Desde que me enteré de la muerte de Morricone llevo dos días con bajón. Me pongo su música, voy por la casa al son de la Trilogía del Oro, La Misión, qué maravillas, joder, tocan el alma . Con decirte que antes de anoche aquí casi me da un algo de las carcajadas con este hilo, pero qué tremendo descojone. Y la cosa cambió ayer.
Pero palma Morricone, un señor que no conozco, con 91 años, diréis que soy gilipollas, probablemente lo sea, pero me ha dado por pensar en Clint Eastwood, mi amor incondicional, en qué viejito está ya, en que ya no de hacen pelis como las de antes,no hay actores como los de antes, ni hay música como la de antes; veo estos temas, como la peña se separa y no hay amor como el de antes, no hay respeto, ni fidelidad ni nada de nada, la gente se carga sus matrimonios, sus familias...el genio Morricone llevaba la friolera de 70 años con su mujer, y como sabía que le quedaba poco, le dejo una carta de despedida que casi me ha hecho llorar.
El mundo tal y como lo conocemos se va a la mierda, es muy triste. No me gusta el camino que están tomando las cosas.
Se pierden las buenas costumbres, se pierde la decencia, el respeto, las maneras; no hay amor, ni hay música como la de Morricone, ni actores como Clint Eastwood, todo hoy día es mierda sexualizada, ídolos de pies de barro, ni el cine, ni la música, ni los actores, ni el amor, ni la familia, ya nada, toca el alma.
Muchas veces, prefiero echar la vista atrás antes que al futuro.
No se a ti, a mí lo que más me revienta de esa sensación es que todo eso al final te hace cambiar, y ya no tienes esa frescura para confiar y disfrutar de las cosas, porque siempre piensas que hay una doblez. En fin, espero no perder absolutamente la capacidad de sorpresa ante toda esa oleada de superficialidad y tontuna que ya nos ha invadido, pero es cierto que cada vez me cuesta más.