Ay Bethania querida, qué emoción tan grande!!!
La única pena es que no todos fueron adoptados, que seguirán a la espera de alguien que los quiera y que desee darles un hogar...
Dios los bendiga y que tengan una buena vida.
Fue un verdadero honor haber formado parte de esta movida para salvarlos. Nos queda esa satisfacción, haber podido ayudarlos.
Un gran abrazo, prima!!!