Con toda la honestidad: hazte mirar esa autoestima. Rezumas desengaño y hasta un cierto rencor hacia las mujeres. Tienes pinta de haber pasado una mala época. Siempre he conocido hombres que merecían la pena y que estaban interesados en mi en mis momentos más flacos y más gordos. La persona que te estimula, que tiene el cerebro bien puesto y que es buena persona, siempre encontrará alguien que valore eso, siempre que no tenga una autoestima tan pequeña que se crea que eso no vale la pena.Hasta hace un par de años, te hubiese dado totalmente la razón, muy a mi pesar: Las mujeres no se me acercaban ni con un palo con wifi.
Pero algo ha cambiado en mi durante estos últimos 24 meses, y no ha sido una mejora significativa de dotes intelectuales, culturales o que me haya convertido en una buena persona con un "maravilloso interior". No. He cambiado mi físico tras modificar hábitos alimenticios, y sobre todo, tras trabajar duramente durante estos 2 últimos años en el gimnasio. Ahora tengo un físico atlético, fibrado, y ahora las mujeres se me acercan, se me insinúan, me tocan los brazos, o exageran groseramente sus gesculaciones al hablarme para poder palmar mis abdominales. Es impresionante el cambio, e impresionante la hipocresía femenina con la supuesta poca importancia que le dáis al físico.
Sé perfectamente cómo nos gustan a nosotras los hombres: mi físico anterior os repelía, y mi físico actual os atrae.
Porque para saber cómo os gustan los hombres, me guío por lo que hacéis y no por lo que decis, y es lo que vemos todos, es que musculado jugador de rugby que protagoniza el anuncio de colonia Invictus, el cualquer actor de TV con torso musculado o bien formado, os humedece la entrepierna.
Y te aseguro que si te parece normal que mujer de 35 años como Tania se ponga hecha una vaca, tengo una mala noticia para ti: en la sociedad actual, donde predominan los valores de hedonismo, individualismo, egoísmo y consumismo de "usar y tirar", las relaciones de pareja caducan, y las personas se separan.
En la veintena vosotras tenéis la sartén por el mango: sois jóvenes, y generalmente guapas y atractivas. Por lo general, tenéis abundante oferta de hombres, y podéis cambiar de pareja como quien cambia de camisa. Casaros a esa edad ni os lo planteáis, y muchas ni siquiera os interesa una relación estable porque a esa edad es más divertido ir de flor en flor (de poxx en poxx), experimentar, disfrutar de la vida, etc...
Pero a partir de los 30, hay un punto de inflexión. Mientras que los hombres en la madurez de los 30 pensamos mucho más con la cabeza de arriba, que con la de abajo, y además nos solemos conservar mejor porque hacemos mucho más deporte, el atractivo físico de vosotras decae más rápido, y cada vez hay menos hombres dispuestos a comprometerse con nadie, tras haber aprendido a base de palos que no te puedes fiar de nadie o de casi nadie. Con más de un 50% de matriminios fracasados que acaban en un carísimo divorcio, cada vez hay menos hombres dispuestos a arriesgar su patrimonio presente y futuro con una mujer.
Cada vez más hombres maduros hacemos lo mismo que vosotras en la veintena: si la relación ya no nos interesa, rompemos y buscamos otra pareja más acorde a nuestros intereses. Y si vosotras envejecéis, os dejáis fisicamente, y no hay ataduras de matrimonio, ¿qué hace hace suponer que vayamos a aguantar la relación? Nosotros también podemos ser tan egoístas como vosotras cuando érais veinteañeras y atractivas.
Y las mujeres que en la veintena no se comprometieron con nadie, porque era más divertido tener muchas parejas sexuales, les resultará más difícil que una persona madura se fidelice con ellas, y no las deje abandonadas cuando pierdan su atractivo físico. Porque, ¿si no disfruté de tu belleza y lozanía en tu veintena, por qué iba a aguantar tu vejez?
Por cierto, no voy al recurrir al manido argumento de que a los tíos les gusta la variedad, que sois vosotros los uqe buscais tias buenas etc etc. y te explico porque: por que son innumerables las mujeres (incluída yo) que hemos llorado por las esquinas por ese tío del que te colgaste de 20 añera que estuvo contigo una noche y al día siguiente pasó. Y sabes que? que es culpa nuestra: si buscas ese tipo de cosas, atente a las reglas del juego. Si quieres tener una relación, deja claro lo que quieres. Con las cosas claras, se llega a todas partes.