En el mundo del artisteo tienen un serio conflicto. A ver cómo lo resuelven. Históricamente ha sido una profesión de ligoteos, líos, tríos, casorios falsos, divorcios en serie, nomadismo, hijos por aquí y allá, grupitos de poder, grandes peleas, etc., etc. Guionistas, productores, actores, directores, todos con(tra) todos. ¿Cómo establecer el "mérito", cuando hay quince actores excelentes y sólo un papel de protagonista? Habrá personal de casting, habrá contratos y exclusividad y amistades, pero esa profesión me parece, históricamente, un caldo de cultivo para todo lo que ha pasado, desde que tenemos noticia. Estoy pensando en las compañías de comedias españolas del XVI. No hay que irse muy lejos.
Es una observación muy pertinente. Ese es un mundo que ha sido siempre muy promiscuo, donde esa promiscuidad ha sido parte de la carrera, y quien entraba en él sabía perfectamente cómo se operaba ahí. Nunca ha sido sitio para puros ni para tener ataques de dignidad virtuosa, que allí se ha trepado y se ha ayudado a trepar muchas veces en base al revoltillo sexual de un@s y otr@s.