Un hombre guapísimo y con una planta impresionante , hasta en su vejez se le veía bien. Su mujer ha estado siempre loca por el y se ven un matrimonio de verdad con química entre ellos. Dos personas creativas y cercanas. El Príncipe siempre ha dicho lo que pensaba y en su vejez esas cosas se agravan, así que ha tenido alguna salida de pata de banco que su mujer le perdonaba. Comprendo la sonrisa de la reina por que su marido se haya ido sin sufrir más de lo necesario después de una vida larga y feliz juntos. El matrimonio a la larga se basa en ser felices ambos, juntos pero también fomentando los gustos y aficiones individuales y creo que ellos han sabido hacerlo.