Haters de Sálvame - Parte II

Estado
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No entiendo el rebote que se prepara cada vez que se dice que la Aldon es abuelastra de la Estesa.
En este mundo que al mínimo roce amoroso que tiene una pareja, ya llaman "suegra/o", "cuñada/o"" o lo que sea a la familia del contrario sin haber papeles legales, no entiendo por qué les escandaliza tanto la mención de abuela o abuelastra, se lleven familiarmente o no en la vida real, a fin de cuentas es una forma resumen de relacionarlas.
 
No entiendo el rebote que se prepara cada vez que se dice que la Aldon es abuelastra de la Estesa.
En este mundo que al mínimo roce amoroso que tiene una pareja, ya llaman "suegra/o", "cuñada/o"" o lo que sea a la familia del contrario sin haber papeles legales, no entiendo por qué les escandaliza tanto la mención de abuela o abuelastra, se lleven familiarmente o no en la vida real, a fin de cuentas es una forma resumen de relacionarlas.
Y la más indignada la Potorro!
 
De esto, no dicen ni mu...

Televisión
Contradicciones de los responsables de 'Gran Hermano' en el juicio del caso de los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado





Contradicciones de los responsables de 'Gran Hermano' en el juicio del caso de los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado
Dan versiones opuestas respecto a quién tenía la potestad de llamar a seguridad o la cantidad de alcohol de la que disponían los concursantes.



Redacción Televisión Tribunales Madrid (03.03.2020)


El juicio por el caso de los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado en 'Gran Hermano Revolution' está cerca de comenzar después de que la jueza haya ordenado su apertura. La magistrada, en un auto, ya apuntó que hay "indicios de que la conducta de José María pudiera ser constitutiva de un delito de abuso sexual".


La Fiscalía pide más de dos años de cárcel para él y la acusación exige una indemnización de 100.000 euros tanto a José María como aZeppeltin TV, la productora del programa. Como caras visibles de la productora del formato fueron llamados a declarar Florentino Abad, productor ejecutivo y 'súper' habitual de la casa, Álvaro Díaz, director general de la productora, y María Robles, la 'súper' de guardia la noche de utos.

Las versiones que expusieron, a las que ha accedido 'El País' y recoge laSexta, muestran varias contradicciones que dejan en evidencia que no existía un protocolo de actuación ante casos de delito. Tampoco hay unanimidad sobre quién tenía la potestad de llamar a seguridad o cuánto alcohol les sirven a los concursantes en la casa.

Florentino Abad, 'súper' habitual, señaló que aquella noche no estaba trabajando: "Estaba en Zaragoza, no presencié los hechos en primera persona". Quién sí apuntó a una responsable clara fue Álvaro Díaz, director general: "La responsable aquella noche era María Robles".





Robles, la 'súper' de guardia aquella noche, declaró que las funciones que debía desempeñar eran "ayudar a los trabajadores que haya en el turno y tengan un problema técnico y resolver dudas de contenidos".

Ella fue preguntada directamente por la jueza sobre si tenía autoridad para dar órdenes al personal de seguridad para que entrara a interrumpir la escena. "No", respondió Robles, que tampoco supo contestar a la pregunta de quién tenía ese poder: "Ahora mismo me pone en un aprieto". Por su parte, Abad fue tajante: "La potestad la tiene el responsable que está en ese momento. María la tiene".

Robles, en su declaración, también indicó que sí pensó en la posibilidad de que se estuviera cometiendo un delito al ver los movimientos del acusado debajo del edredón y ver "la cabeza de Carlota moverse descontrolada y con los ojos cerrados".

En ese momento explica que decidió llamar a Abad por teléfono, quien le aconsejó que intercediera por megafonía: "Lo que podía hacer, irrumpir por megafonía y ver si Carlota estaba consciente o no".

Unas explicaciones que dejan ver que no había un protocolo exacto de actuación ante un caso de este tipo. Sobre la existencia de una hoja de ruta también fue preguntado Abad, que no supo responder con concisión: "Nunca hemos llegado a ese extremo".

Otra de las contradicciones que se aprecian en las declaraciones de los tres responsables tiene que ver con el alcohol que se sirve en Gran Hermano. Abad aseguró que solo permiten el consumo de una copa por persona, mientras que Robles declaró que "una o dos".

Posteriormente Abad matizó sus palabras: "Si hay 12 personas metemos 12 copas, no les decimos que tomen una cada uno". Robles también se desdijo en su declaración explicando que algunos de los concursantes se guardaban el alcohol de otras fiestas, algo que los otros dos directivos negaron de manera tajante.

En lo que sí coinciden los tres es en que esa noche no se sirvió tequila, algo que no coincide lo que declaró la propia Carlota ante la jueza, que aseguró haber tomado cuatro chupitos de ese licor.

En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal explicó que el presunto agresor actuó "guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiinconsciencia en que (…) se encontraba (Carlota) y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que (…) balbuceando débilmente, dijo 'no puedo'".

La acusación describe las imágenes y apunta que José María apretó el cuerpo contra el de Carlota "en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara". Al mismo tiempo José María López Pérez pidió en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil.

Cuando el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella "sólo" acertó a responder que se quitara, "momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado".

La Fiscalía señala que el acusado cubrió con un edredón a Carlota y "continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándola parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia".
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Tras ello, sobre la 1:40 horas de la madrugada del día de los hechos, Carlota se destapó la cara "dejando ver su estado inerte", momento en el cual los responsables del programa de Telecinco intervinieron. La Fiscalía apunta que el trabajador encargado de vigilar las cámaras "hasta ese momento no estaba en condiciones de saber lo que estaba ocurriendo, dado que el acusado había utilizado el edredón para taparse tanto a él" como a Carlota.

La Fiscalía también apunta en su escrito de acusación que los responsables de Gran Hermano mostraron las imágenes del presunto abuso a la víctima: "Encontrándose ésta sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como 'súper', lo que provocó en (…) un incremento del estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos sufridos horas antes habían producido en ella". Por estos hechos reclama a la productora del programa, Zeppelin TV, una indemnización de 6.000 a Carlota por los daños ocasionados.

 
De esto, no dicen ni mu...

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Contradicciones de los responsables de 'Gran Hermano' en el juicio del caso de los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado'Gran Hermano' en el juicio del caso de los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado





Contradicciones de los responsables de 'Gran Hermano' en el juicio del caso de los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado
Dan versiones opuestas respecto a quién tenía la potestad de llamar a seguridad o la cantidad de alcohol de la que disponían los concursantes.



Redacción Televisión Tribunales Madrid (03.03.2020)


El juicio por el caso de los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado en 'Gran Hermano Revolution' está cerca de comenzar después de que la jueza haya ordenado su apertura. La magistrada, en un auto, ya apuntó que hay "indicios de que la conducta de José María pudiera ser constitutiva de un delito de abuso sexual".


La Fiscalía pide más de dos años de cárcel para él y la acusación exige una indemnización de 100.000 euros tanto a José María como aZeppeltin TV, la productora del programa. Como caras visibles de la productora del formato fueron llamados a declarar Florentino Abad, productor ejecutivo y 'súper' habitual de la casa, Álvaro Díaz, director general de la productora, y María Robles, la 'súper' de guardia la noche de utos.

Las versiones que expusieron, a las que ha accedido 'El País' y recoge laSexta, muestran varias contradicciones que dejan en evidencia que no existía un protocolo de actuación ante casos de delito. Tampoco hay unanimidad sobre quién tenía la potestad de llamar a seguridad o cuánto alcohol les sirven a los concursantes en la casa.

Florentino Abad, 'súper' habitual, señaló que aquella noche no estaba trabajando: "Estaba en Zaragoza, no presencié los hechos en primera persona". Quién sí apuntó a una responsable clara fue Álvaro Díaz, director general: "La responsable aquella noche era María Robles".





Robles, la 'súper' de guardia aquella noche, declaró que las funciones que debía desempeñar eran "ayudar a los trabajadores que haya en el turno y tengan un problema técnico y resolver dudas de contenidos".

Ella fue preguntada directamente por la jueza sobre si tenía autoridad para dar órdenes al personal de seguridad para que entrara a interrumpir la escena. "No", respondió Robles, que tampoco supo contestar a la pregunta de quién tenía ese poder: "Ahora mismo me pone en un aprieto". Por su parte, Abad fue tajante: "La potestad la tiene el responsable que está en ese momento. María la tiene".

Robles, en su declaración, también indicó que sí pensó en la posibilidad de que se estuviera cometiendo un delito al ver los movimientos del acusado debajo del edredón y ver "la cabeza de Carlota moverse descontrolada y con los ojos cerrados".

En ese momento explica que decidió llamar a Abad por teléfono, quien le aconsejó que intercediera por megafonía: "Lo que podía hacer, irrumpir por megafonía y ver si Carlota estaba consciente o no".

Unas explicaciones que dejan ver que no había un protocolo exacto de actuación ante un caso de este tipo. Sobre la existencia de una hoja de ruta también fue preguntado Abad, que no supo responder con concisión: "Nunca hemos llegado a ese extremo".

Otra de las contradicciones que se aprecian en las declaraciones de los tres responsables tiene que ver con el alcohol que se sirve en Gran Hermano. Abad aseguró que solo permiten el consumo de una copa por persona, mientras que Robles declaró que "una o dos".

Posteriormente Abad matizó sus palabras: "Si hay 12 personas metemos 12 copas, no les decimos que tomen una cada uno". Robles también se desdijo en su declaración explicando que algunos de los concursantes se guardaban el alcohol de otras fiestas, algo que los otros dos directivos negaron de manera tajante.

En lo que sí coinciden los tres es en que esa noche no se sirvió tequila, algo que no coincide lo que declaró la propia Carlota ante la jueza, que aseguró haber tomado cuatro chupitos de ese licor.

En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal explicó que el presunto agresor actuó "guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiinconsciencia en que (…) se encontraba (Carlota) y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que (…) balbuceando débilmente, dijo 'no puedo'".

La acusación describe las imágenes y apunta que José María apretó el cuerpo contra el de Carlota "en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara". Al mismo tiempo José María López Pérez pidió en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil.

Cuando el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella "sólo" acertó a responder que se quitara, "momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado".

La Fiscalía señala que el acusado cubrió con un edredón a Carlota y "continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándola parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia".
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Tras ello, sobre la 1:40 horas de la madrugada del día de los hechos, Carlota se destapó la cara "dejando ver su estado inerte", momento en el cual los responsables del programa de Telecinco intervinieron. La Fiscalía apunta que el trabajador encargado de vigilar las cámaras "hasta ese momento no estaba en condiciones de saber lo que estaba ocurriendo, dado que el acusado había utilizado el edredón para taparse tanto a él" como a Carlota.

La Fiscalía también apunta en su escrito de acusación que los responsables de Gran Hermano mostraron las imágenes del presunto abuso a la víctima: "Encontrándose ésta sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como 'súper', lo que provocó en (…) un incremento del estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos sufridos horas antes habían producido en ella". Por estos hechos reclama a la productora del programa, Zeppelin TV, una indemnización de 6.000 a Carlota por los daños ocasionados.

Ya verás el 8m como se cuelgan la medallita feminista
 
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