Es que para Rahola, otra que lo de pensar lo deja para los años bisiestos, el fugitivo ese es un exiliado del Estado, pobre. Muy coherente con que ese mismo Estado, que le obliga al exilio porque es un mártir pobrecico le ponga el piso, el chófer, la secretaria y todos los servicios posibles. Rahola es una pobre mujer. Y ladrará lo que pueda sobre el cobarde del Putschi, los borbones y lo que se le ocurra para que alguien le dé al menos medio minuto de tiempo en alguna radio o prensa. Hay tantos así...Y en cuanto a la Rahola, entenderá que el Estado no puede tolerar que se ofrezca protección policial a una persona que se sustrae voluntariamente a la acción de su propia justicia. Si requiere de escolta o protección, que se la dé la policía belga tras haber evaluado su situación, o que la contrate él de forma privada. Pero eso de tener a mossos como escolta “de honor” por haber sido presidente de la Generalitat de Cataluña, en su situación, no vale.