Como en "Como agua para chocolate", antes del acto rezar: "señor que no lo hacemos por vicio ni por fornicio, sino por traer hijos a tu servicio". Y ella con un camisón de cuello a tobillo con una ventanita en el lugar estratégico.
Esa frase de esa genial película de ese genial libro, se me quedó grabada a muerte cuando Pedro dice eso.