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No sé si os referís a la española o catalana, pero dejo esto por aquí
basicamentr los republicanos, entre una republica con Aznar como presidente o una monarquia con Felipe VI, elegirían la última
Los republicanos españoles cuando piensan en republica piensan en una de estilo socialista con alguien de podemos al frente de ella
Por mucho que repita lo que cree o quiere creer los datos del indice democratico son bastante claros.Pues eso, que tenemos una justicia de cachondeo. No se puede obligar a nadie a que cambie su forma de pensar y su ideología.
Hay jueces que no aplican el Derecho, sino que retuercen la ley a sus intereses y su convenciencia. Cuando hacen eso, la justicia se transforma en INJUSTICIA.
LOS JUECES ESTÁN PARA PERSEGUIR DELITOS, NO IDEOLOGÍAS. Al menos eso ocurre en una democracia avanzada, no como ésta que está devaluada e imperfecta.
Al final del dia la reinserción se tiene que demostrar, cuando salen y lo primero que dicen es "lo volveremos a hacer" poco se puede hacer, ya se estan asegurando los presos de meterse en la situación que critica. El resto es intentar danzar entorno a esta realidad. Si cualquier otro sale de la carcel en tercer grado proclamando que lo volveria a hacer. ¿Como acabaria? Se ignora que el preso debe mostrar arrepentimiento y si eso suena raro en este caso, pero es lo mismo que con cualquier otro delito. Quizas deberian haber dicho "lo vovleremos a ahcer pero solo intentando seguir los cauces legales" Pero no han dicho eso, justo lo contrario.
Pero como son de un grupo al que se ha decido justificar todo por ser simplemente de ese grupo pues se retuercen las cosas para justificarlo. No seria la primera vez.
Claro, el proces es emocional y necesita combustible emocional. Ademas con la maquina en marcha ya no se puede uno bajar y pedir calma y tranquilidad, se tiene que ir siempre a mas y mas en la retorica de indignación, agravio, crispación y enfrentamiento. Siempre lo mismo pero siempre exagerando a mas.En el fondo es solo otro farol, tienen que mantener caliente a la gente con que el referéndum conseguirá un dia romper el status actual, por desgaste del oponente, también le llamam "neverendum" por que se va proponiendo una y otra vez hasta que sale lo que uno quiere, es como esos niños pequeños que, mientras los mayores hablan, gritan" Mamamamamamamamamamama" hasta que la madre lo deja todo para desaviar su atención.
Un Tribunal Supremo maoísta
- Los presos nacionalistas catalanes en prisión, como los ciudadanos chinos de los “campos de reeducación”, tienen que reconocer primero la justicia de la decisión del Supremo que los ha privado de libertad
Javier Pérez Royo
24 de julio de 2020 21:54h
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La "reeducación política" de los condenados mediante sentencia judicial fue práctica frecuente durante los años de la Revolución Cultural en China. No era suficiente la privación de libertad, sino que el Régimen maoísta exigía la "conformidad expresa" de los condenados con la sanción que se les había impuesto. Hemos sido condenados porque nos hemos desviado del pensamiento correcto y no hemos respetado la ley. Esta confesión era la premisa indispensable que se exigía para que se pudiera poner fin a la privación de libertad. Primero la humillación y después la libertad. Sin humillación autoimpuesta no hay libertad. Ese es el precio que tenéis que pagar para que podamos empezar a fiarnos de vosotros y os podáis reintegrar a la vida civil.
Cuando España se constituyó en un Estado social y democrático de derecho en 1978, jamás se pasó por la cabeza que el Ministerio Fiscal y el Tribunal Supremo acabarían haciendo suyas esta doctrina puesta en práctica durante la Revolución Cultural. Jamás se me pasó por la cabeza que el objetivo de la "reinserción" del artículo 25 de la Constitución, desarrollado por la Ley General Penitenciaria, que fue la primera Ley Orgánica de la democracia española, la primera Ley Orgánica aprobada por las primeras Cortes Constitucionales, acabaría convirtiéndose para los políticos nacionalistas catalanes en una exigencia de "reeducación" con el objetivo de que "aprendan a respetar la ley".
Y sin embargo, eso exactamente es lo que ha ocurrido. Las Juntas de Tratamiento de diversas prisiones catalanas así como varios Jueces de Vigilancia Penitenciaria de Catalunya no habían considerado imprescindible que los dirigentes nacionalistas catalanes condenados por el Tribunal Supremo como autores de un delito de sedición, tuvieran que someterse a un programa de "reeducación" para que les fuera de aplicación el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que les permite salir de la cárcel para trabajar, para cuidad de la madre o por cualquiera otra de las circunstancias previstas en el ordenamiento.
La necesidad de que los políticos presos catalanes se sometieran a este programa de "reeducación" ha venido siendo exigida de manera ininterrumpida por el Ministerio Fiscal y rechazada hasta por siete jueces catalanes con el argumento de que el "programa específico de educación planteado por la Fiscalía buscaba cambiar o modificar la ideología política de los internos, algo proscrito por la Constitución y que atenta contra los más elementales derechos fundamentales" (palabras del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 5 de Catalunya).
El Tribunal Supremo, sin embargo, ha hecho suya la tesis "maoísta" de la Fiscalía y considera imprescindible que los condenados acepten asistir a un programa de "reeducación", en el que se les enseñe y aprendan que "hay que cumplir la ley" y que la Constitución únicamente puede ser reformada mediante los procedimientos de reforma previstos en los artículos 167 y 168 de la misma. Una vez que se hayan sometido a ese "programa de reeducación" y hayan "interiorizado" la "justicia" de la condena que les fue impuesta y hayan aprendido a comportarse como deben hacerlo los ciudadanos en una sociedad democrática, estarán en condiciones de salir de la cárcel en los términos previstos en el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.
Los presos nacionalistas catalanes en prisión, como los ciudadanos chinos de los "campos de reeducación", tienen que reconocer primero la justicia de la decisión del Supremo que los ha privado de libertad. Una vez que la hayan reconocido, el Supremo podrá ser magnánimo y aceptar las decisiones que las Juntas de Tratamiento de las prisiones y los Jueces de Vigilancia Penitenciaria puedan dictar en aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.
Primero la humillación. Después, ya veremos. Esta es la administración de justicia para los nacionalistas catalanes condenados por el Supremo. Acepten la humillación de que se les tiene que "enseñar" que la ley hay que cumplirla y que la Constitución solamente puede ser reformada de la forma en ella misma prevista. No sé si se les exigirá además que acrediten mediante un examen que han asimilado las "enseñanzas" que se les han trasmitido. En eso ha acabado el derecho a la tutela judicial efectiva reconocido en los artículos 24 y 25 de la Constitución.
¿En qué país nos estamos convirtiendo? ¿Cómo es posible que fiscales y jueces del Supremo se puedan faltar el respeto a sí mismos de esta manera?
Esto no puede acabar bien nunca.
Un Tribunal Supremo maoísta
Los presos nacionalistas catalanes en prisión, como los ciudadanos chinos de los “campos de reeducación”, tienen que reconocer primero la justicia de la decisión del Supremo que los ha privado de libertadwww.eldiario.es
Pues eso, que tenemos una justicia de cachondeo. No se puede obligar a nadie a que cambie su forma de pensar y su ideología.
Hay jueces que no aplican el Derecho, sino que retuercen la ley a sus intereses y su convenciencia. Cuando hacen eso, la justicia se transforma en INJUSTICIA.
LOS JUECES ESTÁN PARA PERSEGUIR DELITOS, NO IDEOLOGÍAS. Al menos eso ocurre en una democracia avanzada, no como ésta que está devaluada e imperfecta.