Perros.

Una niña recupera a su perro tras hacer este dibujo y ofrecer una 'recompensa'
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El cachorro desapareció el pasado miércoles y ante la falta de imágenes, la niña decidió tirar de su lado artístico para dibujar ella misma a su perro Morgan. Incluía, no obstante, como aliciente una curiosa recompensa: "No es mucha la recompensa, por favor no te lo quedes", Gracias a que una asociación compartió el cartel, Morgan y su dueña han podido reunirse otra vez.

20MINUTOS.ES. 13.08.2017 - 17:16h
El pasado miércoles, cuando el cachorro Morgan se perdió, su dueña no sabía que su dibujo y la curiosa 'recompensa' que ofrecía fueran a compartirse casi 6000 veces en Facebook. Todo comenzó cuando la pequeña, de apenas diez años y residente en la colonia Obrera (Ciudad de México), perdió a su cachorro y ante la falta de fotos, decidió tirar de su lado artístico para dibujar ella misma a Morgan. Además, en el cartel aporta datos bastante generales como que es de color café o que es de raza maltés. Incluía, no obstante, como aliciente una curiosa recompensa: Chocolate. "No es mucha la recompensa, por favor no te lo quedes", pide la pequeña en el folio. El inocente cartel subido por la asociación Oceanican a su perfil de la red social dio como resultado que esta publicación se compartiera en 5800 ocasiones y que Morgan y su dueña hayan podido reunirse otra vez. De la recompensa no se sabe nada, pero estos dos mejores amigos no se volverán a separar.

http://www.20minutos.es/noticia/3112025/0/nina-recupera-perro-hacer-dibujo-ofrecer-recompensa/
 
MI PERRO NO ES MI HIJO, PERO YO SOY SU MADRE
por Brenda Chávez

Mi perro no es mi hijo. Estoy harta de oír a gente que diga “como no tienes hijos, tu perro es como tu hijo” o “tratas al perro como un hijo y no lo es”…

Sé que no es mi hijo, es mi perro. No soy madre, no lo soy. Tengo claro que el sentimiento de una madre a un hijo no se puede igualar y no puedo imaginar cómo será…

Tengo un perro. Un perro al que adoro sí, pero es un perro. A diferencia de un hijo, mi perro nunca se hará mayor mentalmente, no se irá de casa o me cuidará cuando sea viejita. No se hará independiente ni válido por si mismo: siempre me va a necesitar para poder comer, beber o simplemente hacer deporte.

Nunca será adolescente y como además tampoco hablará, no escucharé nunca frases típicas de un hijo quinceañero deslenguado como “paso de ti”, “tú es que no me entiendes”, “que pesada eres”, “no tienes ni idea”. Al igual que esas cosas, tampoco oiré un “te quiero”, “gracias”, “te necesito”…

No me juzgará, ni cuestionará mis ideas o mis decisiones. No me pedirá una PLAY, un juguete, un capricho…

A diferencia de un hijo, nunca veré parte de mí en mi perro: ni física ni psicológicamente, es decir, no veré un legado. Veré a mi perro crecer tanto que le veré envejecer y no él a mí, como lo haría un hijo. No sólo seré quien le cuide sino seré quien le vea irse para siempre, así, de manera natural y no por una desgracia de la vida. Simplemente, ese será nuestro destino.

Mi perro es un animal, no una persona y tampoco es mi hijo. Sin embargo, yo sí soy su madre. ¿Irónico? ¿cómo puede ser? creo que ha quedado claro lo que es un hijo, pero… ¿y una madre? ¿qué crees que es una madre?. Para mí, una madre es alguien que se sacrifica por sus hijos, cuida de ellos, cambia su vida por el bienestar de su familia. Una madre mima, educa y quiere incondicionalmente siempre. Por todo esto, mi perro no es mi hijo, pero yo sí soy su madre.

Soy todo lo que tiene, soy su líder de la manada. No soy su ama, ni dueña. Para él soy parte de su familia, de lo que para un perro es su familia.

Me da pena quien no lo entienda porque jamás sabrá lo que es sentir el amor de un ser que no habla, que no madura, que no se expresa como un humano… No podrán tener lo que yo tengo al observar esa mirada con la que mi perro me lo dice todo.

Mi perro no es mi hijo, pero yo soy su madre. Gracias a mí tiene una vida plena, sana y que con tan poco es feliz y no te exige nada más. A cambio de lo que para un humano es apenas nada, tú eres su todo.

Madre-hijo es una conexión natural, que sale sola y que es inigualable seguro. Pero la conexión con un animal no lo es, no todo el mundo puede acceder a esa sensación tan maravillosa.

Sólo espero que los hijos de esas personas que no entienden lo que yo siento y que no comprenden la importancia de un animal para algunas personas, tengan un animal (ya sea perro, gato, caballo…) y puedan obtener esa conexión que yo tengo con mi perro.
 
@Replicante, me ha encantado. Nunca lo había visto desde esa mirada, siempre consideré a mis perros mis hijos y yo su madre.
El amor que te da un animal es tan puro y desinteresado que es un orgullo y una bendición tenerlo y devolverlo multiplicado en besos, abrazos y compañía.
El que nunca lo ha conocido no sabe lo que se pierde.:)
 
MI PERRO NO ES MI HIJO, PERO YO SOY SU MADRE
por Brenda Chávez

Mi perro no es mi hijo. Estoy harta de oír a gente que diga “como no tienes hijos, tu perro es como tu hijo” o “tratas al perro como un hijo y no lo es”…

Sé que no es mi hijo, es mi perro. No soy madre, no lo soy. Tengo claro que el sentimiento de una madre a un hijo no se puede igualar y no puedo imaginar cómo será…

Tengo un perro. Un perro al que adoro sí, pero es un perro. A diferencia de un hijo, mi perro nunca se hará mayor mentalmente, no se irá de casa o me cuidará cuando sea viejita. No se hará independiente ni válido por si mismo: siempre me va a necesitar para poder comer, beber o simplemente hacer deporte.

Nunca será adolescente y como además tampoco hablará, no escucharé nunca frases típicas de un hijo quinceañero deslenguado como “paso de ti”, “tú es que no me entiendes”, “que pesada eres”, “no tienes ni idea”. Al igual que esas cosas, tampoco oiré un “te quiero”, “gracias”, “te necesito”…

No me juzgará, ni cuestionará mis ideas o mis decisiones. No me pedirá una PLAY, un juguete, un capricho…

A diferencia de un hijo, nunca veré parte de mí en mi perro: ni física ni psicológicamente, es decir, no veré un legado. Veré a mi perro crecer tanto que le veré envejecer y no él a mí, como lo haría un hijo. No sólo seré quien le cuide sino seré quien le vea irse para siempre, así, de manera natural y no por una desgracia de la vida. Simplemente, ese será nuestro destino.

Mi perro es un animal, no una persona y tampoco es mi hijo. Sin embargo, yo sí soy su madre. ¿Irónico? ¿cómo puede ser? creo que ha quedado claro lo que es un hijo, pero… ¿y una madre? ¿qué crees que es una madre?. Para mí, una madre es alguien que se sacrifica por sus hijos, cuida de ellos, cambia su vida por el bienestar de su familia. Una madre mima, educa y quiere incondicionalmente siempre. Por todo esto, mi perro no es mi hijo, pero yo sí soy su madre.
:love:
Soy todo lo que tiene, soy su líder de la manada. No soy su ama, ni dueña. Para él soy parte de su familia, de lo que para un perro es su familia.

Me da pena quien no lo entienda porque jamás sabrá lo que es sentir el amor de un ser que no habla, que no madura, que no se expresa como un humano… No podrán tener lo que yo tengo al observar esa mirada con la que mi perro me lo dice todo.

Mi perro no es mi hijo, pero yo soy su madre. Gracias a mí tiene una vida plena, sana y que con tan poco es feliz y no te exige nada más. A cambio de lo que para un humano es apenas nada, tú eres su todo.

Madre-hijo es una conexión natural, que sale sola y que es inigualable seguro. Pero la conexión con un animal no lo es, no todo el mundo puede acceder a esa sensación tan maravillosa.

Sólo espero que los hijos de esas personas que no entienden lo que yo siento y que no comprenden la importancia de un animal para algunas personas, tengan un animal (ya sea perro, gato, caballo…) y puedan obtener esa conexión que yo tengo con mi perro.

¡Me encanto!
 
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