Desde la escenita de Palma, hay orden de,
estando en actos o salidas,
donde se encuentren doña Sofía y Leo,
con presencia de fotógrafos y cámaras,
deben ofrecer escenas de amor fraterno a los fotógrafos.
De hecho,
realizaron una salida con una puesta en escena,
de abrirle Letireina la puerta del coche a doña Sofía, además de agarradas de manos compulsivas de las dos nietas.
Ha sido una orden institucional.
En esta ocasión, no se bien si fue doña Sofía a por la mano de su nieta o fue la nieta a por la mano de doña Sofía.
No es ridículo que se tomen de la mano.
Es ridículo que lo hagan para la foto.
Y lo hacen para la foto, cuando Letireina no quiere ya ni contacto representado.
En esta ocasión, Letireina quería que doña Sofía hiciera el camino de la alfombra ella sola y la última del grupo.
Hay muy pocos actos todos juntos, pero cuando los hay, Letireina deja su sello. Bueno lo deja siempre. Me refiero al sello del odio a la madre de su marido.
estando en actos o salidas,
donde se encuentren doña Sofía y Leo,
con presencia de fotógrafos y cámaras,
deben ofrecer escenas de amor fraterno a los fotógrafos.
De hecho,
realizaron una salida con una puesta en escena,
de abrirle Letireina la puerta del coche a doña Sofía, además de agarradas de manos compulsivas de las dos nietas.
Ha sido una orden institucional.
En esta ocasión, no se bien si fue doña Sofía a por la mano de su nieta o fue la nieta a por la mano de doña Sofía.
No es ridículo que se tomen de la mano.
Es ridículo que lo hagan para la foto.
Y lo hacen para la foto, cuando Letireina no quiere ya ni contacto representado.
En esta ocasión, Letireina quería que doña Sofía hiciera el camino de la alfombra ella sola y la última del grupo.
Hay muy pocos actos todos juntos, pero cuando los hay, Letireina deja su sello. Bueno lo deja siempre. Me refiero al sello del odio a la madre de su marido.