Noches de Volodya y de Ilusión.
- AutorBeltane
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¡La Vírgen que horror estético!, me vas a hacer en venganza que te cante el alosanfandelapatrie
.A este hombre hay que verlo cabalgando un oso con las cananas cruzadas, no como un dominguero vestido con avariciosa falta de estética.
Eres mala.
¿Qué sabemos de Vladimir Putin realmente?.
Pues resulta que Vladimir Vladimirovich Putin (doblemente lord mundial), nació en lo que su día era Leningrado, actual San Petersburgo, el 7 de octubre de 1952, su nacimiento fue anunciado por una estrella y celebrado con gran regocijo por las gentes de la antigua Unión Soviética: había nacido aquel que venía a quitarnos la chusma del mundo. Su linaje divino le lleva a no envejecer; cuentan los evangelios que cuando Vlad vino al mundo, Chuck Norris, que contaba por entonces con 12 años de edad, se cagó vivo en los pantalones.
Vlad nació, como todo buen mesías, en una familia pobre de narices, y se crió en un edificio de estos del bloque comunista, muy gris y cochambroso, porque los grandes entre los grandes no necesitan de riquezas vanales ni lujos superfluos. Si Vladimir vivía en ese barrio, el barrio se convertiría próspero.
Vladimir era el hijo de un zapatero, pues es bien sabido que los grandes hombres profetas mesiánicos son hijos de señores que tienen un oficio de los de toda la vida como profesión, como aquel gran galileo que le precedió, que era hijo de carpintero.
Esta foto se la sacaron por sorpresa y sin su permiso, el resultado no le gustó, el fotógrafo apareció muerto en extrañas circunstancias.
De pequeño, dicen los escritos, en el colegio le gustaba mucho el deporte, porque él ya nació con todo lo aprendido presto para enseñar en esto de las letras y no para ser enseñado por nadie, no obstante, fue a una universidad y se sacó la carrera en Derecho en el año 1975 de Nuestro Señor. De ahí lo reclutaron para la KGB, entrando en las filas del espionaje desde bien jovencito, porque apuntaba maneras desde bien pequeño, cuando los niños de su barrio no le pasaban el balón en los partidos de fútbol, y éstos, misteriosamente, desaparecerían tiempo después.
El joven espía Vladimir, fue destinado a Dresden, Alemania, dicen que allí le protegió otra joven que apuntaba maneras, una tal Angela Merkel que seguro que conocen bien porque es una gilipollas integral y ha llenado Europa de mierda abundante. En Alemania desempeñó una envidiable y eficaz labor de espía en época más que interesante, porque estaba la movida del muro de Berlín, el telón de acero y todo aquello, y el gran Vladimir justamente dejó el país en el año 90, fecha clave, porque solo un año antes se derribó el muro, lo que llevó al fin del bloque comunista y la Guerra Fría.
Salió de Alemania con el grado de teniente coronel, casado y con dos hijas:
Viendo las fechas en las que él estuvo establecido en Alemania, y viendo la fecha en la que se largó de allí, teniendo en cuenta que era un pedazo de espía del copón, nos queda clarinete que él estuvo detrás de toda la movida de la caída del muro como partícipe del brazo soviético en Alemania.
La leyenda cuenta que el muro cayó de un soplido que soltó el gran Vlad cuando estaba ya harto de vivir allí, y por eso la canción de los Scorpios se llama Wind of Change: Vladimir tenía ganas de irse ya para Rusia porque le esperaba un futuro prometedor.
Pues resulta que Vladimir Vladimirovich Putin (doblemente lord mundial), nació en lo que su día era Leningrado, actual San Petersburgo, el 7 de octubre de 1952, su nacimiento fue anunciado por una estrella y celebrado con gran regocijo por las gentes de la antigua Unión Soviética: había nacido aquel que venía a quitarnos la chusma del mundo. Su linaje divino le lleva a no envejecer; cuentan los evangelios que cuando Vlad vino al mundo, Chuck Norris, que contaba por entonces con 12 años de edad, se cagó vivo en los pantalones.
Vlad nació, como todo buen mesías, en una familia pobre de narices, y se crió en un edificio de estos del bloque comunista, muy gris y cochambroso, porque los grandes entre los grandes no necesitan de riquezas vanales ni lujos superfluos. Si Vladimir vivía en ese barrio, el barrio se convertiría próspero.
Vladimir era el hijo de un zapatero, pues es bien sabido que los grandes hombres profetas mesiánicos son hijos de señores que tienen un oficio de los de toda la vida como profesión, como aquel gran galileo que le precedió, que era hijo de carpintero.
Esta foto se la sacaron por sorpresa y sin su permiso, el resultado no le gustó, el fotógrafo apareció muerto en extrañas circunstancias.
De pequeño, dicen los escritos, en el colegio le gustaba mucho el deporte, porque él ya nació con todo lo aprendido presto para enseñar en esto de las letras y no para ser enseñado por nadie, no obstante, fue a una universidad y se sacó la carrera en Derecho en el año 1975 de Nuestro Señor. De ahí lo reclutaron para la KGB, entrando en las filas del espionaje desde bien jovencito, porque apuntaba maneras desde bien pequeño, cuando los niños de su barrio no le pasaban el balón en los partidos de fútbol, y éstos, misteriosamente, desaparecerían tiempo después.
El joven espía Vladimir, fue destinado a Dresden, Alemania, dicen que allí le protegió otra joven que apuntaba maneras, una tal Angela Merkel que seguro que conocen bien porque es una gilipollas integral y ha llenado Europa de mierda abundante. En Alemania desempeñó una envidiable y eficaz labor de espía en época más que interesante, porque estaba la movida del muro de Berlín, el telón de acero y todo aquello, y el gran Vladimir justamente dejó el país en el año 90, fecha clave, porque solo un año antes se derribó el muro, lo que llevó al fin del bloque comunista y la Guerra Fría.
Salió de Alemania con el grado de teniente coronel, casado y con dos hijas:
Viendo las fechas en las que él estuvo establecido en Alemania, y viendo la fecha en la que se largó de allí, teniendo en cuenta que era un pedazo de espía del copón, nos queda clarinete que él estuvo detrás de toda la movida de la caída del muro como partícipe del brazo soviético en Alemania.
La leyenda cuenta que el muro cayó de un soplido que soltó el gran Vlad cuando estaba ya harto de vivir allí, y por eso la canción de los Scorpios se llama Wind of Change: Vladimir tenía ganas de irse ya para Rusia porque le esperaba un futuro prometedor.
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No has visto lo peor¡La Vírgen que horror estético!, me vas a hacer en venganza que te cante el alosanfandelapatrie
A este hombre hay que verlo cabalgando un oso con las cananas cruzadas, no como un dominguero vestido con avariciosa falta de estética.
Eres mala.
Con barriguita cervecera en Drenden
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No has visto lo peor
Con barriguita cervecera en Drenden
A mi me vais a hacer de morir a este paso.
Muy catapadre está ahí.
