"Entre tanto, una vecina rusa, afincada en Mataró desde hace 20 años, que conocía a Olga y a sus hijos, dejó caer a este periódico este martes que "los problemas", en relación al asesinato de K. y la desaparición de Stefan, podrían deberse a un ajuste de cuentas.
Según precisó, cuando llegó a Mataró, Olga montó un negocio en su propio domicilio, al que denominó Instituto Internacional de Reproducción Humana PUER. Ella no es médico, sino licenciada en psicología, y basándose en sus supuestos conocimientos se dedica a "dejar embarazadas a sus clientas de manera espiritual; hace seminarios y reuniones que valen dinero, y son una chorrada", relataba.
Para esta mujer, la madre de K. y Stefan buscaba tener siempre una "muy buena calidad de vida", pero siempre "le faltaba dinero". "Ella quería conseguirlo de manera fácil y buscaba por todas partes a gente que pudiese pagar", sostenía.
"Yo creo que ella sabe perfectamente de donde vienen los problemas", afirmaba, tajante. "¿Tenía deudas?", le preguntó este periodista. I. prefirió no responder. Lo que sí detalló fue que no era la primera vez que esta familia vivía un episodio violento en su domicilio, hace unos meses "les reventaron todo el piso, la puerta y todos los muebles".
"Supongo que al niño tampoco no lo encontrarán vivo", concluía diciendo esta trabajadora rusa."
Me queda claro que la vecina rusa le tenía una envidia que se moría, porque se ha ensañado a gusto
Según precisó, cuando llegó a Mataró, Olga montó un negocio en su propio domicilio, al que denominó Instituto Internacional de Reproducción Humana PUER. Ella no es médico, sino licenciada en psicología, y basándose en sus supuestos conocimientos se dedica a "dejar embarazadas a sus clientas de manera espiritual; hace seminarios y reuniones que valen dinero, y son una chorrada", relataba.
Para esta mujer, la madre de K. y Stefan buscaba tener siempre una "muy buena calidad de vida", pero siempre "le faltaba dinero". "Ella quería conseguirlo de manera fácil y buscaba por todas partes a gente que pudiese pagar", sostenía.
"Yo creo que ella sabe perfectamente de donde vienen los problemas", afirmaba, tajante. "¿Tenía deudas?", le preguntó este periodista. I. prefirió no responder. Lo que sí detalló fue que no era la primera vez que esta familia vivía un episodio violento en su domicilio, hace unos meses "les reventaron todo el piso, la puerta y todos los muebles".
"Supongo que al niño tampoco no lo encontrarán vivo", concluía diciendo esta trabajadora rusa."
Me queda claro que la vecina rusa le tenía una envidia que se moría, porque se ha ensañado a gusto