El temporero muerto y abandonado: «Me humillan, me llaman burro. No estoy acostumbrado a que me traten así»
El trabajador fallecido dejó en su país a su mujer y a sus cinco hijos, uno de ellos recién nacido, al que nunca llegó a conocer.
El temporero fallecido este sábado en Murcia por un golpe de calor sufrido mientras descargaba un camión de sandías llegó al hospital sin pulso y en parada cardiorrespiratoria. Se recoge de esta forma en el parte médico incorporado al atestado de la Guardia Civil de Águilas, en el que se señala también que el trabajador, B.B.H entró en el Hospital Rafael Méndez de Lorca en coma y con livideces en sus miembros.
Fue sometido durante cuarenta minutos a un masaje cardíaco, aunque sin resultado positivo, tras lo cual el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Murcia para la práctica de la autopsia, según fuentes de la investigación. Lo que no se indica en el informe es que fue abandonado en un centro de salud de Murcia aún vestido con la ropa de trabajo.
Amigos del fallecido han confirmado al diario El País que su amigo no recibía agua ni para refrescarse a pesar de estar en pie desde las cinco de la mañana. El suceso se produjo el pasado sábado 1 de agosto cuando los termómetros marcaban los cuarenta y cuatro grados.
Por ello, fue detenido el empresario que contrataba al fallecido, aunque el juzgado de instrucción de Lorca que dirige las investigaciones decretó este lunes la puesta en libertad sin fianza del detenido con la sola obligación de personarse en las dependencias del mismo cuantas veces sea llamado.
El auto en el que se acuerda la libertad señala que hay “bastantes” indicios para estimarlo responsable, presuntamente, de un delito contra los derechos de los trabajadores, en aplicación de la ley no procede adoptar otra medida más restrictiva de derechos.
El trabajador fallecido llegó a España dejando en su país a su mujer y a sus cinco hijos, uno de ellos recién nacido, al que nunca llegó a conocer. Aquí encontró la muerte derivada de la explotación laboral. «Aquí a uno lo humillan, me llaman burro. No estoy acostumbrado a que me traten así». Son palabras, según su hermana, del trabajador finado. La familia pide ayuda para repatriar su cadáver a Nicaragua.
https://spanishrevolution.org/el-temporero-muerto-y-abandonado-me-humillan-me-llaman-burro-no-estoy-acostumbrado-a-que-me-traten-asi/?fbclid=IwAR2tiWFRQ_Obi4gL7PkifinKxepSOTlA1twOcQHjM8guYjP8PLIBGs6BRF8
El trabajador fallecido dejó en su país a su mujer y a sus cinco hijos, uno de ellos recién nacido, al que nunca llegó a conocer.
El temporero fallecido este sábado en Murcia por un golpe de calor sufrido mientras descargaba un camión de sandías llegó al hospital sin pulso y en parada cardiorrespiratoria. Se recoge de esta forma en el parte médico incorporado al atestado de la Guardia Civil de Águilas, en el que se señala también que el trabajador, B.B.H entró en el Hospital Rafael Méndez de Lorca en coma y con livideces en sus miembros.
Fue sometido durante cuarenta minutos a un masaje cardíaco, aunque sin resultado positivo, tras lo cual el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Murcia para la práctica de la autopsia, según fuentes de la investigación. Lo que no se indica en el informe es que fue abandonado en un centro de salud de Murcia aún vestido con la ropa de trabajo.
Amigos del fallecido han confirmado al diario El País que su amigo no recibía agua ni para refrescarse a pesar de estar en pie desde las cinco de la mañana. El suceso se produjo el pasado sábado 1 de agosto cuando los termómetros marcaban los cuarenta y cuatro grados.
Por ello, fue detenido el empresario que contrataba al fallecido, aunque el juzgado de instrucción de Lorca que dirige las investigaciones decretó este lunes la puesta en libertad sin fianza del detenido con la sola obligación de personarse en las dependencias del mismo cuantas veces sea llamado.
El auto en el que se acuerda la libertad señala que hay “bastantes” indicios para estimarlo responsable, presuntamente, de un delito contra los derechos de los trabajadores, en aplicación de la ley no procede adoptar otra medida más restrictiva de derechos.
El trabajador fallecido llegó a España dejando en su país a su mujer y a sus cinco hijos, uno de ellos recién nacido, al que nunca llegó a conocer. Aquí encontró la muerte derivada de la explotación laboral. «Aquí a uno lo humillan, me llaman burro. No estoy acostumbrado a que me traten así». Son palabras, según su hermana, del trabajador finado. La familia pide ayuda para repatriar su cadáver a Nicaragua.
https://spanishrevolution.org/el-temporero-muerto-y-abandonado-me-humillan-me-llaman-burro-no-estoy-acostumbrado-a-que-me-traten-asi/?fbclid=IwAR2tiWFRQ_Obi4gL7PkifinKxepSOTlA1twOcQHjM8guYjP8PLIBGs6BRF8