Mª DEL MAR ROBLES
02/10/2021
LLEGÓ A GANAR CASI MEDIO MILLÓN de euros al año, pero hoy vive de una pensión por incapacidad de 500 euros al mes y las rentas del alquiler de un piso heredado. Manejó y fue testigo directo del casi mitológico book de las famosas, pero la edad, la crisis y, quizá, el hartazgo la retiraron del mundo (negocio) de la prostit*ción de lujo. Su nombre es María del Mar Robles Díez, es ex prost*t*ta de ‘alto standing’ y ahora se encuentra en plena guerra judicial por los beneficios que ha generado en los últimos 25 años y de los que, según su versión, se “ha apropiado su ex marido M. R. C.”. En LOC ella relata su historia.
Una historia que María del Mar comienza en 1996, el año en el que conoció al que sería su tercer marido, en León, su tierra natal y donde buscó refugio tras escapar de un segundo matrimonio fallido. Según su testimonio fue entonces (y nunca antes) cuando comenzó a prostituirse, alentada por su nuevo amor. “Me buscó, me buscó y me persiguió hasta que consiguió enamorarme y hacerme su pareja. Cuando le conocí sólo tenía un camión que le había regalado su padre. Le avalé para comprar más camiones, pero cuando eso no fue suficiente ya me dijo: ‘Ejerce durante un tiempo, luego ya ponemos una empresa de transportes, te retiras y a vivir tranquilos los dos”.
La realidad fue pronto bien distinta. Según el testimonio judicial depositado en los Tribunales, y al que ha podido tener acceso LOC, sólo un año después y al no poder tener María del Mar empresa propia ni forma de declarar los ingresos que obtenía a través del “negocio de señoritas de compañía” y de ofrecer sus propios “servicios” a sus clientes, su ex marido “le recomendó empezar a cobrar a través de su negocio”. María del Mar siguió su consejo y perdió el control económico de su vida. Porque desde entonces y hasta 2014, siempre según los documentos depositados en el juzgado, ella canalizó los cobros (muchos de ellos acreditados con pagos por VISA) por sus servicios a través de empresas en las que su entonces su marido era administrador y socio único.
“Todo estaba a su nombre y él me decía que no podía poner nada a mi nombre porque como yo era prost*t*ta podían hacerme un cámara oculta y le desprestigiaría ante la gente que nos daba trabajo. Se quedaba el 100% del dinero”. Todo siguió el mismo esquema empresarial hasta 2015, cuando ella decide retirarse y abrir una clínica estética. La aparente buena marcha del nuevo negocio se trunca cuando María del Mar pide el divorcio. “Me engañaba, pero cuando le dije que quería el divorcio me dijo: Te vas a arrepentir y vas a volver a la prostit*ción porque te voy a arruinar. En ese momento empezaron las denuncias”. Y así continua su historia: pendiente de unas decisiones judiciales que, de momento, no le están siendo favorables.
LA INDUSTRIA
Más allá de las acusaciones de María del Mar a su ex marido, su relato en LOC es una perfecta radiografía de lo que ha sido y es la prostit*ción de lujo en España, una lucrativa industria que Pretty Woman dulcificó, pero que opera bajo las mismas estructuras que otras explotaciones, sexuales o no. “Yo había sido portada de Interviú en 1982 y las que éramos portada cobrábamos 1.000 euros por hora. Yo tenía ese pedigrí. Al mes podía ganar 34.000 euros”, cuenta María del Mar, que añade que, más allá de sus llamativas tarifas, ejercer consumía todo su tiempo: “Es una dedicación de 24 horas los siete días de la semana. No coger el teléfono puede implicar perder mucho dinero. ¿Clientes por día? Hasta cuatro o cinco”.
María del Mar, en la conversación telefónica, elude repetidamente el término madame, pero en sede judicial está recogido su “negocio de señoritas de compañía” e inteligentemente se refiere a algunas mujeres como “colaboradoras” o “compañeras que hacían servicios que yo no podía hacer. Se quedaban el 50% del dinero porque yo tenía que pagar los gastos y la publicidad. Eran famosas que querían colaborar conmigo. Algunas empezaron sin tener ni siquiera una casa y se terminaron casando con millonarios”. Si habla de “famosas y prostit*ción de alto standing”... ¿la existencia del book es real?. “Por supuesto que existe”, responde María del Mar sin ninguna duda. “Yo los he tenido. De gente muy importante. Era un book con fotos en el que estábamos todas y los clientes elegían. A mí me llamaban, pero luego iban al apartamento a ver y elegir en el book. Si han salido en televisión pueden cobrar 3.000 o 4.000 euros. O cuatro millones de pesetas de esa época. Las famosas que salían en televisión cobraban incluso más que yo”.
El procedimiento seguido por María del Mar se repetía una y otra vez: “Yo quedaba con ellos en unas fechas determinadas, en las que viajaba a Madrid, a Barcelona o a Valencia. En esas fechas quedábamos en su casa o en hoteles de lujo. En Barcelona tuve un apartamento en el que también se recibía”. Y, ¿cómo eran esos clientes?, pues “de mucha clase y nivel. Muy conocidos, famosos importantes, constructores, empresarios, aristócratas... De todo. Me han tratado mejor los clientes que mi propio marido. Tengo una fisura en la columna porque me embestía y me decía ‘levanta ese culito’”.
SU OTRO PASADO
María del Mar asegura que no se prostituyó hasta que estuvo con su tercer marido, pero conoció, aunque fuera tangencialmente, el mundo de la prostit*ción con su primer esposo, Ramón Riva. Él, cantante de los 70 y 80, estuvo implicado en una red de prostit*ción con sede en el local La manzana del Paraíso. Pese a dichos turbios negocios ella asegura que en aquella época no se prostituyó (“Yo era su mujer”).
El primer marido de María del Mar Robles, Ramón Riva, cantante de los años 70 y 80 en España, también estuvo relacionado con el negocio de la prostit*ción. Después de quedar tercero en el Festival de Benidorm en 1974 y tener un éxito fugaz en 1975 con su canción ‘Tu te vas’, tema de Alain Barriére adaptado al español, su carrera quedó difuminada. Hasta que en la primavera de 1982 volvió a ser protagonista de titulares... aunque no relacionados con la música. Ramón Riva fue acusado por la Policía de ser el cabecilla de una red de prostit*ción que tenía su sede en el local ‘La manzana del Paraíso’. Aquellas acusaciones no tuvieron recorrido, pero su renovada popularidad sirvió para que su entonces pareja, María del Mar, fuera portada de Interviú bajo el epígrafe “Desnudamos a la favorita de Manuel Riva”. Las acusaciones de proxenetismo siguieron rodeando a Ramón, que, tal y como confirma a LOC María del Mar, se marchó a Los Ángeles ante las turbulentas aguas judiciales. En 1986 murió en un accidente de tráfico, tan sólo un mes después de haberse casado con María del Mar, que enviudó muy joven y heredó algunos bienes como pisos, locales y naves industriales de los que sacó rendimiento hasta su tercer matrimonio. Ella asegura a LOC que en aquella época Ramón nunca “le obligó a ejercer la prostit*ción” aunque reconoce que “prostituía a otras chicas”.
02/10/2021
“EL BOOK DE LAS FAMOSAS QUE SE PROSTITUYEN EXISTE. YO ERA UNA DE ELLAS Y GANABA MEDIO MILLÓN AL AÑO”
RAMÓN RIVA Y LA RED DE prostit*ción
LLEGÓ A GANAR CASI MEDIO MILLÓN de euros al año, pero hoy vive de una pensión por incapacidad de 500 euros al mes y las rentas del alquiler de un piso heredado. Manejó y fue testigo directo del casi mitológico book de las famosas, pero la edad, la crisis y, quizá, el hartazgo la retiraron del mundo (negocio) de la prostit*ción de lujo. Su nombre es María del Mar Robles Díez, es ex prost*t*ta de ‘alto standing’ y ahora se encuentra en plena guerra judicial por los beneficios que ha generado en los últimos 25 años y de los que, según su versión, se “ha apropiado su ex marido M. R. C.”. En LOC ella relata su historia.
Una historia que María del Mar comienza en 1996, el año en el que conoció al que sería su tercer marido, en León, su tierra natal y donde buscó refugio tras escapar de un segundo matrimonio fallido. Según su testimonio fue entonces (y nunca antes) cuando comenzó a prostituirse, alentada por su nuevo amor. “Me buscó, me buscó y me persiguió hasta que consiguió enamorarme y hacerme su pareja. Cuando le conocí sólo tenía un camión que le había regalado su padre. Le avalé para comprar más camiones, pero cuando eso no fue suficiente ya me dijo: ‘Ejerce durante un tiempo, luego ya ponemos una empresa de transportes, te retiras y a vivir tranquilos los dos”.
La realidad fue pronto bien distinta. Según el testimonio judicial depositado en los Tribunales, y al que ha podido tener acceso LOC, sólo un año después y al no poder tener María del Mar empresa propia ni forma de declarar los ingresos que obtenía a través del “negocio de señoritas de compañía” y de ofrecer sus propios “servicios” a sus clientes, su ex marido “le recomendó empezar a cobrar a través de su negocio”. María del Mar siguió su consejo y perdió el control económico de su vida. Porque desde entonces y hasta 2014, siempre según los documentos depositados en el juzgado, ella canalizó los cobros (muchos de ellos acreditados con pagos por VISA) por sus servicios a través de empresas en las que su entonces su marido era administrador y socio único.
“Todo estaba a su nombre y él me decía que no podía poner nada a mi nombre porque como yo era prost*t*ta podían hacerme un cámara oculta y le desprestigiaría ante la gente que nos daba trabajo. Se quedaba el 100% del dinero”. Todo siguió el mismo esquema empresarial hasta 2015, cuando ella decide retirarse y abrir una clínica estética. La aparente buena marcha del nuevo negocio se trunca cuando María del Mar pide el divorcio. “Me engañaba, pero cuando le dije que quería el divorcio me dijo: Te vas a arrepentir y vas a volver a la prostit*ción porque te voy a arruinar. En ese momento empezaron las denuncias”. Y así continua su historia: pendiente de unas decisiones judiciales que, de momento, no le están siendo favorables.
LA INDUSTRIA
Más allá de las acusaciones de María del Mar a su ex marido, su relato en LOC es una perfecta radiografía de lo que ha sido y es la prostit*ción de lujo en España, una lucrativa industria que Pretty Woman dulcificó, pero que opera bajo las mismas estructuras que otras explotaciones, sexuales o no. “Yo había sido portada de Interviú en 1982 y las que éramos portada cobrábamos 1.000 euros por hora. Yo tenía ese pedigrí. Al mes podía ganar 34.000 euros”, cuenta María del Mar, que añade que, más allá de sus llamativas tarifas, ejercer consumía todo su tiempo: “Es una dedicación de 24 horas los siete días de la semana. No coger el teléfono puede implicar perder mucho dinero. ¿Clientes por día? Hasta cuatro o cinco”.
María del Mar, en la conversación telefónica, elude repetidamente el término madame, pero en sede judicial está recogido su “negocio de señoritas de compañía” e inteligentemente se refiere a algunas mujeres como “colaboradoras” o “compañeras que hacían servicios que yo no podía hacer. Se quedaban el 50% del dinero porque yo tenía que pagar los gastos y la publicidad. Eran famosas que querían colaborar conmigo. Algunas empezaron sin tener ni siquiera una casa y se terminaron casando con millonarios”. Si habla de “famosas y prostit*ción de alto standing”... ¿la existencia del book es real?. “Por supuesto que existe”, responde María del Mar sin ninguna duda. “Yo los he tenido. De gente muy importante. Era un book con fotos en el que estábamos todas y los clientes elegían. A mí me llamaban, pero luego iban al apartamento a ver y elegir en el book. Si han salido en televisión pueden cobrar 3.000 o 4.000 euros. O cuatro millones de pesetas de esa época. Las famosas que salían en televisión cobraban incluso más que yo”.
El procedimiento seguido por María del Mar se repetía una y otra vez: “Yo quedaba con ellos en unas fechas determinadas, en las que viajaba a Madrid, a Barcelona o a Valencia. En esas fechas quedábamos en su casa o en hoteles de lujo. En Barcelona tuve un apartamento en el que también se recibía”. Y, ¿cómo eran esos clientes?, pues “de mucha clase y nivel. Muy conocidos, famosos importantes, constructores, empresarios, aristócratas... De todo. Me han tratado mejor los clientes que mi propio marido. Tengo una fisura en la columna porque me embestía y me decía ‘levanta ese culito’”.
SU OTRO PASADO
María del Mar asegura que no se prostituyó hasta que estuvo con su tercer marido, pero conoció, aunque fuera tangencialmente, el mundo de la prostit*ción con su primer esposo, Ramón Riva. Él, cantante de los 70 y 80, estuvo implicado en una red de prostit*ción con sede en el local La manzana del Paraíso. Pese a dichos turbios negocios ella asegura que en aquella época no se prostituyó (“Yo era su mujer”).
El primer marido de María del Mar Robles, Ramón Riva, cantante de los años 70 y 80 en España, también estuvo relacionado con el negocio de la prostit*ción. Después de quedar tercero en el Festival de Benidorm en 1974 y tener un éxito fugaz en 1975 con su canción ‘Tu te vas’, tema de Alain Barriére adaptado al español, su carrera quedó difuminada. Hasta que en la primavera de 1982 volvió a ser protagonista de titulares... aunque no relacionados con la música. Ramón Riva fue acusado por la Policía de ser el cabecilla de una red de prostit*ción que tenía su sede en el local ‘La manzana del Paraíso’. Aquellas acusaciones no tuvieron recorrido, pero su renovada popularidad sirvió para que su entonces pareja, María del Mar, fuera portada de Interviú bajo el epígrafe “Desnudamos a la favorita de Manuel Riva”. Las acusaciones de proxenetismo siguieron rodeando a Ramón, que, tal y como confirma a LOC María del Mar, se marchó a Los Ángeles ante las turbulentas aguas judiciales. En 1986 murió en un accidente de tráfico, tan sólo un mes después de haberse casado con María del Mar, que enviudó muy joven y heredó algunos bienes como pisos, locales y naves industriales de los que sacó rendimiento hasta su tercer matrimonio. Ella asegura a LOC que en aquella época Ramón nunca “le obligó a ejercer la prostit*ción” aunque reconoce que “prostituía a otras chicas”.
