El humor, el humor de su vida, lo que se ha reído del marido calentando su cama a los pocos meses es pocoEstoy de acuerdo contigo. Ahora cobra sentido que el día de la muerte del marido brindase con champagne y anduviese haciendo fiestas incluso en el entierro. Cuando se muere alguien de quién estás enamorada y al que quieres mucho de lo que menos tienes ganas es de risas. Te quedas destrozada y perdida. Ni un año de luto ha guardado la Padilla para su marido, para el amor de su vida según ella.