Sucesos

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El ex compañero sentimental de la etarra Sara Majarenas, que acuchilló a la hija de ambos en enero de 2017 en Benifaió (Valencia), ha sido condenado a 28 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y lesiones psíquicas.

Según consta en la sentencia de la sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia el acusado deberá indemnizar a la menor, a través de su representante legal, con 6.750 euros por las lesiones causadas, 20.000 euros por las secuelas y 30.000 euros por los daños morales.

A la madre deberá abonarle 30.000 euros por las lesiones psíquicas causadas y a la Generalitat 34.047,95 euros por los gastos de hospitalización y de tratamientos de la menor, con los intereses correspondientes.

El acusado, de 52 años, natural de Etiopía pero de nacionalidad griega, atacó con un cuchillo a la menor, de 2 años y 10 meses, mientras Majarenas cumplía condena en el centro penitenciario de Picassent.

La Audiencia de Valencia le ha condenado a 28 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y lesiones psíquicas, con las circunstancias -en el primero de ellos- de la agravante de parentesco y razones de género, y la atenuante de confesión.

La expresa de ETA quedó en libertad en abril del año pasado, aunque a raíz de estos hechos obtuvo el segundo grado para cuidar de su hija.

La menor pasaba la mayor parte de la semana con su madre en un módulo específico, pero los fines de semana salía para estar con su padre.

El 15 de enero de 2017, mientras el acusado hablaba por teléfono con Majarenas y le recriminaba determinados aspectos sobre la relación con los padres de ésta, se apoderó de dos cuchillos de cocina y apuñaló a la menor, que, ajena a la conversación telefónica mantenida entre sus padres, se hallaba jugando en el comedor de la vivienda.

El acusado continuó con la conversación telefónica "a fin de ocasionar mayor dolor y desasosiego" a su compañera sentimental, a la que informó: "Se está muriendo".

Inmediatamente después abandonó el lugar para entregarse en la comisaría de Policía Local de Benifaió, si bien antes llamó al padre de Majarenas para decirle lo que había sucedido e indicarle: "Esto es regalo a todos cuando celebráis que me odiáis, regalo de vuestro cumpleaños. Esto es, mi vida no me importa".


La menor sobrevivió a las graves heridas, que le afectaron al hígado, estómago y un pulmón y que la mantuvieron hospitalizada durante 37 días, aunque todavía sufre estrés postraumático y trastorno de ansiedad, por los que recibe tratamiento médico, psicológico y psiquiátrico.

Los agentes que le detuvieron le preguntaron cuál era su domicilio y le pidieron las llaves; el procesado les dio la dirección pero respondió que no tenía llaves, pese a haber dejado cerrada la vivienda, según el relato de los diferentes policías que comparecieron como testigos en el juicio.

Los policías avisaron a la Guardia Civil y pasaron a recoger personal sanitario en el centro de salud antes de personarse en el domicilio, cuya puerta trataron de derribar con una maza, aunque no lo lograron.

Tampoco pudieron abrir la puerta mediante el método del "resbalón", que consiste en deslizar un plástico (habitualmente una radiografía) por el canto de la puerta, dado que estaba cerrada por dentro.

Finalmente pudieron abrir un hueco en la parte superior derecha de la puerta y doblar la plancha metálica con la que estaba rellena lo suficiente como para que un policía local, el más enjuto, se deslizase en el interior y sacase a la menor para que los médicos la pudiesen atender.

https://cadenaser.com/emisora/2019/10/25/radio_bilbao/1572020775_606957.html
 
" Lanza incide en que él se defendió, ya que la víctima mortal esgrimió una navaja que tan solo vieron los amigos del encausado. De hecho, no apareció en ningún momento. Añade su defensa que Lanza iba bajo los efectos del alcohol que le (¿disminuyeron?)gravemente sus facultades cognitivas y volitivas, lo que potenció el efecto amenazador de la situación, sin que se percibiera otro medio para evitar la agresión contra su vida que actuar tal y como lo hizo ..."


Ha pasado de "perro flauta" a "BorjaMari":confused:
 

Quedan por Tinder, la asesina brutalmente y fotografía el cadáver mientras mira por**

EL CASO
Barcelona
Jueves, 7 de noviembre de 2019
1 min

Esta semana se han conocido más detalles de la escabrosa muerte de Grace Millane, una mochilera británica de 22 años que fue asesinada el año 2018 en Nueva Zelanda por un chico de 27 años. Ha empezado el juicio contra el hombre por este crimen y se han hecho públicos algunos detalles del asesinato.
 
El tema anterior se cerro porque traía sucesos cruentos, con fotos, vídeos y tal que Google no lo permite y era demasiado grande para sacar lo que no podía ser. Por favor CERO imágenes gore en este tema. Gracias.
 
El confesor que posibilitó reabrir un crimen se desdice a la hora del juicio
Crimen de Bonrepos i MIrambell


La confesión de un asesinato lleva a juicio a cuatro acusados de ejecutar de un tiro a un joven en Bonrepòs hace quince años
El asesino confeso, que se enfrenta a diez años y nueve meses de cárcel, se retracta en el juicio y alega que incriminó a los otros tres por "venganza


Hay ocasiones en las que solo un giro inesperado de los acontecimientos puede dar pie a resolver un crimen que permanecía dormido durante años. Así ocurrió con la muerte de Juan Pablo Langa, alias ´Tejo´, un joven de 25 años vecino de Nàquera, cuyo cadáver fue encontrado carbonizado y con un tiro en la cabeza en un descampado de Bonrepòs i Mirambell el 29 de mayo de 2004. Los cuatro presuntos autores de su asesinato se sientan hoy ante un jurado popular después de que uno de ellos confesara voluntariamente en marzo de 2017 - trece años después del crimen – haber acabado con la vida de éste para zanjar una deuda por drogas.


Según el relato de hechos del fiscal, el autor confeso llevó a su víctima a un piso de València con engaños, donde junto a otros dos acusados lo redujeron e inmovilizaron, colocándole unas esposas, y lo dejaron encerrado en el cuarto de baño tras sedarlo al inyectarle un tranquilizante. Posteriormente, mientras dos de ellos se quedaron custodiándolo, otros dos procesados fueron al domicilio de ´Tejo´, y haciendo uso de las llaves que le habían quitado, se apoderaron de sustancias estupefacientes y de 3.000 euros.


Más tarde, conscientes de que la víctima podría identificarlos, lo introdujeron en el maletero de un coche, con el rostro tapado con una capucha, y lo trasladaron a un descampado ubicado en la localidad de Bonrepòs i Mirambell donde, presuntamente, uno de los acusados le ejecutó de un disparo a quemarropa en la cabeza. Para eliminar posibles vestigios del crimen prendieron fuego al cadáver con un acelerante que previamente habían comprado en una gasolinera de Benferri.


El autor material que ejecutó presuntamente a la víctima con un arma de fuego de la que carecía de licencia se enfrenta a penas que ascienden a los 25 años y siete meses de cárcel por los delitos de asesinato, detención ilegal y tenencia ilícita de armas. Para otros dos procesados la Fiscalía pide sendas penas de 23 años de prisión y para el acusado que se entregó a la Guardia Civil, cuando el procedimiento ya se encontraba sobreseído desde 2006 por falta de autores conocidos, solicita diez años y nueve meses al contemplar la circunstancia atenuante muy cualificada de confesión.


El propio asesino confeso, identificado como José Ángel P. T., más conocido como ´Guiz´ y que ahora tiene 38 años, mantenía una deuda con la víctima relacionada con el tráfico de drogas, unos 25.000 euros, como ya adelantó en su día Levante-EMV. Así, ideó presuntamente su secuestro para apoderarse del dinero y las sustancias estupefacientes que ´Tejo´ pudiera ocultar en su domicilio.


Bajo el pretexto de pagarle parte de la cantidad que le adeudaba ´Guiz´ se citó con el joven la tarde del 28 de mayo de 2004 en un aparcamiento de un establecimiento comercial de la calle Periodista Gil Sumbiela de València. La víctima acudió con su motocicleta y ambos se trasladaron a una vivienda de la calle Emili Camps i Gallego. En dicho inmueble se encontraban esperando otros dos acusados; Enoc S. T., un luchador valenciano de artes marciales de 35 años, y Manuel Francisco M. M., alias ´Saque´, de 37 años.


Estos tres acusados junto a Miguel Ángel C. M., alias ´Flai´, de 49 años, tratarán de explicar ante los miembros del jurado popular qué papel jugaron en el crimen, su presunta participación en el mismo y el conocimiento que tenían del fatal desenlace de la víctima, cuyo cadáver fue hallado carbonizado y con un tiro en la cabeza, con orificio de entrada a la altura de la oreja izquierda, sobre las 8.15 horas del 29 de mayo de 2004 por un vecino que paseaba a su perro por el paraje del Clot, junto al barranco del Carraixet, en Bonrepòs i Mirambell.


Alega que los acusó por "venganza"
El el acusado que en su día permitió resolver un crimen once años después de su sobreseimiento se ha retractado esta tarde de lo manifestado voluntariamente ante la Guardia Civil en 2017. Según ha alegado ahora el procesado, defendido por el letrado Juan Carlos Navarro, realizó tales acusaciones contra los otros tres incriminados «por venganza».


Las defensas de los procesados, ejercidas por los abogados Navarro, José María Velázquez, Miguel Ángel Sampedro y Andrés Zapata, solicitan la libre absolución de sus representados. Sin la confesión autoincriminatoria del acusado que permitió reabrir la causa la carga probatoria se presenta complicada. No obstante, el letrado de la acusación particular Javier Gimeno sostiene que pese a lo que ahora pueda declarar el presunto asesino confeso, cuya integridad podría haber sido amenazada, en su momento realizó un relato «detallado y pormenorizado» de las últimas diez horas en la vida de 'Tejo', el joven asesinado de un tiro en la cabeza.
 
El misterio de la montaña de Tor se lleva su pieza clave
Fallece ‘El Palanca’, protagonista de los litigios por la propiedad de unos terrenos que causaron tres crímenes



Jordi Riba Segalàs, conocido (y temido) en todo el Pirineo catalán con el sobrenombre de El Palanca, murió la madrugada del pasado viernes por causas naturales en Lleida. Fue el protagonista de uno de los episodios más oscuros de la crónica negra rural catalana: las tres muertes ocurridas en Tor, pueblo deshabitado del término municipal de Alins (Pallars Sobirà).


Es un enclave colindante con Andorra en el que los conflictos por la propiedad de los terrenos comunales —por donde transitan caminos de contrabandistas y en los que se llegó a barajar la construcción de una estación de esquí— provocó la ira, envidias y pleitos entre los dos caciques del municipio: El Palanca y Josep Montané, El Sansa, al que la justicia otorgó la titularidad exclusiva de la montaña y que poco después fue brutalmente asesinado.

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https://elpais.com/ccaa/2019/11/09/catalunya/1573323413_473718.html
 
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