Bastante se quejan para la suerte que tienen. Han podido disfrutar del embarazo tranquilamente sin estar agobiados por el trabajo y las obligaciones del día a día. Ahora ambos están en casa, tienen medios económicos y tiempo suficiente para organizarse bien y sin la presión de cada día me queda menos día de baja paternal/maternal. Es que se quejan de vicio, su día a día es el de la marmota, no tienen un trabajo al que ir ni obligaciones que hacer, solo comer, cuidar a la niña y descansar y a aún así están amargados…