Digamos que te despiertas con una tos terrible, fiebre y dolor de cuerpo. Inmediatamente, vas al médico y desafortunadamente, te diagnostican con covid-19. En las últimas dos semanas, no eras consciente que estabas infectado y has ignorado “las reglas”. Has quedado con algunos amigos para tomaros una pizza, invitaste a gente a casa e incluso fuiste a un parque y a una playa. Pensaste “no me siento enfermo. Tengo el derecho a seguir viviendo una vida normal. Nadie puede decirme qué hacer”.
Con ese diagnóstico, te pasas los siguientes días en el sofá de tu casa, sintiéndote bastante mal. Pero pronto te sientes mejor porque eres joven, estás sano y eres fuerte. Qué suerte la tuya. Pero contagiaste a tu mejor amiga durante esa visita a tu casa. Y como ella no sabía que estaba contagiada, visitó a su abuelo de 82 años, que usa oxígeno para ayudarle a respirar porque tiene Epoc y problemas cardíacos. Ahora está muerto.
Tu compañero de trabajo, que tiene asma, también se contagió en vuestra quedadita de la pizza. Ahora está en la UCI y también se lo ha pegado a miembros de su familia, que aún no lo sabrán hasta dentro de dos semanas.
El chico que te cobró la pizza en el restaurante, se llevó el virus a casa y su mujer que tiene esclerosis múltiple y esto le hace inmunosuprimida. No tiene tanta suerte como tú, así que se la llevan al hospital porque no puede respirar. Es posible que tengan que inducirle un coma e intubarla. Puede que no pueda decirle adios a sus seres queridos. Puede que muera rodeada de máquinas, sin sus familiares alrededor.
Y todo esto porque te incomodaba la mascarilla, o no te apetecía quedarte en casa o cambiar tus rutinas durante un poquito.
Porque tienes el derecho, sobre todos los demás derechos, a continuar viviendo tu vida normalmente y nadie, y quiero decir nadie, tiene el derecho a decirte lo que tienes que hacer.
#DistanciaSocial = no es por TI
#UsaMascarilla = no es por TI
#QuedateEnCasa = no es por TI
Anónimo. Copiado de un amigo.
Con ese diagnóstico, te pasas los siguientes días en el sofá de tu casa, sintiéndote bastante mal. Pero pronto te sientes mejor porque eres joven, estás sano y eres fuerte. Qué suerte la tuya. Pero contagiaste a tu mejor amiga durante esa visita a tu casa. Y como ella no sabía que estaba contagiada, visitó a su abuelo de 82 años, que usa oxígeno para ayudarle a respirar porque tiene Epoc y problemas cardíacos. Ahora está muerto.
Tu compañero de trabajo, que tiene asma, también se contagió en vuestra quedadita de la pizza. Ahora está en la UCI y también se lo ha pegado a miembros de su familia, que aún no lo sabrán hasta dentro de dos semanas.
El chico que te cobró la pizza en el restaurante, se llevó el virus a casa y su mujer que tiene esclerosis múltiple y esto le hace inmunosuprimida. No tiene tanta suerte como tú, así que se la llevan al hospital porque no puede respirar. Es posible que tengan que inducirle un coma e intubarla. Puede que no pueda decirle adios a sus seres queridos. Puede que muera rodeada de máquinas, sin sus familiares alrededor.
Y todo esto porque te incomodaba la mascarilla, o no te apetecía quedarte en casa o cambiar tus rutinas durante un poquito.
Porque tienes el derecho, sobre todos los demás derechos, a continuar viviendo tu vida normalmente y nadie, y quiero decir nadie, tiene el derecho a decirte lo que tienes que hacer.
#DistanciaSocial = no es por TI
#UsaMascarilla = no es por TI
#QuedateEnCasa = no es por TI
Anónimo. Copiado de un amigo.