Verano de la Familia Real 2020

Bueno, parece que sí irán a Mallorca.
En 10 días los veremos todos los días a cada rato como el año pasado.
La abuelita Sofi va también?
 
Ya hay fecha oficial para el desembarco de Felipe, Letizia y sus hijas en Mallorca
Los Reyes pasarán diez días en Palma de Mallorca, desde el fin de semana del 7 de agosto hasta el 17, y después tienen previsto regresar a Madrid



Foto: Los Reyes, en Mallorca el año pasado. (EFE)


Los Reyes, en Mallorca el año pasado. (EFE)


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N.TIBURCIO
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@nuriatiburcio
30/07/2020



Tras semanas de especulaciones, la Casa Real ha proporcionado finalmente información oficial acerca de las vacaciones reales. Tal como avanzaba Vanitatis esta misma semana, los Reyes y sus hijas aterrizarán en Palma de Mallorca el fin de semana del 7 y 8 de agosto para pasar allí unos días de asueto, como viendo siendo habitual desde hace años. A pesar de la crisis del coronavirus, don Felipe y doña Letizia no han querido faltar a su cita anual con la isla.

Sin embargo, no todo será descanso para Sus Majestades. La estancia de los Reyes en Baleares estará caracterizada por una intensa agenda desde el día 10 hasta el día 17, desplazándose a las distintas islas para mantener un contacto directo con los sectores sociales y económicos más afectados por las consecuencias de la pandemia del covid, siguiendo la línea de trabajo que les ha llevado durante todo el mes de julio por las diecisiete comunidades autónomas.



Los Reyes y sus hijas, en Marivent. (Limited Pictures)


Los Reyes y sus hijas, en Marivent. (Limited Pictures)




En este sentido, en esta ocasión no tendrá lugar la tradicional recepción a la sociedad balear en el palacio de la Almudaina de Palma, sino que serán los Reyes quienes se desplazarán a las demás islas, es decir, Menorca, Ibiza y Formentera. Una manera también de promocionar el turismo de estos destinos de cara al público en un momento muy delicado para este sector.


El Rey mantendrá asimismo las audiencias a las autoridades autonómicas y de Mallorca en la Almudaina, así como el despacho con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el palacio de Marivent. Según informa Casa Real, finalizada la estancia en Palma, los Reyes tienen previsto regresar a Madrid, renunciando así a sus vacaciones privadas, esas de las que apenas conocemos detalles.

No solo la crisis del coronavirus ha provocado que don Felipe y doña Letizia hayan decidido cambiar sus vacaciones, también las polémicas en las que se encuentra envuelto don Juan Carlos han hecho que los Reyes tengan que ponerse manos a la obra para intentar que el daño a la Corona sea el menor posible.




Letizia, con Leonor y Sofía en el Club Náutico. (EFE)


Letizia, con Leonor y Sofía en el Club Náutico. (EFE)



 
Se retrasan y se complican (aún más) las vacaciones de Felipe y Letizia en Mallorca

Los Reyes no seguirán los patrones de otros años cerrando el curso en julio y viajando a la isla balear la primera semana de agosto

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Cuando el Rey pronunció en el verano de 2016 que esas serían unas "vacaciones atípicas", no imaginaba que esas dos palabras le servirían para describir la mayoría de sus veranos desde entonces, sobre todo el que estamos viviendo en la actualidad. La crisis del coronavirus ha provocado que, como muchos españoles,don Felipe y doña Letizia no tengan claro aún cómo van a ser sus vacaciones estivales.

Los planes iniciales consistían en seguir los patrones de años anteriores. Es decir, cerrar la actividad institucional a finales de julio y pasar los primeros días de agosto en Mallorca. Sin embargo, los rebrotes que está viviendo España, así como algunos compromisos que tienen que atender antes de viajar a la isla, han provocado que los Reyes hayan decidido retrasar su llegada a Palma, tal como ha confirmado Vanitatis.

Se espera que Sus Majestades y sus hijas aterricen en Mallorca el fin de semana del 8 de agosto, pero en Zarzuela todavía no hay fechas cerradas, conscientes de que las cosas pueden cambiar de un momento a otro a causa de la pandemia. De ahí que, de momento, no hayan compartido nada oficial sobre las vacaciones reales de este año. "No tenemos información", nos aseguran desde Palacio.

Don Felipe y doña Letizia cerrarán más tarde el curso este año, la primera semana de agosto, algo nada habitual ya que a finales de julio ellos ya suelen estar en la isla. Aunque la gira que los está llevando por toda España termina este mismo viernes con la parada en Asturias, la última comunidad de su tour, los Reyes tienen aún que cumplir con varios actos antes de poder disfrutar de unos días de descanso .

La intención de los Reyes es la de promocionar la isla, ahora que el turismo está viviendo un momento delicado, sobre todo después de las restricciones impuestas por gobiernos como el de Reino Unido. Por ello, adaptarán las actividades que normalmente realizan en Mallorca a la actual situación, además de sumar nuevos planes, como visitas a otros destinos cercanos.

Lo que sí se desconoce, de momento, es qué sucederá una vez terminadas las vacaciones en Mallorca. Habitualmente, los Reyes aprovechaban los días restantes del mes de agosto para lo que la reina Letizia considera vacaciones de verdad. Cabe recordar que en 2010 la entonces Princesa de Asturias ya mostró su descontento con la isla al espetarle a una periodista: "¿Tú te crees que esto son vacaciones privadas? ¿Tienes tú la solución?".

Por este motivo, desde hace ya años, don Felipe y doña Letizia suelen pasar unos días en Mallorca y después desaparecen a disfrutar de sus ansiadas vacaciones privadas, de las que casi nunca conocemos detalles. Sin embargo, en este año en el que las cosas están tan complicadas -y ya no solo por el coronavirus, sino también por todas las polémicas de don Juan Carlos- quizás se vean obligados a renunciar a ellas.

Eeeenga si esas fechas ya estaban antes de los rebrotes q yo lo he leído en algún sitio....
 
El triste veraneo de Doña Sofía, la dolida y gran perjudicada del escándalo
  • EDUARDO ÁLVAREZ
Sábado, 1 agosto 2020 - 02:00
Ver 34 comentarios
Instalada ya en Palma, como cada verano, la madre de Felipe VI intenta así ofrecer una imagen de cierta normalidad en su agosto más complicado. Lleva apartada de la agenda institucional de la Corona desde que se conocieron las cuentas opacas de Juan Carlos I, con quien hoy mantiene una relación muy cordial.

La Reina Madre aguanta el chaparrón

La Reina Madre aguanta el chaparrón GTRES
Como si fuera uno de los seis personajes en busca de autor de Pirandello, la Reina Sofía se encuentra en busca de su nuevo sitio. Es la gran damnificada por toda la tormenta perfecta en Zarzuela provocada por el escándalo sin fin de las cuentas opacas de Juan Carlos I. Porque el hecho de ser su consorte la deja en una posición muy delicada de cara al incierto papel que va a desempeñar en el futuro dentro de la institución monárquica.
Por lo pronto, aunque haya tardado bastantes más días que otros años, algo que se comprende por la delicada situación que atraviesa todo el país por el coronavirus, Doña Sofía se trasladó a principios de esta semana a Palma de Mallorca para disfrutar del periodo estival, en un intento por ofrecer cierta imagen de normalidad. La Reina Madre se encuentra en el recinto de Marivent junto a su primogénita, la Infanta Elena, y su hermana, la princesa Irene de Grecia. Las tres fueron vistas en una terraza, lo que sirvió como confirmación de un secreto a voces:la intención de Doña Sofía de mantener su tradición de cada verano, poniendo buena cara al mal tiempo, algo que hace de forma envidiable como esa "gran profesional" que es. Así la describió Don Juan Carlos en sus conversaciones con José Luis de Vilallonga, aunque se sabe que el apelativo no hizo mucha gracia a la afectada.
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LOC ha intentado sin éxito que desde la Casa del Rey se informe de cuándo llegaron las tres ilustres turistas a la capital balear. Pero lo que más sorprende es que la institución considere el de Doña Sofía como un "desplazamiento privado". Son este tipo de circunstancias las que confirman lo mucho que le queda aún por avanzar a Zarzuela en transparencia y en mejora de la estrategia de comunicación ahora que está inmersa en una profunda catarsis.
Para empezar, Doña Sofía es uno de los seis miembros que siguen formando parte de la Familia Real . Y lejos de tratarse de un viaje privado con destino más o menos secreto dentro o fuera de nuestro país -como el que hará pronto al parecer a Grecia para reunirse con su hermano-, la Reina Madre se ha desplazado a la que es residencia oficial estival de la Familia Real. De ahí que lo razonable sea que la Casa del Rey informara con absoluta normalidad del viaje. Pero es que, además, en un momento tan complicado para el turismo nacional, la propia institución debiera haber sido la más interesada en publicitar la llegada de Doña Sofía a Palma como parte del compromiso de la Corona con la promoción de las islas y la atracción de turismo.
Doña Sofía intenta aparentar normalidad

Doña Sofía intenta aparentar normalidadGTRES
Por ello, además de disfrutar de unas semanas de descanso, parece recomendable que Doña Sofía realizara algún acto con carácter institucional a la espera de la llegada a Palma de los Reyes y sus hijas, que se producirá el fin de semana del 7 y 8 de agosto. Los días posteriores mantendrán un contacto directo con los sectores económicos y sociales más afectados de la isla por la pandemia. Pedro Sánchez despachará también con el Monarca en Marivent. Don Felipe y Doña Letizia no realizarán ninguna escapada secreta al extranjero como hacían antes cada mes de agosto.
Desde que el primer día del estado de alarma saltó el escándalo de las cuentas off shore de Don Juan Carlos, Zarzuela ha arrinconado también a Doña Sofía, con el objetivo de potenciar la imagen de una Familia Real reducida a los Monarcas y sus dos hijas, Leonor, Princesa de Asturias, y la Infanta Sofía.
De ahí que, desde principios de marzo, sólo hayamos visto hasta esta semana dos imágenes de la Reina Madre. Las dos -tanto la publicada el 5 de junio como la más reciente del 16 de julio, día en que tuvo lugar el homenaje de Estado por las víctimas del coronavirus- son de reuniones en Zarzuela del Patronato de la Fundación Reina Sofía, una de las pocas organizaciones de las que la Reina Madre no se ha desvinculado desde la abdicación de su marido, en junio de 2014. Dos actividades, sin embargo, de las que las cuentas digitales oficiales de la Casa del Rey no informaron, evidenciándose todavía más que estaban al margen de la agenda institucional de la Corona, en la que Doña Sofía de pronto parece no tener sitio.
A nadie se le escapa que la madre de Felipe VI es, a su pesar,protagonista también del plan global que está trazando la Casa del Rey para desmarcarse del todo de Juan Carlos I y que, entre otras medidas, pasa por su salida del Palacio de La Zarzuela, algo a lo que el Gobierno de Pedro Sánchez está urgiendo desde hace semanas al actual Monarca. En Moncloa se desesperan porque creen que éste no está actuando ni suficientemente rápido ni con la contundencia que las circunstancias exigen. De ahí que no dejen de presionarle en público, el último de nuevo el presidente Sánchez durante su entrevista del pasado lunes en Telecinco.
Periodistas bien informados sobre la monarquía como José Antonio Zarzalejos han expresado que la salida del Emérito de Zarzuela supondría también la de Doña Sofía. Algunas fuentes indican sin embargo a LOC que eso no será así, y que la madre de Don Felipe y su hermana, la Princesa Irene, seguirán residiendo en los apartamentos privados del palacete que ocupan desde hace más de medio siglo.
En todo caso, a falta de que se materialice la decisión que sea, es cierto que uno de los aspectos que se han valorado al abordar el abandono de su vivienda del anterior jefe de Estado es que supondrá la separación con fuerte carga simbólica de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Una paradoja especialmente triste. Porque hoy ya se sabe que al menos en dos ocasiones, siendo Rey, él intentó divorciarse, algo que le impidieron tanto sus consejeros áulicos, como los presidentes del Gobierno de turno y su propio hijo, Don Felipe, por el daño reputacional que un paso así iba a causar a la Corona. Y, aunque ya no es ningún secreto para el conjunto de los españoles que el matrimonio está roto desde hace décadas, se ha querido hasta ahora contra viento y marea mantener cierta visibilidad de unidad familiar justamente por preservar la naturaleza familiar de la institución monárquica. La salida de Juan Carlos I de Zarzuela para que pase sus últimos años de vida en otro lugar mientras su mujer sigue residiendo en Palacio darían al traste con esa última ficción dinástica.
Para Doña Sofía resulta muy doloroso que se emborrone el legado histórico de su marido. Y, además, según ha sabido LOC de fuentes muy próximas a Zarzuela, la relación de ambos es ahora mismo bastante buena, muy cordial. No se ha resentido por toda la catarata de hechos y revelaciones publicados por la prensa en los últimos meses.
Y es que hay que subrayar que a la Emérita estas informaciones no le han cogido de sorpresa. Don Felipe -y cabe suponer que, con él, toda la Familia Real- se enteró de la existencia de las cuentas opacas con fondos procedentes del rey de Arabia Saudí y de otros sátrapas del Golfo en marzo del año pasado. De inmediato, el Monarca lo puso en conocimiento de las autoridades correspondientes, empezando por el Gobierno. Pero en los meses siguientes, antes de que el escándalo le llegara a la ciudadanía, Doña Sofía demostró en un buen número de actos públicos que se había reconciliado con su marido -en el plano estrictamente personal- y que se encontraba con él "mejor que nunca", tal como confirmó un allegado a LOC. A los Eméritos se les vio sonrientes y animados en varios eventos que dejaban a las claras esa recuperada sintonía, después de tantos años amargos en los que les costaba hasta dirigirse la palabra.
Doña Sofía mantiene hoy la cordialidad con su marido, a la espera de que se conozca su destino vital, y mientras algún autor en Zarzuela escribe qué relato protagonizará la que sigue siendo una Reina tan querida por los españoles en el futuro de la Corona.
 
El triste veraneo de Doña Sofía, la dolida y gran perjudicada del escándalo
  • EDUARDO ÁLVAREZ
Sábado, 1 agosto 2020 - 02:00
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Instalada ya en Palma, como cada verano, la madre de Felipe VI intenta así ofrecer una imagen de cierta normalidad en su agosto más complicado. Lleva apartada de la agenda institucional de la Corona desde que se conocieron las cuentas opacas de Juan Carlos I, con quien hoy mantiene una relación muy cordial.

La Reina Madre aguanta el chaparrón

La Reina Madre aguanta el chaparrón GTRES
Como si fuera uno de los seis personajes en busca de autor de Pirandello, la Reina Sofía se encuentra en busca de su nuevo sitio. Es la gran damnificada por toda la tormenta perfecta en Zarzuela provocada por el escándalo sin fin de las cuentas opacas de Juan Carlos I. Porque el hecho de ser su consorte la deja en una posición muy delicada de cara al incierto papel que va a desempeñar en el futuro dentro de la institución monárquica.
Por lo pronto, aunque haya tardado bastantes más días que otros años, algo que se comprende por la delicada situación que atraviesa todo el país por el coronavirus, Doña Sofía se trasladó a principios de esta semana a Palma de Mallorca para disfrutar del periodo estival, en un intento por ofrecer cierta imagen de normalidad. La Reina Madre se encuentra en el recinto de Marivent junto a su primogénita, la Infanta Elena, y su hermana, la princesa Irene de Grecia. Las tres fueron vistas en una terraza, lo que sirvió como confirmación de un secreto a voces:la intención de Doña Sofía de mantener su tradición de cada verano, poniendo buena cara al mal tiempo, algo que hace de forma envidiable como esa "gran profesional" que es. Así la describió Don Juan Carlos en sus conversaciones con José Luis de Vilallonga, aunque se sabe que el apelativo no hizo mucha gracia a la afectada.
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Para empezar, Doña Sofía es uno de los seis miembros que siguen formando parte de la Familia Real . Y lejos de tratarse de un viaje privado con destino más o menos secreto dentro o fuera de nuestro país -como el que hará pronto al parecer a Grecia para reunirse con su hermano-, la Reina Madre se ha desplazado a la que es residencia oficial estival de la Familia Real. De ahí que lo razonable sea que la Casa del Rey informara con absoluta normalidad del viaje. Pero es que, además, en un momento tan complicado para el turismo nacional, la propia institución debiera haber sido la más interesada en publicitar la llegada de Doña Sofía a Palma como parte del compromiso de la Corona con la promoción de las islas y la atracción de turismo.
Doña Sofía intenta aparentar normalidad

Doña Sofía intenta aparentar normalidadGTRES
Por ello, además de disfrutar de unas semanas de descanso, parece recomendable que Doña Sofía realizara algún acto con carácter institucional a la espera de la llegada a Palma de los Reyes y sus hijas, que se producirá el fin de semana del 7 y 8 de agosto. Los días posteriores mantendrán un contacto directo con los sectores económicos y sociales más afectados de la isla por la pandemia. Pedro Sánchez despachará también con el Monarca en Marivent. Don Felipe y Doña Letizia no realizarán ninguna escapada secreta al extranjero como hacían antes cada mes de agosto.
Desde que el primer día del estado de alarma saltó el escándalo de las cuentas off shore de Don Juan Carlos, Zarzuela ha arrinconado también a Doña Sofía, con el objetivo de potenciar la imagen de una Familia Real reducida a los Monarcas y sus dos hijas, Leonor, Princesa de Asturias, y la Infanta Sofía.
De ahí que, desde principios de marzo, sólo hayamos visto hasta esta semana dos imágenes de la Reina Madre. Las dos -tanto la publicada el 5 de junio como la más reciente del 16 de julio, día en que tuvo lugar el homenaje de Estado por las víctimas del coronavirus- son de reuniones en Zarzuela del Patronato de la Fundación Reina Sofía, una de las pocas organizaciones de las que la Reina Madre no se ha desvinculado desde la abdicación de su marido, en junio de 2014. Dos actividades, sin embargo, de las que las cuentas digitales oficiales de la Casa del Rey no informaron, evidenciándose todavía más que estaban al margen de la agenda institucional de la Corona, en la que Doña Sofía de pronto parece no tener sitio.
A nadie se le escapa que la madre de Felipe VI es, a su pesar,protagonista también del plan global que está trazando la Casa del Rey para desmarcarse del todo de Juan Carlos I y que, entre otras medidas, pasa por su salida del Palacio de La Zarzuela, algo a lo que el Gobierno de Pedro Sánchez está urgiendo desde hace semanas al actual Monarca. En Moncloa se desesperan porque creen que éste no está actuando ni suficientemente rápido ni con la contundencia que las circunstancias exigen. De ahí que no dejen de presionarle en público, el último de nuevo el presidente Sánchez durante su entrevista del pasado lunes en Telecinco.
Periodistas bien informados sobre la monarquía como José Antonio Zarzalejos han expresado que la salida del Emérito de Zarzuela supondría también la de Doña Sofía. Algunas fuentes indican sin embargo a LOC que eso no será así, y que la madre de Don Felipe y su hermana, la Princesa Irene, seguirán residiendo en los apartamentos privados del palacete que ocupan desde hace más de medio siglo.
En todo caso, a falta de que se materialice la decisión que sea, es cierto que uno de los aspectos que se han valorado al abordar el abandono de su vivienda del anterior jefe de Estado es que supondrá la separación con fuerte carga simbólica de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Una paradoja especialmente triste. Porque hoy ya se sabe que al menos en dos ocasiones, siendo Rey, él intentó divorciarse, algo que le impidieron tanto sus consejeros áulicos, como los presidentes del Gobierno de turno y su propio hijo, Don Felipe, por el daño reputacional que un paso así iba a causar a la Corona. Y, aunque ya no es ningún secreto para el conjunto de los españoles que el matrimonio está roto desde hace décadas, se ha querido hasta ahora contra viento y marea mantener cierta visibilidad de unidad familiar justamente por preservar la naturaleza familiar de la institución monárquica. La salida de Juan Carlos I de Zarzuela para que pase sus últimos años de vida en otro lugar mientras su mujer sigue residiendo en Palacio darían al traste con esa última ficción dinástica.
Para Doña Sofía resulta muy doloroso que se emborrone el legado histórico de su marido. Y, además, según ha sabido LOC de fuentes muy próximas a Zarzuela, la relación de ambos es ahora mismo bastante buena, muy cordial. No se ha resentido por toda la catarata de hechos y revelaciones publicados por la prensa en los últimos meses.
Y es que hay que subrayar que a la Emérita estas informaciones no le han cogido de sorpresa. Don Felipe -y cabe suponer que, con él, toda la Familia Real- se enteró de la existencia de las cuentas opacas con fondos procedentes del rey de Arabia Saudí y de otros sátrapas del Golfo en marzo del año pasado. De inmediato, el Monarca lo puso en conocimiento de las autoridades correspondientes, empezando por el Gobierno. Pero en los meses siguientes, antes de que el escándalo le llegara a la ciudadanía, Doña Sofía demostró en un buen número de actos públicos que se había reconciliado con su marido -en el plano estrictamente personal- y que se encontraba con él "mejor que nunca", tal como confirmó un allegado a LOC. A los Eméritos se les vio sonrientes y animados en varios eventos que dejaban a las claras esa recuperada sintonía, después de tantos años amargos en los que les costaba hasta dirigirse la palabra.
Doña Sofía mantiene hoy la cordialidad con su marido, a la espera de que se conozca su destino vital, y mientras algún autor en Zarzuela escribe qué relato protagonizará la que sigue siendo una Reina tan querida por los españoles en el futuro de la Corona.
Mira la jeta ya instalada en Palma...Pero porq narices hay que mantener a estos vividores encima a todo tren?
 
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