Visita de Estado de SS.MM los Reyes de España a la República Argentina. Marzo 25 al 27, 2019

Déjà vu? ¿O falta de modales?
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Acabo de ver que @Princess Kate ya lo había puesto. Ya os digo que no doy abasto.
 
Está tan pendiente de las cámaras que hasta se olvida de saludar a la gente que le espera.

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«Ay, coñe, que había gentuza aquí que saludar. Anda, y aún hay más gente más hacia la derecha. Así no hay forma de quedar bien en las fotos y le fastidian a una el posado, que es lo que realmente me importa».
Lo hace muy a menudo esto de olvidarse de saludar, y tener incluso que retroceder, por estar siempre pendiente de sí misma y no de los demás.
No puedo con ella, de verdad. Y lo digo otra vez: es tonta con balcones a la calle y grosera de campeonato del mundo en pista cubierta.
 
Lo que he visto hasta ahora del viaje de los Reyes a Argentina me parece PATÉTICO y lo voy a comentar a continuación.

El primer día a su llegada al aeródromo ya nos encontramos con que están esperando durante una hora por una escalera y de remate el ala del avión del Jefe del Estado español roza el avión presidencial del Sr Macri que tendrá que reparar el invitado a costa de los impuestos de todos los españoles. La bajada de la pareja regia por las escaleras del avión después de una hora fue épica porque ambos tenían cara de mala milk unida a que fueron recibidos en el aeropuerto por representantes de segundo orden del gobierno argentino. La Reina, como siempre, desafiando al otoño argentino se presentó vestida con un dos cuerpos bien marcado demostrando una apatía por tener que trabajar en domingo. Al día siguiente, en su visita a la Casa Rosada para saludar al matrimonio Macri, se vio la poca educación que la invitada tiene con respecto a los anfitriones y nada más bajar del coche se tira y abraza a la esposa de Macri invadiendo su espacio personal con una efusividad poco adecuada ya que uno debe seguir las normas del saludo protocolario. Ya adentro de la Casa Rosada mientras que su regio marido y el Sr Macri departía me imagino de cuestiones bilaterales ella se mostraba en su asiento muy inquieta y tratando de querer hablar como si fuera la jefa de Estado. Se contuvo pero a duras penas porque ella quería ser el centro de atención. Su indumentaria no era muy incorrecta pero dada la estación otoñal debería haberse puesto un vestido de manga tres cuartos o una chaqueta entallada y no llevar un chal porque es inapropiado para la estación del año. En cuanto a la Cena de Gala, he quedado sin palabras para calificar tal chabacanería. El vestido era totalmente inapropiado porque no solo mostraba sus brazos musculosos y sus axilas con pliegues sino que también mostraba su vulgaridad suprema mostrando sus protuberancias mamarias y el canalillo. Ninguna Reina ha llegado a tal grado de desfachatez y desverguenza. A esto se une su incapacidad de estar sentada en una mesa adecuadamente porque estuvo con sus brazos pringosos de bronceado encima de la mesa como una chabacana. De verdad es increible que esta SEÑORA no sepa nada de protocolo y que vaya por todo el mundo dejando en ridículo a toda España y dejando a su regio marido a la altura del betún. Durante el brindis se ha podido comprobar lo desubicada que está y se ha podido ver al Rey las miradas de pocos amigos que le ponía mirando que la cabra no tirara al monte y que no montara un escándalo, algo a lo que está muy acostumbrado. Se ha visto la cara de relajado y de contento que tenía el Rey cuando conversaba con la esposa de Macri. Sin embargo. me ha parecido que el Sr Macri ha pasado de la Reina bastante y que ella se sentía muy desubicada tratando de buscar conversación con algunos invitados de la mesa presidencial no mostrándole demasiado atención. Hay que decir que la Sra de Macri en la cena de gala iba muy bien vestida con ese vestido rojo haciendo un guiño al invitado. En el día de hoy más de lo mismo: se enfundó un mono color anaranjado por un acto de mañana y aunque creo que es bonito es poco apropiado para el evento. Iba pintada como una puerta y siempre mostrándose superior a los demás sin mostrar un atisbo de educación y de saber estar. Es humillante y de escarnio público que esta mujer ni sepa comportarse ni vestirse adecuadamente teniendo en cuenta a los eventos a los que acude. En ella todo es prisas y proyecta su inseguridad a todos los presentes sin importarle un comino.
 
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