Vicky Martín Berrocal y Alba Díaz Martin Berrocal

LLEGA EL MES DE SEPTIEMBRE Y quizás un nuevo capítulo en el romance del verano. Las imágenes de Enrique Ponce y Ana Soria han sido la comidilla de media España, pero en estos días ha habido cambios. Ana Soria mantiene en Instagram sus fotos de amor con Enrique. Paloma Cuevas mantiene el vídeo, en pleno confinamiento en la finca Cetrina, en el que baila con su padre, y donde se ve a Ponce entrando en la habitación. El 23 de junio, Cuevas subió otra foto en la que aún habla de "mi marido", pocos días antes de que saltara la bomba de la relación entre Ponce y Soria.El torero ha eliminado todas las fotos en las que aparecía con la almeriense, pero mantiene las de Paloma, como las de su boda: "Ella me enseñó a crecer como persona y como torero", dice. O el 14 de febrero de 2018: "Estamos tan enamorados como el primer día".Fuentes cercanas a la pareja comentan que estos cambios podrían deberse a dos motivos: para evitar hacer daño a sus hijas, Paloma y Bianca, o porque se acerca el momento de sentarse a hablar del divorcio.Las vacaciones acaban y Paloma Cuevas y sus hijas regresan a Madrid. Empieza el colegio y volverán a su casa cercana al Parque del Oeste de Madrid, donde también residen Eugenia Silva, Genoveva Casanova o ahora lo harán Íker Casillas y Sara Carbonero.Los trámites del divorcio de Enrique Ponce y Paloma Cuevas no han comenzado, pero la idea es que todo se arregle cordialmente.La custodia compartida no es negociable para Paloma. Las niñas se quedarán con ella y Ponce podrá visitarlas sin problema. No contempla la nulidad matrimonial, ya que Cuevas tiene firmes convicciones católicas."Paloma está destrozada. Enrique era el pilar de su vida y todo se ha venido abajo. El matrimonio no andaba del todo bien, pero han pasado el confinamiento en familia y esto es lo último que se podía esperar", cuentan.Esta fuente comentaba que al menos la mayor de las niñas suele ver en televisión las faenas de Ponce. "¿Qué habrá pensado Palomita cuando haya visto a su padre marcar la A en el albero? Yo no conozco a ese Enrique que se ha visto en las redes".Otro taurino comenta: "Lo de la A en el albero es una horterada. Ponce es muy buen torero pero también es muy cursi, y está mostrando esa faceta tan empalagosa que tiene. Con esta chica parece que se ha desatado".Recuerdan el rumor en el que se situaba a Ana Soria en México, a principios de este año. "Dicen que Enrique llegó a una fiesta, en la que también estaba Luis Miguel, con una chica alta y rubia. Paloma no se llevaba mal con el cantante, pero no le hacía gracia que Enrique viajara solo a aquel país", cuetan. "Paloma estaba muy orgullosa de su marido, porque dentro de un mundo tan complicado, en el que siempre aparecen mujeres intentando acercarse más de la cuenta a los toreros, Enrique era diferente. Pero a mí se me ha hundido el mito, como hombre y como torero. Paloma está demostrando ser una señora en toda regla". dicen sus conocidos.Enrique Ponce y Paloma Cuevas se casaron en régimen de gananciales. De momento no hay nada cerrado, pero están estudiando cómo será el reparto. Paloma está muy unida a la finca Cetrina, en Navas de San Juan (Jaén). Victoriano Valencia ayudó a comprar esta propiedad de más de 900 hectáreas, dedicada a la explotación agrícola y ganadera. La casa tiene dos plantas, bodega, capilla, piscina, plaza de toros y una puerta de entrada que reproduce la Puerta del Príncipe de la Maestranza sobre la que figura el hierro de la ganadería de Ponce.De su aceite dicen que era "carísimo, el doble de lo que vale cualquier aceite bueno de Jaén, Córdoba o Sevilla. No sé cómo le salió, pero en los temas inmobiliarios sí tuvo pérdidas".Otra de las propiedades se sitúa en la urbanización madrileña de La Finca, una parcela de unos 3.500 metros cuadrados, regalo de Victoriano Valencia, en la que el matrimonio estaba construyendo una casa de más de 600 metros con muchos delirios decorativos.Además, el diestro cuenta con diversos locales y establecimientos en la zona de Málaga. En el sector taurino sorprende que Enrique Ponce esté toreando tanto. "Le ha entrado una fiebre obsesiva por torear mucho. Es extraño siendo el primero del escalafón y tanta trayectoria. Para eso hay que bajar mucho el caché, otros toreros de su categoría no están dispuestos a ello". Una obsesión que comenzó antes de saberse lo de su relación con Ana Soria. "No parece que esto le esté afectando en los ruedos. Está como siempre", dicen.Ponce compagina sus citas con Ana Soria y su vida taurina. "Está tentando a puerta cerrada y atrae gente a la plaza. Pero hay situaciones que rayan en el ridículo, como en El Puerto de Santa María, donde le gritaban ¡Kike!".Todos coinciden en que a Ponce "nos lo han cambiado. No tenía otro tema de conversación que no fueran los toros. Casi enfermizo. Tiene muy pocos amigos, y son todos gente del toro, como Samuel Flores, Victoriano del Río o Daniel Ruiz".Por todo ello, lanzan apuestas sobre la relación del diestro, porque "está sometido a una exhibición pública. Pero ella parece que busca algo más. Debería ser más discreta". De momento, Ponce se ha quejado en un programa de Telecinco: "Me están amargando la vida", debido a la repercusión mediática y la publicación de noticias a su juicio falsas, como una supuesta pelea de los enamorados en una playa. Pero surge un nuevo personaje. Joaquín Giménez, ex de Ana Soria, que acudió a televisión aunque no habló mucho porque ha "recibido un burofax" de advertencia. Sí desveló que Ana le decía que "un torero mayor le hacía comentarios en las redes", que "está ilusionada" y que no le ve "futuro a la relación".
 

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