Tras tres décadas en este casa, uno de los grandes tesoros era el álbum familiar del duque de Windsor. En la imagen, una consola con una foto de Wallis y otra de María de Teck, madre de Eduardo VIII y abuela de Isabel II.
Al Fayed convirtió las dos primeras plantas en un museo que solo podrían visitar historiadores, miembros de la familia real británica, personalidades, amigos e invitados importantes del Ritz. Las siete habitaciones remodeladas del tercer piso estaban reservadas para su familia.
La casa albergaba joyas como la mesa Chippendale que había pertenecido a Eduardo VIII, y los múltiples retratos de los carlinos que adoraba Wallis, y en la biblioteca aún se conservaban los retratos de Wallis y Eduardo realizados por los artistas británicos Gerald Brockhurst y Alfred Munning.
Una villa espléndida que Lady Di y Dodi Al Fayed visitaron poco antes de morir en un accidente de tráfico durante su estancia en París