Peñafiel reconoce que el rey Felipe se está quedando cada día más solo

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Jesús Cachovozpopuli autores

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OPINIÓN

Guerra al Borbón: El Rey, nuevo objetivo a batir por el separatismo
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Imagen de la inauguración de los Juegos Mediterráneos Europa Press

24.06.2018 - 05:15

"El Gobierno de España jamás ha hecho política con un evento como este y tampoco la va a hacer. Estamos en un proceso de normalización de la vida democrática, aspiramos a tener -en justa reciprocidad- las mismas respuestas por los distintos gobiernos. Es decir, la normalización democrática que propone el Gobierno debe ser respondida con la normalización democrática que apetezcan otras comunidades autónomas” (sic). Como en el famoso diálogo de los hermanos Marx, “La parte contratante de la primera parte, será considerada como la parte contratante de la primera parte”. El copyright de esta farragosa y casi ininteligible cita pertenece a esa virtuosa de la oratoria cervantina que es la nueva ministra portavoz Isabel Celaá, una joya, un descubrimiento, ¿cómo hemos podido vivir sin ti hasta ahora? La perla de ese maravilloso Gobierno que Pedro Sánchez se sacó de la manga y que en dos días se nos ha quedado en nada. Ya es oficial: para Sánchez, en Cataluña no pasa nada. No hay ningún problema. Algo tan sencillo como eso no fue capaz de descubrirlo la listísima Soraya en sus años de oposiciones a la presidencia del Gobierno en Moncloa.

Y como no hay problema, no hay nada que arreglar. Así de sencillo. Todo se reduce a tender la mano, ser muy simpáticos y llevarse bien con el catanaziTorra y sus chicos. “Estamos en el empeño de normalizar, evitar tensiones y avanzar en ese territorio que nos parece muy favorable. Es necesario iniciar la cura, el tratamiento”. Si no hay enfermedad, ¿para qué necesitamos tratamiento? Por desgracia, parece que sí hay problema. El miércoles, Kim Jong-Torra remitió una carta al Rey conminándole a disculparse por el discurso del 3 de octubre en el que, ante el pánico del patético Rajoy, el monarca instaba al Gobierno a hacer cumplir la Ley en Cataluña. El Jefe del Estado debe disculparse ante el racista Torra. Esas tenemos. Y el viernes, quizá para que se enterara la pobre Celaá, el citado se largó un discurso que cabe calificar de quintaesencia de la arrogancia totalitaria contra un Estado que ha optado por ponerse de rodillas, en lugar de mantener “la dignidad de la andadura vertical y del paso erguido del hombre”, que decía Bloch, para anunciar que no asistiría a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo que esa misma tarde iba a tener lugar en Tarragona con la presencia de Felipe VI y de Sánchez. Pero eso no es todo: “El Govern rompe relaciones con la Casa Real” de manera que, a partir de ahora, ningún miembro del equipo Torra asistirá a actos organizados por el Monarca. Al final hizo acto de presencia en el palco, a la izquierda del Rey y del propio Sánchez. Y como un corderillo.

Guerra al Borbón. Estaba cantado. Desaparecido el enemigo que ha mantenido cohesionado al separatismo, muerto Rajoy como sujeto de todos los males del “pueblo de Cataluña” y por tanto desinflado el “relato”, el separatismo ha decidido fabricarse un enemigo nuevo y de mayor arboladura para mantener viva la llama de la gran mentira. Y apuntan nada menos que al Jefe del Estado, al que se le exige que se disculpe por algo ocurrido ocho meses antes, y cuya capacidad de maniobra es muy escasa reglado como está su papel por el mandato constitucional. Cansados de provocar y no obtener respuesta, los separatistas han decidido elevar la apuesta, apuntando a lo más alto, disparando a la cabeza, deslegitimando al Jefe del Estado como garante de la unidad de España. Ya no es el presidente del Gobierno del PP, sino la institución monárquica; ya no es el pelele Rajoy, sino el Rey, y tras el Rey iría por el desagüe el régimen de libertades que consagra la Constitución del 78. El desafío es total, convencidos de que romper España es el paso obligado para lograr su independencia. Con el añadido de que en la guerra contra el Rey, los catanazis esperan verse acompañados por la asilvestrada izquierda española.


Y no hay noticia de que el señor Sánchez haya salido al corte de esa intoxicación, haya dado un solo paso para cortar en seco semejante perversa estrategia. Obligado por razón de cargo a hacer de pararrayos institucional, Sánchez no ha dicho esta boca es mía. Bueno, sí, ha mandado en plan avanzadilla a la Celáa para decir que en Cataluña no pasa nada: “Estamos en un proceso de normalización de la vida democrática”. ¿No es maravilloso? Ocurre, en realidad, que Pérez-Castejón no puede decir nada porque quienes le han llevado al poder, los responsables de esa auténtica “conjunción planetaria” –ésta sí, Leire, este sí ha sido un auténtico alineamiento astral, y no lo de Obama y Zapatero con sus respectivas circunstancias- que por sorpresa ha colocado a Sánchez en la presidencia del Gobierno de España han sido precisamente los separatistas, en compañía de otros artistas del mambo de similar compostura.

Iceta adelanta la fórmula de la rendición
Por fortuna, Sánchez, especialista en perder cuantas elecciones ha disputado y cada vez con peores resultados, insiste en haber llegado al Gobierno sin hipotecas, sin deberle nada a nadie. Menos mal. La del dúplex con vistas al mar que se acaba de mercar en la carrera de San Jerónimo podría, sin embargo, salirnos muy cara a los españoles. El gran Iceta se encargó este miércoles –primera sesión de control al Govern en el parlamento catalán- de darnos un avance del tipo de interés a aplicar: “la propuesta socialista para Cataluña pasa por reformar Constitución y Estatuta la vez, y someter los cambios a referéndum”. No está claro si ese referéndum se celebraría sólo en Cataluña, aunque, ya puestos, es muy posible, o en la totalidad del Estado. Por ahí van los tiros. Por aceptar en todo o en parte los planteamientos del nacionalismo supremacista, las exigencias del 47% de catalanes que votaron a las formaciones independentistas en las últimas autonómicas, con desprecio a la voluntad del 53% restante que, para Torra y sus nazis, no son catalanes y, por tanto, no existen.

Porque Sánchez, nuestro ZPII o ZP2 si se quiere, dice que no hay tiempo en dos años –en contra de la solemne promesa efectuada cuando anunció la moción de censura, pretende gobernar dos años sin someterse al refrendo de las urnas-, para arreglar lo de la financiación autonómica, uf, qué lío, que decía Mariano, pero parece que le va a sobrar para, además de arruinar las cuentas públicas, que eso va de suyo tratándose de un Gobierno PSOE, a meterle mano a esa pequeñez llamada “problema catalán”, esa que Soraya ni siquiera olió durante el tiempo que ejerció como virreina, con la intención de arreglarlo él solito y consagrarse cual moderno Esparterocapaz de llegar al abrazo con el nuevo Zumalacárregui carlista catalán, a quien previamente, suponemos, habrá convencido de que los españoles tenemos nuestros defectillos, desde luego, qué se le va a hacer, pero no somos esa descerebrada raza inferior con la que no merece la pena hablar porque ni siquiera sabe hacerlo. Él solito va a lograr el milagro. Si Ortega y Azaña levantaran la cabeza, volverían a morirse del susto.

Para adentrarse en la cueva del dragón, Sánchez quiere contar con la inestimable ayuda de Pablo Iglesias. Tal vez harto del saltimbanqui Iceta, el nuevo presidente quiere convertir a Pablenin en su “Sorayo” particular, su virrey catalán, un auténtico sin sentido que solo se explicaría en el supuesto de que el socialista pretendiera tener al chavista entretenido en este tipo de juegos, te voy a pedir un favor importante, me vas a engrasar una negociación como solo tú y tu amigo Xavier Domènech podéis hacer, algo tan importante como Cataluña, y además vas a ser mi socio de referencia en el Congreso, vas a tener ese estatus especial, porque si de verdad Sánchez cree haber encontrado un apoyo leal en Iglesias es que es más tonto de lo que parece o es que a Iván Redondo se le ha subido el éxito de su golpe de mano del 1 de junio a la cabeza y se ha vuelto gilipollas. De esto hablaron Sánchez e Iglesias en la entrevista secreta que mantuvieron en Moncloa hace escasas fechas. Un encuentro del que muy poco o nada se conoce y sobre el que la tropa periodística podemita guarda escrupuloso silencio. ¿Qué pactos se alcanzaron en esa reunión? Nadie lo sabe, pero el miércoles, en el Congreso, al marqués de Galapagar solo le faltó repetir con Sánchez el famoso beso en la boca a lo Brézhnev que ya ensayó con su conmilitón Domenech. De babero.

Acabar con el régimen constitucional del 78
El separatismo se ha crecido. Porque ahora en Moncloa habita un tipo bizcochable dispuesto a tragar carros y carretas con tal de asegurar su presidencia (“este es un Gobierno para seis años”, dijo a sus íntimos tras presentar días atrás su Gabinete-ensalada). Es la consecuencia directa de la traición de Mariano y su insólita decisión de servir el Poder en bandeja a un oportunista sobre el que nadie sabe qué es lo que quiere hacer con España, al margen de mucho Aquarius, mucho Valle de los Caídos, mucha Manada, y mucho folclore en plan memoria histórica. Mariano se exilia en Santa Pola y deja un PP abierto en canal, con serias posibilidades, tras el voluntario apartamiento de Feijóo, de que Soraya, su eterna ama de llaves, se haga con el control del partido dispuesta a convertirlo en un reflejo de su propia personalidad: una cosa indefinible a medio camino entre la tecnocracia y la nada, una especie de partido socialdemócrata bis, más que dispuesto al famoso “diálogo” con Cataluña, es decir, a ceder a las pretensiones de los enemigos de la unidad de España y su libertad. Dispuesta incluso a certificar al alimón con Sánchez el final del régimen constitucional del 78, que este es el meollo de lo ocurrido el 1 de junio. ¿El “rebote del gato muerto” del bipartidismo? Tal vez sea lo que explique la rendición de Mariano ante una moción que hubiera podido desmontar fácilmente con su dimisión. A Ciudadanos se lo están poniendo como dicen las crónicas se lo ponían a Fernando VII con el billar, porque ninguno ha contado con el pueblo español para estos tejemanejes. ¡Albert, despierta!
 
Juan Carlos, tuvo la inmensa suerte de que España prosperó mucho en su reinado.La gente tenía su trabajo y no se preocupaban de otra cosa. Felipe se ha encontrado una España en la ruina, y ellos siguen con los mismos lujos.El tener el palacio de Palma para 15 días al año en la situación actual les tenían que dar vergüenza.

España también atravesó graves crisis económicas bajo el reinado de Juan Carlos, pero supongo que había mayor conciencia de transición y esperanza de un futuro mejor. El futuro ya ha llegado, ha pasado mucho tiempo, y asistimos a un país en descomposición política, desaliento social y derroche económico sin haber salido aún de la crisis. Estoy de acuerdo contigo en que a la corona le tendría que dar vergüenza su despilfarro, pero que la m*erda de políticos que tenemos no nos pretendan distraer de su propio despilfarro, con tropecientos organismos duplicados e innecesarios, tropecientas autonomías gastando a toda mecha y tropecientos privilegios de tropecientos políticos de los que sobran más de la mitad. Estoy releyendo el libro "La Casta Autonómica" y es que me hierve la sangre. Los españoles tenemos que despertar.
 
El tipo metió la pata hasta el fondo cuando tomó partido como portavoz del PP para atacar a los independentistas catalanes el 3-O, en ese discurso de vergüenza en que dejó claro que es un rey politizado. Exactamente como su abuelo, Alfonso XIII, que llegó a apoyar el golpe de Estado de Primo de Rivera. Y al caer Primo, cayó la Corona, claro.

El Juancar era y es ultraconservador, pero sabia que como rey tenia que procurar que no se le notasen las preferencias- -además, así podía contar con el beneplácito de cualquier Gobierno para hacer la vista gorda a sus chanchullos comisionistas -, en la medida de lo posible, porque según la Constitución el rey tiene que ser árbitro en las controversias, procurar la conciliación de las partes por el bien de todos. El malcriado de la ultrafacha Sofia - cuya metete madre Federica aconsejó a su hijo Constantino que apoyase el golpe de Estado de los Coroneles y así acabaron en el exilio- no es consciente de cual es realmente su papel, meramente representativo y de árbitro. Su discurso del 3-O le "significó" políticamente, además cometió el error de no condenar la violencia policial contra el pueblo que votaba el 1 -O y, claro, ahora si el Gobierno hace acercamientos a los independentistas él queda de c... Esto le pasa por querer ir de mandamás, no entiende lo que es la politíca, por eso el rey debe quedarse por encima de la controversias e intervenir solo para mediar. Jajajaja, preparado para el exilio, jajajaja...Y ésto le habría pasado con cualquier esposa, porque él es así, arrogante sabelotodo metepatas,y como republicana, aplaudo la situación en la que se encuentra, por bocazas.
 
Paren ya de repetir """"el discurso de los coj*nes"""".
EL REY NO DIJO NADA.
N A D A.
Por favor.
La prensa es estúpida repitiendo una y otra vez el llanto del secesionismo.

Bueno, la soledad del rey debe tener varios canales.
Yo me pregunto una cosa,
una esposa, ¿puede ser traidora?. Mas allá del amor y los cuernos y las relaciones familiares, mas allá de dejarlo en ridiculo con su comportamiento y su forma de ser. En este caso, una esposa, podria ser traidora en asuntos....relacionados con el Estado?.
Ya lo creo que dijo y dijo bastante .
Demostró tener menos luces de las que se le suponía , un rey jamás debe posicionarse a favor o en contra de un partido político , porque cuando cae ese partido político enfanga la figura del rey .
Claro que para eso ya tiene a su cuñao , a su sra , a su papi y a las amigas de su papi .
Toda la FR es corrupta . No se nos olvide . Felipe también estaba en los temas de Urdangarin . Como todos . A Felipe lo único que le preocupa es perder su sillón para posar su culo gordo .
 
Juan Carlos poderia tener todos los defectos, pero era muy listo y grande negociador. España fue un pais entero con el. Imagen publica de Familia bien avenida, niños en las revistas, la Familia Real siempre estaba en el escaparate. Muy listo JC. Su hijo lo estragó la Madre, que hice de todo para que fuera Rey y desplazase al Padre. Ahora ahí está el " preparado". Viendo las fotos de William de viaje a Israel......su Familia, su forma de estar, que diferencia........preparado me parece William para ser Rey.
 
El tipo metió la pata hasta el fondo cuando tomó partido como portavoz del PP para atacar a los independentistas catalanes el 3-O, en ese discurso de vergüenza en que dejó claro que es un rey politizado. Exactamente como su abuelo, Alfonso XIII, que llegó a apoyar el golpe de Estado de Primo de Rivera. Y al caer Primo, cayó la Corona, claro.

El Juancar era y es ultraconservador, pero sabia que como rey tenia que procurar que no se le notasen las preferencias- -además, así podía contar con el beneplácito de cualquier Gobierno para hacer la vista gorda a sus chanchullos comisionistas -, en la medida de lo posible, porque según la Constitución el rey tiene que ser árbitro en las controversias, procurar la conciliación de las partes por el bien de todos. El malcriado de la ultrafacha Sofia - cuya metete madre Federica aconsejó a su hijo Constantino que apoyase el golpe de Estado de los Coroneles y así acabaron en el exilio- no es consciente de cual es realmente su papel, meramente representativo y de árbitro. Su discurso del 3-O le "significó" políticamente, además cometió el error de no condenar la violencia policial contra el pueblo que votaba el 1 -O y, claro, ahora si el Gobierno hace acercamientos a los independentistas él queda de c... Esto le pasa por querer ir de mandamás, no entiende lo que es la politíca, por eso el rey debe quedarse por encima de la controversias e intervenir solo para mediar. Jajajaja, preparado para el exilio, jajajaja...Y ésto le habría pasado con cualquier esposa, porque él es así, arrogante sabelotodo metepatas,y como republicana, aplaudo la situación en la que se encuentra, por bocazas.


Estoy de acuerdo en CASI todo, la diferencia entre Federica-Constantino es que éste subio al trono con 24 años porque habia fallecido su padre y su madre lo aconsejaba, el preparao cuando subio al trono llevaba 10 años casado, su padre continuaba vivito y coleando y tenia 46 años , es decir mas atontao no nace, no porque mama lo hubiera malcriado ( que ,lo malcrio ) , porque su papa se escaqueo de criarlo porque andaba muy entretenido detras de faldas de turno , a JC le era mas comodo dejar en manos de otros la educacion de sus tres hijos. En cuanto a su cargo, ciertamente el padre siempre fue un crápula, pero socialmente sabia nadar, guardar la ropa y procurar que politicamente la plebe estuviera contenta. Tenia mano izquierda y si convenia tambien derecha para apaciguar a la gente. Todro lo contrario a este trozo de pasmarote que hay ahora.
 
Ya lo creo que dijo y dijo bastante .
Demostró tener menos luces de las que se le suponía , un rey jamás debe posicionarse a favor o en contra de un partido político , porque cuando cae ese partido político enfanga la figura del rey .
Claro que para eso ya tiene a su cuñao , a su sra , a su papi y a las amigas de su papi .
Toda la FR es corrupta . No se nos olvide . Felipe también estaba en los temas de Urdangarin . Como todos . A Felipe lo único que le preocupa es perder su sillón para posar su culo gordo .
Sí debe posicionarse. No con un partido político pero sí con la unidad de España. Es que los separatistas ya no saben ni qué decir. ¡Qué horror!
 
España, ¡sin Jefe de Estado!
Por
Manuel Domínguez Moreno / José Antonio Gómez
Diaro 16
27/06/2018

Aunque la inutilidad y la inoperancia de la actual Jefatura del Estado ya es algo que la sociedad española va descubriendo poco a poco y los ciudadanos y ciudadanas están despertando del mal sueño de la empatía hacia la Corona, la realidad es que en el último mes se ha demostrado como nunca que el actual modelo democrático en lo referente a la Jefatura del Estado no sirve para nada. La Monarquía ni sirve al pueblo ni sirve al país. Sólo despierta interés por el amarillismo de informaciones que en nada afecta al bienestar de la ciudadanía. ¿Qué le importa a una familia desahuciada que Letizia Ortiz no quisiera reunirse con Ivanka Trump? ¿Qué le importa a una familia de clase trabajadora explotada y con salarios por debajo del umbral de la pobreza que haya rumores de divorcio? ¿Qué problemas resuelve la Monarquía a su pueblo? Los mismos que resolvía Luis XIV en Francia o Fernando VII en España, es decir, ninguno.

En estas últimas semanas los españoles hemos vivido una serie de crisis de distinta índole en las que un Jefe de Estado de los de verdad hubiesen intervenido de una forma u otra o se habrían puesto en vanguardia en representación de su pueblo y de sus instituciones.

¿Qué ha hecho el Jefe del Estado español durante la crisis política provocada por la sentencia de la Gürtel? Firmar los correspondientes decretos posteriores a la moción de censura y mirar atentamente en las juras de las ministras, de los ministros y del presidente del Gobierno. No ha hecho más. Un Jefe de Estado de los de verdad habría intervenido cuando se hizo pública y habría tomado medidas porque el prestigio de España estaba en juego al mantenerse en el Gobierno un partido condenado por haberse lucrado de la corrupción.

¿Qué ha hecho el Jefe del Estado español en la crisis migratoria que está viviendo Europa sobre todo por el crecimiento de los ministros o los gobiernos xenófobos? Nada, no ha hecho nada. Ante la decisión de Pedro Sánchez de acoger a los seres humanos del Aquarius que el fascista ministro italiano Matteo Salvini pretendía que murieran de hambre en la mar Felipe de Borbón tendría que haberse puesto en vanguardia, en primer lugar, para defender a esas 630 personas de la barbarie xenófoba que se extiende por Europa y, en segundo lugar, haberse enfrentado directamente con Salvini a través de los canales diplomáticos que fueran necesarios.

En referencia a esa crisis migratoria, esta semana se celebra una cumbre europea en la que España nuevamente estará huérfana de su Jefe de Estado porque ante una crisis humanitaria de esta envergadura es mucho más rentable para la institución a la que representa quedarse de perfil y que sean otros los que den la cara. Un Jefe de Estado no hace eso. Martin Luther King decía que «un hombre no mide su altura en los momentos de confort, sino en los de cambio y controversia», una máxima muy aplicable a nuestro país.

En referencia a la crisis humanitaria provocada en Estados Unidos por las políticas xenófobas y fascistas de Donald Trump, nuestro Jefe de Estado se mantuvo al margen. El día en que se hicieron públicas las fotografías de los niños metidos en jaulas tras ser separados de sus padres, Felipe de Borbón visitó la Casa Blanca y no hizo ninguna referencia a la inhumanidad de una situación que revolvió las tripas a todo el mundo. Esta falta de sensibilidad por parte del Jefe de Estado español también transmite la imagen de España y, por lo tanto, el mundo vio a un señor alto saludando sonriente a la prensa mientras guardaba silencio ante la ignominia y la sinrazón. Esa no es la imagen de nuestro país ni de sus ciudadanos, quienes dieron un ejemplo ante el mundo de solidaridad con el acogimiento de los seres humanos del Aquarius.

Si miramos hacia atrás tenemos cientos de ejemplos en los que el Jefe del Estado español le ha dado la espalda a su pueblo. Ni él ni la institución a la que representa hicieron nada ante los desahucios; no influyó nada ante una reforma laboral que iba en contra de los intereses del pueblo; no intermedió ante el gobierno para que se priorizaran los intereses de los ciudadanos y ciudadanas a los intereses de las élites financieras. En medio de la peor crisis territorial que ha vivido España en su historia, Felipe de Borbón decidió, en vez de apoyar el derecho democrático al sufragio de los catalanes, adherirse al discurso ultranacionalista de Albert Rivera, Soraya Sáenz de Santamaría o Xavier García Albiol.

Los defensores del actual modelo de Estado siempre justifican esto en que son las funciones que le tiene conferidas la Constitución. Si lo correcto es tener a una institución cuya función es absolutamente inútil para el pueblo al que debe servir, entonces España tiene la Jefatura de Estado vacante y una democracia fuerte no puede permitirse algo así. ¿Será que España tiene una democracia fallida?
 
A Felipe le falta mucha mano izquierda que si tenia su padre.
Felipe ya nacio Principe, con privilegios y todo ganado.
JC no sabia que podia pasar...Tuvo que nadar y guardar la ropa muchas veces, disimular, hacerse el tonto y tantear muchas sotuaciones.
Felipe es muy plano y apatico.Da la sensacion que quien lleva la batuta en casa es su mujercita y fuera se deja llevar por inercia.
Un rey ( si es que sirve de algo) debe unir, no apartar a los que ya se quieren ir.No excluir a nadie.El.discurso de Navidad fue inapropiado.Se que seguramente le viene escrito y poco puede cambiar...pero creo que ni intencion.
Cuando se sale del guion parace tener poco recorrido.
Son otros tiempos distintos a los de su padre.La democracia esta consoludada y los retos otros a los que no se sabe enfrentat.
La actual familia real cae mal..Empezando por la Reina, siguiendo en Felipe y continuando en sus hijas grandes desconocidas.No tiene el apego del pueblo.
Se añaden nuevos tiempos con tecnologias y medios de comunicacion digitales , al momento que no pueden ocultar la realidad
 
Sí debe posicionarse. No con un partido político pero sí con la unidad de España. Es que los separatistas ya no saben ni qué decir. ¡Qué horror!
Para defender la unidad no hace falta decir en un discurso lo que el PP le ha mandado decir . Se supone que es rey de todos : separatistas , nacionalistas , socialistas o de derechas .
Muy mal . Ni siquiera una palabra por la gente que fue maltratada y golpeada .
No veo diferencia con la frase de Cospedal , que ya tenía preparados los tanques para entrar en Cataluña .
Mentalidades prehistóricas .
Ser político hoy en día significa hablar , pactar , tender puentes … Jamás amenazar .
Si no sirven que lo dejen .
 
Para defender la unidad no hace falta decir en un discurso lo que el PP le ha mandado decir . Se supone que es rey de todos : separatistas , nacionalistas , socialistas o de derechas .
Muy mal . Ni siquiera una palabra por la gente que fue maltratada y golpeada .
No veo diferencia con la frase de Cospedal , que ya tenía preparados los tanques para entrar en Cataluña .
Mentalidades prehistóricas .
Ser político hoy en día significa hablar , pactar , tender puentes … Jamás amenazar .
Si no sirven que lo dejen .
¿Hablar, pactar? ¡Qué gracia! Estoy del diálogo hasta el moño. Si hay que dialogar se hace con gente que no cometa delitos, que no maten, que no provoquen golpes de estado, que sean demócratas..............Sí, demócratas, esa palabra que parece no gustar a cierto sector. Con la ley en la mano. Y si no les gusta esa ley que se larguen con viento fresco pero que no nos amarguen ni nos perjudiquen al resto de españoles, que ya estamos hartísimos.
 
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