JajaJAjaja... él solito, en la biblio, barajando cartas y moviéndolas por la mesa mientras sorbe un cafelito-YaMi.Bueno, ya sabemos cuál es el arma secreta del muso: esas cartas.
Las echará al tuntún, y así es como le salen argumentos tan sinsentido
El pitoniso de los crímenes