Irene Montero. Ex ministra de Igualdad, candidata de Podemos a las elecciones Europeas

“Una aproximación política al lesbianismo” (De)construcción social de la sexualidad.

Beatriz Gimeno



Me gustaría con este artículo aproximarme a una cuestión que, como feminista lesbiana, es crucial para mí y es explicar que el lesbianismo tiene una dimensión política que las feministas lesbianas tratamos de rescatar. Según esto, el lesbianismo no es sólo una manera de vivir la sexualidad, sino que puede ser también una opción política o vital. Para entender que el lesbianismo, la sexualidad en general, tienen desde luego una perspectiva política hay que asumir que homosexualidad y heterosexualidad no son equivalentes, ni son distintas maneras de vivir la sexualidad sin más, sino que son regímenes que cumplen distintas funciones sociales. La heterosexualidad, el régimen regulador por excelencia, no es la manera natural de vivir la sexualidad, sino que es una herramienta política y social con una función muy concreta que las feministas denunciaron hace décadas: subordinar lasmujeres a los hombres. La heterosexualidad es, como dice Ivan Ilich, la “ortopediaconceptual del patriarcado”, un régimen regulador de la sexualidad que tiene como finalidad contribuir a distribuir el poder de manera desigual entre mujeres y hombres construyendo así una categoría de opresores, los hombres, y una de oprimidas, las mujeres.


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Pero hace unos años gracias a esos puteros, se mantenían madres con hijos que no tenían ninguna ayuda y gracias a esas mujeres que ejercen libremente esa elección seguro que han evitado violaciones, otra cosa es que yo piense que ninguna mujer debería de acudir a esos extremos tan humillantes para una mujer, pero peor son las que trabajan duramente y por poco sueldo y encima eran violentadas aunque solo fuera verbalmente por sus jefes y en muchos casos despedidas. Esperemos que en el presente no exista ese oficio, pero muchos antes de juzgar deberían examinar aquellos casos. Lo verdaderamente sangrante es las violaciones de niños y niñas que aun no han empezado a vivir y ya tienen en su cabeza para el resto ese handicap.
Decir eso es como decir que hay mujeres de primera y de segunda. Como que unas merecen que las violen y otras se salvan gracias a las primeras. Si te pones a pensarlo es muy fuerte.
El putero viola por dinero y da igual que sea a una prost*t*ta víctima de trata que a una mujer o niña que pasa por la calle.
 
Un señor que llega a un acuerdo con una señora no es violacion, si acaso violación consentida. Para mi hay diferencia.
Si es violación no es consentida, una violación jamás es consentida. Te están comprando con dinero y bueno, te haces a la idea, pero eso no implica que no haya daños físicos y psicológicos.

Hay mujeres que salieron de ahí que lo explican muy bien, tipo Alika Kinan (argentina) o Amelia Tiganus (rumana y española)
 
Decir eso es como decir que hay mujeres de primera y de segunda. Como que unas merecen que las violen y otras se salvan gracias a las primeras. Si te pones a pensarlo es muy fuerte.
El putero viola por dinero y da igual que sea a una prost*t*ta víctima de trata que a una universitaria, barrendera, abogada o niña que pasa por la calle.
 
Mesa Redonda​
NOSOTRAS, LAS MALAS MUJERES

[Debates feministas sobre la prostit*ción]
Organiza: Colectivo Hetaira (colectivo en defensa de los derechos de las trabajadoras del s*x*)


[...]

Intervención de Montse Neira

Buenas tardes. En primer, lugar quiero dar las gracias a todas las personas que han hecho posible que esté hoy aquí, muy especialmente a Cristina y a Hetaira.

¿Quién soy?

Pues, nací en Barcelona, tengo 49 años y soy estudiante, ama de casa, madre, hija, trabajadora sexual, mujer y, ante todo, persona.

¿Qué hago aquí?

Pues, intentar aportar una visión amplia sobre la prostit*ción, más allá de los prejuicios cognitivos y de la información sesgada que suele llegar a la sociedad a través de los medios de comunicación o de las ideologías.

Intentaré aportar una visión subjetiva, no nos vamos a engañar, desde mi experiencia personal como prost*t*ta, p*ta, meretriz, lumi, trabajadora sexual o cualquier etiqueta que se quiera poner. Pero, también, una visión más objetiva, desde la perspectiva de investigadora en trabajo sexual, investigación académica avalada por los conocimientos adquiridos.

Soy licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración y, en la actualidad, estoy realizando el Máster Universitario en Problemas Sociales.

La prostit*ción es un ámbito muy complejo que no se puede simplificar para hacerlo entendible. Las teorías que se han elaborado hasta la fecha, sobre las que se apoyan las diferentes ideologías a la hora de abordar la prostit*ción, distan mucho de contemplar todas las realidades.

Asimismo, con demasiada frecuencia se trabaja con conceptos sin dar una definición clara. Se utilizan datos sin citar las fuentes concretas o, aún mencionándolas, éstas no siempre son fiables y contrastadas. Así por ejemplo, se dice “según un estudio…” pero no se especifica qué estudio, quién lo ha realizado y, sobretodo, quién lo ha subvencionado.

O se utilizan a la ligera conceptos como “dignidad humana” sin concretar qué debe entenderse por tal cosa. Como suele ocurrir con conceptos que admiten diversas interpretaciones, quien los pronuncia impone una de ellas. Bien claro lo deja Humpty Dumpty cuando dice “Cuando digo una palabra, ésta quiere decir lo que quiero que diga” replicándole Alicia “La pregunta es si se puede hacer que las palabras puedan decir tantas cosas diferentes” a lo que Humpty Dumpty responde “La pregunta es saber quién es el que manda, eso es todo…”

Es muy difícil, para poder abarcar todas las características y fenómenos que se dan en el ámbito de la prostit*ción, abordarla desde una sola perspectiva, ya sea sociológica, antropológica, económica, histórica o psicológica, o desde diferentes ideologías (opciones políticas, religión, movimientos feministas, etc.).

Intentaré dar referencias y aportar conceptos para que se reflexione y se medite sobre ellos. Para ello, en primer lugar explicaré cuál es mi trayectoria de vida y finalizaré haciendo un resumen de mis reflexiones y de mi punto de vista en torno a la prostit*ción.

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Nací en Barcelona, en un piso patera del Casco Antiguo de Barcelona, mis padres eran inmigrantes de los 60s, vinieron de Galicia con el fin de mejorar sus condiciones de vida, aunque no tuvieron suerte y pese a lo que trabajaban a duras penas sobrevivíamos en el día a día, así que con 13 años ya entré en el mundo laboral, levantándome a las 5 de la mañana y trabajando hasta 14 horas diarias. Desde entonces desempeñé diferentes oficios, (era otro modelo laboral) y se podía acceder sin tener títulos académicos.

Fui dependienta de comercio de diferentes sectores, camarera, canguro, limpiadora, auxiliar administrativa, serigrafista contable y así hasta el año 89 . Año en que perdí mi último empleo aceptado socialmente… Divorciada desde hacía ya varios años y con un marido que había desaparecido eludiendo sus obligaciones como padre, me encontré que estaba sola, sin trabajo y con responsabilidades familiares.

Con el paro agotado y sin perspectivas de encontrar nada mínimamente estable porque continuamente era discriminada a pesar de la experiencia por no tener títulos académicos, idiomas o por tener cargas familiares, tuve que replantearme mi vida.

Y sí, en aquel momento que estaba de deudas hasta el cuello y prácticamente en la calle me hacían sentirme escoria, tanto trabajar, ¿para qué? ¿para no salir de la miseria? Sí que tenía la autoestima por los suelos, porque me habían hecho creer que si trabajaba duro sería alguien en la vida y que con el trabajo te realizas.

Así que no me lo pensé mucho más. Sabía que las putas ganaban mucho dinero, eso lo sabemos todas ¿no? y aunque mi concepción de la sexualidad era la de una mujer que había sido reprimida, no me preocupaba pecar. Hacía tiempo que había dejado de creer en Dios así que ya no me daban miedo sus castigos.

Miré los anuncios de la prensa, al lado de las demandas de empleo había las demandas de relax. Diferentes pisos y locales prometían hasta un millón al mes si se era una mujer liberal. Un escalofrío me recorrió el cuerpo ese dinero era lo que ganaba trabajando todo un año haciendo horas extras. Empecé a tener esperanza. Mi primer cliente fue, un señor de mediana edad, un servicio rápido apenas diez minutos y me llevé 3.000 ptas. Ni me dio asco ni nada. Porque la concepción que tenia de la sexualidad es que era pecado si no se hacía por amor y con tu marido, pero no que fuera algo sucio o asqueroso.

Empecé a hacer planes de futuro trabajaba unos días, juntaba dinero y podía dedicarme a mi familia sin preocupaciones, pude comprarme un pisito. Al mismo tiempo que empecé a cuestionarme todo lo aprendido hasta entonces, el matrimonio, la sexualidad, el príncipe azul, el amor romántico, el trabajo dignifica…

Porque yo disfrutaba y estaba bien, siempre pude negarme a no estar con alguien si no me caía bien o iba borracho y me iba de los sitios si me querían obligar a hacer cosas que yo no quería o me imponían condiciones que para mi no eran aceptables.

Sólo tenía un problema, no me atrevía a decir a nadie lo que hacía. Tenía un miedo atroz a los juicios de valores, a ser rechazada…

Con todas mis compañeras pasaban lo mismo, ejercían a escondidas de los padres, hermanos, amigos, parejas. Mientras estábamos esperando a ocuparnos, hablábamos de nuestras cosas, de nuestras ilusiones, nuestros proyectos, nos reíamos de nuestras cosas y de lo tontos que eran algunos hombres, pero a la hora de abordar la familia, una profunda tristeza nos embriagaba. También había mujeres que se sentían muy mal pensando que si algún día tenían pareja tendrían que ocultar esta etapa de su vida.

Aproximadamente a los 6 años de ir pululando de un sitio a otro, y ya con una gran estabilidad económica y emocional, (salvo algunas veces que me carcomía porque estaba harta de mentir por la doble vida que tenía que llevar). Pensé que ya había llegado el momento de tomar decisiones pensando en cómo me gustaría que fuera mi vida y no dejándome llevar por la inercia.

Decidí independizarme y profesionalizarme como prost*t*ta ya que me di cuenta que al carecer de formación académica siempre estaría abocada a trabajos sin cualificar y mal pagados, eso sí muy dignos…

Cogí un pequeño apartamento y empecé a recibir a mis clientes. Ya sólo trabajaba con clientes fijos y con unas pocas horas al mes podía vivir muy bien, cubría los gastos, en casa no había problemas ni conflictos…

Decidí invertir el tiempo que tenía libre estudiando, empecé a pensar que me gustaría y cómo desconocía los pasos a seguir fui a Servicios Sociales de mi zona. Expuse mi caso y la asistenta me comentó que “ a dónde iba a mi edad queriendo estudiar, que había un montón de trabajos que podía hacer”… Una vez más me sentí rastrera y no era por mis clientes ni por la prostit*ción.

Así que empecé a mirar la prensa en enseñanza y descubrí que había escuelas que preparaban a los mayores de 25 años y sin ayuda de nadie de fuera del entorno de la prostit*ción conseguí tener estudios superiores.

Desde entonces hasta ahora, se me abrió mucho el horizonte. Por la carrera que escogí empecé a entender todo lo que me cuestionaba, empecé a documentarme, a leer, a observar a la gente mucho más allá de las apariencias, a contrastarlo con todas las teorías e ideologías. En definitiva, con todas las referencias que nos socializan social y culturalmente pero que son tremendamente injustas con muchas personas.

Y decidí salir del armario cuando leí “El miedo a la libertad” de Fromm, decidí, que prefería estar sola, pero siendo yo misma que tener que inventarme un personaje para ser aceptada socialmente y así hasta hoy. En que puedo decir orgullosa que no estoy sola ya que estoy rodeada de gente, que me quiere y respeta no por cómo me gano las lentejas, sino por ser la clase de persona que soy.

Pero el camino está lleno de obstáculos

Con la repercusión que tiene la prostit*ción en medios de comunicación, con discursos como el abolicionista que lo único que hacen es que se afiance más el estigma de la prostit*ción… sólo se hace pública la parte más sórdida y degradante, desinformando, con prejuicios cognitivos…

Así es cómo tengo que aguantar que se cuestione mi capacidad de decisión, que se me infantilice, que se me diga que estoy alienada que me autoengaño. Así me han dicho:

“Eres tu quien tiene visiones parciales y te niegas a llamar a las cosas por su nombre. No las ves, ese es el problema, porque reconocer que no quieres hacer lo que haces y que para poder hacerlo tienes que escindirte y además recurrir a la negación, supone además negarte a ti como persona con capacidad de decisión sobre ti misma, no la tienes, y la prueba es que aún después de tener estudios universitarios sigues prisionera de un submundo donde es muy fácil entrar, pero extraordinariamente difícil salir".

“Montse, no dejará su oficio. Se autoengañó durante años justificándose en que lo haría hasta que acabase la carrera, pero la carrera ya se acabó y ahora necesita otra justificación. Le pasa lo mismo que a cualquier otra mujer víctima de la violencia de género. Necesita que otros decidan por ella para poder salir”

Me parece que esto es maltrato ¿psicológico?

… y supongo que a estas alturas de mi vida no necesito ninguna justificación para permanecer en la prostit*ción.

Lo único que hago (al igual que muchísimas mujeres con las que he compartido tantas y tantas horas) es vivir mi vida en función de mis criterios, valores (entre los que está mi concepción y mi valoración de la sexualidad), circunstancias y necesidades. En función de todo ello, puedo llevar una vida que puede no ser la que querría llevar, y no es desde luego la que me da la gana, sino que es la vida más coherente con mi visión del mundo, mis valores, mis circunstancias… No es “hago lo que me da la gana”, sino hago lo que, en función de todo eso (criterios, valores, circunstancias…), mi responsabilidad me lleva a hacer.

Responsabilidad que por cierto no es menor que la de cualquiera de otras personas y desde luego tampoco me hace menos digna.

Y para que no haya confusiones no me refiero a la dignidad social-pública que se tiene que garantizar a través de las Declaraciones de Derechos Públicos como la del 1948.

Me refiero a la dignidad privada-íntima que está en los derechos humanos básicos en los que no debe intervenir ningún estamento público. Según estos derechos humanos básicos tengo derecho a hacer cualquier cosa en el ámbito de mi intimidad, y la sexualidad está en el ámbito de la más radical intimidad, mientras no viole o me aproveche de los derechos humanos básicos de los demás. Dicho de otra manera, mientras no haga daño a los demás Por eso pienso que basar la abolición o la prohibición en la dignidad del ser humano social-pública o la degradación de la mujer es tratar a las mujeres como un colectivo uniforme, o quedarse en una idea abstracta disociada de la realidad. Cada mujer es UN ser humano diferente, con sus preferencias subjetivas y sus capacidades concretas. Lo que para una persona es denigrante para otra puede ser algo placentero, o algo molesto pero que merece la pena por lo que se obtiene a cambio. Por todo esto nadie debe tratar de imponer su moral o su concepción de forma coactiva.

La delincuencia que hay como la Trata y la esclavitud relacionada con la prostit*ción, no es exclusiva de ésta y para eso ya están las leyes que ya contemplan estos delitos, sólo hace falta más voluntad política y poner los recursos suficientes para aplicarlas con total eficacia y eficiencia.

También hace falta que haya proyectos en los que se den oportunidades reales de inserción laboral y social a las mujeres que no quieren ejercer la prostit*ción y no ofrecer sólo trabajos como los de servicio doméstico, dependienta, cuidado de personas dependientes etc. que son las únicas salidas que se están dando a día de hoy, que pueden ser muy dignos pero sus retribuciones son a todas luces escasas cuando se trata de sacar de la clase social baja a las personas. Esto no es igualdad de oportunidades, ni siquiera entre las propias mujeres.

He conocido a mujeres muy brillantes que si no hubieran nacido donde han nacido podrían ser maestras, abogadas, juezas, ejecutivas…

Me pregunto porqué todos los recursos que se utilizan en campañas absurdas e inútiles no se invierten en facilitar que las mujeres que quieran dejar la prostit*ción puedan acceder a formación Media o Superior para poder elegir trabajos que no sean los de más baja cualificación. O en crear una línea de préstamos para que puedan montar pequeños negocios.

El único error que cometieron es haber nacido y evolucionando en entornos que las fueron discriminando al mismo tiempo que el artículo 35 de la Constitución las ignora totalmente.

Asimismo, habría que analizar la Ley de Extranjería y cómo se ha desarrollado ya que tiene efectos perversos que no facilitan la integración social-laboral de las personas migrantes y tienen como consecuencia directa que las condiciones en las que muchas mujeres están ejerciendo sean realmente muy duras.

Ya para finalizar cito a Cioran que dejó escrito que la mujer pública es la criatura menos dogmática: “Vivir sin convicciones respecto a los hombres y a ella misma, esa es la gran enseñanza de la prostit*ción, academia ambulante de la lucidez”


Y precisamente hacéis lo que que no hay que hacer: poner el foco en ellas. Al que hay que señalar es al putero y si hay mujeres a las que oír dentro de ese mundo es a las víctimas. Hetaira y demás, esos supuestos "sindicatos" son lamebotas de los proxenetas y de hecho ellos están metidos en el tema.

Abolir la prostit*ción no es perseguir a la mujer que es prostituida o se prostituye, sino perseguir al putero.
 
Pues deberías de ponerte en la piel de mujeres con hijos que no tenían ni para pan para ellos, tu que tendrás fortuna por tu familia o por haber tenido estudios no puedes juzgar tan alegremente, lo que hay que luchar es por ayudar a las que lo verdaderamente lo necesitan para que jamás tengan que recurrir a eso y no robarlo en sueldos estratosféricos para que unos cuantos políticos listillos que jamás han trabajado en la empresa privada y solo se lo han llevado del dinero público.
Que nadie las juzga a ellas, que se juzga a los puteros y los proxenetas.

Lo que hay que hacer es lo que dices, que ninguna mujer tenga que recurrir a ello y que los hombres entiendan que ninguna mujer es objeto de placer de nadie.
 
Que nadie las juzga a ellas, que se juzga a los puteros y los proxenetas.

Lo que hay que hacer es lo que dices, que ninguna mujer tenga que recurrir a ello y que los hombres entiendan que ninguna mujer es objeto de placer de nadie.
Pero respetarlas si eligen esa opción por muy humillante que sea, una forera ha puesto la conferencia de una señora que ejerce voluntariamente ese oficio y la verdad es un testimonio que te hace pensar, donde no todo es negro o blanco.
 
Decir eso es como decir que hay mujeres de primera y de segunda. Como que unas merecen que las violen y otras se salvan gracias a las primeras. Si te pones a pensarlo es muy fuerte.
El putero viola por dinero y da igual que sea a una prost*t*ta víctima de trata que a una mujer o niña que pasa por la calle.
L'étoile, gracias por leerme, pero en ningún caso considero jamás a mujeres de primera y de segunda hasta en el caso que nos ocupa me merece el mismo respeto una señora casada que una prost*t*ta, ¿como voy a decir que cualquier mujer merece ser violada?. Hay que leer el total y no sacar una frase de contexto. No me voy repetir al intentar explicar lo que escribí.
Siempre ha observado a través de los años, mucho fariseísmo sobre este tema y a veces por desgracia las que dicen apoyarlas a la mínima les sale el insulto y el desprecio, admiro a los que intentan ayudarles a salir pero no como seres superiores, sino como personas que han tenido mas suerte en la vida y por eso ayudan, no a las que viven de fundaciones llenas de dinero que van para su bolsillo y reclaman que se acabe y no estudiar casos y casos.
 
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Pero respetarlas si eligen esa opción por muy humillante que sea, una forera ha puesto la conferencia de una señora que ejerce voluntariamente ese oficio y la verdad es un testimonio que te hace pensar, donde no todo es negro o blanco.
Las que hablan así trabajan en sus domicilios, escogen... Hacen de lo que para unas es un sufrimiento o una necesidad una forma de vida. Me parece genial pero entra en debate con que están silenciando a las víctimas y que su actividad favorece la trata, por ejemplo.

Eso obviando que ningún tío puede pensar que una mujer está a su disposición. No entiendo que no se vea lo sexista que es, no hay ni que entrar mucho en el meollo, sino darse cuenta de que en el 90% de los casos las prost*tutas son mujeres y los hombres los que pagan y prostituyen. ¿No da que pensar?
 
Y precisamente hacéis lo que que no hay que hacer: poner el foco en ellas. Al que hay que señalar es al putero y si hay mujeres a las que oír dentro de ese mundo es a las víctimas. Hetaira y demás, esos supuestos "sindicatos" son lamebotas de los proxenetas y de hecho ellos están metidos en el tema.

Abolir la prostit*ción no es perseguir a la mujer que es prostituida o se prostituye, sino perseguir al putero.
Es muy fuerte decir lo que dices, he visto entrevistas a ese colectivo y me parecen de un gran respeto a la mujer. Si una mujer voluntariamente quiere ejercer la prostit*ción llega a un acuerdo con un señor, no veo cual es el problema, el problema lo tendrá esa señora no tu, eso es una transición comercial, terrible por supuesto, repito no es una violación donde la mujer no quiere tener s*x* y agreden, humillan y hasta causan la muerte. ¿Que me dices de las niñas en los países árabes a las que cortan sus genitales, las casan con 14 años con señores de 40, 50 o 60 años y hasta el final de sus días tienen que estar todo el día con estos compradores de niñas, eso si es violación para mi.
 
L'étoile, gracias por leerme, pero en ningún caso considero jamás a mujeres de primera y de segunda hasta en el caso que nos ocupa me merece el mismo respeto una señora casada que una prost*t*ta, ¿como voy a decir que cualquier mujer merece ser violada?. Hay que leer el total y no sacar una frase de contexto. No me voy repetir al intentar explicar lo que escribí.
Siempre ha observado a través de los años, mucho fariseísmo sobre este tema y a veces por desgracia las que dicen apoyarlas a la mínima les sale el insulto y el desprecio, admiro a los que intentan ayudarles a salir pero no como seres superiores, sino como personas que han tenido mas suerte en la vida y por eso ayudan, no a las que viven de fundaciones llenas de dinero que van para su bolsillo.
De nada, para eso estamos.

Obvio que la prost*t*ta merece todo el respeto del mundo como persona que es, estoy de acuerdo.

No es sacar descontextualizar, es sacar una idea de un todo. Unas se prostituyen y otras se salvan. No digo que pienses así pero es la lectura de esa idea.

Lo de las fundaciones ni idea, desconozco este tema y me parecería mal si hubiera gente sacando tajada de ayudar a alguien. No me encaja cuando se sacaría pasta precisamente fomentando la prostit*ción pero a saber, como no lo conozco no hablo.
 
De nada, para eso estamos.

Obvio que la prost*t*ta merece todo el respeto del mundo como persona que es, estoy de acuerdo.

No es sacar descontextualizar, es sacar una idea de un todo. Unas se prostituyen y otras se salvan. No digo que pienses así pero es la lectura de esa idea.

Lo de las fundaciones ni idea, desconozco este tema y me parecería mal si hubiera gente sacando tajada de ayudar a alguien. No me encaja cuando se sacaría pasta precisamente fomentando la prostit*ción pero a saber, como no lo conozco no hablo.
Pues quizás no escribí bien, quise decir que cuando ha habido esos centros donde se ejerce ese oficio, probablemente haya menos violaciones de mujeres que dicen que no quieren, pero que no son de primera unas y de segunda otras, sencillamente que unas lo eligen voluntariamente y otras se niegan y esa es la diferencia para mi abismal de lo que es una violación, el violador es un ser al que deberían de castrar pues se ha demostrado que en cuanto sale de la cárcel lo vuelve a hacer y el puter... como dices tu, es un señor que paga si la mujer accede a ello y sino se va a buscar a otra y a veces hasta se ha casado con alguna y hay muchos casos y siempre las han respetado y han sido felices o al menos dicen eso. Dicho todo esto, ojalá que llegue el día que todo eso se acabe y la mujer no tenga que acceder a ese oficio para mejorar su estatus.
 
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