado incluso, que es lo que experimentan en ciertos momentos cumbre y que es lo que sustenta su afición. Perseguir eso les hace seguir y seguir en espera de encontrárselo de nuevo. Naturalmente el desgaste del tiempo y la rutina casi funcionarial de muchas carreras taurinas conspira contra el estado mental y físico que hace falta para que "eso especial" se desencadene.

Daisetz T. Suzuki, primera autoridad de Japón en el estudio del Zen, cita curiosamente esta suerte de trance taurino en uno de sus libros ("El Zen y la cultura japonesa") en el que trata de las relaciones del Zen y el Bushido, el camino del guerrero. La tauromaquía era para él la única forma de Bushido que quedaba en Occidente y emparentaba esa forma especial de trance que a veces viven los toreros con el "estado de no-mente" de los samuráis que cultivaban el Zen. Desmenuzaba para ello un relato hecho por Juan Belmonte sobre la faena que lo consagró en Las Ventas. La puerta a ese estado de trance es siempre una situación que los toreros llaman "acople": la conjunción perfecta, rítmica, entre la embestida de la bestia y la dirección del humano que la domina. Los toreros suelen describir de modo coincidente lo que viene después del acople a veces. De repente, la percepción sensorial cambia: desaparece la sensación del yo y con ella de la alteridad, el cuerpo se abandona completamente y se sienten formado una sola cosa con el toro. Los sentidos exteriores parecen cerrarse: oyen a la multitud de los tendidos como un sonido tenue y lejano y la vista convencional da paso a una especie de estado visionario, onírico, donde el enfoque y los colores se transfiguran. "Estaba tan embebido, tan fuera de mí", describe Belmonte en el relato que cita Suzuki, "entregue mi cuerpo y mi alma al puro éxtasis del toreo sin ser consciente de tener un público". La suerte suprema, el acto sacrificial del toro, es a la vez la cumbre y la salida de ese estado de trance.

En este tipo de experiencia resuenan, aunque sea oscuramente, las raíces religiosas de la tauromaquia, esos ritos paganos del toro, desde el taurobolio hasta la tauroctonía mitraica donde un sacerdote toreaba y sacrificaba a un toro ritual, depositario de la fuerza primordial, y traspasaba esa potencia a los asistentes al rito. La sensación de ser un hierofante, un mago que hace una operación similar, es muy vívida entre los toreros que han tenido la experiencia de este trance taurino. Parecen conectar en ese momento con la fuerza de una tradición ancestral a la que sienten que pertenecen y eso deja una impresión imborrable. Perseguir ese trance, seguir para ver si vuelve de nuevo, si se repite, es la tercera razón (además del dinero y la notoriedad) por la que algunos no se van cuando deberían, o vuelven cuando ya se han ido.

No hace falta decir que en los tendidos se siente perfectamente cuando en el ruedo ha revivido esa liturgia ancestral. Gente presa de una emoción y una fuerza inexplicables, hasta lágrimas. Hay toreros en los que ese componente de mago, de hierofante, es muy marcado, muy potente, muy consciente en el propio torero incluso, y eso los diferencia netamente de los demás. El último de esa saga ha sido José Tomás. El protagonista de este hilo ha sido un muy hábil lidiador, un señor que ha dominado la técnica del Bushido taurino a la perfección. Pero sólo muy de cuando en cuando ha sido un hierofante.

¿La profundidad de ver la tortura y muerte de un animal?...pues si, mira ,si lo hemos visto y por eso, nos resulta una aberración incompatible con ser parte de un país del primer mundo en el siglo XXI
No obstante en algo te doy al razón. Hacia cualquier forma de tortura o abuso, tengo tolerancia 0. Si quieres verlo así, como si fuese "una especie de Torquemada"

No le reconozco a Ud ninguna superioridad moral con respecto a mí, que soy taurina.
Para mí la actitud aberrante y abusadora, en su superficialidad y su arrogante ignorancia, es la suya.

Y hasta aquí.
 
Si, si y hasta aquí, pero no sabe como me divierte ver como se pica usted.

Lo dicho; hasta aquí, disfrute del foro.

Seguiré haciéndolo mientras me dejen, pero sin leer a quien afirma divertirse molestando a otra forera.
Eso debe ser parte también de "tener tolerancia 0 contra toda forma de abuso" ¿verdad?
Cuánta moralina hipócrita.

A Ignorar.
 
Yo creo que el salvaje, el incivilizado y el primitivo es precisamente el intolerante e ignorante que escribe estas cosas.

Que una mirada limitada, descalificatoria y superficial sea incapaz de ver la profundidad de las cosas no quiere decir que esa profundidad no exista.

D.T. Suzuki era un "salvaje incivilizado" que escribía "pamplinas y florituras" sobre la tauromaquia, ya tú sabe... :rolleyes:
Con un par.
 
La espantada de Ana Soria en el regreso de Ponce a los ruedos
La joven novia del torero no acudió a la plaza ni el sábado en Sevilla ni ayer en Jaén

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Ana Mellado
Actualizado:03/08/2020 03:58h


El griterío popular ya no se divide entre izquierdas o derechas, de Cola Cao o Nesquik ni de playa o montaña. Ahora la calle se posiciona entre los que defienden a Enrique Ponce y los que se alistan en el bando de Paloma Cuevas. La disolución de sus 25 años de matrimonio y el posterior enamoramiento del torero de una joven rubia angelical ha creado una brecha en la sociedad, convirtiéndose en el monotema del chiringuito y las redacciones de periódicos. Y por eso, el pasado sábado en la gran reaparición de Ponce en el ruedo no faltaron representantes de ambos bandos. «Paloma Cuevas, te queremos», rezaba una de las pancartas que se exhibieron en el tendido de la plaza de Osuna (Sevilla), donde el maestro de Chiva compartía cartel con Javier Conde y Diego Ventura. Incluso se escuchó algún abucheo cuando Ponce pisó el albero y dibujó una A -¿de Ana?- con el pie, en lugar de la tradicional cruz.

La joven Ana Soria transitaba en la mente del maestro y del resto de la plaza, pero ni rastro de ella en el tendido. La expectación en Osuna era mayúscula, tanto por ser la primera aparición en el ruedo de Ponce tras el estado de alarma y la primera tras convertirse en el hombre más buscado de la prensa social. Firmó una buena faena cortando dos orejas a sus dos toros de la ganadería de Julio de la Puerta, pero dejó con ganas de más y sobre todo de verle brindándole su buen hacer a ella.

Sorprendió su ausencia, porque hace tiempo que tratan de imprimir normalidad en su relación y no se molestan en esconderse. Se dedican mensajes en redes profesando su amor con imágenes de carantoñas y arrumacos, pero de momento Ana Soria prefiere no pisar la plaza. Ayer Ponce toreó en Navas de San Juan (Jaén) con motivo del trigésimo aniversario de su alternativa, pero tampoco estaba ella. ¿Para cuándo la gran aparición de Ana Soria en el tendido? Las cámaras y los fotógrafos continúan expectantes. Aún queda verano y cartel para rato.

 
Pues yo le doy el beneficio de la duda. Si creo que este enamorada.

Jovencita almeriense, con una historia familiar particular (esta repitiendo con Ponce el patron que tiene en su casa), que ha vivido el mundo del toro, que le tira la cana a Ponce y que cuaja. Y no dudo de que se flipe/enamore porque un tio casado, mayor y super famoso en lo suyo le haga caso. A ella. Subidon del ego acompanado por agasajo del torero, viajes, jets, piso para verse en Madrid, amor en secreto. Las amigas flipando.

Y encima consigue que con su pataleta (imagino que al ver que se confinaba con Paloma e hijas y no tenia su atencion all 100%) se anuncie separacion y divorcio. Mas subida de ego y sensacion de poder por haber "vencido" a la "oficial" (repitiendo patron de su mamá). Y ahora con todas las dedicatorios de amor del torero mas aun.

No creo que sea tan fria y calculadora para solo estar pensando en usarle mientras busca mas. Si creo que lo del affair secreto le ponia mucho y que lo de echarle un pulso y ganar la partida le tiene que dar una sensacion de borrachera importante.

No se como va a llevar ahora con 21-22 pasar de quedar para echar unos polvos e irte de viaje en plan aventura a convivir con un menda de casi 50, con sus habitos ya hechos y las particularidades de los hombres de su edad. Mas 2 hijas pequenas.

Ahi se vera si da la espantada (Tita Astolfi) o le compensa quedarse (Lourdes Montes)
Ilusionada, tal vez; "Borracha" de triunfo, puede, orgullosa de si misma por el "trofeo" que ha conseguido, pero enamorada; eso son palabras mayores. El tiempo y sobre todo, la convivencia, el día a día con un señor que por edad podría ser su padre, y que ya nunca volverá a tener los gustos ni costumbres de un veinteañero (por mucho que ahora ande medio enloquecido y haciendo tonterías sin parar), lo dirán
 
No parece justo, yo creo que la culpa la tiene la perfecta por no asumir que su matrimonio ha terminado y explicar con normalidad la situación a sus hijas.
Eres Ana Soria? Porque no se explica tu comentario tan fuera de lugar, oye que aquí el que ha dejado colgada a su mujer e hijas ha sido el, Enrique Ponce, con todas las letras. A ver si ahora vamos a defender lo indefendible. El la ha cagado, se ha liado con una niñata de 21 años que ni sabe lo que quiere y el tiempo pondrá a todos en su lugar, sobre todo a Ponce que ha sido un cobarde por mucho que se ponga delante de un toro. Cobarde con todas y cada una de las letras.
 

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