Como dijo ayer otra prima, perdonad que no recuerdo quien para citarle, la operación dentista y los aparatos va a ser de órdago. Mañana, tarde, noche y madrugada con la palabra dentista en la boca. Se van a paralizar los conflictos mundiales, los perros, las compras, las reformas del corral... Toda la existencia girará en si el bracket le ha hecho una pupita, de la simetría del labio... obsesión y autobservación elevadas a la enésima potencia.
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