🟠 Detenida una vez más la doctora Noelia de Mingo, está vez por apuñalar a una cajera en un supermercado y a una empleada de una farmacia en El Molar

MATÓ A TRES PERSONAS EN LA JIMÉNEZ DÍAZ
Compañeras de De Mingo dicen que les daba miedo y que sus jefes querían que fuera al psiquiatra
  • La presunta asesina se acoge a su derecho constitucional a no declarar
  • 'No me atrevía a mirarla, pero tampoco podía dejar de advertir su presencia', asegura una médico
  • Actualizado martes 09/05/2006 18:52
  • ROBERTO BÉCARES
    MADRID.- La médico residente Noelia de Mingo se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Madrid para ser juzgada por matar a tres personas y herir a otras siete en la Fundación Jiménez Díaz en 2003. De Mingo se ha negado a declarar. En la sala se oyeron después los testimonios de varias de sus víctimas, que recuerdan la inquietud que sentían ante su presencia.

    El 3 de abril de 2003, en el Hospital de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, De Mingo mató a puñaladas a la médico Leilah El Ouamaari, a la paciente Jacinta Gómez y a Félix Vallés -quien estaba en la clínica visitando a su mujer-, e hirió a otras siete personas.

    Tres años después, ha arrancado el juicio contra la residente, que sufre esquizofrenia. La acusada llegó sobre las 9.20 horas a la Audiencia Provincial de Madrid vestida de negro. Una hora y media después daba el comienzo el juicio y lo hacía con la negativa de De Mingo a responder a las preguntas tanto del fiscal como de la defensa. "No voy a hacer ninguna declaración", señaló acogiéndose a este derecho constitucional.

    'Una mirada inquietante'
    Una de las primeras en sufrir la agresión fue María Belén Alonso. "Noté un escozor en la espalda, no tenía ni idea de lo que podía ser. Me giré y vi que Noelia estaba sujetando con el brazo izquierdo a María Alcalde", ha recordado ante el tribunal esta joven médico, que aquel fatídico 3 de abril tuvo que ser atendida por un corte de cinco centímetros en la zona lumbar.

    Conocía a Noelia de Mingo desde hacía dos años, pero nunca había hablado con ella, aunque "sabía cosas de ella de oídas". "No iba a las sesiones clínicas, hacía su servicio y se marchaba", ha explicado María Belén Alonso. A su juicio, "su conducta no era normal, siempre iba con la cabeza agachada, se quitaba continuamente cosas de la bata y en su consulta los pacientes se marchaban extrañados porque les mandaba análisis sin hablar con ellos y les trataba con brusquedad". "Pensábamos que era esquizofrénica", señala refiriéndose a un diagnóstico que después fue confirmado.

    Recuerdó, además, que "su mirada era bastante inquietante" y que le "daba miedo". "Cuando estaba con ella no me atrevía a mirarla, pero tampoco podía dejar de advertir su presencia", explicó, ante el temor de que tuviera alguna actitud agresiva. También sentía esta inquietud Leilah El Ouaamari, una de las tres víctimas mortales de Noelia. María Belén Alonso asegura que Leilah le llegó a decir incluso en una ocasión que "cualquier día le iba a clavar un puñal por la espalda". Una trágica premonición. Leilah recibió aquel día de De Mingo al menos cinco puñaladas que le quitaron la vida.

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    Familiares de las víctimas poco antes de su entrada a la Audiencia. (EFE)


    La actitud de De Mingo, ha asegurado, se había agravado en las dos semanas anteriores a la agresión. En esta percepción coincide María Alcalde Villa, otra de las residentes apuñaladas. "Se reía sola, cada vez estaba más callada y ponía malas caras", explicó antes de recordar un incidente que le hizo aumentar sus sospechas. Decidió llamarla un día al percatarse de que no se había reincorporado de sus vacaciones y Noelia De Mingo le respondió que algún día "tendría que volver al circo éste".

    María Alcalde decidió poner en conocimiento de los responsables Carlos Acebes y Olga Sánchez su sensación de que la conducta de Noelia de Mingo se estaba agravando desde enero de 2003. Ambos se reunieron entonces con otro superior y decidieron que fuera sometida a un examen psiquiátrico. Según el testimonio de esta médico residente, un día antes de la agresión, se le había comunicado a Noelia de Mingo que tenía que someterse a un examen psiquiátrico.

    Ese 3 de abril, María Alcalde la vio llegar a la sala "con la cara desencajada". Poco después "noté el cuchillo y me puse de pie" y sólo recuerda "encontrarse después en el suelo".

    Por su parte, María Pilar P.M., que resultó policontusionada, indicó que cuando observó a la doctora De Mingo esgrimiendo un cuchillo y clavándolo "hasta el mango" en el cuerpo de sus víctimas, se dirigió a ella con la intención de arrebatarle el arma. "Quise frenar el ataque pero Noelia sujetaba el cuchillo con una fuerza tan brutal que parecía que lo tenía pegado a la mano", explicó María Pilar.

    Otra de las víctimas, Carmen F.C., una enfermera que recibió diversas puñaladas, aseguró que en el momento de los hechos sintió "pánico y terror". Además, agregó que la imagen de Noelia de Mingo con el pelo en la cara mientras apuñalaba a sus compañeras y, sobre todo, su mirada, son dos cosas que no se le olvidarán "en la vida".

    'Se reía sola, cada vez estaba más callada y ofrecía malas caras', dice una de las médicos agredidas


    Finalmente y acompañada de su marido, declaró, en un testimonio escalofriante, Carmen M.L, todavía afectada por los hechos, que le dejaron con una "invalidez permanente". "No me apetece salir a la calle. Echo de menos todo; mi trabajo, mi libertad", dijo Carmen, que aseguró que sólo conocía a De Mingo de vista.

    Se enfrenta a 66 años de prisión
    En el proceso, que tiene previsto celebrarse en ocho sesiones, el fiscal reclama 65 años y 11 meses de prisióny alternativamente internamiento en un centro cerrado por el mismo tiempo para De Mingo, a la que también pide que por vía de responsabilidad civil indemnice a los familiares de los fallecidos y a los heridos con más de 757.892 euros.

    El Ministerio Público señala que el "responsable civil subsidiario es la Clínica de la Concepción (Fundación Jiménez Díaz) y la aseguradora Mapfre, en virtud y dentro de los límites del seguro concertado".

    El fiscal estima que la acusada, que "padecía de esquizofrenia tipo paranoide con delirios de persecución que afectaba a todo tipo de relaciones sociales y laborales y limitaba parcialmente su capacidad volitiva e intelectual", es autora de tres delitos de asesinato, cuatro tentativas de asesinato, dos delitos de lesiones y una falta de lesiones con la eximente incompleta de enajenación mental y la agravante de alevosía.
  • http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/09/madrid/1147174876.html
 
Supongo que no podrá ejercer más como médica, porque sólo faltaría eso. Además, dónde ella trabajaba es un hospital de prestigio ( Hospital de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid ), no me cuadra eso con no estar al tanto del personal que tienen contratado, no creo que los altos cargos no lo supieran, pero hacer la vista gorda es más fácil, luego pasa lo que pasa, y se quitán las culpas de encima. Es terrible que permitan que ocurran desgracias para que se tomen medidas a posteriori


Y tanto, la Concepción siempre fue un gran hospital en cuanto a personal. Esto apesta a que los de arriba pasaron como siempre, de todo. Vista gorda se le llama, curiosamente, no son este tipo de permisivas personas las que reciben las puñaladas ni pagan con los marrones. Esa cabrona (y no me digáis que pobrecita que estaba enferma) destrozó la vida de muchas familias. Si puede sacarse la carrera de medicina tan mal no estaba, o sí, pero ya me entendéis ;)
 
Y tanto, la Concepción siempre fue un gran hospital en cuanto a personal. Esto apesta a que los de arriba pasaron como siempre, de todo. Vista gorda se le llama, curiosamente, no son este tipo de permisivas personas las que reciben las puñaladas ni pagan con los marrones. Esa cabrona (y no me digáis que pobrecita que estaba enferma) destrozó la vida de muchas familias. Si puede sacarse la carrera de medicina tan mal no estaba, o sí, pero ya me entendéis ;)
No la exculpo en nada de los crímenes y ataques horrendos que hizo, es más, ahora dice que no se acuerda de nada, creo que lo ideal sería que le hicieran recordar la magnitud de sus actos, por muy fuera de sus cabales que estuviera. Actos así no debieran olvidarse nunca, ya se sabe que lo que se olvida rapidamente se puede volver a repetir
 
Otro caso similar, este muchacho atacó a su familia. Esto que está pasando es muy grave, como para tomarlo a la ligera
Joven esquizofrénico mata a su madre, hermana y deja con lesiones a su padre
Autor: Angélica Baeza
El hecho ocurrió en la comuna de Quinta Normal esta mañana, cuando el joven de 15 años agredió a su familia con un cuchillo.
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Labocar trabaja en el domicilio.
Esta mañana en un domicilio de la comuna de Quinta Normal, un joven de 15 años y que padece esquizofrenia asesinó a su madre y a su hermana, mientras que a su padre le provocó lesiones en la cabeza.

De acuerdo a los antecedentes entregados por personal de Carabineros, el padre del menor dio aviso y él mismo relató que su hijo agredió con un cuchillo a su madre, quien falleció en la Posta 3, y que al interior del inmueble permanecía el cuerpo ya sin vida de la hermana del imputado.

El menor adolescente se mantiene detenido, mientras que el Labocar y el OS-9 de la dirección de investigación criminal se encuentran investigando el hecho.

http://www.latercera.com/noticia/joven-esquizofrenico-mata-madre-hermana-deja-lesiones-padre/
 
Otro caso que me dejó traspuesta, y aún sigo :confused::confused::confused:
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Casa familiar de la calle San José (Dos Hermanas) en donde Luis Miguel Briz Torrico asesinó a sus padres y hermana.
CRÍMENES CON HERENCIA
Mató a sus padres y a su hermana pero recibirá toda la herencia familiar al salir del psiquiátrico
Absuelto por enajenación mental, cumple su condena en un psiquiátrico, del que puede salir si obtiene un dictamen médico favorable. Preocupación entre los vecinos de Dos Hermanas.
25 junio, 2017 02:46
Pepe Barahona Fernando Ruso


“¿Será una broma, no? ¿Cómo pueden dejar suelto a ese muchacho después de lo que hizo?”. Rocío, vecina de la localidad sevillana de Dos Hermanas, responde ojiplática ante la posibilidad de volver a cruzarse por las calles de su pueblo con el joven Luis Miguel, que arrebató la vida a sus propios padres y a su hermana el 28 de febrero de 2013, día de fiesta en Andalucía.

“Pero si tiene esquizofrenia, ¿quién va a vigilar que se tome la medicación? No creo que salga, ¿no?”. La respuesta atropellada de Rocío es común a la del resto de vecinos de este municipio, sobre todo en la calle San José, donde vivía la familia y donde el parricida asestó decenas de cuchilladas a sus ascendentes y a su hermana. La sensación de riesgo ante la posible salida de Luis Miguel aumenta conforme más se acerca el equipo de EL ESPAÑOL al número 10 de la citada calle, “una mansión” que heredará quien carga con el sino de haber matado a toda su familia.

Rocío, que sigue estupefacta, es floristera en Dos Hermanas. Tiene su negocio junto a la biblioteca, por donde el joven Luis merodeaba recurrentemente, siempre con la oreja al móvil y, según la tesis de los residentes de la zona, “hablando de irse a Miami”.

Era tan frecuente su presencia en la zona que muchos vecinos llegaron a confabular que Luis Miguel encargó las coronas de flores de sus propios padres antes de entregarse en los juzgados, próximos al negocio de Rocío. Pero es falso. “La gente empezó a decirlo por el pueblo pero no es verdad”, apunta Antonio, marido de Rocío, mientras rellena con claveles blancos unas jarras de orfebrería plateada de las que se usan para decorar los altares.
“Si hubiese sido verdad y mi declaración sirviera para demostrar que estaba cuerdo, habría testificado; lo que fuese para evitar que saliese de la cárcel”, asegura Rocío, visiblemente preocupada.

Enajenación mental y absolución
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Luis Miguel Briz Torrico durante el juicio por el triple asesinato de sus padres y su hermana. Millán Herce

Lo quiera Rocío, y algunos vecinos de Dos Hermanas, o no, Luis Miguel Briz Torrico fue absuelto de los tres delitos de asesinato de los que se le acusaba. El jurado popular que calificó su participación en la muerte de sus padres, Ángela y Donato, y su hermana Inmaculada apreció que, en momento de los hechos, el acusado, para el que la Fiscalía y la acusación particular pedían 57 años, no era consciente de sus actos. “Enajenación mental”, dictó el juez, que firmó una sentencia de 25 años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario. El máximo legal permitido. Y ahí sigue desde diciembre de 2014.

En el juicio, los miembros del jurado, oyeron cómo el sangriento desenlace acabó rápido. En torno a la una de la tarde. Defendía Luis Miguel que se sintió acosado por sus padres y que, en defensa propia, agarró en la cocina un cuchillo de diez centímetros de hoja y filo liso y buscó a su hermana. Después a su madre. Y, por último, a su padre.

Los forenses subrayaron el especial ensañamiento que el joven tuvo con su padre habida cuenta de una especial inquina hacia él. Quienes atendieron el cadáver explican que le abrió un agujero en el pecho a la altura del esternón. El informe también reseña la profusión de cuchilladas en el cuerpo de la madre, hasta 28, sobre todo en las manos y antebrazos, lo que lleva a pensar que hubo defensa, fútil, de la asesinada. Nada que ver con la limpieza con la que mató a su hermana: un único corte hondo y certero en el cuello. No tuvo posibilidad de defensa.

Tras los hechos, según lo expuesto en el juicio que se celebró a finales de 2014, Luis Miguel se echó a dormir. Y, recuperado el ánimo, limpió los cuerpos con mimo. Él mismo los amortajó y apiló bajo una manta en el rellano de la escalera. Cerca de la puerta de entrada de una lujosísima casa de dos alturas y unos trescientos metros cuadrados de planta, con suelos de mármol y elegante carpintería, con una exuberante piscina al fondo con barbacoa. Y todo, en el centro del pueblo, a apenas diez minutos andando de la plaza principal.

Del lugar del crimen al puticlub
Cayó temprano la tarde de invierno y Luis Miguel, inmaculado, salió a la calle, buscó un taxi para que lo acercase a un cercano puticlub y, colmadas sus carencias, regresó a casa. Abrió la puerta, evitó los cadáveres de su familia y se echó a dormir.

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El Hospital de Valme, en Sevilla, a donde acudió en varias ocasiones para ser tratado de su esquizofrenia. Fernando Ruso

No madrugó Luis Miguel. La mañana posterior a los hechos, con los cuerpos de sus padres y de su hermana en mitad del rellano, el joven corpulento, de cara redonda, entradas, gafas y aspecto de persona cabal, agarró lápiz y papel y empezó a redactar su confesión. Había matado a sus padres y a su hermana, los cadáveres estaban en la casa y algo tendrían que hacer con ellos, decía el escrito que presentó en el juzgado de instrucción número 3 de Dos Hermanas a las 19.55 horas del día 1 de marzo.

La fiscal jefe de Dos Hermanas, María de los Ángeles Calvo, explica en su despacho a EL ESPAÑOL que eran muchos los escritos que Luis Miguel presentaba en los juzgados denunciando el acoso de sus familiares. Que estos se archivaban después de consignar la falta de lucidez del autor. Por eso, el día en el que el parricida confesó los hechos, nadie le creyó. Y un policía acudió con él a su casa. Diez minutos andando en los que el agente nunca imaginó que sería cierto, que Luis Miguel había matado a sus padres y a su hermana. Pero así fue.

Las marcas del precinto de la policía judicial todavía son visibles, tres años después, en las puertas de madera de la lujosa casa de la familia Briz Torrico. Muchos vecinos de la calle San José se sorprenden al ver a los reporteros de EL ESPAÑOL observándolas. Algunos transeúntes recuerdan que fue allí donde se produjo el asesinato. Y atestiguan el altísimo valor que tiene la finca.

Ya saben quién es el heredero. También lo confirma a EL ESPAÑOL el abogado defensor del parricida, Luis López de Castro. Y la fiscal jefe Calvo.

Heredar de quienes mató
“Y no solo se quedará con la casa, también tiene un piso en la carretera que va a Cádiz y un local comercial, y tierras, porque ellos tenían muchas tierras”, enumera María —nombre ficticio: “No quiero que vuelva y sepa que la que he hablado soy yo”—, una de las vecinas de la calle San José. “¡Qué cosas, mató a su familia y va a heredad la casa!”, puntualiza la vecina.

Ella es una de las pocas que entró en la casa antes del fatal desenlace. Cuenta que era Luis Miguel el que cuidaba la piscina, lo lujosa que era y que albergaba dinero “bajo la solería”. “En el banco no tenían nada, pero sí escondido en la casa”, sostiene la vecina.

Tal es así que ha habido quienes saltando la escuálida tapia que separa el inmueble de una finca aledaña han accedido a la vivienda para localizar la caja fuerte en la que Donato Briz guardaba el dinero. Una abultada suma, confirman los vecinos, que el empresario habría amasado primero con un negocio de venta de pantalones vaqueros y, después, con una próspera constructora. Hasta que se jubiló.

La obsesión de Donato por preservar el patrimonio familiar de su hijo, enfermo de esquizofrenia, pudo provocar el efecto contrario. Esa es la tesis, bien fundada y nutrida de información privilegiada, de la fiscal jefe de Dos Hermanas, que narra esta teoría, no como fiscal, sino de forma personal a EL ESPAÑOL.

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Un empleado de una floristería mostrando el lugar que frecuentaba Luis Miguel Briz Torrico los días previos al asesinato, hablando desde su móvil de manera enérgica.Fernando Ruso

“Suele pasar mucho, la obsesión por querer evitar algo acaba provocando que suceda”, explica Calvo. Cuatro años después de los hechos, la fiscal jefe recuerda que Donato y su hija Inmaculada, abogada de profesión, acudieron a su despacho para incapacitar al joven Luis Miguel. Ella explicó que esa medida nunca se adopta para la protección del patrimonio, sino del propio incapacitado. También advirtió que no era ella el medio por el que debían cursar su demanda.

Obsesionados por proteger el patrimonio
“No supe ver, y ese fue mi error, que la hermana también sufría esquizofrenia”, se lamenta Calvo. Una teoría compartida por todos los vecinos con los que han hablado los reporteros de EL ESPAÑOL y que quedó evidenciado en el juicio. “Ella estaba peor que su hermano, pero se medicaba; también la madre lo estaba. El único cuerdo de esa casa era el padre, que estaba obsesionado con el dinero”, explica la vecina.

Calvo prosigue aseverando que en su lucha por conseguir la incapacidad de Luis Miguel, la familia hostigó al joven y se despreocupó de que este se tomara la pertinente medicación. La fiscal apunta que cuando entró su equipo en el lugar de los hechos, llegaron a percatarse de la presencia de unas notas manuscritas pegadas en los muebles de la casa en las que se insistía en la idea de que el parricida era malo y estaba loco. “Y todo con el propósito de hostigar al joven, alterar su psique y conseguir un dictamen favorable de los médicos para lograr la incapacitación”, sigue Calvo, que recuerda los muchos escritos que el propio parricida registró en el juzgado antes de los hechos. Todos insistiendo en el acoso que sufría por su familia.

Esta teoría no se esgrimió en el juzgado. Tampoco hizo falta. Varios peritos psiquiatras certificaron de forma unánime la esquizofrenia paranoide crónica que padecía y padece el entonces acusado y que en el momento de los hechos Luis Miguel tenía “anuladas sus facultades cognoscitivas y volitivas”, según se explica en la sentencia. Enajenación mental que justificó el eximente de responsabilidad penal.

Y el joven Luis Miguel Briz Torrico, a pesar de ser responsable de la muerte de sus padres y de su hermana, fue absuelto de asesinato.

“Es la sociedad la que ha fallado"
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Luis Miguel Briz Torrico durante el juicio por el triple asesinato de sus padres y su hermana. Millán Herce

Y heredero de los bienes de la familia. “Naturalmente”, responde el abogado defensor de Luis Miguel. “Al ser el único descendiente, y no existir un testamento que dicte lo contrario, es beneficiario de la herencia de sus padres”, confirma a EL ESPAÑOL el abogado López de Castro.

—¿Y cuándo podría salir del psiquiátrico penitenciario?

—Mi defendido está internado durante 25 años como plazo máximo, que es el máximo legal permitido. En ese tiempo se hacen evaluaciones anuales por parte de un equipo médico, que determina si está en condiciones de seguir ingresado o si ya puede salir a la calle. Los dos primeros años ha sido negativo, pero quien sabe cuál puede ser el sentido del próximo. Yo veo bien a Luis Miguel, es una persona normal. Y si todo va bien, podría salir en breve. Es la sociedad la que ha fallado en este caso, al no ser capaz de tratar a este tipo de enfermos, para los que no hay recursos disponibles. Ya no quedan hospitales psiquiátricos y los dos centros penitenciarios psiquiátricos, uno en Sevilla y otro en Alicante, están saturados. Es algo que debemos denunciar.

Porque Luis Miguel está enfermo. “Temía por mi vida”, repetía una y otra vez en el juicio. “Si no actúo en defensa propia, el que está muerto hoy soy yo”, insistía una y otra vez. Porque el joven vio a su padre, a su madre y a su hermana acechándoles con un chuchillo. Y reacciono. O, al menos, eso es lo que él vio. O quizás imaginó su mente perturbada.

Ahora heredará la casa. Y los vecinos, que admiten tener miedo a verlo suelto, siguen preguntándose. “¿Quién le vigilará la medicación? ¿Quién nos asegura que no se imaginará cosas y responda de forma agresiva? Eso de que saldrá pronto, será una broma, ¿no?”.
http://www.elespanol.com/reportajes/grandes-historias/20170623/225978337_0.html
 
Por lo visto, Noelia de Mingo trabajaba en el hospital por influencias de los padres con altos cargos del mismo.

ENTREVISTA EN M2 AL NOVIO DE UNA DE LAS FALLECIDAS
'Noelia de Mingo es víctima de su propia familia'
  • Fernando Alberca afirma que la Jiménez Díaz mantuvo a la acusada pese a su enfermedad
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Fernando Alberca. (Begoña Rivas)


Actualizado martes 09/05/2006 17:12 (CET)
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FERNANDO ESCUDERO (M2-EL MUNDO)
MADRID.- Tres años después, Fernando Alberca, el novio de la médico residente Leilah El Ouaamari, presuntamente asesinada por su compañera Noelia de Mingo Nieto, volverá a revivir, durante el juicio que comienza hoy en la Audiencia Provincial, la pesadilla que le arrancó al amor de su vida y que le sumió en una profunda depresión. Hoy está bastante recuperado, gracias a los psicólogos. Pero todavía tiene secuelas, perceptibles, en el rostro de un joven de 36 años que aparenta más edad de la que tiene.

Pregunta.- Además de Noelia, ¿alguien más debería sentarse esta mañana en el banquillo?

Respuesta.- Los responsables de la Fundación Jiménez Díaz que permitieron que Noelia siguiera renovando cada año el contrato de formación en la clínica de La Concepción, aunque no cumpliera con sus obligaciones, entre ellas las guardias, por lo que podemos hablar claramente de falsedad documental. Pero sobre todo porque permitieron que Noelia tuviera en sus manos la salud de cientos de madrileños sabiendo que ella no estaba bien. En definitiva, lo que ocurrió no era algo inevitable.

P.- Pero el Ministerio Público no ha hallado indicios de delito en el caso.

R.- El fiscal está actuando con parcialidad y su única preocupación es proteger a unos señores muy poderosos. De hecho cuando desde la Fiscalía General del Estado se le ha hecho saber que, según el sumario, existían indicios de falsedad documental, se ha limitado a abrir diligencias contra Oscar Ramón Sabillón, el joven hondureño que le hacía las guardias a Noelia para sacarse un dinerillo que, además, acudió a declarar de forma voluntaria sobre lo que ocurría en La Concha con De Mingo.

P.- ¿A qué se debe el trato de favor con Noelia del que acusa a la dirección del hospital?

R.- A los estrechos vínculos de amistad que, desde hace décadas, existen entre las familias De Mingo Nieto y Jiménez Díaz. Ambas son de El Molar y tienen entre sus miembros a médicos y a políticos, todos ellos, casualmente, del Partido Popular. Son dos familias de mentalidad caciquil. Todo ello hacía que Noelia tuviera patente de corso, pese a su enfermedad.

P.- ¿Patente de corso?

R.- Una noche, antes de dejar de hacer guardias, Noelia tuvo un delirio y uno de sus superiores tuvo unas palabras con ella porque vio que no estaba bien. Días después, De Mingo se presentó con su madre en la Fundación Jiménez Díaz, y, de forma amenazante y retadora, le espetó: "A ver si se atreve delante de mi madre a decirme lo que me dijo el otro día". Imagínate qué ínfulas tenía su familia para hacer eso.

P.- ¿Cómo era la relación entre Leilah y Noelia?

R.- De Mingo no tenía amistades en el hospital. Era una persona hosca, que daba malas contestaciones. No se relacionaba con nadie.Comía sola. Su relación era meramente profesional.


P.- ¿La llegó usted a conocer en persona?

R.- Sí. Me la presentó Leilah y en pocos segundos me di cuenta de que algo no funcionaba bien en su cabeza. Estaba todo el rato como quitándose de la ropa motas y pelos que no tenía, de forma obsesiva compulsiva.

P.- Antes de los hechos, ¿llegaron a temer los compañeros de Noelia algo preocupante?

R.- Leilah y otra compañera, María Alcalde, tenían miedo. En el caso de mi novia, por los pacientes, sobre todo. Y el tema De Mingo era recurrente en las cenas o reuniones de compañeros fuera del trabajo. A María le escuché tres meses antes que había advertido a sus padres que, si alguna vez le pasaba algo en el hospital, sería porque Noelia la apuñalaría.

P.- ¿Ocurrió algún incidente entre Noelia y Leilah?

R.- Semanas antes hubo un suceso que la preocupó sobremanera.Leilah estaba escribiendo en el ordenador a solas y notó una presencia junto a ella. Elevó su mirada y vio por encima de ella la cabeza de Noelia que la miraba fijamente, en actitud acechante.

P.- ¿Los compañeros denunciaron esta situación?

R.- Por supuesto. Pero incluso, tres días antes de los hechos, el tutor de Noelia y el jefe del servicio de reumatología reunieron a médicos, enfermeras y secretarias y les dijeron que no tuvieran con ella una actitud policial.

P.- Tres años después y sabiendo lo de su enfermedad mental, ¿cuáles son sus sentimientos hacia Noelia de Mingo?

R.- Lógicamente siento ira, porque mató a mi mujer, pero creo que sobre todo siento pena por ella, al ver que a una persona en su estado se la mantuvo en servicio porque pertenecía a una familia donde, al parecer, la enfermedad mental es algo que haya que ocultar, como si fuera deshonroso.

P.- ¿Se podría decir, entonces, que Noelia de Mingo también es una víctima?

R.- Noelia es víctima de su propia familia. Sus padres se quedaron tan panchos cuando les llamaron desde el hospital para decirles que tenía ausencias injustificadas. Y no se preocuparon de llevar a su hija a un especialista cuando les dijo que en el hospital la grababan y colgaban fotos de ella desnuda en Internet.

P.- ¿En estos tres años se han puesto en contacto con los familiares y supervivientes para pedirles perdón personalmente?

R.- No, y tampoco tenemos interés. Dos días después de los asesinatos, tres familias destrozadas y otras siete jodidas y rezando a Dios para que sus heridos no murieran, tuvieron que escuchar cómo el señor Juan de Mingo, padre de Noelia, declaraba en una radio que su hija «era maravillosa, un ángel del señor, mandada del cielo». Y para más inri llegó a afirmar que su abogado está intentando solucionar todo de la mejor forma posible. ¿Se puede solucionar la muerte de tres personas? Qué poco valiosa es la vida de un ser humano.

P.- ¿Como era Leilah?

R.- Maravillosa. Cualquiera que la conociera sabía que con su muerte el mundo salió perdiendo. La conocí de cooperante en Guatemala: siempre con la sonrisa en los labios, los pacientes la querían por su generosidad. De hecho, murió porque trató de salvar a sus compañeras. Cuando Noelia comenzó a acuchillarlas pudo haber escapado de allí, pero no lo hizo.

P.- ¿Ha logrado rehacer su vida después de tanto tiempo?

R.- Me han ayudado mucho los psiquiatras y los psicólogos. Después de la muerte de Leilah, pasé un año y medio en blanco, como si me lo hubieran robado del calendario. No puedo recordar nada.Luego volví a trabajar. Ahora lo hago en el Teléfono de la Esperanza.Allí hago una labor que me llena mucho. Veo que puedo ayudar a otras personas.

P.- Con el juicio que hoy comienza en la Audiencia tendrá sentimientos encontrados.

R.- Es revivir otra vez todo lo que pasó. Esa es la condena que tenemos los familiares. Por un lado, queremos que acabe cuanto antes. Por otro, no lo olvidaremos mientras esos tipos [los responsables de la Fundación Jiménez Díaz] también paguen por lo que pasó.Mi verdad no es el 100% de lo que ocurrió, pero seguro que bastante.En cambio, su verdad no es más que una gigantesca mentira.

'Cumplió con su amenaza'
Fernando Alberca conserva todavía intacto el recuerdo de aquel 3 de abril de 2003 en el que su vida dio un giro de 180 grados: "Ese día, como siempre, Leilah se despertó antes que yo y me dio un beso antes de irse a trabajar. Por la tarde, mientras estaba comiendo con un amigo, la madre de mi novia me llamó y me dijo si había escuchado algo de una agresión en la clínica de La Concepción. Supe entonces inmediatamente que Noelia había cumplido su amenaza".

Rápidamente, Fernando trató de ponerse en contacto con Leilah El Ouaamari: "Lo intenté en el móvil, pero no lo cogía. Así que llamé directamente al hospital. Me cogió el teléfono su tutor y le pregunté: '¿Ha sido Noelia, verdad?'. Como respuesta recibí un escueto 'sí'. Mi siguiente pregunta fue: '¿Cómo está Leilah?' 'Muy grave', me dijeron".

En aquel momento el teléfono se le cayó de las manos. Fernando Alberca intuía, con certeza, que el amor de su vida había muerto tras un ataque brutal: "Lo adiviné porque conozco perfectamente los protocolos médicos que se practican con familiares y víctimas en estos casos".
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/09/madrid/1147159683.html
 
Última edición:
Yo lo siento mucho, pero la gente con estas patologías, deben ser estrictamente vigilados, y las familias no están preparadas para eso.
Los casos de esquizofrenia que he conocido de cerca son todos iguales : dejan de tomarse la medicación y ya empieza el problema.
¿vosotros os creéis que esos Padres, con la edad que tienen pueden sujetarla si le da un brote? ¿ es justo que sus hermanos se tengan que hacer cargo cuando los padres mueran?
Esta chica estaba fatal y se tapó porque el padre era alcalde de El Molar. Si hubiera sido hija de algún curtido, la hubieran echado rapidísimo.
Si os fijáis, siempre o casi siempre que hay un tema de estos ( sobre todo dentro del ámbito familiar ) son personas que ya arrastraban patologías y la mayoría de las veces, los padres ( sobre todo las madres) se niegan a verlo y no se toman medidas hasta que ya es tarde.
Yo tuve un compañero de trabajo con este problema con su hijo pequeño y siempre se arrepentía de no haber hecho caso antes a las señales
Con 23 años lo tuvieron que ingresar a la fuerza.
 
Hombre pero si ahora ya esta mas recuperada como dicen adonde debería de ir es a la cárcel no? seria lo mas lógico

las vacaciones terapéuticas las puede pasar allí porque ahí si que la tendrán controlada

http://www.abc.es/20121008/local-madrid/abci-vida-noelia-201210071751.html

http://criminalia.es/asesino/noelia-de-mingo/


es que es vergonzoso e indignante todo, que ese hospital tuviera como empleada a una doctora que se ha demostrado que era una completa inútil..., y mas cuando debe haber tantos otros profesionales de la medicina que están esperando una oportunidad

y además es que sus superiores lo sabían, pienso que los que deberían ser denunciados y ser juzgados también son ellos porque la Dra. estaba como una cabra y ya bastante tenia con lo suyo pero ellos como responsables del hospital son los que debían velar por la salud de sus pacientes y para que fueran atendidos lo mejor posible, y no fue así precisamente

vamos que se pasaron la Ética profesional por el forro :

http://www.unav.es/cdb/ammlondres1.HTML
 
Hombre pero si ahora ya esta mas recuperada como dicen adonde debería de ir es a la cárcel no? seria lo mas lógico

las vacaciones terapéuticas las puede pasar allí porque ahí si que la tendrán controlada

http://www.abc.es/20121008/local-madrid/abci-vida-noelia-201210071751.html

http://criminalia.es/asesino/noelia-de-mingo/


es que es vergonzoso e indignante todo, que ese hospital tuviera como empleada a una doctora que se ha demostrado que era una completa inútil..., y mas cuando debe haber tantos otros profesionales de la medicina que están esperando una oportunidad

y además es que sus superiores lo sabían, pienso que los que deberían ser denunciados y ser juzgados también son ellos porque la Dra. estaba como una cabra y ya bastante tenia con lo suyo pero ellos como responsables del hospital son los que debían velar por la salud de sus pacientes y para que fueran atendidos lo mejor posible, y no fue así precisamente

vamos que se pasaron la Ética profesional por el forro :

http://www.unav.es/cdb/ammlondres1.HTML
Opino igual que tu, esa masacre se podía haber evitado ya que varios compañeros de Noelia , incluidos pacientes, advirtieron comportamientos, miradas y actitudes muy extrañas días antes de lanzarse a apuñalar a diestro y siniestro.
Para mi el hospital es el primer responsable junto a la madre. Que un hospital está para cuidar a la gente, no para que estén en manos de cualquier trastornado que por negligencia está trabajando como médico, sin control de ningún superior que avale su estado mental.
Copio lo que ocurrió días antes y que describe el marido de la compañera de Noelia asesinada:
" Una noche, antes de dejar de hacer guardias, Noelia tuvo un delirio y uno de sus superiores tuvo unas palabras con ella porque vio que no estaba bien. Días después, De Mingo se presentó con su madre en la Fundación Jiménez Díaz, y, de forma amenazante y retadora, le espetó: "A ver si se atreve delante de mi madre a decirme lo que me dijo el otro día". Imagínate qué ínfulas tenía su familia para hacer eso"
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/09/madrid/1147159683.html
 
Yo lo siento mucho, pero la gente con estas patologías, deben ser estrictamente vigilados, y las familias no están preparadas para eso.
Los casos de esquizofrenia que he conocido de cerca son todos iguales : dejan de tomarse la medicación y ya empieza el problema.
¿vosotros os creéis que esos Padres, con la edad que tienen pueden sujetarla si le da un brote? ¿ es justo que sus hermanos se tengan que hacer cargo cuando los padres mueran?
Esta chica estaba fatal y se tapó porque el padre era alcalde de El Molar. Si hubiera sido hija de algún curtido, la hubieran echado rapidísimo.
Si os fijáis, siempre o casi siempre que hay un tema de estos ( sobre todo dentro del ámbito familiar ) son personas que ya arrastraban patologías y la mayoría de las veces, los padres ( sobre todo las madres) se niegan a verlo y no se toman medidas hasta que ya es tarde.
Yo tuve un compañero de trabajo con este problema con su hijo pequeño y siempre se arrepentía de no haber hecho caso antes a las señales
Con 23 años lo tuvieron que ingresar a la fuerza.
Ok. Asor.
El padre está fallecido, solo le queda la madre, pero si no pudo sujetarla antes, no creo que esté en mejor condición ahora.
Aquí lo penoso del caso es que las influencias familiares pasaron por encima de todo, y Noelia de Mingo consiguiera trabajar en el Hospital , (por muy médica que fuera), omitiendo por los padres (supongo) que padecía esquizofrenia. Estos enfermos necesitan entornos libres de estrés, y un hospital no lo es.
 
Exa
Ok. Asor.
El padre está fallecido, solo le queda la madre, pero si no pudo sujetarla antes, no creo que esté en mejor condición ahora.
Aquí lo penoso del caso es que las influencias familiares pasaron por encima de todo, y Noelia de Mingo consiguiera trabajar en el Hospital , (por muy médica que fuera), omitiendo por los padres (supongo) que padecía esquizofrenia. Estos enfermos necesitan entornos libres de estrés, y un hospital no lo es.
Exacto. Necesitan entorno libre de estrés y para eso están las instituciones psiquiátricas, no el hogar familiar que se llena de tensión en estos casos (puertas de dormitorios con cerrojos para que no entren estas personas de noche y hagan algo, cuchillos vigilados...)
Esto se lo he oído yo a un padre de un esquizofrenico, no lo estoy inventando.
Y otra cosa que me llama la atención : que casualidad, no se acuerda de nada de lo que hizo. Que curioso. Me alucina esa selección mental de recuerdos.
Lo siento. Si fuera de mi familia yo no me querría hacer cargo. Puede sonar duro, pero es así. Si ella no tiene la culpa de su patología, yo tampoco.
 
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