Si, yo lo encontré bajito y muy agradable. Estábamos almorzando en Coworth Park. Ellos se alojaban allí, eso nos dijeron ellos mismos. Estaban sentados en la mesa de al lado y Kidman nos miró, sonrió y se acercó a hacerle monerías a mi sobrino pequeño. Tiene química como pareja.En una cola para comprar un café tenía al lado a un tío que me resultaba muy “familiar“, no sabía por qué. Le miro, me mira, le sonrío como queriendo saludar aunque solamente fuera por educación, me sonríe y dice hola. pienso que le conozco de algo, no caigo de qué, me pongo a hablar con él, me pregunta que qué tal, le meto un rollo sobre la noche que me habían dado mis mellizos, me sonríe de nuevo, qué malo es cuando no duermen, nos dan el café, pagamos, le doy recuerdos para la familia, convencida de que era algún amigo de amigos nuestros. Me dice lo mismo, se despide.
Cinco minutos después caigo en que es Keith Urban, el marido de la Kidman. No es nada alto y es delgadito y como pequeñito en apariencia.
O sea, un tipo muy agradable que le siguió el rollo a una pesada a la que no conocía de nada y le contó su vida.