Juan Carlos I apoyó la creación de la Fundación Franco y ésta le premió con su primera medalla de oro

Registrado
3 Mar 2006
Mensajes
59.047
Calificaciones
92.561
Ubicación
227

La entidad ultraderechista conmemora este viernes el 45 aniversario de su nacimiento.​

La Ley de Memoria Democrática que impulsa el Gobierno sitúa por primera vez en el horizonte su posible extinción por vulnerar la memoria de las víctimas.​


Simpatizantes franquistas
Simpatizantes franquistas en una imagen de archivo. — EFE
BILBAO
07/10/2021 22:16 ACTUALIZADO: 07/10/2021 23:00

DANILO ALBIN@DANIALRI

La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) está de aniversario. Este viernes se cumplen 45 años de la constitución legal de la entidad ultraderechista, un acto que estuvo seguido algunas semanas después por una reunión con el rey Juan Carlos I, que apoyó su creación. Hoy, en un nuevo aniversario, la fundación que honra al dictador se enfrenta a un escenario completamente distinto: en el horizonte aparece por primera vez su posible ilegalización por vulnerar la memoria de las víctimas.

Desde un punto de vista estrictamente legal, todo empezó un 8 de octubre. Aquel día de 1976, Carmen Franco Polo, hija del dictador, encabezaba la comitiva que daría el paso necesario para inscribir a la FNFF en el registro de entidades sin ánimo de lucro.

El acto fue formalizado ante el notario Alejandro Bérgamo, que tomó nota de los objetivos declarados por 226 socios fundadores. Entre ellos, además de Carmen Franco, figuraban militares, dirigentes falangistas y cargos públicos del régimen que rendían así homenaje al dictador, fallecido 11 meses antes.


"Francisco Franco ha muerto, pero su memoria tiene una presencia en el pueblo español que ninguna insidia ni silencio podrán acallar jamás", decía el manifiesto fundacional que se publicó en mayo de 1976 y que sirvió como lanzamiento de la fundación, cuya inscripción ante notario se produciría cinco meses después.

Entre sus fines fundacionales figuraba "difundir el conocimiento de Francisco Franco en su dimensión humana y política", "contribuir a la proyección de su ideario sobre el futuro de la vida española" o también "exaltar su vida como modelo de virtudes puestas al servicio de la patria y todas cuantas acciones conduzcan a enaltecer la figura de Franco y preservar su legado".

El 24 de noviembre de 1976, el patronato de la FNFF con Carmen Franco a la cabeza se presentó en el Palacio Real, donde les esperaba el rey Juan Carlos I. En ese encuentro, la hija del dictador le entregó al monarca la primera medalla de oro que concedía la fundación.

Además de mostrar su reconocimiento hacia el rey, los máximos responsables de la entidad franquista aprovecharon el encuentro para hacer una solicitud insólita: según resumió al día siguiente la agencia Logos –vinculada al nacionalcatolicismo–, para pedirle a Juan Carlos I "que facilitara algunas dependencias del palacio de El Pardo para la sede de la fundación".

En ese clima de camaradería, los patronos de la fundación sugirieron también al monarca que intercediera para "poner fin a la campaña de descréditos, insultos y falsedades en torno a la figura insigne de Francisco Franco". Según narró la agencia Logos citando fuentes de la propia fundación, el rey les respondió que "ni las leyes vigentes en España, ni en cualquier Estado, permiten que se ofenda a la memoria de sus jefes de Estado ni de sus reyes".

Declaración de guerra​

45 años después, la FNFF sigue dedicada en cuerpo y alma a la apología de la dictadura. La presidencia está a cargo de Juan Chicharro Ortega, un general de división de la Marina ya retirado que llegó a desempeñarse como ayudante del rey Juan Carlos I.

Chicharro no es el único miembro de la junta directiva franquista que hasta hace muy poco vistió uniforme: en la mesa de reuniones suele acompañarle el general de brigada (también retirado) Adolfo Coloma Contreras, quien en 2007 se encargó de adiestrar y formar al componente combinado conjunto de operaciones especiales de las fuerzas de reacción rápida de la OTAN. También estuvo al frente del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército, con sede en Alicante. Ahora ejerce de coordinador de delegaciones en la FNFF.

Los últimos escritos e intervenciones de los principales miembros de la fundación están dirigidos contra la Ley de Memoria Democrática del Gobierno, que contempla la ilegalización de aquellas organizaciones que, tal como ocurre con esta fundación franquista, hagan enaltecimiento de la dictadura.
"¡Nos han declarado la guerra!", escribió esta misma semana uno de los rostros más conocidos de la Fundación Franco, el abogado Jaime Alonso. En un texto difundido a través de la web de dicha entidad, sostiene que España está hoy gobernada por "la misma conjunción que hizo fracasar la convivencia, el orden social y político, llevando al enfrentamiento civil a los españoles".

"Hoy la guerra es más incruenta y se conforma con la muerte civil"

En esa línea, Alonso advierte que "un gobierno despótico y totalitario ha colocado en la diana de la persecución a los españoles que manifiesten su funesta manía de pensar". Siguiendo con el tono bélico, asegura que "hoy la guerra es más incruenta y se conforma con la 'muerte civil', con la 'proscripción social' del adversario". "La muerte civil traerá el silencio de los corderos, la mansedumbre del rebaño y a los perros obligando a permanecer en el redil", pronostica.

 

La entidad ultraderechista conmemora este viernes el 45 aniversario de su nacimiento.​

La Ley de Memoria Democrática que impulsa el Gobierno sitúa por primera vez en el horizonte su posible extinción por vulnerar la memoria de las víctimas.​


Simpatizantes franquistas
Simpatizantes franquistas en una imagen de archivo. — EFE
BILBAO
07/10/2021 22:16 ACTUALIZADO: 07/10/2021 23:00

DANILO ALBIN@DANIALRI

La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) está de aniversario. Este viernes se cumplen 45 años de la constitución legal de la entidad ultraderechista, un acto que estuvo seguido algunas semanas después por una reunión con el rey Juan Carlos I, que apoyó su creación. Hoy, en un nuevo aniversario, la fundación que honra al dictador se enfrenta a un escenario completamente distinto: en el horizonte aparece por primera vez su posible ilegalización por vulnerar la memoria de las víctimas.

Desde un punto de vista estrictamente legal, todo empezó un 8 de octubre. Aquel día de 1976, Carmen Franco Polo, hija del dictador, encabezaba la comitiva que daría el paso necesario para inscribir a la FNFF en el registro de entidades sin ánimo de lucro.

El acto fue formalizado ante el notario Alejandro Bérgamo, que tomó nota de los objetivos declarados por 226 socios fundadores. Entre ellos, además de Carmen Franco, figuraban militares, dirigentes falangistas y cargos públicos del régimen que rendían así homenaje al dictador, fallecido 11 meses antes.


"Francisco Franco ha muerto, pero su memoria tiene una presencia en el pueblo español que ninguna insidia ni silencio podrán acallar jamás", decía el manifiesto fundacional que se publicó en mayo de 1976 y que sirvió como lanzamiento de la fundación, cuya inscripción ante notario se produciría cinco meses después.

Entre sus fines fundacionales figuraba "difundir el conocimiento de Francisco Franco en su dimensión humana y política", "contribuir a la proyección de su ideario sobre el futuro de la vida española" o también "exaltar su vida como modelo de virtudes puestas al servicio de la patria y todas cuantas acciones conduzcan a enaltecer la figura de Franco y preservar su legado".

El 24 de noviembre de 1976, el patronato de la FNFF con Carmen Franco a la cabeza se presentó en el Palacio Real, donde les esperaba el rey Juan Carlos I. En ese encuentro, la hija del dictador le entregó al monarca la primera medalla de oro que concedía la fundación.

Además de mostrar su reconocimiento hacia el rey, los máximos responsables de la entidad franquista aprovecharon el encuentro para hacer una solicitud insólita: según resumió al día siguiente la agencia Logos –vinculada al nacionalcatolicismo–, para pedirle a Juan Carlos I "que facilitara algunas dependencias del palacio de El Pardo para la sede de la fundación".

En ese clima de camaradería, los patronos de la fundación sugirieron también al monarca que intercediera para "poner fin a la campaña de descréditos, insultos y falsedades en torno a la figura insigne de Francisco Franco". Según narró la agencia Logos citando fuentes de la propia fundación, el rey les respondió que "ni las leyes vigentes en España, ni en cualquier Estado, permiten que se ofenda a la memoria de sus jefes de Estado ni de sus reyes".

Declaración de guerra​

45 años después, la FNFF sigue dedicada en cuerpo y alma a la apología de la dictadura. La presidencia está a cargo de Juan Chicharro Ortega, un general de división de la Marina ya retirado que llegó a desempeñarse como ayudante del rey Juan Carlos I.

Chicharro no es el único miembro de la junta directiva franquista que hasta hace muy poco vistió uniforme: en la mesa de reuniones suele acompañarle el general de brigada (también retirado) Adolfo Coloma Contreras, quien en 2007 se encargó de adiestrar y formar al componente combinado conjunto de operaciones especiales de las fuerzas de reacción rápida de la OTAN. También estuvo al frente del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército, con sede en Alicante. Ahora ejerce de coordinador de delegaciones en la FNFF.

Los últimos escritos e intervenciones de los principales miembros de la fundación están dirigidos contra la Ley de Memoria Democrática del Gobierno, que contempla la ilegalización de aquellas organizaciones que, tal como ocurre con esta fundación franquista, hagan enaltecimiento de la dictadura.
"¡Nos han declarado la guerra!", escribió esta misma semana uno de los rostros más conocidos de la Fundación Franco, el abogado Jaime Alonso. En un texto difundido a través de la web de dicha entidad, sostiene que España está hoy gobernada por "la misma conjunción que hizo fracasar la convivencia, el orden social y político, llevando al enfrentamiento civil a los españoles".

"Hoy la guerra es más incruenta y se conforma con la muerte civil"

En esa línea, Alonso advierte que "un gobierno despótico y totalitario ha colocado en la diana de la persecución a los españoles que manifiesten su funesta manía de pensar". Siguiendo con el tono bélico, asegura que "hoy la guerra es más incruenta y se conforma con la 'muerte civil', con la 'proscripción social' del adversario". "La muerte civil traerá el silencio de los corderos, la mansedumbre del rebaño y a los perros obligando a permanecer en el redil", pronostica.

Una buena noticia
 

La entidad ultraderechista conmemora este viernes el 45 aniversario de su nacimiento.​

La Ley de Memoria Democrática que impulsa el Gobierno sitúa por primera vez en el horizonte su posible extinción por vulnerar la memoria de las víctimas.​


Simpatizantes franquistas
Simpatizantes franquistas en una imagen de archivo. — EFE
BILBAO
07/10/2021 22:16 ACTUALIZADO: 07/10/2021 23:00

DANILO ALBIN@DANIALRI

La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) está de aniversario. Este viernes se cumplen 45 años de la constitución legal de la entidad ultraderechista, un acto que estuvo seguido algunas semanas después por una reunión con el rey Juan Carlos I, que apoyó su creación. Hoy, en un nuevo aniversario, la fundación que honra al dictador se enfrenta a un escenario completamente distinto: en el horizonte aparece por primera vez su posible ilegalización por vulnerar la memoria de las víctimas.

Desde un punto de vista estrictamente legal, todo empezó un 8 de octubre. Aquel día de 1976, Carmen Franco Polo, hija del dictador, encabezaba la comitiva que daría el paso necesario para inscribir a la FNFF en el registro de entidades sin ánimo de lucro.

El acto fue formalizado ante el notario Alejandro Bérgamo, que tomó nota de los objetivos declarados por 226 socios fundadores. Entre ellos, además de Carmen Franco, figuraban militares, dirigentes falangistas y cargos públicos del régimen que rendían así homenaje al dictador, fallecido 11 meses antes.


"Francisco Franco ha muerto, pero su memoria tiene una presencia en el pueblo español que ninguna insidia ni silencio podrán acallar jamás", decía el manifiesto fundacional que se publicó en mayo de 1976 y que sirvió como lanzamiento de la fundación, cuya inscripción ante notario se produciría cinco meses después.

Entre sus fines fundacionales figuraba "difundir el conocimiento de Francisco Franco en su dimensión humana y política", "contribuir a la proyección de su ideario sobre el futuro de la vida española" o también "exaltar su vida como modelo de virtudes puestas al servicio de la patria y todas cuantas acciones conduzcan a enaltecer la figura de Franco y preservar su legado".

El 24 de noviembre de 1976, el patronato de la FNFF con Carmen Franco a la cabeza se presentó en el Palacio Real, donde les esperaba el rey Juan Carlos I. En ese encuentro, la hija del dictador le entregó al monarca la primera medalla de oro que concedía la fundación.

Además de mostrar su reconocimiento hacia el rey, los máximos responsables de la entidad franquista aprovecharon el encuentro para hacer una solicitud insólita: según resumió al día siguiente la agencia Logos –vinculada al nacionalcatolicismo–, para pedirle a Juan Carlos I "que facilitara algunas dependencias del palacio de El Pardo para la sede de la fundación".

En ese clima de camaradería, los patronos de la fundación sugirieron también al monarca que intercediera para "poner fin a la campaña de descréditos, insultos y falsedades en torno a la figura insigne de Francisco Franco". Según narró la agencia Logos citando fuentes de la propia fundación, el rey les respondió que "ni las leyes vigentes en España, ni en cualquier Estado, permiten que se ofenda a la memoria de sus jefes de Estado ni de sus reyes".

Declaración de guerra​

45 años después, la FNFF sigue dedicada en cuerpo y alma a la apología de la dictadura. La presidencia está a cargo de Juan Chicharro Ortega, un general de división de la Marina ya retirado que llegó a desempeñarse como ayudante del rey Juan Carlos I.

Chicharro no es el único miembro de la junta directiva franquista que hasta hace muy poco vistió uniforme: en la mesa de reuniones suele acompañarle el general de brigada (también retirado) Adolfo Coloma Contreras, quien en 2007 se encargó de adiestrar y formar al componente combinado conjunto de operaciones especiales de las fuerzas de reacción rápida de la OTAN. También estuvo al frente del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército, con sede en Alicante. Ahora ejerce de coordinador de delegaciones en la FNFF.

Los últimos escritos e intervenciones de los principales miembros de la fundación están dirigidos contra la Ley de Memoria Democrática del Gobierno, que contempla la ilegalización de aquellas organizaciones que, tal como ocurre con esta fundación franquista, hagan enaltecimiento de la dictadura.
"¡Nos han declarado la guerra!", escribió esta misma semana uno de los rostros más conocidos de la Fundación Franco, el abogado Jaime Alonso. En un texto difundido a través de la web de dicha entidad, sostiene que España está hoy gobernada por "la misma conjunción que hizo fracasar la convivencia, el orden social y político, llevando al enfrentamiento civil a los españoles".

"Hoy la guerra es más incruenta y se conforma con la muerte civil"

En esa línea, Alonso advierte que "un gobierno despótico y totalitario ha colocado en la diana de la persecución a los españoles que manifiesten su funesta manía de pensar". Siguiendo con el tono bélico, asegura que "hoy la guerra es más incruenta y se conforma con la 'muerte civil', con la 'proscripción social' del adversario". "La muerte civil traerá el silencio de los corderos, la mansedumbre del rebaño y a los perros obligando a permanecer en el redil", pronostica.

¿Qué interés hay en que nos estén recordando siempre lo que pasó en una Dictadura?. Tenemos una Pandemia Mundial, hemos vistos los camiones militares de los italianos con los céretros, las tumbas de casi todos los países, y en España tenían equipos para borrar en internet las imágenes para que no las viéramos, lo único que vimos fue una foto de los céretros del Palacio de Hielo de Madrid. Lo mismo que está pasando ahora con la Isla de la Palma, un espectáculo maravilloso de la Naturaleza, y por otro lado ruinoso y catastófico, porque hay producción agrícola y viviendas, porque en el anterior volcan de hace 50 años no estaba poblado, solo murieron dos personas por hacer buenas fotos y se acercaron demasiado, y ahora ¿ porqué están sacando las imágenes con los dramones de las personas que se han quedado sin nada?, es para que la gente se vuelquen en dar, porque no hay un País más solidario que España, y eso lo dicen hasta los médicos de los trasplantes, que España es donde se hacen más trasplantes, porque la gente es muy solidaria.
 
Mientras se recuerda lo que pasó hace mas de 80 años, la gente esta dividida y se olvidan de examinar la opandemia provocadfa, que nos han amordazado, que no será tan buena la vacuna cuando en algunos paises, como el vatucano es causa de despido etc etc, Nadie pide cuentas al gobierno por un bozal ineficiente, ni nadieb repara en el varapalo y van tres del Tribunal Constitucional por recortar derechos constitucionales
 
El poder de los borbones es absoluto. En España no hay quien se atreva a meterles mano. Ni siquiera este execrable Gobierno de extrema izquierda que estamos padeciendo.
Ya lo hemos visto con la Justicia, como ha dejado que el muy golfo se vaya de rositas y como la infame Ley de Memoria Histórica no se atreve tampoco con el que fue subjefe de la dictadura y delfín del dictador; gracias a lo cual y al cual llegó a detentar (que no a ostentar) la jefatura del Estado al antidemocrático, anacrónico, grotesco e irracional título de rey. Pero la infame Ley de Memoria Histórica va contra todo lo que huela a Franco menos contra el golfo Borbón y su degradada y degradante dinastía.
 

Temas Similares

2 3 4
Respuestas
42
Visitas
3K
Back