Es una racista tremenda
Tanto defender los derechos de los negros, el odio de esa mujer hacia los blancos era algo ya de libro, descarado. Y encima con esas ínfulas, chula, prepotente, que el presidente era el marido y no ella. Pues el rumor en USA era que la tía estaba hecha una trepa de cuidado desde bien joven, y que le gustaba la fama una barbaridad, que no llevó nada bien que se le terminara el chollito de primera dama, de ahí las caras de asco cuando entró Trump.
Es una gilipollas.