PATRICIA AGUILAR, 18 AÑOS, SECUESTRADA EN PERU

Es un poco "bruto" lo que diré, pero al final, ella no fue secuestrada, se fue por propia voluntad a meter a esa secta, tuvo un bebé con ese tipo. Influenciada sí, pero no obligada.

Aún así, no imagino todo lo que debe haber pasado por su cabeza para dejarse influenciar así, somos débiles y como seres humanos procuramos siempre sentirnos seguros, tal vez su inseguridad la llevó a refugiarse en el peor lugar.
 
Ya, me imagino que poco a poco les convence, pero aun asi, esque en el momento que llegara a ese discurso... Es que suena como a chiste...

Yo pienso lo mismo

Pero he vivido un caso similar, sin irse a perú, pero de sumisa y dándole todo el dinero a sus monjes budistas...

De un día para otro vegetariana, anticonsumismo (pero el dinero para ellos y su templo claro) etc etc


Muy como la vida de patricia en perú pero aquí.

Y claramente era una persona muy débil mentalmente, con problemas emocionales, ninguna pareja le duraba bla bla bla


Vamos te sientes sola, eres complicadita, un poco tonta por qué no decirlo, y pum!!

Cocktail explosivo
 
A mi una cosa que me mosquea, es que dijo hace un año y medio que volvería en año y medio, y justo ha vuelto...

Solo espero que no rechace a la niña... Que el angelito no tiene la culpa de nada...
 
Diario del padre de Patricia Aguilar: misión cumplida


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544 días después. Alberto Aguilar recibe al fotógrafo de Crónica en su casa de Elche. «Poco a poco, todos empezaremos a hacer una vida normal», cuenta el padre coraje. FITO GONZÁLEZ

Esta historia es un regalo para cualquier periodista. Tiene luz y drama. Acción y misterio. Y, lo más importante, un final feliz. Los buenos sonríen. El transportista de pan que se prepara para ser bombero ha vencido al Príncipe Gurdjieff. Y el villano ha acabado entre rejas. Ya se lo advirtió Alberto en una carta hace tres meses: «No voy a parar hasta encontrarte y que sientas mi aliento en tu nunca». Y sopló en su nuca hace unos días delante de un tribunal peruano. Las aventuras y desventuras de Alberto Aguilar Berna (Alicante, 1971) y de Patricia Aguilar Pérez(Elche, 1998), padre e hija, han durado demasiado: 544 días. Él se ha sacado en este tiempo el carné de policía y de padre coraje. Ella, la joven que fue al cumpleaños de un amigo y acabó en una secta en la selva de Perú, ya está en su casa de Elche. Alberto perdió hace 18 meses a una hija. Fue hasta el «fin del mundo» en su búsqueda. Y volvió con Patricia, ahora de 19 años, y una nieta, Naaomi Tana, que hasta hace poco no sabía de su existencia. Ambas aterrizaron en España con cinco kilos menos. Llegó desorientada, con la mirada perdida y absorta porque su historia había abierto telediarios y periódicos. «Nunca tuvo la sensación de ser rescatada», comenta su padre. «El otro día fue a comprar al supermercado con su madre para hacernos yuca». Alberto Aguilar saca pluma y tiempo para escribir un pequeño diario del reencuentro:

1 JULIO 2018, en una de las conversaciones que teníamos Olinda Valverde [la madre de Maryori, otra de las chicas captadas por la secta] y yo a título informativo con los técnicos Capcha y Huarcaya [los policías de la división de desaparecidos], nos comunican que saben que Patricia está con los niños, pero que todavía no la han visto. [Félix Steven Manrique Gómez, el gurú de la secta Gnosis, había tenido cinco hijos con las tres mujeres que había reclutado para convertirse en sus esposas, entre ellas Patricia, con el propósito de «repoblar el mundo cuando llegue el Apocalipsis»].

Éste fue el primer y gran respiro después de año y medio de búsqueda. Hasta ese momento, incluso pensaba que Steven podía haber vendido a mi hija o que estaba muerta... qué sé yo. Nosotros estábamos en Lima y fue al día siguiente cuando ya nos confirmaron que Patricia se encontraba en medio de la selva, a una distancia de entre 40 a 60 minutos andando de San Martin de Pangoa. Al fin habían logrado verlos. Nos dijeron que tuviéramos paciencia, que iban a estar investigando y a esperar a que fueran haciendo su vida cotidiana, para pillarles en el momento que menos se lo esperaran.

De pronto, al tercer día, todo se precipita y nos avisan de que van a tener que intervenir porque sospechan que quieren huir. En las escuchas telefónicas han oído a los de la secta hablar de que se sienten vigilados. Llega la intervención y, después de detener a Steven, se aventuran a buscar a Patricia y a los niños en la selva. En ese momento, Olinda y yo teníamos el corazón en un puño. Pasaron unas seis o siete horas hasta que volvimos a tener noticias. Y por fin se produce la llamada: es Huarcaya y habla con Olinda mientras yo conducía por las calles de Lima en dirección a la Fiscalía.

5 JULIO 2018. Huarcaya comunica que están todos los niños, que han encontrado a Patricia y también dice que hay un bebé. Esto último, Olinda no me lo comenta en ese momento... pero yo veo en su cara que hay algo que no me quiere decir. Al llegar a la Fiscalía, Olinda me coge la cabeza y me dice: «Alberto, eres abuelo». De pronto, se me llenaron los ojos de lágrimas y la abracé con toda mi alma.

Los técnicos [policías] nos dijeron que les iban a traer de vuelta a Lima. Al día siguiente, a las ocho de la mañana, aparecieron en el autobús de línea después de 11 horas de viaje. Hacía dos años que no había visto a Patricia y no pude contener la emoción. Pero en ese momento no me quise acercar por recomendación de los psicólogos. Tardé una semana y media en encontrarme con ella. En ese tiempo, iba a diario a la Fiscalía, a la administración, a arreglar todo el papeleo. Hasta que por fin me comunicaron que ya podía hablar con mi hija, que ella había solicitado verme. Me puse muy nervioso. Se me volvieron a llenar los ojos de lágrimas, la abracé y me senté a su lado. No quería despegarme de ella. Comenzamos a hablar y tuvimos una conversación muy fluida, tanto que tuvieron que entrar los psicólogos para decirme que ya había pasado el tiempo y que ya la vería en otro momento. Mi hija me dijo que quería volver a casa, que quería un rejoj y que le gustaría comer turrón de yema tostada y un kebab del Zeki (un restaurante turco de su barrio de Elche).

A partir de este primer encuentro fue todo mucho más fluido. A Patricia y a mí nos convocaron desde el Ministerio de la Mujer para volver a vernos. Tuvimos así dos o tres encuentros, en los que hicimos varias videollamadas con sus abuelos, con su mamá y su hermano.

A partir del tercer encuentro con Patricia, ya podía ir a visitarla al albergue donde estaba, un centro de Manos Unidas gestionado por unas monjas. Entonces, en ese albergue, fue la primera vez que vi y cogí en brazos a mi nieta, Naaomi Tana. Mientras, se estaban gestionando los papeles para poder salir a España con mis dos niñas. En el tiempo libre que tenía, salía a comprar ropa y pañales para Naaomi.

9 AGOSTO 2018. Fue un día muy emotivo. Me tuve que despedir de mi otra familia en Perú, con la que pasé dos meses. Ellos siempre quedarán en mi recuerdo. La despedida más difícil fue con Olinda, mi compañera de batalla, mi sombra, mi apoyo que no me dejó solo en ningún momento. Finalmente, una persona del Ministerio de la Mujer nos trasladó al aeropuerto. Allí Patricia se despidió de las monjas que la cuidaron tras su rescate.

Al aterrizar en Madrid, la policía nos ayudó a salir del aeropuerto por otra puerta que Patricia no se sintiera aturdida por toda la expectación que había levantado su historia. Una amiga de la familia nos llevó hasta la estación de Atocha, y cogimos un tren hasta Alicante, donde otro amigo nos llevó hasta nuestra casa de Elche. Allí estaban todas las personas que Patricia había pedido que estuvieran. Todos lloraron al verla y al conocer a Naaomi. Lo celebramos con un almuerzo que siempre recordaremos.


  • Huida y rescate de Patricia
Todo empezó en enero de 2017. Patricia, sin dar ninguna explicación, se largó. Estaba cursando el segundo trimestre de Bachillerato Artístico en el instituto Carrús de Elche. Le quitó a su padre 6.000 euros de su cuenta y apagó el móvil. Las pistas de su huida las encontraron sus padres, Alberto y Rosa, en su habitación: folios sobre una secta de nombre Gnosis, salmos, rezos, dibujos, apuntes sobre trámites para casarse en Perú...

Patricia llevaba meses comunicándose por redes sociales con Félix Steven Manrique (34 años), que se presentaba como Príncipe Gurdhieff, el líder de una secta fundada en Colombia en los años cincuenta que ofrecía a las mujeres regalos y alojamiento a cambio de s*x*. Steven se presentaba como una especie de dios enviado a la tierra para repoblarla con una nueva raza tras un Apocalipsis que se acercaba. Para ello necesitaba a nueve mujeres. Patricia se convirtió en la tercera. No fue hasta marzo cuando Alberto puso nombre al tipo que se hacía pasar por su hija en los mensajes de WhatsApp, diciendo que estaba todo bien, que había viajado hasta Perú por su propia voluntad, que no quería volver a saber nada de su familia y que estaba trabajando en una ONG llamada Acoracom. Todo ello Patricia hasta lo soltó en directo en un programa de televisión por Skype. Entonces, Alberto decidió dejarlo todo para ir a buscar a su hija.

Su viaje empezó en Murcia, buscando pistas en el hotel donde estuvo Patricia la última noche antes de coger un avión a Perú. No tuvo suerte. Después contactó con la familia de otra menor de Guipúzcoa a la que Steven también intentó captar, pero esta chica decidió no denunciarle. La policía de España y de Perú también estaban investigando el paradero de Patricia.Pero no había forma de dar con ella. El caso parece paralizado y en enero de 2018, Alberto decide ir a Perú para intentar reactivarlo. Se reunió con autoridades y policías. Investigó las denuncias que el gurú de la secta tenía por violencia de género y por abusos sexuales. También contactó con una mujer con la que Steven había tenido un hijo, que había escapado de sus garras y que le había denunciado por no pagar su manutención. Y buscó a más víctimas del gurú. Incluso localizó a su madre, que considera a su hijo un «ser de luz, que levita...».

Alberto volvió a España y el 9 de junio regresó a Perú. Olinda Valverde, madre de Maryori, otra de las chicas captadas por Steven, le acoge en su casa, en un poblado chabolista en la provincia de Callao. Allí, el padre coraje empapeló las calles con fotos de su hija y del resto de víctimas, ofreciendo 10.000 soles (2.500 euros, casi un sueldo anual allí) por quien las encuentre. Días después, localiza en una avenida principal de Lima un piso en el que Steven vivió con Patricia, dos mujeres y cuatro niños, y los vecinos le cuentan cómo el inmueble quedó destrozado, cómo escuchaban gritos y golpes, relaciones sexuales delante de los pequeños... Cómo cuando salía a la calle Patricia siempre iba acompañada de Steven. Cómo la abofeteaba en público.

La falta de medios de la Policía peruana hizo que Alberto pagara parte de las actuaciones policiales. Costeó el cuarto en el que durmieron dos policías para hacer guardia frente a la casa donde hace dos semanas descubrieron que se ocultaba Steven, en la zona de San Martín de Pangoa, junto a sus otras dos esposas. El gurú estaba localizado, pero Patricia no se encontraba con él. Finalmente, como cuenta Alberto en su diario escrito para Crónica, los agentes peruanos localizaron en la selva a su hija y detuvieron al captor. Félix Steven Manrique se encuentra ahora en la cárcel y tiene por delante nueve meses de prisión preventiva por un delito contra la libertad en la modalidad de trata de personas agravada con fines de explotación.

http://www.elmundo.es/cronica/2018/08/20/5b793c59e5fdea59528b462e.html
 
no tengo ni idea pero creo que serian mas duros con la sentencia en España, por ejemplo cuando recogieron firmas para mandar a su pais a Ana Julia Quezada los propios dominicanos dijeron que con su justicia saldria en dos dias, y sospecho que en Peru puede ser parecido
Solo faltaba que tengamos que mantener a los que han delinquido en el extranjero, que se quede allí que allí está bien, seguro que la carcel es menos confortable que las de aquí .
 
Parece ser que el bebé pesaba con un mes y medio solamente 3,5 kg y tenía varias afecciones como infección respiratoria alta, resfriado, diarrea aguda y rinofatingitis. Por no hablar que ninguna revisión médica, ningún tipo de control ni vacunación. Espero que se recupere pronto y me alegro de que les encontrasen a tiempo.

https://www.elperiodico.com/es/suce...a-patricia-aguilar-secta-peru-sumario-6999006

La vida de Patricia en la secta de Perú: "alquimia sexual" y niños maltratados

El gurú, Félix Steven Manrique, les hacía practicar s*x* sin experimentar placer y pegaba a los niños con la correa del cinturón
Los críos tienen secuelas como "autoestima disminuida, ansiedad, sentimientos de hostilidad y carencia afectiva", según los informes psicológicos

"Steven es el jefe del hogar, como nuestra pareja y padre de los niños, pone las reglas de convivencia. Nosotras trabajamos doce horas diarias y nos hacemos cargo de la manutención de Steven y Patricia y los niños. Él se queda en casa y Patricia, como la buscaban las autoridades, no trabajaba, estaba al cuidado de los pequeños". Es la declaración de una de las mujeres rescatadas junto a Patricia Aguilar y una tercera mujer peruana de una secta en la selva de San Martín de Pangoa (Perú). El sumario de la investigación, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, revela las durísimas condiciones a las que el gurú del grupo, Félix Steven Manrique, en prisión acusado de trata de personas, sometía a sus tres "esposas" y a los cinco hijos que tuvo con ellas como parte de su plan para repoblar el mundo tras el apocalipsis.

"Nos pedía fidelidad, respeto, orden moral, no salir de noche y saber comportarse", explicó una de las tres mujeres, que acaba de dar a luz a su cuarto hijo con Manrique. Otra víctima, que lleva 18 años con el gurú, aseguró que mientras que Steven "acudía a cabinas de internet para conectarse por horas" ella y las otras mujeres "no teníamos la libertad de salir solas de casa por la noche". A cambio, él les prometió la "iluminación", que solo conseguirían mediante "la alquimia sexual" (relaciones sexuales sin placer).

Todas debían turnarse para dormir con él, según el relato de las mujeres: "Al inicio estábamos en un local, había una cama armada y dos colchones, uno mediano y otro chico. En la cama grande dormía Steven feliz con una pareja. Unas veces una, a veces otra y otras yo. Los otros, nos acomodábamos en el piso. Todas teníamos relaciones sexuales con Steven hasta el momento de la concepción. Cuando me quedé embarazada ya no tuve más y con Patricia ocurrió igual".

Explotación laboral
El sumario recoge cómo la llegada de Patricia al grupo, en enero de 2017, obligó al gurú a extremar las precauciones para no ser descubierto: tras ocupar al menos tres pisos en Lima, la presión y las gestiones de la familia de Patricia por encontrarla hicieron que Manrique decidiera trasladarse con las mujeres y los niños a la selva de San Martín de Pangoa. Se separaron en dos grupos para dificultar su localización. El pasado 5 de julio, la policía detuvo allí a Manrique, en una habitación alquilada donde él pasaba el día durmiendo mientras dos de sus mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, trabajaban como cocineras en jornadas de doce horas diarias. Los investigadores atribuyen al gurú un delito de explotación laboral.

Tras capturar a Manrique, los agentes encontraron a Patricia en un antiguo establo para animales, a una hora de camino del pueblo más cercano. La joven, de 19 años, cuidaba sola de su bebé de mes y medio y de los otros cuatro niños, sin escolarizar, en condiciones insalubres. Todos tenían desnutrición crónica. El informe médico de la hija de Patricia recoge su bajo peso, tres kilos y medio, y múltiples afecciones: "infección respiratoria alta, resfriado común, diarrea aguda probablemente viral, rinofaringitis aguda. Nacida sin control prenatal y sin inmunizar".

Patricia aportó a los agentes algunos detalles sobre cómo vivían en la choza: "No teníamos luz, agua ni desagüe, pero nos agenciábamos de agua de un riachuelo. Nos han picado varias veces la UTA (enfermedad causada por un parásito) en diferentes partes de nuestros cuerpos, donde en la actualidad tenemos cicatrices y esas partes se quedaron duras".

"Mi papá me pega"
Los niños, de entre tres y diez años, estaban cocinando y secando granos de café, semidesnudos, cuando los agentes llegaron a la finca. Todos relataron a la policía episodios de violencia por parte del gurú: "Quiero mucho a mi mamá, pero ella a veces me golpea, pero mi papá me pega más, una vez me tiró un puñete en la cara, yo he visto como una vez le pegó y le ahorcó a mi mamá, por eso a mi papá no le quiero; él no trabaja, solo para sentado y reniega mucho… él le manda mucho a mi hermana, le dice: pásame esto, haz esto, como si fuera su sirvienta. Yo no he estudiado, pero quiero, mi mamá dice que no estudio porque no nos alcanza la plata", contó a los agentes uno de los niños más pequeños del grupo, de cinco años.

La madre del crío y esposa del gurú, también reconoce en su declaración a la policía peruana malos tratos de Manrique hacia ella y los niños: "El carácter de Steven siempre fue fuerte, violento, si tuvo que pegarles a los niños con la correa lo hacía, a mí sí me golpeaba, pero fue pocas veces, lo hacía en mis piernas, no le gustaba que le contradigan porque era peor, se cerraba en sus ideas. Yo trataba de controlarlo, lo peor que hacía era darme un manotazo, de ahí se arrepentía, golpeaba la cama para desahogarse (…) me pedía disculpas, me decía que no alce la voz porque se ponía peor".

La mujer, que como Patricia sigue "captada psicológicamente" según los expertos, intentó justificar la violencia del líder: "En los últimos tiempos Steven había cambiado con los niños, ya no les pegaba, solo les asustaba para que se corrijan". Y añadió: En algunas ocasiones cuando discutíamos, solo me agarraba fuerte de mis brazos y te samaquea para uno controlarse y no haya desesperación".

Secuelas graves
Los exámenes médicos practicados a los críos destacan importantes secuelas físicas y psicológicas: "autoestima disminuida, necesidad de afecto y protección, tendencia al ocultamiento, suspicaz, problemas de lenguaje, ansiedad, impulsividad, sentimientos de hostilidad, inadecuación, carencia afectiva". Una niña de diez años contó a uno de los agentes cómo ella se ocupaba de su propio aseo personal "en un riachuelo que había dentro de la chacra" donde vivían y aportó detalles sobre cómo se organizaban: "Dormimos en una parihuela (sirve para poner el televisor) y un colchón fino, forrados de plásticos. Allí duermen todos los niños, mi papá y mi tía Patricia duermen juntos en una cama, pero mi papá dormía a los pies. Mi mamá y mi otra tía salen a trabajar bien temprano, a las cinco de la mañana, yo me quedo en casa ayudando a cocinar a mi tía Patricia o también voy a ayudar para abonar la chacra con excremento de vaca o caballo, que huele feo".

La cría se quejó de la alimentación que ella y sus hermanos recibían: "estaba cansada de comer shapao (plátano batido) en el desayuno, a veces solo lo tomaba con agua". Su hermana, de ocho años, añadió que "los días que mi mamá venía a visitarnos eran los días que comíamos bien, ya que llegaba con dinero".

El sumario incluye otro dato importante para la familia de Patricia, que, además de las denuncias contra Manrique en Perú, sigue luchando para que la justicia española reconozca que el gurú captó a la joven cuando era menor de edad. La policía peruana concluye en sus informes que "está demostrado que Patricia ha sido captada desde el año 2016, cuando tenía 16 años, por medio de Facebook. Fue manipulada por Manrique para que le enviara dinero desde España y recibida por este a su llegada a Perú". Todo ello, concluyen los investigadores, aprovechándose del "estado emocional de adolescencia" de Patricia.
 
Parece ser que el bebé pesaba con un mes y medio solamente 3,5 kg y tenía varias afecciones como infección respiratoria alta, resfriado, diarrea aguda y rinofatingitis. Por no hablar que ninguna revisión médica, ningún tipo de control ni vacunación. Espero que se recupere pronto y me alegro de que les encontrasen a tiempo.

https://www.elperiodico.com/es/suce...a-patricia-aguilar-secta-peru-sumario-6999006

La vida de Patricia en la secta de Perú: "alquimia sexual" y niños maltratados

El gurú, Félix Steven Manrique, les hacía practicar s*x* sin experimentar placer y pegaba a los niños con la correa del cinturón
Los críos tienen secuelas como "autoestima disminuida, ansiedad, sentimientos de hostilidad y carencia afectiva", según los informes psicológicos

"Steven es el jefe del hogar, como nuestra pareja y padre de los niños, pone las reglas de convivencia. Nosotras trabajamos doce horas diarias y nos hacemos cargo de la manutención de Steven y Patricia y los niños. Él se queda en casa y Patricia, como la buscaban las autoridades, no trabajaba, estaba al cuidado de los pequeños". Es la declaración de una de las mujeres rescatadas junto a Patricia Aguilar y una tercera mujer peruana de una secta en la selva de San Martín de Pangoa (Perú). El sumario de la investigación, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, revela las durísimas condiciones a las que el gurú del grupo, Félix Steven Manrique, en prisión acusado de trata de personas, sometía a sus tres "esposas" y a los cinco hijos que tuvo con ellas como parte de su plan para repoblar el mundo tras el apocalipsis.

"Nos pedía fidelidad, respeto, orden moral, no salir de noche y saber comportarse", explicó una de las tres mujeres, que acaba de dar a luz a su cuarto hijo con Manrique. Otra víctima, que lleva 18 años con el gurú, aseguró que mientras que Steven "acudía a cabinas de internet para conectarse por horas" ella y las otras mujeres "no teníamos la libertad de salir solas de casa por la noche". A cambio, él les prometió la "iluminación", que solo conseguirían mediante "la alquimia sexual" (relaciones sexuales sin placer).

Todas debían turnarse para dormir con él, según el relato de las mujeres: "Al inicio estábamos en un local, había una cama armada y dos colchones, uno mediano y otro chico. En la cama grande dormía Steven feliz con una pareja. Unas veces una, a veces otra y otras yo. Los otros, nos acomodábamos en el piso. Todas teníamos relaciones sexuales con Steven hasta el momento de la concepción. Cuando me quedé embarazada ya no tuve más y con Patricia ocurrió igual".

Explotación laboral
El sumario recoge cómo la llegada de Patricia al grupo, en enero de 2017, obligó al gurú a extremar las precauciones para no ser descubierto: tras ocupar al menos tres pisos en Lima, la presión y las gestiones de la familia de Patricia por encontrarla hicieron que Manrique decidiera trasladarse con las mujeres y los niños a la selva de San Martín de Pangoa. Se separaron en dos grupos para dificultar su localización. El pasado 5 de julio, la policía detuvo allí a Manrique, en una habitación alquilada donde él pasaba el día durmiendo mientras dos de sus mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, trabajaban como cocineras en jornadas de doce horas diarias. Los investigadores atribuyen al gurú un delito de explotación laboral.

Tras capturar a Manrique, los agentes encontraron a Patricia en un antiguo establo para animales, a una hora de camino del pueblo más cercano. La joven, de 19 años, cuidaba sola de su bebé de mes y medio y de los otros cuatro niños, sin escolarizar, en condiciones insalubres. Todos tenían desnutrición crónica. El informe médico de la hija de Patricia recoge su bajo peso, tres kilos y medio, y múltiples afecciones: "infección respiratoria alta, resfriado común, diarrea aguda probablemente viral, rinofaringitis aguda. Nacida sin control prenatal y sin inmunizar".

Patricia aportó a los agentes algunos detalles sobre cómo vivían en la choza: "No teníamos luz, agua ni desagüe, pero nos agenciábamos de agua de un riachuelo. Nos han picado varias veces la UTA (enfermedad causada por un parásito) en diferentes partes de nuestros cuerpos, donde en la actualidad tenemos cicatrices y esas partes se quedaron duras".

"Mi papá me pega"
Los niños, de entre tres y diez años, estaban cocinando y secando granos de café, semidesnudos, cuando los agentes llegaron a la finca. Todos relataron a la policía episodios de violencia por parte del gurú: "Quiero mucho a mi mamá, pero ella a veces me golpea, pero mi papá me pega más, una vez me tiró un puñete en la cara, yo he visto como una vez le pegó y le ahorcó a mi mamá, por eso a mi papá no le quiero; él no trabaja, solo para sentado y reniega mucho… él le manda mucho a mi hermana, le dice: pásame esto, haz esto, como si fuera su sirvienta. Yo no he estudiado, pero quiero, mi mamá dice que no estudio porque no nos alcanza la plata", contó a los agentes uno de los niños más pequeños del grupo, de cinco años.

La madre del crío y esposa del gurú, también reconoce en su declaración a la policía peruana malos tratos de Manrique hacia ella y los niños: "El carácter de Steven siempre fue fuerte, violento, si tuvo que pegarles a los niños con la correa lo hacía, a mí sí me golpeaba, pero fue pocas veces, lo hacía en mis piernas, no le gustaba que le contradigan porque era peor, se cerraba en sus ideas. Yo trataba de controlarlo, lo peor que hacía era darme un manotazo, de ahí se arrepentía, golpeaba la cama para desahogarse (…) me pedía disculpas, me decía que no alce la voz porque se ponía peor".

La mujer, que como Patricia sigue "captada psicológicamente" según los expertos, intentó justificar la violencia del líder: "En los últimos tiempos Steven había cambiado con los niños, ya no les pegaba, solo les asustaba para que se corrijan". Y añadió: En algunas ocasiones cuando discutíamos, solo me agarraba fuerte de mis brazos y te samaquea para uno controlarse y no haya desesperación".

Secuelas graves
Los exámenes médicos practicados a los críos destacan importantes secuelas físicas y psicológicas: "autoestima disminuida, necesidad de afecto y protección, tendencia al ocultamiento, suspicaz, problemas de lenguaje, ansiedad, impulsividad, sentimientos de hostilidad, inadecuación, carencia afectiva". Una niña de diez años contó a uno de los agentes cómo ella se ocupaba de su propio aseo personal "en un riachuelo que había dentro de la chacra" donde vivían y aportó detalles sobre cómo se organizaban: "Dormimos en una parihuela (sirve para poner el televisor) y un colchón fino, forrados de plásticos. Allí duermen todos los niños, mi papá y mi tía Patricia duermen juntos en una cama, pero mi papá dormía a los pies. Mi mamá y mi otra tía salen a trabajar bien temprano, a las cinco de la mañana, yo me quedo en casa ayudando a cocinar a mi tía Patricia o también voy a ayudar para abonar la chacra con excremento de vaca o caballo, que huele feo".

La cría se quejó de la alimentación que ella y sus hermanos recibían: "estaba cansada de comer shapao (plátano batido) en el desayuno, a veces solo lo tomaba con agua". Su hermana, de ocho años, añadió que "los días que mi mamá venía a visitarnos eran los días que comíamos bien, ya que llegaba con dinero".

El sumario incluye otro dato importante para la familia de Patricia, que, además de las denuncias contra Manrique en Perú, sigue luchando para que la justicia española reconozca que el gurú captó a la joven cuando era menor de edad. La policía peruana concluye en sus informes que "está demostrado que Patricia ha sido captada desde el año 2016, cuando tenía 16 años, por medio de Facebook. Fue manipulada por Manrique para que le enviara dinero desde España y recibida por este a su llegada a Perú". Todo ello, concluyen los investigadores, aprovechándose del "estado emocional de adolescencia" de Patricia.

Que HdeP... Espero que se pudra en la carcel de por vida...
 
Comprendo la frustracion y angustia de este hombre, pero tampoco se le puede echar la culpa a la sociedad o las leyes. Bastante tiene encima la policia tratando de desmantelar redes de terrorismo y ped*filia, investigando a los politicos corruptos , con la violencia de genero, y la criminalidad en general, para exigirles que se metan en la red a decidir quien es un charlatan peligroso.
Aqui entra en juego la educacion, el sentido comun y la familia, el estado no puede ser el padre de todos.
Si una adulta se quiere creer que un chulito Peruano es el ser escogido para salvar al mundo del Armagedon, que esperamos que haga la policia?
La hija de una prima de mi esposo es seguidora desde hace tiempo de un guro . Viaja de la india a Portugal, (el guru tiene base en ambos paises) se aloja en la comuna, trabaja de gratis en el departamento audiovisual (es un guro muy televisivo) y encima, paga por vivir alli. Chupate esa. Se supone que comenzo a seguir al guru para encontrase asi misma, pero lo que ha logrado es evitar tener que dar el paso hacia ser una adulta. Si trabaja de gratis y paga por estar ahi, esta en un campamento de verano perenne, donde la dejan esconderse del mundo con otros jovenes con dinero desubicados. En las fotos que he visto de las comunas todos son chicos jovenes, pijillos, bien vestidos, con ropa cara...
Todos nos horrorizamos excepto la madre , que me da que piensa el guro es mas barato que un psiquiatra.
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Secuelas graves
Los exámenes médicos practicados a los críos destacan importantes secuelas físicas y psicológicas: "autoestima disminuida, necesidad de afecto y protección, tendencia al ocultamiento, suspicaz, problemas de lenguaje, ansiedad, impulsividad, sentimientos de hostilidad, inadecuación, carencia afectiva". Una niña de diez años contó a uno de los agentes cómo ella se ocupaba de su propio aseo personal "en un riachuelo que había dentro de la chacra" donde vivían y aportó detalles sobre cómo se organizaban: "Dormimos en una parihuela (sirve para poner el televisor) y un colchón fino, forrados de plásticos. Allí duermen todos los niños, mi papá y mi tía Patricia duermen juntos en una cama, pero mi papá dormía a los pies. Mi mamá y mi otra tía salen a trabajar bien temprano, a las cinco de la mañana, yo me quedo en casa ayudando a cocinar a mi tía Patricia o también voy a ayudar para abonar la chacra con excremento de vaca o caballo, que huele feo".

La cría se quejó de la alimentación que ella y sus hermanos recibían: "estaba cansada de comer shapao (plátano batido) en el desayuno, a veces solo lo tomaba con agua". Su hermana, de ocho años, añadió que "los días que mi mamá venía a visitarnos eran los días que comíamos bien, ya que llegaba con dinero".

El sumario incluye otro dato importante para la familia de Patricia, que, además de las denuncias contra Manrique en Perú, sigue luchando para que la justicia española reconozca que el gurú captó a la joven cuando era menor de edad. La policía peruana concluye en sus informes que "está demostrado que Patricia ha sido captada desde el año 2016, cuando tenía 16 años, por medio de Facebook. Fue manipulada por Manrique para que le enviara dinero desde España y recibida por este a su llegada a Perú". Todo ello, concluyen los investigadores, aprovechándose del "estado emocional de adolescencia" de Patricia.
A qué leches se dedicaría...
 
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