El mayor ROBO de parte del poder corporativo "ever" - TTIP y CETA

"Podemos ganar la lucha contra el TTIP"
Equo y Los Verdes Europeos organizan en Madrid "una jornada de resistencia" con expertos para denunciar la falta de transparencia y de democracia de este acuerdo comercial que negocian la Comisión Europea y Estados Unidos


De izquierda a derecha, Carlos Martínez, Florent Marcellesi, Sandra Espeja y Pablo Cotarelo, durante un momento de su debate. (Twitter de Equo)


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JORGE OTERO

MADRID. -"El TTIP es la respuesta de las multinacionales y el capitalismo occidental al cambio del mundo". Esta definición poco ortodoxa pero muy gráfica del Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP por sus siglas en ingles) que negocian la Unión Europea y Estados Unidos aportada por Carlos Martínez, miembro de Attac, resume a la perfección el espíritu que presidió la celebración en Madrid de la Jornada de Resistencia transatlántica contra el TTIP, acto organizado por Equo y Los Verdes Europeos para denunciar los excesos y los abusos de un Tratado de Libre Comercio que las grandes mutinacionales y corporaciones industriales quieren imponer por encima de los intereses de la ciudadanía.



"Quieren que trabajemos como chinos, tengamos los mismos derechos que los chinos y cobremos como chinos"

El acto estuvo dividido en dos debates, o paneles, con expertos moderados por Florent Marcellesi, portavoz de EQUO en el Parlamento Europeo. Todos los expertos que aportaron su visión coincidieron en criticar al TTIP por su falta de transparencia, por el oscurantismo con el que se están llevando las negociaciones y el escaso sentido democrático de esta acuerdo que se sigue negociando pese a que como reconoció Marcellesi la oposición, sobre todo en Europa, es cada vez mayor. "Esta es una lucha que podemos ganar. Esto hace un año era impensable", afirmó el eurodiputado de Equo.

En el primer debate la protagonista fue Thea Lee, representante de la Federación Estadounidense del Trabajo y Unión de Organizaciones Industriales (AFLCIO), la mayor federación sindical de Estados Unidos. Lee explicó el impacto del TTIP en el empleo y cómo se está articulando la resistencia al Tratado en Estados Unidos.

"Obama pensaba que iba a ser más fácil, pero la resistencia del movimiento sindical ha sido grande", afirmó Lee antes de denunciar que los Tratados de Libre Comercio, y puso de ejemplo el NAFTA (El Tratado de Libre Comercio en América del Norte) son muy invasivos con las leyes de los Estados.

La sindicalista estadounidense denunció que de ser aprobado, el TTIP traerá menos protección social y menos derechos laborales porque "las grandes multinacionales quieren eliminar barreras y no quieren tener que lidiar con normativas y legislaciones diferentes en cada país". Además, este tipo de acuerdos, dijo Lee, suelen hacerse a la medida de los llamados inversores.

Lee denunció que son las grandes multinacionales las que suelen marcar las reglas en este tipo de tratados comerciales y que entre esas reglas no se incluyen los derechos de los trabajadores pese a que públicamente digan lo contrario y se justifique diciendo que se creará empleo. "El gran argumento de los defensores del TTIP es que creará empleo porque traerá crecimiento económico pero en Estados Unidos llevamos creciendo seis años y los salarios se han estancado y ha aumentado mucho la desigualdad. EL TTIP creará empleos en algunos sectores y los destruirá en otros. Es mucho sufrimiento para tan poco".

Florent Marcellesi incidió en este aspecto: "El TTIP destruirá empleos de calidad en una zonas del mundo y para crearlos de baja calidad en otra parte". "Quieren que trabajemos como chinos, tengamos los mismos derechos que los chinos y cobremos como chinos", sentenció Carlos Martínes a guisa de conclusión.

Ante este escenario, Lee abogó por fomentar la cooperación entre los sindicatos a los dos lados del Atlántico y apostar por la transparencia.

Juan Manuel del Campo, responsable de Política Sectorial en la Federación de Servicios de Comisiones Obreras, explicó cómo afectaría el TTIP al mercado laboral español y a los servicios. Del Campo defendió el papel redistribuidor del Estados y afirmó que en Europa "queremos hacer una sociedad para las personas y no para las corporaciones".

El miembro de CCCO denunció el llamado ISDS, el mecanismo de arbitraje que quiere introducir el TTIP, un tribunal ad hoc donde las corporaciones puedan denunciar a los Estados. También fue muy crítico con la intención de homogeneizar las normativas europeas y estadounidense (es el llamado mecanismo de cooperación reguladora), lo que según el sindicalista español provocará una rebaja de los derechos laborales, por ejemplo.

Para Cuca Hernández, miembro de la Campaña del TTIP, incidió en las mismas críticas que sus compañeros: la falta de transparencia y la falta de democracia, sobre todo en lo que se refiere al ISDS y la cooperación reguladora: "Son procedimientos supranacionales que pretenden invalidar la democracia".

El segundo debate se centró en cómo afectará el TTIP a los servicios públicos, la energía, la alimentación, el bienestar animal y el modelo de democracia.

Abrió el fuego Carlos Martínez para quien el principal defecto del TTIP es su falta de transparencia y ese tribunal de arbitraje que deja a los ciudadanos indefensos antes los intereses de las grandes multinacionales. Martínez recordó que los Tratados de Libre Comercio "tienen mala fama y han fracasado en otros países". El miembro de Attac apuntó, además, que "en el mundo hay ya 40 ISDS, pero es posible hacerles frente. El ISDS supone la privatización de la Justicia". Y es que para Martínez, "las multacionales quieren robarnos las leyes del Estado Social de Derecho".

Sandra Espeja, responsable de Agricultura y Alimentación de la Asociación Amigos de la Tierra, se centró en el impacto que tendrá el TTIP sobre el sector de la alimentación y la agricultura. Para esta experta equiparar la legislación europea a la estadounidense, mucho más laxa en materia de seguridad alimentaria, etiquetado, información al consumidor y de control de calidad, supondrá un error: permitirá que a Europa lleguen más transgénicos, alimentos de peor calidad, peor tratados y más inseguros. En definitiva, una pérdida de derechos de los consumidores.

Pablo Cotarelo, miembro del Observatorio de la Deuda de la Globalización, habló del impacto del TTIP sobre la energía. Su principal conclusión es que con este Tratado aumentará las emisiones de dióxido de carbono, lo que impedirá a la UE cumplir sus compromisos medioambientales.
 
El TiSA obligará a los Estados a hacer leyes que cumplan sus pactos secretos
'Público' revela, en exclusiva mundial de Wikileaks con medios de otros nueve países, el contenido del texto central del acuerdo internacional sobre comercio de servicios que están negociando en la sombra medio centenar de países, incluida España aunque a los socios de la UE sólo los representa la Comisión Europea. Este tratado secreto impondrá a todos los firmantes cláusulas que benefician a las grandes corporaciones multinacionales en detrimento de la soberanía y de los intereses públicos de cada país

 
La Gran Coalición cierra un pacto en la Eurocámara sobre el blindaje a las empresas en el TTIP
Este miércoles por la tarde consensuaron una enmienda de compromiso que pide sustituir el mecanismo que permite a las multinacionales demandar a estados por el recurso a un nuevo tribunal. Los Verdes y la Izquierda Unitaria Europea denuncian que es una nueva operación "cosmetica"



ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

@alopezdemiguel

BRUSELAS.- Los socialistas europeos han llegado a un nuevo acuerdo con el PP en la Eurocámara en relación con el blindaje a las multinacionales del TTIP, el acuerdo de libre comercio que Bruselas y Washington negocian con sigilo.

En una enmienda de compromiso consensuada durante la tarde del miércoles, el partido de los Socialistas y Demócratas, el PP Europeo y los liberales (ALDE) rubricaron un acuerdo que les permitirá someter el polémico informe sobre el TTIP a la votación del pleno del Europarlamento en Estrasburgo entre el 8 y el 10 de julio, y que propone sustituir el mecanismo ISDS, una de las partes más polémicas del acuerdo, por un nuevo tribunal independiente.

La eurodiputada del PSOE Inmaculada Rodríguez Piñero saca pecho por este acuerdo, y asegura que han logrado un cambio en las posiciones iniciales del PP para que hoy firmen una enmienda que arranca prometiendo garantizar el trato "no discriminatorio" a las empresas, y que los grupos más críticos con el TTIP, como la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) y Los Verdes/ ALE consideran una mera operación cosmética.

(Habrá ampliación)
 
"El TTIP dará poder a los lobbies para que extiendan su dominio hasta Europa"
Media docena de expertos reunidos por el grupo de Los Verdes desgranan en Bruselas los peligros del acuerdo comercial UE-EEUU, y rebaten los argumentos genéricos de los representantes de las instituciones europeas para defender el tratado

ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

@alopezdemiguel

BRUSELAS.- Muchos lo han llamado "tratado vampiro", otros lo ven como el caballo de Troya de las multinacionales, pero para la Comisión Europea es un acuerdo capaz de crear empleos y riqueza, además de mejorar las normativas existentes a ambos lados del Atlántico. O al menos así lo afirman, aunque hay varios aspectos sobre el tratado de libre comercio entre la UE y EEUU que los portavoces de la Comisión no son capaces de defender o siquiera de clarificar.

"El TTIP es una amenaza para los empleos y para las normativas", aseguraba este miércoles Ska Keller, eurodiputada del grupo de Los Verdes / ALE, en una jornada organizada por su grupo parlamentario en Bruselas para profundizar en las pocas ideas que hoy se conocen sobre el polémico acuerdo de libre comercio, negociado en secreto y con el beneplácito de las multinacionales de ambos lados del Atlántico.



"La democracia en la UE está bajo la vigilancia de los lobbies", explicaba el director del think tank Madriaga College of Europe Foundation, Pierre Defraigne, apuntando que el TTIP servirá para "ceder poder a los lobbies y que extiendan su dominio hasta Europa"."El TTIP rompe el equilibro entre instituciones y mercados. Se trata de una transferencia de poderes a las multinacionales", apostilla, en línea con la opinión de media docena de expertos reunidos en la capital belga, presentados y arropados por el coordinador de Política Comercial del grupo, Yannick Jadot.

Empiezan a construir sus críticas sobre los estudios que venden el supuesto crecimiento del PIB que generará el TTIP, y que a ojos de Melinda St. Louis (Public Citizen) manejan"argumentos económicos poco convincentes", y que "son bastante malos" para Thea Lee (AFL/CIO), aunque además existen otros tantos informes que arrojan conclusiones bien distintas.

Continúan subrayando la intencionalidad geoestratégica del acuerdo para "contrarrestar a China". "Obama dijo que o fijábamos nuestras propias normas o lo harían los chinos. El objetivo es China", asegura Defraigne, que recuerda la enorme desigualdad de fuerzas entre EEUU y la UE: una nación de estados federales con una única moneda frente a la asociación económica vigente en el Viejo Continente, en el que sólo 19 países comparten divisa.

Eso, por no hablar del polémico blindaje a las multinacionales o ISDS, que según el representante de la Asociación Federal de Pymes de Alemania, Hans-Jürgen Völz, es un mecanismo innecesario al que las pequeñas y medianas empresas no pueden recurrir debido a su alto coste. "En los últimos años ha habido un aumento exponencial de procesos de arbitraje ISDS"."Los gabinetes de abogados han entendido que es un tipo de litigio con un gran potencial económico para ellos", advierte.

Preocupa también el reconocimiento mutuo de normativas que persigue el TTIP, ya que los estándares a ambos lados del Atlántico son, en palabras de Chiara Giovannini (European Consumer Voice in Standarisation) "muy diferentes", y "no hay margen de maniobra para un reconocimiento mutuo". Thea Lee advierte que EEUU no permitirá una revisión de los estándares al alza como vende Bruselas, mientras Sharon Treat, de Maine Citizen Trade Policy Commission asegura estar "profundamente preocupada" por la Cooperación Reguladora, otro de los apartados más polémicos del acuerdo. "La CE propugna una Cooperación que plantea que la legislación antes de entrar en vigor se podría cambiar con un Consejo de Cooperación Reguladora que incluya a funcionarios, no a [responsables] electos, y eso llegaría a los gobiernos estatales. Esto es una perversión de la democracia, un proceso que implica un debate público, audiencias, pero luego pasa a esa entidad desconocida, y va a continuar más allá de la aprobación del TTIP: estoy convencida de que los temas polémicos se van a posponer para tratarlos en este Consejo de Cooperación Reguladora", zanja.

Los argumentos de la Comisión
El representante de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea en el evento, Denis Redonnet, comenzaba su intervención asegurando que no pensaba hacer"valoraciones políticas", para inmediatamente después responder en cadena a las críticas al TTIP planteadas por los anteriores oradores. "No creo que suponga una pérdida de autonomía o soberanía"; "No me parece que nos falte capacidad para negociar un acuerdo como este", o "Es un acuerdo necesario" han sido algunas de las afirmaciones de Redonnet, que se jactaba además de que existe un "debate público" sobre el TTIP, algo que los oradores que le precedieron rechazaban recordando la escasa transparencia de las negociaciones.

Apenas una hora después, Peter Chase, de la Cámara de Comercio de EEUU en la capital belga, arrancaba su intervención reconociendo que pretendía convencer a los oyentes "de que el TTIP es bueno". Chase intentaba despejar las críticas asegurando que hay quienes se sienten "amenazados por la globalización" con este tratado, y afirmando que "la mayoría de estudios y el sentido común dicen que con un acuerdo de libre comercio habrá más empleo". "El TTIP va a generar empleo porque abre el mercado, quita cargas a los empresarios, les hace más fácil comerciar", apostillaba, asegurando de paso que el acuerdo no atará las manos de los gobiernos para regular."El TTIP hará que estén más informados, pero no tendrán las manos atadas para proteger a sus ciudadanos", apuntaba, defendiendo incluso la cláusula de blindaje a las multinacionales que las multinacionales quieren incluir en el texto final a toda costa. Este mecanismo permite a las empresas demandar a los estados en los que invierten de considerar esas inversiones afectadas por cambios normativos de los respectivos gobiernos, pero Chase insiste en su defensa de este mecanismo, confiando en el cumplimiento de las "promesas" contraídas entre Washington y Bruselas: "EEUU y la UE son dos países que se dicen que van a aceptar inversiones y que van a tratar bien a la otra parte, prometen darse un trato equitativo", zanjaba, cosechando nuevas críticas.

De hecho, tanto Chase como Redonnet ha seguido a pies juntillas el argumentario de la Comisión para defender el tratado, a pesar de que este no da respuesta a todas las incógnitas y no entra en muchos de los aspectos más espinosos del acuerdo, al que incluso los europarlamentarios tienen un acceso restringido y parcial.

Ska Keller agradecía la presencia de ambos defensores del TTIP en su intervención de cierre, aunque recordaba que el tratado "no ha caído del cielo", sino que ha sido negociado por la CE "con el mandato de los jefes de Estado" de los 28, y por tanto depende de la voluntad política de la UE y de EEUU que nunca llegue a ver la luz. "Es algo que se puede modificar desde la instancia política, se puede interrumpir". "Intentan convencernos, y por eso tenemos que aunar fuerzas, mantener la fuerza del debate". "No vamos a terminar con este debate hoy, seguiremos con él", prometía.

La posición unitaria favorable al TTIP se resquebraja en algunos partidos, mientras suenan cada vez con más fuerza las voces de los detractores de un acuerdo de libre comercio que deberá ser ratificado por el Europarlamento si la Comisión logra concluir las negociaciones, pero que no habrá pasado por ninguna institución comunitaria elegida democráticamente hasta ese momento. Si finalmente llega a hacerlo.
 
Publicado: 02.07.2015 14:59 |Actualizado: Hace 9 horas


El TiSA entregará datos personales
de millones de ciudadanos
a las multinacionales

La única excepción al cumplimiento del apartado sobre Comercio Electrónico que acepta EEUU es la defensa de los "intereses esenciales de seguridad" de los 51 países que firman el pacto secreto sobre servicios



Viñeta de Wikileaks sobre el acuerdo TiSA.


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ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

@alopezdemiguel

BRUSELAS.- El TiSA pondrá en bandeja de plata a las empresas el control de los datos de los cientos de millones de ciudadanos que viven en los 50 países que lo firman. Las multinacionales tendrán carta blanca para almacenar, procesar o transferir información personal "siempre que esa actividad esté en conexión con la gestión del negocio de ese proveedor de servicios", lo que en la práctica supone dar carta blanca a las corporaciones y a sus filiales. De hecho, la única excepción al cumplimiento de este acuerdo que contempla EEUU es la defensa de los "intereses esenciales de seguridad" de los países firmantes del Trade in Services Agreement (TiSA), que la Comisión Europea negocia con el máximo sigilo en nombre de los 28 estados de la Unión.

Público ha tenido acceso en exclusiva en España a los últimos documentos filtrados por WikiLeaks al respecto, mientras los negociadores intentan mantener en secreto estos textos hasta cinco años después de la ratificación del acuerdo. Una ratificación que requiere del visto bueno del Parlamento Europeo, institución que hasta la fecha ni siquiera se ha pronunciado sobre el TiSA.



Hace cuatro semanas este diario adelantó una primera versión del Anexo sobre Comercio Electrónico del TiSA, que plantea permitir a las empresas operar con datos personales de los ciudadanos de otros estados sin contar siquiera con una sede física en estos países. La nueva versión del documento viene a ratificar esta posición, plasmando además la insistencia de Washington porque ninguno de los estados "pueda impedir a un suministrador de servicios" que maneje estos datos a su antojo.

De hecho, EEUU no figura entre los países impulsores de los artículos tres y cuatro del documento –Protección al Consumidor en la Red y Protección de Información Personal–, y la UE sólo aparece en el primero, por lo que no está entre los países que defienden con más fuerza el establecimiento de un mínimo marco de protección de los datos de los consumidores en el pacto secreto, al que se supeditarán las normativas nacionales, regionales y locales de los firmantes, entre los que se encuentran además algunos paraísos fiscales, como Suiza. "Las partes reconocen los beneficios económicos y sociales de proteger la información personal de los usuarios del comercio electrónico, y la contribución que esto supone para mejorar la confianza de los consumidores en esta forma de comercio", reza el texto.

Tampoco cuentan con la UE ni con EEUU entre sus impulsores los apartados dos y tres del mismo artículo, que urgen a los estados a hacer pública su forma de proteger estos datos personales, y a asegurarse de que "su marco legal nacional para la protección de la información personal de los usuarios de comercio electrónico es aplicada de forma no discriminatoria".

El peligro de la "razonable administración de la red"
El artículo 8 del documento -Redes Abiertas y Acceso y Utilización de la Red- sí cuenta con EEUU entre sus impulsores, y en su primer apartado recoge tres puntos que reconocen el derecho de los consumidores a acceder a la red, pero que también podrían servir para dejar la puerta abierta a un futuro control de la Red de redes, aludiendo a una "razonable administración de la red". "Cada parte reconoce que los consumidores de su territorio, y en base a las leyes y normativas deben poder acceder y utilizar aplicaciones de su elección disponibles en internet, sujetas a una razonable administración de la red", reza, sin aportar un solo detalle sobre esta "razonable administración".

El artículo 10 obliga a los estados a acabar con las trabas para las firmas digitales que utilicen el resto de socios -"una parte no deberá negar la validez legal de una firma únicamente por el hecho de que esta esté en formato electrónico"-, mientras el 12, que sí respalda la UE, pide que las entregas electrónicas no estén sujetas a aranceles, aunque aclara que esto no impide a un país establecer impuestos sobre estas entregas.
La última versión filtrada del Anexo sobre Comercio Electrónico tiene una extensión de 18 páginas, y de ser aplicada podría representar una vulneración de los compromisos internacionales de muchos países firmantes, como las Privacy Guidelines de la OCDE o la Data Protection Directive de la UE.

Como ya avanzó este diario, el pacto prohíbe explícitamente cualquier restricción en el flujo de estos datos a través de las fronteras de los firmantes, e insiste en este punto: "Las partes no impedirán a los proveedores extranjeros de comercio electrónico, ni a los clientes de dichos proveedores transferir información internamente o a través de fronteras, acceder a la información públicamente disponible o a acceder a su propia información almacenada en el extranjero".

La delegación de Izquierda Unida en el Europarlamento ya ha elevado varias preguntas escritas a la Comisión sobre el TiSA, como responsable de las negociaciones por parte de toda la UE, pero hasta la fecha las instituciones comunitarias han permanecido mudas sobre este pacto secreto , como se mostraban hasta hace apenas unos meses en relación al TTIP, el acuerdo de libre comercio entre la UE y EEUU que sigue ganándose cada vez más detractores. La expectación mediática creciente sobre el TTIP también está creciendo, y tal vez podrá servir para obligar a Bruselas a arrojar algo más de luz sobre este acuerdo, negociado de espalda a la ciudadanía.





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ENTREVISTA: Thea Lee y Florent Marcellesi

"La Comisión Europea también ha presionado a Grecia para que no se oponga al TTIP”
El eurodiputado Florent Marcellesi sostiene que el acuerdo comercial se ha colado en las negociaciones entre el Ejecutivo heleno, que se mostró contrario a su aprobación, y sus socios comunitarios acreedores

Este miembro de Equo y la economista estadounidense Thea Lee, representante sindical de EEUU, creen que si se firma el TTIP entre EEUU y la UE habrá más paro, precariedad y desregulación a uno y otro lado del charco.

Consideran que sólo beneficia a las multinacionales “pasando por encima de la democracia y privatizando la justicia”. Cuestionan los supuestos beneficios tras la experiencia de libre comercio vivida entre Canadá, EEUU y México.



Juan Cruz Peña Pérez

04/07/2015 - 19:13h

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El eurodiputado de EQUO Florent Marcellesi y la economista Thea Lee en las jornadas de resistencia contra el TTIP

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El eurodiputado de Equo Florent Marcellesi y la economista estadounidense Thea Lee, representante destacada de la mayor federación sindical de EEUU, AFL-CIO, están mostrando por diferentes ciudades europeas su oposición radical al Tratado para el Libre Comercio que negocian Europa y Estados Unidos.

Desde ambos lados del charco, Marcellesi y Lee están de acuerdo en las consecuencias fundamentales de este acuerdo: supondrá la desregulación de infinidad de aspectos y traerá, entre otras cosas, destrucción de empleo, precariedad laboral y abandono de estándares medioambientales o de calidad alimentaria. Todo ello, según explican, para beneficiar única y exclusivamente a las multinacionales, “pasando por encima de la democracia y privatizando la justicia”. Para demostrarlo, se basan en su experiencia con otros tratados de libre comercio que emprendió en el pasado Estados Unidos como el de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés, que abarca Canadá, México y EEUU). Sostienen que ni supuso mejoras en términos de inversión, ni de competitividad, ni de empleo, como se prometía entonces y como ahora prometen los defensores del TTIP.


Mientras las negociaciones transatlánticas siguen su cauce, el TTIP se cuela en la ecuación que tiene que resolver la UE con Grecia para mantener al Viejo Continente y su moneda comunitaria en pie.

Se dice que las negociaciones de este tratado se están llevando con mucho secretismo en Bruselas.

Florent Marcellesi.- Es verdad que es un tratado que se negocia a espaldas de la ciudadanía y con las multinacionales. Los contactos previos que hizo la Comisión Europea con lo que ellos llaman la “sociedad civil” fueron en un 90% con los lobbies de las grandes corporaciones. Así que ya vemos quiénes son los que se benefician de este acuerdo. Tenemos que luchar en el Parlamento Europeo para conseguir esa información, porque sin información y sin transparencia no hay democracia, eso es el primer principio.

Pero ahora la UE se encuentra con problemas internos graves por las dificultades con Grecia. ¿Cómo puede afectar esto a las negociaciones del TTIP?

FM.- Para que se apruebe este tratado, debe ser ratificado por todos los parlamentos de los Estados miembros. Si un solo parlamento no lo aprueba, no se llevará a cabo. Grecia dijo en su momento claramente que no iba a votar a favor del TTIP y sabemos perfectamente que ha habido una presión tremenda por parte de la Comisión Europea con Grecia. Le han dicho que no le van a permitir que vote en contra del TTIP si luego pretende recibir ayudas para la deuda. Hay un chantaje que está detrás, que va más allá de la deuda y tiene que ver con el TTIP y con el modelo económico que quieren para Europa. Tenemos que apoyar a Syriza también por lo que tiene que ver con el TTIP.

Los defensores del tratado señalan que este acuerdo será beneficioso para la economía de EEUU y de la UE. ¿Qué les parece?

Thea Lee.- No creo que suponga ningún beneficio en términos de inversión. En la actualidad, las inversiones ya se producen, los aranceles entre estos países son bastante bajos, con lo que ya hay movimiento de capitales. Lo que provocará este tratado es que las condiciones laborales de los lugares donde son más precarias se extenderán a toda la zona que abarca el TTIP y crecerá la desigualdad.

FM.- Esto de que el TTIP va a crear empleo son falsedades, mentiras. Después de que EEUU firmó el tratado para el libre comercio con México y Canadá se destruyeron un millón de empleos. Nuestros estudios determinan que el TTIP acabará en la UE con 600.000 puestos de trabajo. Esto es debido a que las multinacionales que más se pueden aprovechar de este acuerdo son intensivas en energía o en capital, pero no en mano de obra, que pueden deslocalizar a otras zonas.

Con el difícil momento que viven los sindicatos en la actualidad, ¿Cómo les puede afectar este escenario?

TL.- Después de algunas victorias políticas en algunos estados de EEUU, los movimientos sindicales han perdido mucha fuerza. Si se llegara a firmar el TTIP, esto supondría un problema no sólo para los sindicatos sino también para los trabajadores, ya que las empresas podrían contratar en aquellos lugares donde las regulaciones son más livianas. Estas condiciones laborales más relajadas de EEUU son un verdadero problema para la UE, donde podrían verse rebajadas las condiciones laborales debido a la competencia.

Por lo que se sabe de las negociaciones, existen aspectos que no tienen por qué ser iguales a ambos lados del charco. Por ejemplo, en materia de regulación bancaria, Washington no está por la labor de aceptar la normativa europea, que es más permisiva. Y Bruselas podría negarse a rebajar sus estándares laborales

TL.- Siempre dicen que pueden coexistir, pero la realidad es que los mercados no funcionan así. A largo plazo, las empresas buscan aquellos lugares donde sus costes son menores. Con respecto a la legislación bancaria, creo que sí que existe preocupación en EEUU. Ahora mismo tenemos la Ley Dodd-Frank que, tras la crisis financiera, obligaba a las entidades a ser más transparentes y ofrecer más información a los reguladores. Sin embargo, si el próximo presidente es republicano hay más posibilidades de acabar con esta normativa. Los propios republicanos han dicho que no les gusta y eso unido a que en Europa no existe, podrían negociar para debilitarla.

FM.- Las multinacionales siempre van a intentar que los estándares se armonicen por abajo. Pero es que aun cumpliendo la regulación existen resquicios. Por ejemplo, hay una hormona de crecimiento prohibida en 160 países, entre ellos la UE, pero permitida en EEUU. Aunque su uso aquí está prohibido, está permitido importar alimentos que podrían llevar esta hormona, que es mala para los animales, la salud y el medio ambiente.

TL.- Son problemas que van más allá del comercio. Con el NAFTA, en el caso de la carne, no viene la procedencia en el etiquetado, porque consideraban que no era necesario estando bajo el paraguas de un tratado de libre comercio, así que en este caso de la hormona del crecimiento, la carne podría llegar a Europa sin conocer su origen.

Estamos hablando de productos tangibles, pero ¿tiene sentido poner barreras al intercambio de todos los productos tecnológicos intangibles?

TL.- Cuando se firma un tratado de libre comercio hay dos maneras de regularlo. Haciendo una lista positiva, que consiste en incluir todos los bienes y servicios que se consideren y el resto no estarían amparados por el acuerdo. La otra forma es la lista negativa, donde se pone aquello que no se quiere meter bajo el tratado de libre comercio y el resto iría incluido por defecto. Es decir, aquellos productos tecnológicos que hoy o no conocemos o que ni siquiera existen aún estarían incluidos. Lógicamente, las multinacionales prefieren esta lista negativa.

Uno de los puntos más conflictivos que despierta el TTIP es la manera de resolver los posibles conflictos que pudieran surgir entre los Estados y las empresas, que se haría a través de un arbitraje privado. ¿Cómo lo ven?

TL.- Es un terrible error. Es completamente innecesario que se ponga este medio entre dos democracias sólidas y mina a los Gobiernos que han sido elegidos democráticamente. Además, pone en juego muchas políticas sobre empleo, salud pública, medio ambiente, y otras que hacen los propios Estados.

FM.- Es la privatización del sistema de justicia público. Estos sistemas de arbitrajes, que ya existen en otras partes del mundo, hacen que por ejemplo en Egipto las empresas tenga permitido ir ante los tribunales para que el país no pueda subir el salario mínimo o que no proteja a su ciudadanía contra el consumo de tabaco. También pueden hacer que en Quebec no se produzca una moratoria sobre el fracking. Esto ya está pasando, si se firma el TTIP entre Estados Unidos y Europa lo que significaría es que las multinacionales tendrían aún más poder para pasar por encima de la legislación de los países miembros. Es decir, quitar más soberanía y poder a la ciudadanía.

¿No es legítimo que Estados Unidos y Europa, con tantos vínculos históricos y sociales, se unan para intentar ser más competitivos económicamente frente a otras potencias emergentes como China o India?

TL.- Es curioso porque cuando los argumentos económicos fallan se saca esto de la competitividad. Cuando se firmó NAFTA, se dijo que por fin íbamos a poder ser lo suficientemente competitivos ahora que estábamos todos juntos contra Asia. Pero esto no ha sido así. De hecho Estados Unidos tiene déficit comercial después de firmar NAFTA y después de que se hayan firmado otros tantos tratados. Pero no está claro lo que significa esto de ser competitivos con Asia o contra Asia, porque estamos negociando también un tratado transpacífico de libre comercio que debería cimentar las relaciones comerciales con Asia. Primero se nos dijo que esto era contra China y ahora se nos dice que China también se va a sumar. Por lo tanto, ni el Gobierno de Estados Unidos ni el de Europa tienen nada claro qué significa esto de ser competitivos. Lo que debería hacer el Gobierno estadounidense es empezar a invertir en infraestructuras, en formación, en educación… Algo que no se ha hecho durante décadas y que tendría muchos mejores efectos que hacer tratados de libre comercio.
 
RECLAMA A LA UE UNA POSICIÓN SOBRE EL TISA
La aprobación del TISA degradará de ciudadanos a meros consumidores, denuncia Iglesias
El eurodiputado y secretario general de Podemos plantea una pregunta a la UE sobre el TiSA, un tratado negociado en secreto por medio centenar de países, entre los que se encuentra España.

nuevatribuna.es03 de Julio de 2015 (18:21 h.)
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“La gente no es considerada como ciudadanos o miembros de sus comunidades, sino simplemente como consumidores”, asegura Iglesias

El eurodiputado y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha enviado una pregunta a la Comisión Europea para que se posicione sobre lanegociación en la sombra que están llevando a cabo medio centenar de países, incluida España, del TiSA (Trade in Services Agreement), un tratado que atenta directamente contra los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos.



El contenido central del informe del TiSA ha sidorevelado por el diario digital Público, a través de Wikileaks, y detalla que el tratado impondrá a todos los países firmantes cláusulas que benefician a las granes corporaciones multinacionales en detrimento de la soberanía y de los intereses públicos de cada país.

¿Qué piensa la CE sobre los documentos publicados? ¿Cree la CE que este tratado atenta directamente contra los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos y sobre todo atenta contra la soberania nacional de los Estados miembro?”, pregunta el secretario general de Podemos a la Comisión.

Iglesias también detalla en su exposición que el acuerdo secreto trata todos los servicios como mercancías comercializables y niega todas sus funciones sociales, culturales, mediambientales, laborales o de desarrollo. Además, señala: “la gente no es considerada como ciudadanos o miembros de sus comunidades, sino simplemente como consumidores".
 
La Eurocámara apoya el TTIP tras un pacto de socialistas y populares sobre tribunales de arbitraje
Los socialistas pactan con el PPE la misma enmienda que retiraron tras recibir críticas el mes pasado, según la cual el mecanismo de resolución de controversias inversor-estado se compondrá de “jueces independientes”

El informe del tratado de libre comercio con Estados Unidos pasa el corte sin despertar demasiado ruido con el problema griego de fondo

Pablo García - Bruselas

08/07/2015 - 17:46h

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    Parlamento Europeo.

    más INFOTotalmente eclipsado por la posibilidad real de un Grexit y por la presencia del primer ministro griego, Alexis Tsipras, en el Parlamento Europeo, este miércoles hacia las 14 horas el hemiciclo de Estrasburgo ha aprobado su opinión sobre el tratado de libre comercio e inversión que la UE negocia con Estados Unidos, más conocido como TTIP.

    436 eurodiputados votaron a favor, 241 en contra y 32 se abstuvieron sobre un informe cuya votación fue retrasada hace un mes ante la incertidumbre de que pudiera ser rechazado. Ahora han votado a favor casi todos los representantes del Partido Popular Europeo, los liberales de Alde (donde están C’s, UPyD o CiU) y una mayoría de socialistas, con bastantes disidencias. Los eurodiputados del PSOE lo hicieron a favor.


    La gran coalición a tres bandas domina la vida política europea y la semana pasada logró un compromiso que ha permitido aprobar este miércoles el denominado Informe Lange, así denominado por su ponente, el socialdemócrata alemán Bernd Lange. El acuerdo afecta al punto más polémico, el relativo a los tribunales de arbitraje inversor-estado, más conocidos como ISDS (por sus siglas en inglés). El ISDS existe a día de hoy a nivel bilateral (entre dos estados: hay más de 1.600 acuerdos de este tipo) y generalmente se firma entre un país rico y otro más pobre para garantizar seguridad jurídica a las multinacionales del primero.

    El problema de los ISDS es que los tribunales no los componen jueces tradicionales (con oposiciones, carrera jurídica, etcétera) sino que están formados principalmente por miembros procedentes del sector privado (Cámara de Comercio de París u otros organismos no públicos). Así que liberales, socialistas y populares pactaron una enmienda que dice que el arbitraje incluido en el TTIP será un sistema “no discriminatorio” con las empresas locales o extranjeras del que formen parte “jueces independientes” y que “no anteponga los intereses privados a los públicos”.

    Toda la oposición al tratado (Izquierda Europea, Verdes, Movimiento 5 Estrellas italiano, la extrema derecha de Le Pen y un largo etcétera) asegura que la enmienda introducida no acota el efecto perverso de los ISDS. “El compromiso nace muerto, porque el vicesecretario de Estado de Comercio de EEUU ya ha dicho que no aprobará un TTIP sin ISDS”, lamenta Lola Sánchez, de Podemos.

    El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, cree en cambio que el “arbitraje privado es cosa del pasado”. En la actualidad no hay ningún ejemplo de arbitraje público en las relaciones comerciales internacionales.

    Fue Schulz el que hace un mes recurrió a una casi desconocida disposición parlamentaria para retrasar la votación del informe Lange en la Eurocámara. Muy criticado por ello, lo que ocurrió fue que justo antes de la sesión plenaria del pasado junio los socialistas agrupados en el grupo de Socialistas & Demócratas (S&D) y los populares del PPE pactaron una enmienda prácticamente idéntica a la que se ha aprobado definitivamente este miércoles. Las críticas no tardaron en arreciar y muchos miembros del S&D, entre ellos los eurodiputados del PSOE, se movilizaron para cambiar la enmienda por otra que dijera explícitamente ‘no al ISDS’.

    El PP se negó, muchos socialistas se rebelaron y Schulz pospuso el voto sobre la opinión del Parlamento Europeo, que sirve para marcar las líneas rojas a la Comisión (la única que negocia en nombre de la UE). Ahora, y con la negociación sobre Grecia rugiendo vivamente alrededor, el grupo S&D ha aceptado recuperar la enmienda inicial. Con todo, han votado en contra una cincuentena de socialistas. Los socialistas belgas han votado en bloque ‘no’ al informe del TTIP.

    Los defensores del informe Lange destacan que otra de las resoluciones incorporadas mantiene los niveles de protección existentes para los trabajadores europeos, ya que hay una resolución que obliga a Estados Unidos a respetar los estándares laborales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

    La Eurocámara no puede negociar ni incorporar enmiendas al tratado: simplemente, ha elaborado su propia opinión para delimitar los poderes de la Comisión y, supuestamente, proteger los servicios públicos. Sin embargo, el euro-Parlamento sí tiene potestad para tumbar todo el TTIP una vez hayan concluido las negociaciones.

    El debate previo celebrado el martes. González-Pons (PP) justificó que “la globalización es un hecho”. “O europeizamos la globalización”, objetó, “o la globalización nos disolverá” y como valenciano puso el ejemplo de los productores de naranjas “que pagan el 30% de aranceles por exportar a Estados Unidos”. Otros apuntaron en sentido contrario: “Dice usted que escucha a la ciudadanía sobre el tratado. ¡Pues escúchela! ¡Un 87% de los europeos está en contra de los ISDS!”, espetó el eurodiputado verde francés Yannick Jadot a la comisaria de Comercio, Cecilia Mälmstrom. La ultraderechista Marine Le Pen afirmó que el TTIP supone “la destrucción del proyecto europeo por parte de los propios europeístas”.
 
Varios eurodiputados muestran carteles contra el TTIP durante la sesión plenaria de este miércoles en la Eurocámara. EFE
Dos eurodiputadas del PSOE se abstienen en la votación sobre el tribunal de arbitraje en el TTIP
Daniel Ríos 2 Comentarios
El resto de la delegación socialista española votó a favor de sustituir el polémico ISDS por un tribunal formado por jueces profesionales. Los socialistas belgas, franceses y austriacos votaron contra una enmienda que no plantea un rechazo expreso al ISDS.
 
El negocio de las puertas giratorias, enésima cara oculta del TTIP
Un nuevo estudio del CEO adelantado por 'Público' documenta cómo altos cargos de la Comisión Europea, como el anterior responsable de Comercio, Karel De Gutcht, pasaron a la empresa privada sólo unos meses después de trabajar en áreas relacionadas con el polémico acuerdo comercial, y para seguir desarrollando su labor.


Karel De Gutcht, en una imagen de archivo, cuando era Comisario de Comercio de la UE. / EFE



ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

MADRID.— No es ningún secreto que en algunos escenarios la línea que separa la política y el sector privado es muy fina, en ocasiones casi imperceptible, pero quizás lo sorprendente es que esta frontera sea tan difusa en el más alto nivel de la política de la UE, el que afecta a la Comisión Europea. Y en ocasiones el empleo de esta puerta giratoria está directamente relacionado con el tratado de libre comercio que Bruselas y Washington negocian con secretismo (TTIP), y sobre el que la Comisión ostenta la máxima responsabilidad a nivel europeo, aunque en ocasiones sus representantes crucen la línea que les separa del sector privado, y a pesar del peligro de que se produzcan conflictos de intereses.



De hecho, y según el estudio del Observatorio Corporativo Europeo (CEO) que verá la luz este miércoles, y al que Público ha tenido acceso en exclusiva en España, al menos siete figuras vinculadas de algún modo al TTIP han pasado desde distintas direcciones generales de la Comisión al negocio privado o viceversa. La puerta giratoria, engrasando las ruedas del lobby en torno al TTIP es el último documento elaborado por esta ONG, que centra su actividad en supervisar a las grandes empresas o los lobbies, y que se encuentra entre las organizaciones más críticas con el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP)

Precisamente son algunos de los grupos de presión más insistentes en las negociaciones sobre el TTIP en sectores como el farmacéutico o el de la agricultura los que han abierto sus puertas a los exasalariados de Bruselas; un fenómeno que a juicio del CEO "demuestra las sinergias entre los negocios de la Comisión Europea, el Gobierno de Reino Unido y otros tantos en lo que respecta al TTIP y a las negociaciones comerciales".

Sin duda, el más célebre de los usuarios de la puerta giratoria que recoge el informe es el excomisario de Comercio, Karel De Gutcht, que dejó su cargo con el relevo de la antigua Comisión, en octubre de 2014, para ser reemplazado por la duramente criticada Cecilia Malmström, hoy considerada la cara más visible en defensa del TTIP. El caso de De Gutcht es especialmente emblemático porque fue él quien llevó las riendas en las etapas preparatorias y en las primeras negociaciones del TTIP; fue él quien presionó para incluir la cláusula de blindaje a las multinacionales o ISDS que ha causado tanta polémica y rechazo entre los ciudadanos del Viejo Continente.

Hoy De Gutcht forma parte del Consejo de Administración de Belgacom, la mayor operadora telefónica en Bélgica e integrante de la Asociación Europea de Operadores de Redes de Telecomunicaciones (ETNO). Y se da la circunstancia de que este lobby mantuvo encuentros a puerta cerrada sobre el TTIP con varios representantes de la Dirección General de Comercio cuando De Gutcht era el máximo responsable de esta cartera en la Comisión. Incluso, y según recogen las actas de estas reuniones, los representantes de Comercio se comprometieron a "analizar y discutir a nivel interno" la posición del lobby, "para identificar si deberían introducirse nuevos elementos en la negociación".

Con todo, y a pesar de que el sector de telecomunicaciones es el tercero en la lista de los que ejercen una mayor presión sobre las negociaciones del TTIP, el comisario belga logró el apoyo de la Comisión para cruzar la puerta giratoria, comprometiéndose a "proteger la responsabilidad colectiva y la confidencialidad" sobre temas relacionados con su labor al frente de Comercio, además de prometer no ejercer ningún tipo de presión sobre la Comisión o la Dirección General de Comercio durante 18 meses.

Inmediatamente por debajo de De Gucht en el escalafón está el que fuera su portavoz en la Comisión Durão Barroso, John Clancy, que siguiendo la línea marcada por su exjefe defendió el TTIP con uñas y dientes, y hoy está a sueldo de FTI Consulting, una consultora especializada en comunicación política que sólo en 2014 gastó entre 1,75 y 2 millones de euros en acciones de lobby. Entre sus clientes figuran Google, Facebook o Cuadrilla, una empresa que utiliza la técnica de extracción conocida como fracking -altamente contaminante-, pero las únicas restricciones planteadas por la Comisión para desarrollar su trabajo se acotan en un periodo de apenas doce meses, un plazo totalmente "inapropiado" en opinión del CEO.

En la lista también aparece la española María Trallero, en nómina de la Dirección General de Comercio entre 2005 y 2012, y hoy Directora de Política Comercial en la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas (EFPIA), uno de los mayores lobbies de un sector que entre 2013 y 2014 multiplicó por siete sus reuniones sobre el TTIP con la Comisión. De hecho, y según el registro LobbyFacts EFPIA pasó de invertir 551.000 euros en acciones de lobby por el TTIP en 2013 a gastar más de 5.070.000 euros al año siguiente.

La puerta gira 360 grados
Otro de los casos más interesantes es el de Jan Eric Frydman, hoy a sueldo de la firma sueca Ekenberg&Andersson, donde está a cargo del área de Prácticas Transatlánticas. Antes fue asesor especial de Política Comercial y Asuntos Transatlánticos ni más ni menos que para la comisaria Cecilia Malmström, lo que en palabras del CEO le granjeó un "acceso extraordinario a las negociaciones sobre el TTIP", en las que ha jugado su rol en materia de Cooperación Reguladora, uno de los apartados más espinosos del acuerdo.
Y la puerta sigue girando con Eoin O'Malley, que pasó de la poderosa patronal europea Business Europe —ostenta 23 pases permanentes en el Europarlamento— afrontó una gasto en acciones de lobby de más de cuatro millones de euros sólo en 2014, según el registro de transparencia de la UE. La patronal lleva desde el arranque de las negociaciones a la cabeza de los grupos de presión, y persigue aumentar el poder de las empresas a la hora de inmiscuirse en las regulaciones, algo que preocupa a distintos partidos políticos y movimientos y pataformas sociales.

Y así, el informe que rubrica la investigadora Vicky Cann para el CEO recoge también otra decena de casos de utilización de puertas giratorias que afectan a distintos trabajadores y cargos de la Comisión, parlamentarios o incluso figuras vinculadas a gobiernos como el de Reino Unido. El problema es que en muchas ocasiones estos hechos pasan desapercibidos para la opinión pública, y organismos como la Comisión actúan de forma opaca "escudándose en argumentos relacionados con la privacidad", según el CEO. "A veces el conflicto de intereses está claro, otras resulta difícil de probar", señala el informe.

La Comisión sí acota parcialmente las funciones que pueden cumplir sus asalariados cuando cruzan la puerta giratoria, al menos de forma temporal, pero el Parlamento Europeo es más laxo en sus restricciones. Y eso, por no hablar de la ausencia de obligaciones de rendición de cuentas a los lobbies que fichan a políticos para aprovecharse de sus contactos e influencias: el registro de la UE es voluntario, y las empresas ni siquiera deben declarar qué cantidad invierten en estas acciones de presión.
Este mismo martes este diario ofrecía en primicia las infografías y los últimos datos recopilados por el CEO sobre los sectores que ejercen una labor de lobby más decidida en lo que respecta al TTIP, y el documento lanzado este miércoles incide sobre estas acciones de presión: "Las mayores multinacionales europeas se han unido para dar un fuerte respaldo al TTIP", advierte el CEO. "Hay una dura batalla de lobbies en Bruselas y Washington sobre lo que debería y no debería incluir el TTIP", apunta el organismo en su último estudio, que a lo largo de 40 páginas profundiza en los usos de puertas giratorias mencionados y arroja una conclusión preocupante: es probable que los casos detectados sean apenas una muestra, "la punta del iceberg" de la actividad lobbista en el TTIP.

Prevenir conflictos de intereses
El CEO cierra el informe pidiendo a la UE que mejore sus normativas en cuestión de puertas giratorias, que garantice su cumplimiento y que no permita a quienes trabajen para la Comisión que desarrollen tareas relacionadas con este área en el sector privado en un plazo mínimo de tres años. A juicio de este organismo las autoridades deberán aportar "garantías más sólidas para prevenir posibles conflictos de intereses" y llevar a cabo un registro obligatorio de los lobbies, especificando también qué grupos de presión centran su actividad en el TTIP.

De hecho, en lo que respecta a este acuerdo secreto el CEO va un paso más allá y hace suyas las peticiones de cientos de organizaciones civiles europeas: que la Comisión publique los textos de posición de cara a las negociaciones, todas las peticiones y ofertas, además de los borradores de los documentos consolidados antes de cada ronda negociadora, y las agendas de las negociaciones. A juzgar por la línea seguida por Malsmtröm y la Dirección General de Comercio, y a pesar de que la comisaria prometió traer más transparencia al llegar a su cargo, la Comisión Juncker está a años luz de tener en cuenta estas peticiones, de abrir puertas y ventanas para que los parlamentarios y los ciudadanos conozcan hasta el último y más oscuro rincón del TTIP.
 
Las multinacionales españolas utilizan su poder de influencia para impulsar el TTIP
El Gobierno español, a través del Ministerio de Economía y de la Secretaría de Estado de Comercio, recoge algunas de las peticiones claves para estas compañías en las respuestas que ofrece sobre el TTIP

BBVA, Santander, La Caixa, Telefónica, Mapfre, Endesa, Iberdrola, Inditex, Repsol, Acciona o Iberia son algunas de las compañías que intentan sacar adelante el acuerdo

Juan Cruz Peña Pérez

17/07/2015 - 20:59h

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Jose Manuel González Páramo, consejero ejecutivo de BBVA. / Foto: EFE

Muchos de los detractores delTratado Comercial de


Libre Comercio que está negociandoEstados Unidos con la Unión Europeaseñalan que el acuerdo tiene a las multinacionales como las grandes beneficiarias a ambos lados del charco. Lo cierto es que, en el caso de España, las compañías con más presencia en el extranjero han mostrado su apoyo, de manera directa o indirecta, para que Bruselas y Washington rubriquen este tratado, aún en negociaciones.

Los sectores más disconformes con el TTIP han denunciado que la negociación se está haciendo de espaldas a la ciudadanía y con el asesoramiento mayoritario de compañías privadas.Según datos recogidos por el Corporate Europe Observatory, alrededor del 90% de los encuentros que realizó la Comisión Europea para preparar las negociaciones se hicieron con lobbies empresariales, quedando reducido espacio para las organizaciones públicas, ONG y otros actores de la sociedad. Este mismo observatorio señala que una parte de esas reuniones corresponden a empresas y asociaciones empresariales españolas.

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Empresas y asociaciones españolas quehan realizado labores de lobby en Bruselasde manera oficial. Fuente: Corporate EuropeObservatory

Si se tira de hemeroteca, existen ejemplos de grandes multinacionales del Ibex-35 que han alabado el TTIP, así como otras que han dado apoyo a diversas iniciativas en favor del acuerdo comercial transatlántico.

Este mismo año, el consejero ejecutivo de BBVA José Manuel González-Páramo, anteriormente miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo y único español que ha ocupado una silla en la institución monetaria, consideraba el TTIP como “una referencia para el comercio”. Otro que aplaudió en público este acuerdo fue el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. El expresidente del Partido Nacionalista Vasco ensalzaba el TTIP en la escuela de negocios ESADE.

Arturo Gonzalo, director deResponsabilidad Corporativa de Repsol,hablaba de diferentes ventajas


que traería el TTIP como laprotección a la inversión o lapresión de apertura quesupondría para otros mercadoscomo Mercosur. En tuits de ESADE, Gonzalo mostraba la preocupación por el clima de hostilidad que se estaba generando en Europa.

En ese mismo escenario, Rafael Maneto, consejero delegado de Acciona Energía, decía que el sector energético debía tener una“fuerte presencia en el Tratado Transatlántico de Comercio (TTIP)”. Sin abandonar el campo de la energía, se puede ver este tuit de apoyo público por parte de Endesa.

Otra figura importante que ha hecho declaraciones en favor de este acuerdo comercial ha sido Juan María Nin, hasta hace poco consejero delegado de CaixaBank y presente en los consejos de administración de varias compañías como Gas Natural o Repsol. Nin calificaba el TTIP como una “oportunidad única” en una conferencia en la que participaba en calidad de presidente de la Fundación Consejo España-Estados Unidos.

Otra forma que utilizan las grandes empresas de mostrar su apoyo al TTIP es la publicación de estudios. Así, la Fundación Mapfre publicaba un informe titulado TTIP: el Tratado de libre comercio e inversión entre la UE y EEUU, un acuerdo necesario. En ese documento, aparece como autor secundario La Caixa.

Influir sin dejar huella
Las empresas recurren a otro tipo de estrategias para influir por una determinada causa con una fórmula aún más imperceptible a la opinión pública como el apoyo financiero o el patrocinio de cursos, estudios y otro tipo de actividades realizadas por terceros.

Así, en marzo de 2013, el Centre for Economy Policy Research (CEPR), realizaba un exhaustivo estudio de más de 100 páginas acerca de los beneficios del acuerdo entre EEUU y la UE. Aunque este ‘think tank’ no revela directamente cuáles son sus mecenas -en su web apuntan a bancos de inversión, consultoras o agencias gubernamientales- Ecologistas en Acción y el medio de comunicación Cafèambllet aseguran que el Banco Santander o La Caixa están detrás.

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo organizó en Santander el pasado año un encuentro titulado La Asociación Transatlántica sobre Comercio e Inversión (ATCI) y su importancia para las relaciones transatlánticas. En dicho curso participaban importantes autoridades políticas como el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, el embajador de EEEU en España o miembros de representación en Europa. Junto a ellos, aparece en el programa el director de asuntos internacionales de Telefónica y representantes de empresas como CAF, Ficosa o Dow Chemical Ibérica. Otro de los ponentes de este curso es Brian Timothy Bennett, director general de Trans-Atlantic Business Council,un lobby con la clara intención de influir a favor del TTIP. Infinidad de empresas europeas sustentan esta organización entre las que aparecen BBVA y Telefónica. El transportador oficial del curso era Iberia.

Otro grupo de presión empresarial que está abogando por sacar adelante el TTIP es,según explica La Marea, la Mesa Redonda Europea de Industriales.Entre sus miembros aparecen presidentes de pesos pesados del Ibex como César Alierta (Telefónica), Ignacio Sánchez-Galán (Iberdrola), Antonio Brufau (Repsol) o Pablo Isla (Inditex).

Por su parte, la patronal de los empresarios españoles CEOE ya ha hecho público y notorio su apoyo al TTIP.

La influencia en el Gobierno
De momento, la influencia de las grandes corporaciones españolas está teniendo su eco entre las autoridades estatales. En un documento elaborado por el Ministerio de Economía y Competitivdad, se destaca la voluntad del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, de “lograr un acuerdo amplio y ambicioso, incluyendo un capítulo de protección de inversiones, y la disposición a trabajar para definir la mejor manera de hacerlo”.

Uno de los puntos que se afana en resaltar este escrito es también uno de los que está siendo más cuestionados por los detractores del TTIP: la manera de resolver conflictos entre los Estados y los inversores extranjeros. Así, desde el Ministerio de Economía se cree necesario el mecanismo ISDS en el acuerdo TTIP con EEUU, que permite al inversor recurrir a instancias de arbitraje supranacional que van más allá de las leyes del país donde se invierte.

La carta explica que este sistema ha sido un mecanismo fundamental para la defensa de las inversiones en el extranjero de empresas españolas como Repsol, Telefónica, Gas Natural, Aguas de Barcelona, Iberdrola o Abengoa, entre otras.





17/07/2015 - 20:59h



 
EL PE PROMULGA RESOLUCIÓN SOBRE EL TTIP:

¿YA TODO ESTÁ DECIDIDO?


July 23rd, 2015
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El 8 de julio de 2015, el Parlamento Europeo (EP) ha tomado posición (mediante una resolución) sobre el TTIP. Esta posición no está de acuerdo en sus puntos principales con nuestras demandas. Significa esto que ya todo acabó o qué importancia tiene esta resolución y cómo podemos utilizarla en los próximos debates?

Primeramente: La resolución del PE sobre el TTIP no tiene efecto vinculante, es decir que la Comisión no tiene que acatarla. Además, la votación no fue en favor o en contra del TTIP, ya que el TTIP se está negociando todavía, y no estará listo para su votación antes de finales de 2016. Por esta razón, no deberíamos darle demasiada importancia a esta resolución.

Sin embargo, el PE pudo haber significado un fuerte impulso para las próximas negociaciones. Lamentablemente se perdió esta oportunidad. En lo esencial, el PE dio su visto bueno a una zona de libre comercio con los Estados Unidos, como está previsto en el TTIP. Supuestamente, esto daría un gran impulso a la economía europea – una estimación que hasta hoy no ha podido ser confirmada por los estudios hechos al respecto. No se pierden las esperanzas.

La discusión más acalorada sobre la resolución del TTIP fue la referente al arbitraje de diferencias inversor-estado (ISDS). Algunos diputados, entre ellos los verdes, la izquierda y parte de los socialdemócratas quisieron adoptar una posición clara contra el ISDS. Por el contrario, los conservadores y la mayoría de los socialdemócratas dieron su apoyo a la línea reformista de la Comisión Europea (LINK BLOG). Como las diferencias sobre este tema dentro del Parlamento amenazaban con echar abajo la resolución completa, el debate y la votación, que debían tener lugar el 10 de junio, se suspendieron tan solo 24 horas antes. Esto dio tiempo a los socialdemócratas para proponer un compromiso que al final fue aceptado por los critícos del ISDS dentro del mismo partido. De esta manera, la resolución fue aprobada por la mayoría.

Por desgracia, esta resolución no se posiciona claramente contra el ISDS, y solo pide que el sistema existente sea reemplazado por un nuevo mecanismo de derechos de inversores. El enunciado es tan poco preciso que practicamente le otorga carta blanca a la Comisión para actuar libremente. Un oportunidad desperdiciada.

Pero no todo esta perdido. El “sí” al compromiso del ISDS fue vendido a los socialdemócratas como un “no” al CETA con Canadá. El CETA contiene un mecanismo no reformado del ISDS, y esto no sería suficiente para cumplir con las demandas expresadas en la resolución del PE. Tendremos que recordárselo a los eurodiputados muchas veces en los próximos meses. Este año o al comienzo del próximo año, el Parlamento Europeo votará sobre la ratificación del CETA. Si quiere respetar los límites que se ha puesto ahora, debería votar “no”. Una esperanza que podría hacerse realidad si la presión de los ciudadanos es lo suficientemente fuerte.

https://stop-ttip.org/es/blog/resolucion-sobre-el-ttip/?noredirect=es_ES
 
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