Fallece el obispo emérito Jose Maria Setién

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Fallece José María Setién, obispo emérito de San Sebastián

Setién, que estuvo más de dos décadas al frente de la diócesis donostiarra, ha muerto a los 90 años después de sufrir un ictus. El funeral será mañana en el Buen Pastor

DVMartes, 10 julio 2018, 17:21

El obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, ha fallecido esta madrugada en la capital guipuzcoana a los 90 años de edad, después de que el pasado domingo un ictus le dejara en un estado de coma irreversible.

Setién ha permanecido hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Donostia hasta que a las dos de esta madrugada los servicios sanitarios han certificado su muerte. El domingo el actual prelado de la diócesis donostiarra, José Ignacio Munilla, ya comunicó a los feligreses el delicado estado del obispo emérito, que se encontraba en estado «muy grave», y pidió una oración por él. El funeral se realizará en el Buen Pastor mañana, a las 12:00 horas. José María Setién será enterrado en el presbiterio de la catedral, por expreso deseo suyo. Será el cuarto obispo enterrado en la cripta de la catedral.

La capilla ardiente con los restos mortales del obispo emérito de San Sebastián se instalará en al catedral, en la capilla del Santísimo Sacramento. Estará abierta desde las 14:00 horas de este martes hasta horas a 20:00 horas. Y mañana, 11 de julio, desde las 08:00 horas, hasta la hora del funeral, a las 12:00 horas.

Nacido en Hernani en 1928, Setién cumplió los 90 años el pasado 18 marzo, una efemérides que coincidió con los 18 años transcurridos desde que puso fin a su responsabilidad al frente de la diócesis. La celebración sirvió para hacer repaso de una biografía que tiene como primer hito su ordenación sacerdotal en la catedral del Buen Pastor el día de San Pedro de 1951.

Instalada la capilla ardiente del obispo Setién en la catedral donostiarra
La capilla ardiente con los restos mortales del obispo emérito de San Sebastián José María Setién se encuentra instalada desde poco antes de las dos de la tarde en la catedral donostiarra del Buen Pastor, donde velan al prelado fallecido hoy a los 90 años algunos de sus familiares.

El exlehendakari Juan José Ibarretxe, que ha rehusado hacer declaraciones, ha sido el primer político en acudir a la capilla ardiente del que fue obispo de la diócesis donostiarra entre 1979 y 2000.

El cadáver de Setién, vestido con indumentaria eclesiástica y ornamentos como la mitra el báculo obispal, se encuentra en la capilla del Santísimo Sacramento, que hoy permanecerá abierta hasta las ocho de la tarde y mañana desde la ocho de la mañana hasta el comienzo del funeral a mediodía.

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha anunciado que asistirá mañana a las honras fúnebres en el Buen Pastor, en cuyo prebisterio serán enterrados los restos mortales de Setién junto a los de sus tres antecesores en el cargo.

Está previsto que esta tarde acuda a la catedral donostiarra el lehendakari, Iñigo Urkullu, así como otros representantes políticos e institucionales vascos.



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La capilla ardiente de Setién. / LOBO ALTUNA


Veintiún años después, el mismo día, fue consagrado como obispo auxiliar. Era el 28 de octubre de 1972. Siete años más tarde, sucedió a Jacinto Argaya como obispo titular, convirtiéndose así en el cuarto obispo de la joven Diócesis de San Sebastián. Le precedieron Jaime Font y Andreu (1950-1963), Lorenzo Bereziartúa (1963-1968) y Jacinto Argaya (1968-1978).

Durante su homilía en el acto de toma de posesión advirtió de que su trayectoria episcopal estaría basada en lo que definió como «tres líneas de fuerza». En primer lugar, «trabajar por una Iglesia que, cada vez más se proponga como objetivo propio servir al Evangelio»; «buscar los auténticos valores humanizadores y pacificadores del Evangelio, y hacerlos presentes con humildad, pero con firmeza, en la sociedad», y por último, «hacer de las comunidades cristianas lugares en los que los cristianos aprendamos a ser libres, fraternales, honrados, luchadores por la justicia, creyentes y esperanzados, para que sea más creíble el Evangelio que queremos anunciar».

Setién hizo gala a lo largo de su episcopado de un vasto conocimiento teológico. El prelado hablaba euskera, castellano y francés, dominaba el alemán y el italiano y se manejaba también con el inglés. Abandonó sus responsabilidades en el año 2000 por razones personales. La convulsión de los años de violencia en Euskadi marcaron su episcopado, durante el que las víctimas de ETA le reprocharon distanciamiento; unas críticas que el nacionalismo, para el que era referente, consideró injustas.
 
Yo le conocí en persona y yo, que no soy creyente, encontré a una persona cultísima y muy sabia respecto a la naturaleza humana. Quiso ser el obispo de todos, en la linea de Tarancón, en medio del avispero del conflicto vasco entre el Gobierno y ETA. Muy cercano a todos los que quisieran acercarse a él.

Pocos del lado "constitucional" entendieron el dilema al que se enfrentó tan valientemente. El se definía como nacionalista, pero sobre todo, prelado. Era una bellísima persona, digan lo que digan, y otros obispos se hubiesen limitado a dar la extremaunción pero él trató de contribuir a la paz, por eso tenia que hablar con los "malos". Su ejemplo dejó huella y su sucesor, Juan Maria Uriarte, supo que la mayor contribución a la paz que podia hacer era siguiendo el ejemplo de Setién, aunque de una forma menos mediática.

Quienes le odiaron jamás le leyeron uno solo de sus múltiples ensayos. La historia le hará justicia. Descanse en paz.
 
Yo le conocí en persona y yo, que no soy creyente, encontré a una persona cultísima y muy sabia respecto a la naturaleza humana. Quiso ser el obispo de todos, en la linea de Tarancón, en medio del avispero del conflicto vasco entre el Gobierno y ETA. Muy cercano a todos los que quisieran acercarse a él.

Pocos del lado "constitucional" entendieron el dilema al que se enfrentó tan valientemente. El se definía como nacionalista, pero sobre todo, prelado. Era una bellísima persona, digan lo que digan, y otros obispos se hubiesen limitado a dar la extremaunción pero él trató de contribuir a la paz, por eso tenia que hablar con los "malos". Su ejemplo dejó huella y su sucesor, Juan Maria Uriarte, supo que la mayor contribución a la paz que podia hacer era siguiendo el ejemplo de Setién, aunque de una forma menos mediática.

Quienes le odiaron jamás le leyeron uno solo de sus múltiples ensayos. La historia le hará justicia. Descanse en paz.
Gracias Lady Susan por contarnos la parte de la historia que desconocíamos, tu vivencia personal. Tu vasta cultura y mundología nos permite conocer estas aristas ocultas de este personaje. Saludos cordiales.
 
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