El PP defiende a Pablo Casado: "No hay nada que temer; su caso no es el mismo que el C.Cifuentes

Dos noticias juntas... que "ya tal"
Por nemeton, 29 sep 2018, 12:00
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Por ser vos quien sois


Al negarse el Supremo a practicar ninguna de las diligencias propuestas es imposible saber si la conducta de Pablo Casado ha sido la misma o no que la de los tres alumnos que sí están siendo investigados por la magistrada-juez

Javier Pérez Royo
01/10/2018 - 20:46h
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EFE

Ser quienes son: esta es la única razón por la, presuntamente, el profesor Enrique Álvarez Conde decidió “regalar” el título del Máster de Derecho Autonómico que se impartía en el Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos que él dirigía, a cuatro alumnos de los quince que se matricularon en el curso académico 2008-2009. Esta es la conclusión a la que llegó la magistrada-juez Carmen Rodríguez Medel, tras analizar detalladamente la normativa vigente aprobada por la propia universidad, la documentación respecto de convalidaciones y exámenes y entrevistar a todos los alumnos.



La magistrada-juez deja constancia de manera pormenorizada que hay cuatro alumnos que reciben un trato completamente distinto del que reciben los demás. Hay cuatro alumnos a los que se les convalidan 18 asignaturas de las 22 de las que constaba el máster, sin que se siguiera para dicha convalidación el procedimiento reglado. Se les eximió de la obligación de asistir a clase, que era inexcusable de acuerdo con la normativa reguladora. No fueron examinados de las cuatro asignaturas que no les habían sido convalidadas. Y no queda constancia administrativa de que entregaran ningún tipo de trabajo para aprobarlas.

Todos estos hechos e indicios de una conducta irregular con posible transcendencia penal los acumula pacientemente en su investigación la magistrada-juez respecto de tres de los alumnos. No puede hacerlo respecto del cuarto, Pablo Casado, porque es diputado del Grupo Parlamentario Popular y, en consecuencia, de su conducta únicamente puede entender el Tribunal Supremo. Las circunstancias en la que Pablo Casado ha obtenido el título son aparentemente las mismas que las de los otros tres alumnos, respecto de los que la magistrada-juez sí ha podido comprobar a través de su investigación la presencia de esos hechos e indicios de una conducta irregular con posible transcendencia penal.

En opinión de la magistrada-juez la conducta del profesor Álvarez Conde y la de estos tres alumnos puede ser constitutiva de los delitos de cohecho impropio y de prevaricación, ya que la “dádiva” consistente en el regalo del título de máster no puede haberse producido sin un acuerdo entre el profesor que regala y el alumno que recibe el regalo. Una de las alumnas lo ha reconocido así expresamente en su declaración ante la magistrada-juez. Y las otras dos no han podido explicar de una manera verosímil que no fuera así.

Respecto de la conducta de Pablo Casado, la magistrada-juez no ha podido alcanzar la conclusión que ha alcanzado respecto de esos otros tres alumnos, porque no ha podido practicar las diligencias que ha practicado respecto de ellos. De ahí que se dirija al Tribunal Supremo instándole a que las practique, a fin de verificar si la conducta de Pablo Casado, como alumno del máster de Derecho Autonómico, es idéntica a la de los tres alumnos que ella ha imputado o no es así. Un elemental respeto del principio de igualdad, opina la magistrada-juez, exige que las diligencias practicadas respecto de todos los alumnos, de los que no tuvieron trato de favor y de los que lo tuvieron, se practiquen también respecto de Pablo Casado. Únicamente el Tribunal Supremo puede hacerlo. Por eso eleva la e xposición razonada.

El Tribunal Supremo, la Fiscalía en primer lugar y cinco magistrados después, consideran que en la exposición razonada de la magistrada-juez no se contiene una relación de hechos o indicios respecto de la conducta de Pablo Casado que merezcan ser investigados por su posible relevancia penal y, en consecuencia, se niegan a practicar ninguna de las diligencias que la magistrada-juez proponía y que son las que se han practicado respecto de todos los alumnos. No justifica en el auto por qué es así y no entra en ningún momento a rebatir la argumentación jurídica de la exposición razonada, que ha permitido a la magistrada-juez llegar a la conclusión que ha llegado. Ni el fiscal ni los magistrados rebaten la argumentación de la magistrada-juez.

Al negarse a practicar ninguna de las diligencias propuestas es imposible saber si la conducta de Pablo Casado ha sido la misma o no que la de los tres alumnos que sí están siendo investigados por la magistrada-juez. La apariencia es de una completa identidad. Pero no lo podemos saber, porque el Tribunal Supremo se niega a hacerlo.

El asunto empezó con un trato de favor para cuatro alumnos, que ha quedado acreditado en el caso de tres, porque se ha podido investigar su conducta y que no se ha podido acreditar en el caso de Pablo Casado, porque el Tribunal Supremo se ha negado a investigar.

Como consecuencia de esa negativa a investigar a Pablo Casado, la magistrada-juez se ha visto obligada a archivar la investigación respecto de las tres alumnas, en cuya conducta había apreciado indicios de responsabilidad penal. El trato de favor ha sido “blanqueado” por el Tribunal Supremo.

La conducta de los cinco magistrados del Tribunal Supremo coincide con la del profesor Álvarez Conde. Este último regaló el título a cuatro alumnos “por ser quienes eran”. Tras comparar detenidamente la exposición razonada de la magistrada-juez con el auto de Tribunal Supremo, la única conclusión posible es que ha sido la condición de presidente del PP de Pablo Casado la que explica la decisión de este último. Por ser vos quien sois.

La militancia política en el PP es rentable.

https://www.eldiario.es/zonacritica/vos_6_820377986.html

¿Y ése elemento pretende ser presidente de un Gobierno?

¿Y éste elemento tiene la desfachatez de pedir la ilegalización de cierto tipo de partidos cuando pertenece a un partido acusado de corrupción aparte de que que no se le quiere investigar en un asunto de cohecho?

¡Manda narices? ¡Que jeta tiene el pollo!
 
Lo que no se investigará tras el cerrojazo del caso Máster: convalidaciones masivas y supuestos trabajos de Casado


La decisión de la jueza Rodríguez-Medel de archivar casi toda la causa de los títulos irregulares de la URJC impedirá probar los privilegios de los alumnos VIP

Tampoco se investigará el cambio de notas del expediente de Cifuentes, realizado por una funcionaria dos años después de que aprobara su posgrado

Elena Herrera
01/10/2018 - 20:11h
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Casado rehúsa comparar sus explicaciones sobre su máster con las de Cifuentes: "No soy ejemplo de nada, ni nadie"

La jueza archiva todo el caso Máster a excepción del acta falsificada de Cifuentes tras la decisión del Supremo
La decisión de la jueza del caso Máster, Carmen Rodríguez-Medel, de dar carpetazo a gran parte de la causa dejará sin investigar los principales indicios que apuntan a que en el Instituto de Derecho Público (IDP) de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) se regalaron títulos a dirigentes políticos y a otros alumnos "escogidos" que tenían una relación próxima con su exdirector, el catedrático Enrique Álvarez Conde. La decisión de la jueza llega tras un primer varapalo de la Fiscalía y el posterior archivo de las actuaciones referidas al líder del PP, Pablo Casado, por parte del Tribunal Supremo.



Hasta el momento, en la causa que se seguía en el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid estaban siendo investigados alumnos, a excepción de Casado, por su condición de aforado; profesores y una funcionaria, Amalia Calonge, la persona que cambió las notas en el expediente informático de la expresidenta Cristina Cifuentes. A los alumnos, por existir indicios de que accedieron a un título sin llevar a cabo ninguna actividad académica. Los profesores por supuestamente haber calificado a esos alumnos sin haber realizado mérito alguno. La funcionaria Calonge, por el cambiazo en las notas.

Según el razonamiento de la magistrada, si se logra justificar que los alumnos habían cursado el máster sin haber desarrollado ninguna actividad académica existiría cohecho impropio, puesto que suponía un regalo; y también prevaricación de los profesores e incluso podría derivarse la cooperación de los alumnos en esa actuación delictiva de los docentes.

Ahora, salvo que la investigación sea reabierta si prosperan los recursos que puedan presentar las partes, no será posible saber si hubo delito en el trato VIP del que se beneficiaron determinados estudiantes. En la exposición razonada que elevó al alto tribunal para pedir que se investigara al líder de los conservadores, Rodríguez-Medel analizó minuciosamente los elementos que, a su juicio, probarían las diferencias de trato entre los alumnos "escogidos" y el "grupo ordinario", compuesto por los que sí desarrollaron "una intensa actividad académica". Esos tres elementos son la asistencia a clase, las convalidaciones masivas de asignaturas y el hecho de que determinados alumnos aprobaran las materias no convalidadas presentando supuestos trabajos.

Ante la jueza, las alumnas con expediente similar a Casado reconocieron que no habían pisado las aulas de la URJC y que lograron el título sin mucho esfuerzo gracias a Álvarez Conde, que ahora continúa imputado aunque ya únicamente por el delito de falsedad documental por haber supuestamente participado en la falsificación del acta con la que Cristina Cifuentes pretendió probar que sí había realizado el Trabajo de Fin de Máster (TFM) del posgrado que realizó en la URJC tres años después que el actual líder de los conservadores.

Una de las participantes en el máster, María Dolores Cancio, reconoció que Álvarez Conde le dijo que no tenía que hacer trabajos ni ir a clase y que le indicó cómo convalidar las asignaturas. Las otras dos alumnas que hasta ahora estaban siendo investigadas, María Mateo Feito y Alida Consuelo Mas Taberner, también admitieron que el catedrático las había eximido de ir a clase a pesar de que el curso era presencial.

Sin embargo, en la exposición razonada que remitió al Supremo, la jueza reunió indicios de que el máster era presencial (folletos informativos, emails de Álvarez Conde, horarios, guías docentes...) e incluso el escrito de una alumna que no formaba parte del "grupo escogido" y que pidió su baja en el máster en 2008 porque no podía asistir a clase por problemas familiares.

Convalidaciones sólo para "escogidos"
Casado y las otras tres alumnas VIP convalidaron 18 de las 22 asignaturas del máster porque ya habían realizado un carrera con anterioridad, un hecho que, según la jueza, no fue irregular en sí mismo, aunque sí le pareció sospechosa la forma en que se produjo. Tres peticiones de convalidación se presentaron el mismo día, "a pesar de la amplitud del plazo para solicitar el reconocimiento", que era de más de un mes, y ninguna cumplió con los requisitos de la URJC. Además, aunque eran "estereotipadas" y "genéricas", todas dieron lugar al reconocimiento de las mismas asignaturas. A la magistrada también le llamó la atención que sólo los alumnos "escogidos" solicitaran el reconocimiento de créditos y que nadie informara al resto de que tenían esa posibilidad "tan ventajosa". Todo esto, en principio, tampoco será investigado.

Salvo sorpresa, no se esclarecerán en sede judicial las circunstancias en las que estos alumnos VIP aprobaron las únicas cuatro asignaturas que no convalidaron. En sólo 15 días, los cuatro –Casado, entre ellos– consiguieron tres sobresalientes realizando supuestos trabajos de los que tampoco hay rastro documental. La jueza, en su comunicación al Supremo donde pedía investigar a Casado, ya mostró dudas sobre la veracidad de esos trabajos, que en el caso del líder del PP sumaban, supuestamente, 92 páginas.

Las mismas dudas existen sobre el TFM de Cifuentes, que nunca llegó a aparecer. De hecho, el único aspecto que se sigue investigando, tras el carpetazo de este lunes al grueso de la causa, es la supuesta falsificación del acta con la que la expresidenta regional intentó acreditar que no había realizado ese posgrado de forma irregular. Respecto a Cifuentes, otra cuestión que se queda sin investigar son las modificaciones de las notas de su expediente, realizadas por la funcionaria Amalia Calonge dos años después de que supuestamente aprobara ese título.

Con su archivo, plagado de reproches al Supremo y a la Fiscalía, la jueza de Plaza de Castilla también exonera a los profesores, a los que apuntaba precisamente el Supremo en el auto en el que los jueces del alto tribunal detallaron las razones por las que creían que no había que investigar a Casado. A este respecto, la jueza se pregunta en su auto de este lunes cómo se puede imputar a Álvarez Conde el delito de prevaricación si, según el Supremo, los trabajos de Casado "pueden existir" y, como él mantuvo, "están conservados en el ordenador" aunque nunca los haya mostrado en público.

Por otro lado, el cerrojazo de Rodríguez-Medel puede ser una buena noticia para la exministra de Sanidad, Carmen Montón, que también obtuvo un título en la URJC de forma supuestamente irregular, tal y como desveló eldiario.es. Tras recibir una denuncia anónima, esta misma jueza abrió diligencias en una investigación separada de las que seguía en ese momento contra Cifuentes y Casado y pidió a la URJC "toda la documentación" que obrara en la institución sobre esos estudios en el año en el que los cursó la exministra. No obstante, la magistrada todavía no se ha pronunciado sobre si mantiene abierta esta causa.

https://www.eldiario.es/politica/in...iguez-Medel-Casado-Cifuentes_0_820318644.html

¡Que vergüenza de líder de un partido que aspira a la presidencia de España!
 
El sistema para regalar másteres en la universidad pública quedará impune tras el archivo del caso


El de los másteres de la Rey Juan Carlos es el peor caso de corrupción universitaria conocido, pero la jueza lo ha archivado tras la decisión del Supremo de no investigar a uno de los beneficiados, Pablo Casado

Gracias a las declaraciones de alumnos y profesores ha quedado acreditado que había alumnos VIP a quienes les regalaron títulos sin hacer nada o casi nada, pese a que deberían haber invertido 1.500 horas

Hay profesores que denunciaron cambios de nota, hojas de convalidación falsificadas y hasta una alumna que confesó: nada de eso se va a investigar a menos que reabra el caso la propia jueza o la Audiencia Provincial

Raquel Ejerique
40 comentarios

01/10/2018 - 20:07h
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Cristina Cifuentes en la toma de posesión del nuevo rector, Javier Ramos, en la URJC, donde ha obtenido su máster

Cristina Cifuentes obtuvo su título de máster en una universidad pública con notas falsificadas
Una persona no autorizada entró en el sistema de notas de la universidad pública Rey Juan Carlos y cambió dos "no presentado" por dos "notable" a la ilustre alumna Cristina Cifuentes. Durante ese mismo curso académico, alguien le cambió a la exministra Carmen Montón un "no presentado" por un "aprobado" pese a que las actas estaban cerradas. Dos años antes, Pablo Casado se sacó el título sin conocer a sus profesores, sin ir a clase en un posgrado presencial y sin hacer exámenes. Ese mismo curso, su compañera y alumna María Dolores Cancio obtuvo el máster sin hacer nada porque así se lo indicó el propio director del máster, tal y como ella misma confesó ante una jueza.



Todos estos hechos confirmados, y otros más, quedarán sin investigar judicialmente, ya que la magistrada de instrucción Carmen Rodríguez Medel ha archivado el caso Máster que afectaba a Casado, Cifuentes y, previsiblemente, lo hará con el caso Montón una vez reciba la documentación solicitada a la universidad. A menos que la Fiscalía o las acusaciones recurran la decisión o lo reabra la Audiencia Provincial, el peor caso de corrupción universitaria conocido en España no tendrá ninguna consecuencia judicial para los profesores implicados, el director del máster ni los alumnos que se beneficiaron. El Supremo había rechazado días antes investigar a Casado aunque vio "indicios de trato de favor" y, según el criterio de la jueza de instrucción, eso impide seguir investigando a otros alumnos. También archiva la parte que afectaba a los profesores o el director.

Ahora solo sigue su camino la investigación relativa a quién ordenó la falsificación del acta del Trabajo Fin de Máster que la expresidenta de la Comunidad de Madrid mostró en redes sociales. Quién la hizo o la instigó. En esa pieza quedan como imputados Cifuentes, su exasesora Teresa Feito, el director del máster y las profesoras Cecilia Rosado y Alicia López de los Mozos. También continúa la investigación por posible malversación en el Instituto de Derecho Público (IDP) en el juzgado 30 de instrucción de Madrid. Y en el 29, la causa contra un profesor universitario y dos periodistas de eldiario.es por "revelación de secretos". A esas tres piezas concretas se reduce el caso de un presunto sistema corrupto que regalaba títulos a alumnos "escogidos", como relató la jueza Medel en su escrito razonado al Supremo, al menos desde 2008.

Aunque el sistema arbitrario de dación de posgrados no se investigará (salvo reapertura), durante el trabajo de instrucción de Medel se han ido confirmando con testimonios y documentos los mecanismos para, bajo el paraguas de una institución pública, beneficiar a unos alumnos sobre otros.

Queda acreditado que el instituto (creado hace 13 años y hoy cerrado por indicios de malversación y corrupción académica) hizo y deshizo sin control, impartiendo titulaciones oficiales y propias y eligiendo alumnos VIP para "regalarles el título a modo de prebenda o dádiva", según Medel, pese a que no siguieron el recorrido de mérito académico necesario para conseguirlo que sí hicieron otros estudiantes en esos mismos cursos.

Tal y como explicaron ante la jueza algunos de esos alumnos "ordinarios", los que sí iban a clase y se examinaban, a ellos nunca les ofrecieron convalidaciones, conservaban correos con entrega y corrección de trabajos y nunca supieron que se podía no asistir a clase o cambiar exámenes por trabajos académicos. Gracias a la instrucción se conoció la historia de uno de los compañeros de Casado, que trabajaba por la mañana y comía un bocadillo en el tren para llegar puntual porque para él el posgrado sí era presencial: "Todo mi tiempo disponible lo dediqué al máster", contaba a eldiario.es.

Los otros alumnos, los "escogidos", tenían un recorrido distinto que, aunque previsiblemente quedará impune, era un modus operandi repetido en el IDP. Enrique Álvarez Conde, el "urdidor" según el escrito de Medel, organizaba en su instituto opaco con CIF propio y autonomía total los posgrados que consideraba. No solo de derecho, también los había de sexualidad, policiales o de terapia de pareja. Los recursos para gestionar matrículas y otros gastos corrían de parte de la Universidad Rey Juan Carlos de la que dependía, y él ingresaba las matrículas, organizaba los cursos y conseguía los alumnos.

Cuantos más alumnos, más dinero, de hecho el Instituto engordaba la lista de estudiantes para aumentar su beneficio. Ante la jueza declararon alumnos que ni siquiera sabían que habían aprobado, que en algún momento se matricularon y que desistieron. Sin embargo, en el IDP se encontraron documentos que los reflejaban como alumnos activos, incluso como si hubieran presentado TFM que ni siquiera ellos mismos reconocen. Algunos compañeros de Cifuentes, como el exconcejal Pedro Calvo, mostraron su sorpresa tras ver sus notas aprobadas: "no hice ni el huevo", confesó este político del PP a la salida del juzgado. Pese a eso, en su expediente constan materias aprobadas que, si nadie lo remedia, seguirán aprobadas.

Los profesores de estos másteres de Álvarez Conde cobraban en torno a 100 euros la hora y dirigir los Trabajos Fin de Máster reportaba unos 200 euros al docente. Los profesores los elegía Enrique Álvarez Conde y entre ellos casi siempre estaban las tres profesoras que firmaban el acta del trabajo de Cifuentes. También repetía como profesor Pablo Chico de la Cámara y se contrataba a la pareja de Álvarez Conde, Rosario Tur, profesora en la Universidad de Elche y secretaria del tribunal también de la dudosa tesis de Francisco Camps.

Una vez organizado el curso y conseguidos los alumnos ordinarios ( algunos con subvención pública), era también Álvarez Conde quien decidía qué estudiantes iban a acceder al carril rápido: "Solo se benefició a alumnos con una posición relevante en el ámbito político, institucional o que mantenían vínculos estrechos de amistad o de carácter profesional con él", dice la jueza. Por ejemplo, Cristina Cifuentes y Carmen Montón pudieron empezar en el máster con el curso a medias y pudieron no asistir a clase. Ambas tienen misteriosas convalidaciones que no pidieron y que podrían haber servido como sistema para camuflar aprobados sin mérito académico. Ambas tienen en sus expedientes manipulaciones de nota fuera de plazo. Ese fue presuntamente uno de los sistemas para aprobar a los alumnos elegidos: cambio directo de notas con las actas ya cerradas. Algunos profesores lo denunciaron ante la jueza y señalaron que no reconocen esas notas puestas en sus documentos de calificación.

Pablo Casado, que no tiene manipulación de expediente, sí tiene 18 de 22 asignaturas convalidadas porque había estudiado previamente una carrera, como todos sus compañeros de clase "corrientes" que, sin embargo, declararon no haber podido acceder a ninguna convalidación ya que nadie les informó de esa posibilidad. Con estas convalidaciones masivas, los VIP del año Casado se quitaban buena parte de las materias a estudiar. Es el caso del presidente del PP y de otras tres alumnas que fueron imputadas y que ya no lo están. Una de ellas, María Dolores Cancio, becaria del IDP en el momento en el que cursó el máster, confesó ante la jueza que su entonces jefe, Álvarez Conde, la instó a matricularse pero le dio instrucciones para que no hiciera absolutamente nada. Esta alumna también está desimputada pese a la confesión. Otra era hija de una amiga de Conde y, la tercera, un cargo de la Generalitat Valenciana con Francisco Camps.

El sistema de Álvarez Conde tenía otras maneras facilitar los títulos a sus alumnos elegidos según se desprende de los escritos de la jueza. Por ejemplo, sustituir los exámenes por trabajos, que se destruyen en la universidad normalmente a los cinco años, así que no queda rastro de prueba y la jueza ha tenido que contar con la buena voluntad o no de los alumnos para aportarlos. Cifuentes había perdido su TFM en una mudanza, Carmen Montón no tenía guardados ni los trabajos ni los correos hablando de los trabajos (en su año académico, ninguna alumna hizo exámenes, pero muchas sí conservan los trabajos en sus correos), Pablo Casado enseñó la tapa de sus cuatro tareas académicas y ya ha declarado que no las va a aportar a la opinión pública. Todos hicieron lo que se les pidió, según sus propias explicaciones. De las tres compañeras del presidente del PP, dos dicen que hicieron esos trabajos, que no los conservan y que los entregaron en mano y por eso no tienen rastro electrónico de ellos. Cancio sin embargo confesó que esos trabajos no existen simplemente porque Álvarez Conde le dijo que no hacía falta siquiera hacerlos.

El Instituto, una empresa opaca cuyo director tenía además una empresa privadaque la URJC nunca investigó, iba impulsando así los expedientes de sus alumnos favoritos, a quienes los alumnos regulares nunca vieron por clase e incluso otros se enteraron de que eran compañeros de curso por la prensa. Además de los más conocidos, Medel ha investigado a otros estudiantes, como Álvaro Morente, del que también constaban cambios sospechosos de nota y aparecía en la lista de 10 alumnos convalidados con firmas falsas. Ahora ya no hay ningún alumno ni profesor imputado. Ni siquiera Álvarez Conde lo está por construir este sistema de dos velocidades, según acredita Medel.

Una vez aprobados los másteres, de 60 créditos ECTS que equivalen a 1.500 horas de estudio y trabajo académicos, llegaba el momento de la recogida de los títulos, que también tiene anomalías en el caso de algunos alumnos ilustres. Casado ni siquiera lo recogió porque, según él, no lo iba a utilizar. El que recogió Carmen Montón tenía una fecha anómala, el año 2012, cuando ella supuestamente había acabado en 2011, algo que ni la ministra pudo explicar. Cristina Cifuentes intentó que el suyo lo recogiera la misma funcionaria que le cambió las notas, Amalia Calonge, aunque finalmente tuvo que ir en persona porque no había hecho el preceptivo poder notarial. Según el relato de la expresidenta, es al ir a recoger el título en 2014 cuando se dan cuenta de que hay un "error en la transcripción de las notas", la primera explicación de la URJC, una coartada que quedó desacreditada cuando la profesora Alicia López de los Mozos confesó que todo había sido un montaje y que no había habido ningún tribunal de Trabajo Fin de Máster ni ningún error por tanto.

Aunque el sistema para dar títulos a personas escogidas mientras otras estudiaban ha sido confesado y relatado, y las irregularidades han sido avaladas con documentos y la propia intranet de la URJC, a no ser que se reabra el caso por petición de Fiscalía o las acusaciones particulares, el caso Máster y los posibles delitos que en él concurrieron quedarán impunes tras el cierre de la causa y la desimputación de 19 personas, incluyendo el "urdidor", profesores y los políticos, amigos y conocidos que se vieron beneficiados por este sistema de favor en esta universidad pública española.

https://www.eldiario.es/sociedad/sistema-universidad-espanola-justicia-investigara_0_820318224.html

¡Que ascazo de país! Si hubiera sido uno de la izquierda ya se hubiera llegado hasta el final como el tema Errejón que aunque está ya finiquitado después de su correspondiente investigación hay quien quiere sacarlo y darle alas.
 
Los cuentos de la Justicia


La jueza Rodríguez-Medel ha hecho un trabajo impecable de investigación, demostrando su independencia de los poderes públicos

Hasta que tropezó con la barrera infranqueable de los jueces y fiscales del Tribunal Supremo, nombrados por el Partido Popular

Lorena Ruiz-Huerta García de Viedma - Portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid
01/10/2018 - 20:21h
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Pablo Casado EFE

El Secretario General del PP, Teodoro García, ha asegurado que “la verdad se abre paso” con el archivo por parte del Tribunal Supremo de las supuestas irregularidades en el máster de Pablo Casado. Probablemente tiene razón: a estas alturas nadie duda de la verdad sobre este asunto, salvo algunos feligreses del Partido Popular.



¿Colaboró Pablo Casado a que se dictara una resolución administrativa a sabiendas de que era injusta? Dicho en otras palabras, ¿hubo cooperación a la prevaricación por parte de Pablo Casado?

La verdad, la ha reconocido él mismo: nunca fue a clase, le convalidaron 18 de las 22 asignaturas del curso, no se presentó a ningún examen, y el Auto de archivo del Tribunal Supremo evidencia que no hay rastro de que entregara ningún trabajo. “Hizo lo que le pidieron”, según Casado. Y ¿quién se lo pidió? Él ha dicho siempre que habló con el director del Instituto de Derecho Público, Álvarez Conde, quien le eximió de ir a clase y le dijo cómo debía actuar para convalidar los 40 créditos, una ventaja a la que solo accedieron tres alumnos del máster. Una de esas alumnas ha reconocido, por cierto, que “no hizo nada”: se lo regalaron todo.

¿Era consciente Pablo Casado de que recibía una dádiva o regalo en consideración al cargo público que ostentaba? En otras palabras, ¿hubo cohecho impropio en la actuación de Pablo Casado?

La verdad es que Casado sabía bien que no cumplía ni uno solo de los requisitos exigidos al grueso de los alumnos ‘ordinarios’ del máster, para obtener ese título universitario. El propio Tribunal Supremo ha reconocido que hay indicios de trato de favor. Y es verdad. ¿O piensa Casado que los alumnos ‘ordinarios’ aprueban por la cara los exámenes de la Universidad? Bien sabe él que no, porque antes de ser diputado autonómico y presidente de Nuevas Generaciones, tardó siete años en aprobar la mitad de la carrera de Derecho.

Otra gran verdad es que la jueza Rodríguez-Medel ha hecho un trabajo impecable de investigación, demostrando su independencia de los poderes públicos. Hasta que tropezó con la barrera infranqueable de los jueces y fiscales del Tribunal Supremo, nombrados por el Partido Popular. Su indignación es patente como ha demostrado en posteriores actuaciones y sobre todo con el decreto de archivo de buena parte de la causa. Ha llegado a decir al Supremo que con esta nueva doctrina eleva tanto los estándares para poder abrir investigaciones, que el trabajo de los Juzgados de Instrucción se verá notablemente aliviado.

Todo esto nos conduce a la más lamentable de las verdades: es un cuento que la justicia sea igual para todos. Un cuento como el del máster de Pablo Casado. Un cuento que le ha beneficiado a costa de arrollar el prestigio de la Universidad pública, y el esfuerzo de miles de estudiantes que trabajan honradamente para sacar adelante sus estudios.

Cuentos y más cuentos. Lo dijo con mejores palabras que las mías el poeta León Felipe:

“Yo no sé muchas cosas, es verdad.

Digo tan sólo lo que he visto.

Y he visto:

que la cuna del hombre la mecen con cuentos,

que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,

que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,

que los huesos del hombre los entierran con cuentos,

y que el miedo del hombre...

ha inventado todos los cuentos.

Yo no sé muchas cosas, es verdad,

pero me han dormido con todos los cuentos...

y sé todos los cuentos.”

https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Cuentos_6_820377993.html
 
La Universidad Rey Juan Carlos recurre el archivo del caso Máster


La universidad pública, que es acusación particular en el caso de las titulaciones de Cristina Cifuentes, Pablo Casado y Carmen Montón, ha decidido recurrir el archivo decretado por la jueza

La magistrada Rodríguez-Medel había cerrado el caso tras la decisión del Supremo de no investigar al aforado Casado

Raúl Rejón
03/10/2018 - 17:24h
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Casado y Cifuentes, investigados por el caso máster

La Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha informado este martes de que "recurrirá el sobreseimiento provisional de las diligencias previas 886/2018 del juzgado de instrucción número 51 de 1 de octubre de 2018".



Se refiere a la decisión de la jueza Carmen Rodríguez-Medel de dar carpetazo a la investigación de los másteres de Cifuentes, Casado, y presumiblemente el de Montón, tras la decisión del Tribunal Supremo de no investigar al presidente del PP.

"Desde el máximo respeto a las decisiones judiciales, la URJC no comparte los criterios establecidos en dicha resolución relativos a la interpretación que se efectúa del auto del Tribunal Supremo de 28 de septiembre de 2018 que ha dado lugar al archivo de una parte sustancial de la causa", dice en un mensaje.

La URJC es una de las partes que puede recurrir el archivo, además del sindicato de prisiones Acaip (personado también como acusación) o la Fiscalía, que de momento no se ha pronunciado.

https://www.eldiario.es/sociedad/Universidad-Rey-Juan-Carlos-recurre_0_821018709.html
 
Los cuentos de la Justicia


La jueza Rodríguez-Medel ha hecho un trabajo impecable de investigación, demostrando su independencia de los poderes públicos

Hasta que tropezó con la barrera infranqueable de los jueces y fiscales del Tribunal Supremo, nombrados por el Partido Popular


01/10/2018 - 20:21h

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Pablo Casado EFE

El Secretario General del PP, Teodoro García, ha asegurado que “la verdad se abre paso” con el archivo por parte del Tribunal Supremo de las supuestas irregularidades en el máster de Pablo Casado. Probablemente tiene razón: a estas alturas nadie duda de la verdad sobre este asunto, salvo algunos feligreses del Partido Popular.

¿Colaboró Pablo Casado a que se dictara una resolución administrativa a sabiendas de que era injusta? Dicho en otras palabras, ¿hubo cooperación a la prevaricación por parte de Pablo Casado?

La verdad, la ha reconocido él mismo: nunca fue a clase, le convalidaron 18 de las 22 asignaturas del curso, no se presentó a ningún examen, y el Auto de archivo del Tribunal Supremo evidencia que no hay rastro de que entregara ningún trabajo. “Hizo lo que le pidieron”, según Casado. Y ¿quién se lo pidió? Él ha dicho siempre que habló con el director del Instituto de Derecho Público, Álvarez Conde, quien le eximió de ir a clase y le dijo cómo debía actuar para convalidar los 40 créditos, una ventaja a la que solo accedieron tres alumnos del máster. Una de esas alumnas ha reconocido, por cierto, que “no hizo nada”: se lo regalaron todo.

¿Era consciente Pablo Casado de que recibía una dádiva o regalo en consideración al cargo público que ostentaba? En otras palabras, ¿hubo cohecho impropio en la actuación de Pablo Casado?

La verdad es que Casado sabía bien que no cumplía ni uno solo de los requisitos exigidos al grueso de los alumnos ‘ordinarios’ del máster, para obtener ese título universitario. El propio Tribunal Supremo ha reconocido que hay indicios de trato de favor. Y es verdad. ¿O piensa Casado que los alumnos ‘ordinarios’ aprueban por la cara los exámenes de la Universidad? Bien sabe él que no, porque antes de ser diputado autonómico y presidente de Nuevas Generaciones, tardó siete años en aprobar la mitad de la carrera de Derecho.

Otra gran verdad es que la jueza Rodríguez-Medel ha hecho un trabajo impecable de investigación, demostrando su independencia de los poderes públicos. Hasta que tropezó con la barrera infranqueable de los jueces y fiscales del Tribunal Supremo, nombrados por el Partido Popular. Su indignación es patente como ha demostrado en posteriores actuaciones y sobre todo con el decreto de archivo de buena parte de la causa. Ha llegado a decir al Supremo que con esta nueva doctrina eleva tanto los estándares para poder abrir investigaciones, que el trabajo de los Juzgados de Instrucción se verá notablemente aliviado.

Todo esto nos conduce a la más lamentable de las verdades: es un cuento que la justicia sea igual para todos. Un cuento como el del máster de Pablo Casado. Un cuento que le ha beneficiado a costa de arrollar el prestigio de la Universidad pública, y el esfuerzo de miles de estudiantes que trabajan honradamente para sacar adelante sus estudios.

Cuentos y más cuentos. Lo dijo con mejores palabras que las mías el poeta León Felipe:

“Yo no sé muchas cosas, es verdad.

Digo tan sólo lo que he visto.

Y he visto:

que la cuna del hombre la mecen con cuentos,

que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,

que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,

que los huesos del hombre los entierran con cuentos,

y que el miedo del hombre...

ha inventado todos los cuentos.

Yo no sé muchas cosas, es verdad,

pero me han dormido con todos los cuentos...

y sé todos los cuentos.”
https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Cuentos_6_820377993.html


Ésto me lleva a una persona de mi familia que tiene que compaginar un trabajo de media jornada de noche con un master que se imparte en una universidad alejada de su domicilio y para lo que tiene que coger un autobús para desplazarse.

El tema es duerme todos los días 4 horas porque las 24 horas del día se las pasa en el trabajo, traslados de ida y vuelta a la uni, asistencia a las clases y pocas horas le quedan para dormir, comer y ponerse al día de los temas de clase.

Para que venga éste elemento, se lo den por la cara y encima sea electo sin una crítica en contra de los partidos de la derecha principalmente para optar a la presidencia de España.

¡Menuda imagen que damos en el exterior!
 
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