Pues he leído la crónica de la corrida de Ponce de hoy y parece que no estuvo tan bien hoy,pese las seis orejas y un rabo.
Pero claro,en su pueblo y celebrando sus 30 años de carrera,con sus propios toros,no le iban a dejar mal.
Ese tipo de festejos son pachangas. La corrida de verdad, con su seriedad y su liturgia, se ve sólo en un puñado de plazas exigentes. Ponce ya lleva tiempo prodigándose poco en esos cosos, porque sabe que allí no se le pasan ciertas cosas. En la deriva que ha tomado, imagino que aún se le verá menos por las plazas comprometidas.
Las crónicas taurinas hay que tomarlas con pinzas, según quien las escriba. A veces el parecido entre la realidad del ruedo y lo que se lee en la crónica es sencillamente inexistente.