Claro, claaaaro, porque los críticos literarios de verdad, los que saben de verdad de literatura, los que tienen suficiente conocimiento cultural/literario, los que viven y trabajan en el mundo de las letras y conocen de lejos cuando algo es bueno o no, pasan de sus novelones tres pimientos. No se van a molestar en leer sus bodrios.Javier Castillo: «Por suerte, a los críticos no les intereso. Pero sí a los lectores»
Con tres novelas encaramadas en la lista de libros más vendidos durante los últimos meses, el autor malagueño se ha convertido en un nuevo rey del «best sellers»
https://www.abc.es/cultura/cultural...so-pero-si-lectores-201907040131_noticia.html
Por eso no le interesa.
Le interesa más que hordas adolescentes desbocadas le pongan comentarios positivos en Amazon a cambio de un link a no sé qué mierdas gratuitas. Así sí. Eso es lo que le interesa: VENDER.
Aprender, escuchar a expertos y remendar errores para su crecimiento profesional (en cuanto a calidad de escritura, o expresión, o coherencia, o estilo...) eso NO le interesa lo más mínimo.
Igual que cuando alardeaba de que a él no le hacen falta cursos para aprender. Que fue a uno y se salió porque él es mejor que todos y allí se nos aburría el intelectual.
¿Se puede ser más prepotente? El mensaje lo deja más que claro: le da igual escribir basura, a él le vale mientras se venda, que tiene una hipoteca de muchos años y una piscina con motor y cascada que mantener.
¿Aprender? Él no lo necesita. Con sus chuminadas ya le vale para llenarse los bolsillos.
Cero humildad.
Cero ganas de mejorar.
Cero respeto hacia la profesión.
Cero patatero ébricin (everything) y mucho descaro alardeando de que con que sus flanes le compren, le vale y le sobra. Para todo lo demás... visa mastercard (que la cuenta la tiene llenita de euritos).