Es que con la calaña y la gentuza que se movía por el pantano (no se ahora, pero en aquella había hasta rumanos y gente del este) es impensable que viviera y durmiera allí sin un arma con la que protegerse.extracto del libro de Tura:
«Cafetería Boston de Girona. Tura Soler pide un café mientras espera a que llegue el hombre con el que ha quedado. No lo conoce. Se trata de Ivan Soler, el hijo de Bartomeu.»«Ivan dice que hacía años que no sabía nada de su padre, ni siquiera dónde vivía. Y fue precisamente el 22 de agosto de 2017 —dos días antes de la desaparición deMarc y Paula— cuando una amiga le dijo que había visto a su padre en el pantano.»«—Y cuando se supo lo del crimen, mi madre y yo lo primero que pensamos fue que mi padre les habría metido un par de tiros a aquella pareja con una escopeta o una pistola. Yo pensé que los chicos se habrían puesto gallitos, que él se habría encabronado y que los habría eliminado. Es que él, aunque no esté diagnosticado, tiene que ser bipolar, porque tiene unos cambios de humor bruscos, bruscos...»«—¿Y sigues sospechando? ¿Sigues pensando que podría haberlo hecho Bartomeu? —pregunta intrigada Tura. —Yo, como conozco a gente de la comisaría de los Mossos de Santa Coloma, fui, les expliqué mis dudas y ellos enseguida me dijeron que me quedara tranquilo, que Bartomeu no era sospechoso. Que había unas fotos en las que se lo veía pescando, lejos de donde pasó todo. ¡Y como me dijeron tan seguros que lo habían descartado me fui tranquilo!»
Hasta el propio hijo de Bartomeu sospechó de él en un primer momento...
Cuando a Bartomeu se le preguntaba cualquier cosa sobre el pantano él lo sabía todo, sin embargo el día del crímen no habia escuchado ni visto nada.
Cuando le enseáron las fotos en las que supuestasmente estaba pescando cerca de la presa se sorprende y dice "anda mira si se me ve la gorra que llevaba ese día", cuando claramente en las dos fotos que hay no se puede apreciar que lleve gorra ni que fuese él.
Y por último la aparición de los teléfonos móviles en su cabaña, donde tenía fotos desde 2015 hasta 2018 pero en las fechas del crimen y meses posteriores por casualidad no hay ninguna, aparte que estos teléfonos fueron entregados al hijo de Bartomeu lo que quiere decir que alguien manipuló los teléfonos y los volvió a dejar en la cabaña.
Hay muchos indicios para pensar que Bartomeu tuvo algo que ver en el crimen... y tampoco me creo que Bartomeu no tuviera un arma de fuego en la cabaña.