Princesa Leonor Futura Reina de España

Pilar Urbano: "Zarzuela es como una ikastola. La educación es muy rígida"
Acaba de publicar 'La pieza 25, Operación salvar a la infanta'. Hablamos con una de las periodistas que más sabe de Casa Real sobre el Caso Urdangarin y sobre las protagonistas del famoso vídeo.
Por Vera Bercovitz
8 de abril de 2018 / 9:00

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Pilar Urbano fotografiada en la Finca los Valdespinos, provincia de Toledo.

© Vera Bercovitz

"La reina Sofía tiene poco acceso a sus nietas. Por eso quería hacerse una foto con ellas. Es muy fotera. A mí, por una parte, me parece muy cicatero que Letizia le niegue hasta eso. Es un detalle entrañable de abuela. Recuerdo cuando doña Sofía conoció a Letizia. Decía de ella que era discreta, elegante, ágil, simpática, espabilada, imaginativa, respetuosa, con un profundo sentido del deber, incluso rígida. ‘Yo los veo y me enternezco’, me decía de "la parejita", como ella llamaba a Letizia y Felipe. También añadió una cosa que me llamó la atención: ‘Y además es honrada’. Eso se suele decir de un empresario o un banquero, pero de una periodista que se casa con tu hijo… Entonces quise puntualizar: ‘¿A qué se refiere con honrada?’. Y me contestó sin dudar: 'Que no es una trepa'.

Pilar Urbano (Valencia, 1940) es diminuta pero cuenta historias gigantes. "Yo soy una periodista de investigación. No hago elucubraciones. Todo lo que cuento está contrastado". Nadie la frena. Ni siquiera el rey. Lo intentó en 2014, cuando Planeta iba a publicar 'La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar'. "Llamó a [José Manuel] Lara y le dijo: 'Ese libro no puede salir". Pero el libro salió.

Ahora, esta aguerrida periodista entrega La pieza 25, operación salvar a la infanta (Ed. Esfera de los libros), un libro donde cuestiona la maniobra que puso en marcha don Juan Carlos para conseguir que no se imputara a la infanta Cristina en el caso Nóos. Para ello ha entrevistado a muchos de los protagonistas de esta historia. "Sobre todo al juez Castro, con quien tengo grabadas casi cien horas de conversación. Eso es lo importante de este libro", aclara. Y también aclara –porque Pilar Urbano es mucho de dejar las cosas claras– que no ha recibido presiones. "Básicamente, porque he trabajado en la clandestinidad. Ni mi familia sabía en qué estaba metida". Nos ha citado en la Finca los Valdespinos, en la provincia de Toledo, un lugar donde sirven "un cocido excelente que estoy deseando volver a probar. ¡Qué hambre!", exclama esta mujer con físico de pajarito. Mientras llenan la mesa de manjares –y con la intensidad informativa que ha desencadenado el famoso vídeo–, lanzamos la primera pregunta, que nos quema en la boca más que la sopa de fideos.

El vídeo ha dejado en evidencia las desavenencias entre la reina Letizia y su suegra, la reina Sofía. Usted mantiene que este distanciamiento está relacionado con el Caso Urdangarin.
Yo, del vídeo, por ahora, no sé más de lo que sabe todo el mundo. Lo que yo digo es que desde el momento que Iñaki y Cristina están enjuiciados se producen dos hechos importantes. El primero, que el rey Juan Carlos tiene que abdicar para salvar la corona. Porque si Iñaki Urdangarin ha tenido acceso a las instituciones públicas ha sido gracias a su esposa, que es Alteza Real. El segundo, que cuando Felipe accede al trono interviene de forma tajante y corta por lo sano expulsando de la familia real a Cristina, su hermana del alma.

¿Y cuál es el papel de Letizia en todo esto?
En paralelo a la iniciativa de cortafuegos del rey Felipe, ella incia la operación gráfica, que consiste en no hacerse ninguna fotografía con los Urdangarin. Por ejemplo, en 2014 viajaron a Grecia para celebrar el 50 aniversario de la muerte del rey Pablo de Grecia, padre de doña Sofía. La ceremonia se celebró en Tatoi, en un sitio pequeñísimo pero Letizia consiguió que Cristina no estuviese junto a su hermano para que no les hicieran fotos juntos.

¿Que doña Sofía arrope a los Urdangarin desencadena la mala relación entre las dos reinas?
La anula. Hasta entonces era magnífica. En uno de mis libros, La reina muy de cerca (2009), la reina Sofía se dedicó a hablar de “la parejita”. En el libro pretendía hacer una hagiografía de Letizia. A mí me pareció exagerado. Recuerdo que le pregunté si había traído a Letizia a Zarzuela para enseñarle todas las liturgias y los usos palaciegos, como en su día hizo la reina Victoria Eugenia [de Battenberg, abuela de Juan Carlos] con Grace Kelly, cuando ésta se casó con el príncipe Rainiero. Y ella me contestó: ‘Yo no tenía que enseñarle nada. Al contrario. Me enseñó ella a mí. Me puso al día de muchas cosas, de conjuntos musicales, de modas, de tiendas…. Yo la traje a palacio para que ella abriera bien los ojos y se enterara en qué casa entraba y en qué familia se metía. Es una persona inteligente y solo con ver y oír ya le valía.

¿Y qué tenía que ver y oir Letizia?
Pues por ejemplo, y siempre según la reina Sofía, que en esa familia hay tres palabras que no se pueden decir juntas: “No. Me. Apetece” [enumera con los dedos]. Esto, claro, en una periodista bohemia, mochilera… Ahora está todo el día encaramada al tacón, algo que me parece admirable por otra parte, pero entonces no era así. Y luego está la agenda. Porque en Casa Real se reparte la agenda dos veces a la semana, donde se distribuyen los actos a los que hay que ir. Doña Sofía me recordaba: ‘Tú me has visto a mí, con 39 de fiebre, de noche, lloviendo, coger un helicóptero, ir al aeropuerto, coger un avión y volar a Galicia porque al día siguiente, muy temprano, tenía la botadura de un portaaviones para los reyes de Tailandia. Y ahí estaba yo. No se puede decir tengo fiebre, no me apetece, me duele la cabeza'. Según la reina Sofía, a Letizia solo le hacía falta abrir los ojos para darse cuenta de eso.

Pero una foto con sus nietas no implica nada. Hace pensar que la relación está mucho más rota de lo que parece.
La reina Letizia no quería esa fotografía. Por la separación gráfica. Cuando la reina coge a las dos niñas Letizia se acerca a Leonor y ella está abducida por su madre. He de decir que Zarzuela pabellón, donde viven los reyes, es como una ikastola. La educación es muy rígida. Esas niñas no dicen que van a cenar verduras, sino que van a cenar proteínas. Son repipis. Letizia está enseñando a Leonor a ser reina y quiere que quede inmaculada de todo trato con sus primos y sus tíos Urdangarin.

La niña tiene un gesto muy brusco con su abuela. Mucha gente lo ha criticado.
Bueno, es una niña. Está siendo educada, abducida, mandada por su madre. La orden última es la suya. La niña, que estaba tan tranquila, se quita la mano de mala manera. Es una lucha de tres manos: reina, nuera y nieta. Yo creo que ese gesto de la niña requiere una reparación. Todo esto ha ocurrido por una recién llegada, una advenediza… Letizia ha llegado al trono por amor. Es reina. Pero ese gesto hay que repararlo. No digo que Letizia tenga que pedir perdón, pero me imagino que la ingeniería de Zarzuela está ya pensando en escenas. Que se filtre que Letizia ha enviado un ramo de rosas a la reina Sofía, o que doña Sofía ha recibido un ramo de margaritas de su nieta… No sé, algo.

[Cuando se realizó esta entrevista aún no habían ingresado al rey don Juan Carlos ni reaparecido las dos reinas juntas]
"Suerte, no. Justicia", me dijo en el baño la infanta Cristina
¿El rey Juan Carlos conocía los negocios de Urdangarin?
Sí. Desde el año 2002, cuando el rey envía a su asesor jurídico personal, José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao, a Barcelona para que asesore, investigue y sepa de qué van los negocios de Urdangarin y Diego Torres. Y lo digo con firmeza porque tengo las reservas de aviones de ida y vuelta y las reservas del restaurante de Fontao, que constan en el sumario. El rey sabe que están realizando negocios. Pero la consigna es silenciar el tema. Así lo hace José Luis Rodríguez-Zapatero. Pero cuando el tema salta a la prensa, en concreto a El Mundo, hubo un pacto de silencio de todos los periódicos.

Primero lo sacó la revista El Siglo. Y se silenció.
Sí. Pero El Mundo cada día sacaba una bomba, y otra bomba, y otra bomba… Eran como El llanero solitario. Entonces la única solución fue abdicar. Cuando el rey abdica, le toca a Felipe salvar la ética y la dignidad de la corona. La corona está en bancarrota, con los partidos republicanos en contra y parte de la sociedad también.

¿Don Juan Carlos había pensado en abdicar?
A mi la reina Sofía me había dicho: ‘Ni el príncipe está impaciente ni el rey está cansado’. Pero no hacía falta el cansancio. Se ve obligado. La abdicación no es voluntaria. Llega un momento que el rey está viviendo de sus rentas, de habernos traído la democracia, de haber sido el “salvador” de un golpe de Estado. Pero su dedicación lúdica, cara y hasta irresponsable, hace que tenga que abdicar. Había puesto en riesgo una corona que estaba siendo discutida por los podemitas.

El episodio de Botsuana no ayudó…
Lo de menos es que se fuera a cazar, porque él ha cazado siempre. Incluso le han emborrachado los osos para no errar el tiro. Ha estado en Rusia, en Polonia.. Ya con Felipe González se le propiciaban los ocios caros y lejanos. Esquí en Canadá, caza en Rumanía… Hay una escena muy divertida en la que el rey vuelve todo "roto" de esquiar en Gstaad y Sabino Fernández Campos, entonces jefe de la Casa Real, le dice: ‘Majestad, en estas condiciones un rey solo puede venir de las Cruzadas’.

El problema es que cuando pillan al rey en la cacería [14 abril de 2012], España está al borde del rescate económico, con un paro galopante. En esas circunstancias un rey no puede desentenderse y dejar de pensar en “lo nuestro”, porque entonces deja de ser “nuestro” rey. Eso fue lo más doloroso y lo que penetró en la conciencia ciudadana y política. El rey se había tomado unas segundas vacaciones. Primero una semana en Palma y luego una semana en Botsuana, cazando, con su amiga entrañable [Corinna zu sayn Wittgenstein] y con un pez gordo [el empresario saudita Mohamed Eyad Kayali]. Eso fue muy ingrato. A partir de ahí, el rey entra en caída libre.

Para elaborar su libro ha hablado con todas las partes. ¿Intentó entrevistarse con Iñaki y Cristina?
Sí. Estaba en Ginebra pasando unos días y me acerqué a la casa, un apartamento bastante inhóspito –el apartamento de al lado tenía el cristal roto y pegado con celo–. No estaban así que les dejé una nota. Le dije que estaba escribiendo este libro, que había hablado con todo el mundo y que me gustaría tener su versión. Al llegar a Madrid me llegó una carta muy amable rechazando mi oferta. Entonces cuando llegó el juicio, viajé un día a Palma. En un receso fui los lavabos. Ahí estaban las fiscales, los abogados, y mientras me lavaba las manos escuché de repente: “Pilaar” [con voz profunda]. Es que la infanta tiene la misma voz que la reina. Acuencada. Una voz de contralto: “Pilaar” [de nuevo con voz profunda]. Ella debió de pensar que yo estaba allí para apoyarla, porque también había ido [el diseñador] Lorenzo Caprile. Me dijo: ‘Pilar, gracias por venir’. Me abrazó y entonces me di cuenta de lo grande que es porque me envolvió en sus brazos y yo estaba ahí dentro. Entonces me dijo: ‘Qué duro es esto. Qué duro. Pero hay que aguantar’. Yo, como no sabía qué decir, comenté: ‘Yo lo siento por los chavalines’. Y añadí: ‘Suerte’. A lo que ella me contestó: ‘Suerte no. Justicia’. Ella se cree inocente.

Usted conoce bien el juez Castro. ¿Qué tiene para no dejarse seducir por la operación 'Salvar a la infanta'?
coj*nes morales. Para decírtelo claro. Y no te puedo decir valentía porque Castro me decía que cuando ve una culebra se sube a un árbol. No tiene más coyunda que la ley. Es un hombre… un día me decía: 'A mí los hijos de los Urdangarin me han producido sollozos'.

¿Usted cree que entre el fiscal Horrach y el juez Castro hay una lucha de egos?
No, en absoluto. El fiscal recibe una orden y la cumple. Exacerbadamente. Su mujer, Ana Zacher, esa sí que es ego puro. Se pasaba el día mandándome whatsapps porque quería que el protagonista fuese su marido. En uno me dijo: 'Y luego ni siquiera le recompensarán ni le pagarán por esto'. Yo le dije: 'Ana, esto no se lo pongas a nadie más. Tu marido es un funcionario y le basta la paga mensual que tiene. Lo otro sería prevaricar".

Sin embargo el juez Castro solo decía: 'Esto es un marrón. Yo frente a la Casa Real…'. Y cuando estaba con el libro me decía todo el rato: 'Yo protagonista no, ¿eh? Protagonista, no'. Ego el de Horrach. Ahora ha dejado la carrera fiscal pero en aquel momento era un héroe en Palma. Aunque había travestido su papel y estaba defendiendo a la infanta. Yo creo que él sí que esperaba un ascenso a Madrid.

QUIEN MANDA EN ZARZUELA ES LETIZIA
¿Valora el rey Juan Carlos la labor de doña Letizia?
No lo sé. Eso no lo he preguntado. A él no le ha gustado nunca. Cuando se iba a anunciar la boda, el rey estaba en una cacería. A mí esto me lo contó Paddy Gómez-Acebo, que ya murió. Paddy era amigo del rey de toda la vida, de cuando estaba enamorado de la princesa María Gabriela de Saboya y lloraba por las esquinas porque ella no le quería. Paddy le decía las verdades. Hasta que un día don Juan Carlos le dijo: 'Oye, no me puedes hablar así que yo soy el rey'. Paddy le contestó: 'Ah, vale, a partir de ahora te voy a decir que todo fenomenal'. Entonces cuando Juan Carlos le preguntaba algo, Paddy le contestaba: 'Fenomenaal, fenomenaal' [con voz afectada].

Pero volvamos a la cacería. Por entonces ya corría el rumor de que el príncipe tenía novia. Cuando Paddy llegó del monte, tarde, no había empezado la comida. En vez de estar en la mesa, estaban todos sentados frente al televisor. Entonces el rey se vuelve y le dice: 'Paddy, ven, ven, que nos van a dar una noticia'. Todos se imaginaban algo fuerte, una tercera Guera Mundial, la dimisón de un presidente de gobierno…Y todos: ¿Qué noticia, qué noticia? Y el rey se adelanta y dice: ‘¡Que se casa el príncipe!’. Y todos: ‘¿El nuestro? ¿Con quién? ¿De qué familia es ella?'. Y Juan Carlos: '¡De la familia ORTIZ!'. Y todos, sorprendidos: 'Ah… de los Ortiz de…'. Y Juan Carlos: 'De los Ortiz. A secas'.

¿Letizia manda en Zarzuela?
Sí. El rey es quien reina. Pero mandar, manda Letizia. La casa, las hijas, los actos… Yo creo que hay miembros del personal que están un poquito atemorizados… Aunque yo no la he visto en directo, no he estado ahí. Pero en público Letizia da indicaciones –‘ya está bien’, ‘es tarde’–, o sea que en privado las hará también.

La reina Letizia parece muy rígida. ¿Cree que ha trasladado esa rigidez a sus hijas?
A la pequeña no lo sé. Pero a Leonor, con la excusa de que la tienen que formar… La reina es ambiciosa y no quiere que la monarquía se pierda. Yo creo que alguna de las decisiones que ha tomado el rey respecto a Cristina vienen orientadas por Letizia. La reina tiene mucho carácter. El tono corajudo del rey en el discurso que tanto indignó a los catalanes se lo insufló Letizia. Vamos, yo no lo sé a ciencia cierta. Lo que sí sé es que el discurso se hizo en La Moncloa, porque me lo dijo Jorge Moragas. Pero el tono corajudo se lo debió insuflar Letizia.

¿Letizia es quien manda en esa pareja?
El rey no es que sea pánfilo, es que es flemático. Es como el rey Pablo [de Grecia, padre de doña Sofía]. A mí doña Sofía me hizo un día una comparación: "A mí "la parejita" me recuerda mucho a mis padres. Ella me recuerda a mi madre [la reina Federica], activa, dinámica, participativa, inquieta, proactiva, divertida y ocurrente". Yo entiendo que él esté embobado con ella. Él es un secundario como el rey Pablo. Socarrón, con un humor irónico que no todos captan, reservado, y un hombre a quien le gusta el segundo plano.

¿Cómo era la relación de doña Sofía con su suegra, María de las Mercedes?
Esa señora era muy buena, pero cuando Juanito mató involuntariamente a su hermano Alfonso, la pareja se desguazó. Hay un momento durante el velatorio que don Juan coge a Juanito por el brazo y le dice: ‘Júrame que no lo has hecho adrede’. Imagínate. Don Juan culpaba a su hijo. Así que los dos, don Juan y doña María de las Mercedes, se dedicaron a beber. Ella cayó en una depresión. Fue de clínica en clínica. Tuvo una vida muy precaria y desamorada. Cuando ya era mayor, el confidente del rey Juan Carlos fue a visitarla y él la sonrío. Entonces ella le dijo: ‘Ay, una sonrisa… Una sonrisa es como un día de primavera’.

¿Y cómo es la relación de la reina Sofía con Paloma Rocasolano?
Ni pajolera idea. Solo te diré que un día yo le dije a la reina: ‘Letizia ha renunciado a ser periodista, a tener una vida libre, a su privacidad, a su familia…’. Y me cortó: ‘¡No! A su familia no ha renunciado. A su familia la tiene aquí’.

http://www.revistavanityfair.es/rea...video-letizia-sofia-polemica-urdangarin/30269
 
Por supuestisimo.Me pregunto si realmente se han parado a pensar la carniceria que estan haciendo con esta niña.De continuar con esta educacion tan desquiciante,tan solo haran que convertirla en un ser miedoso,asustadizo.acomplejadopor que le dan a entender que continuamente no esta a la altura de las expectativas que de ella se esperan.Poner el liston tan insalvable a alguien que no destaca por ser precisamente una lumbrera,tiene efectos devastadores que se arrastran toda la vida.Le puede llegar a ser insoportable,con las consecuencias tremendas a nivel mental que eso conlleva.A la supuesta heredera solo le he oido decir eldia de su comunion que estaba nerviosa y que el abuelito esta bien cuando en una de sus operaciones.Entre eso y que vive en un estado de ansiedad permanente hara que sea una persona terriblemente insegura y muy debil emocionalmente.No sera capaz de mandar a todos y a todo a tomar por saco.
Lo grave es que si esto sigue así, esa chica puede llegar a Reina y, aunque reine pero no gobierne, será una carga para España. Amen de los desencuentros diplomáticos que se pueden producir por su ineptitud. Esto es con respecto a lo institucional, con respecto a lo humano el padre, sus abuelos y tías ¿ no ven nada anormal? Y dejan a esas criaturas en manos de la desquiciada.
 
La fama de el Rey Pablo la conocemos??
Algo sarasa:sneaky:¿?¿?
Y va y me compara al sexto con este..:rolleyes::rolleyes:..:oops:..:shy:

Letizia es quien manda en esa pareja?
El rey no es que sea pánfilo, es que esflemático. Es como el rey Pablo [de Grecia,padre de doña Sofía]. A mí doña Sofía me hizo un día una comparación: "A mí "la parejita" merecuerda mucho a mis padres. Ella me recuerdaa mi madre [la reina Federica], activa, dinámica, participativa, inquieta, proactiva, divertida yocurrente". Yo entiendo que él esté embobadocon ella. Él es un secundario como el rey Pablo.
 
LO SIENTO NO CUELA.

Pilar Urbano:

LO SIENTO NO CUELA.

ATIENDA:
Pilar Urbano.

"..../...pon la tele, venid a ver esto, pon la tele, mi hijo se va a cargar la monarquia...//..."

 
La fama de el Rey Pablo la conocemos??
Algo sarasa:sneaky:¿?¿?
Y va y me compara al sexto con este..:rolleyes::rolleyes:..:oops:..:shy:

Letizia es quien manda en esa pareja?
El rey no es que sea pánfilo, es que esflemático. Es como el rey Pablo [de Grecia,padre de doña Sofía]. A mí doña Sofía me hizo un día una comparación: "A mí "la parejita" merecuerda mucho a mis padres. Ella me recuerdaa mi madre [la reina Federica], activa, dinámica, participativa, inquieta, proactiva, divertida yocurrente". Yo entiendo que él esté embobadocon ella. Él es un secundario como el rey Pablo.

El gigoló que enamoró a los hombres influyentes
El libro 'Best-kept boy in the world' descubre la figura del gigoló Denham Fouts, amante de reyes y artistas y numen de escritores como Truman Capote o Gore Vidal.
IÑAKI LAGUARDIA | 10 Nov 2014 23:22

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Foto: vía unwelcomewords.blogspot.com

"En Londres, en un evento en Tredegar House, conocieron al príncipe Pablo de Grecia, abuelo de Felipe VI, que vivía exiliado en el país junto a su hermano Jorge. “Al poco tiempo Pablo invitó a Denham a un crucero por el Mediterráneo”, explica Vanderbilt en el libro. De los días con el futuro monarca, quien reinaría en Grecia entre 1947 y 1964, pasó al desenfreno sicalíptico con el coleccionista de arte Peter Watson, gran amor del diseñador y fotógrafo de moda británico Cecil Beaton. Watson mimó a Fouts como nadie. Visitaron París, Cannes y Niza; más tarde pasearían por Sankt Moritz, Milán y Roma".

https://smoda.elpais.com/celebrities/el-gigolo-que-enamoro-a-los-hombres-influyentes/
 
Doña Sofía parece haber cometido un gran error con Letuzza, no ha demostrado la agudeza psicológica y la inteligencia política de JC ("esta se va a cargar a la monarquia"), la emerita, que en este caso no hace honor a su linaje, se ha rendido a los pies de una arrabalera arrogante y trepa...y así sigue. Para Doña Sofia debe haber sido difícil lidiar con JC, pero empiezo a pensar que para él fue aún más difícil lidiar con su esposa.

edito: me refiero al artículo de @Amadis Pilar Urbano: "Zarzuela es como una ikastola. La educación es muy rígida".
 
Última edición:
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Abuela da la mano =no me hace gracia y pongo cara de malas pulgas
Mamá me agarra...no me da la mano ...
“Mire, Señora yo pongo los pies para dentro mi hermana hacia fuera y...cómo quién no quiere la cosa, me largo y nos vemos en la Catedral de Palma en 2018 !!!
 
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