CASO NOOS. Iñaki Urdangarin en la cárcel de Brieva. Voluntariado en Hogar Don Orione. Traslado al centro de inserción social Melchor Rodríguez García

¿Qué debes saber del caso Nóos?
En 2010, Nóos se vincula a una trama de corrupción cuando el juez Castro investiga el caso Palma Arena |
Un año y medio después de estallar el caso, Urdangarin y Castro son imputados


Política | 05/02/2014 - 15:02h | Última actualización: 06/02/2014 - 06:25h

Godó también está implicado. Vamos a darle un repaso a Godó, puesto que Torres ha presentado más documentación gráfica.

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La Vanguardia también se emplea.

Claro que en este gráfico no se ve casilla AIZOON y las empresas tapaderas recibiendo el dinero que entra en NOOS.
Tampoco conecta NOOS con De Goes Center.

En cambio tenemos a Marcel Planelles relacionado directamente con De Goes Center, derivando al extranjero directamente.
 
La semana pasada testificó Camps que él jamás había tenido ninguna reunión con Urdangarín para nada, que jamás se había visto con él en reuniones. En cambio en el sumario consta lo contrario, y sobre todo en relación al pelotazo de los falso juegos europeos:

"Iñaki Urdangarin no quiso opinar sobre si le parecía “normal” que un contrato de tres millones de euros se firmara y aprobara tres días antes de Nochebuena pero tenía claro que Nóos acabó cobrando 380.000 euros de las arcas públicas valencianas por aquel acuerdo de los Juegos Europeos.

El duque de Palma reconoció que la idea surgió del empresario Miguel Zorío, que le acompañó en su reunión con el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps".

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/02/27/valencia/1330378064_908032.html
 
El juez Castro sabe que ha hecho bastantes gordas desde enero 2012. Debería tenerlo siempre presente, porque de las calamidades también se le lleva cuenta.

Si no podía poner por escrito una diligencia, tal vez porque no se ajusta a Derecho, no debería haberla dado, y menos verbalmente.

Cristina_Borbon_declarando_Juzgado_Palma_2014_fe.jpg


@AngelaMartialay (P. de Mallorca)

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca, ha dado este domingo orden verbal al Jefe Superior de la Policía
Nacional en Baleares para que abra una investigación inmediata
para averiguar el origen de la imagen que aparece publicada en la segunda
edición del diario El Mundo y que se tomó dentro de la sala de vistas
en la que ayer declaró en calidad de imputada la Infanta Cristina por el caso
Nóos publicada este domingo por el diario El Mundo
El Juez había dictado un auto en el que se prohibía expresamente la grabación
de imágenes de la declaración, requisándose cualquier aparato electrónico que lo
permitiera a las personas que se encontraban dentro de la sala, según ha
comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB).



http://www.libertaddigital.com/espa...oto-de-la-infanta-en-el-banquillo-1276509922/

http://www.libertaddigital.com/espa...o-de-la-declaracion-de-la-infanta-1276510186/

El pasado día 7 el juez confirmaba que la declaración de la infanta Cristina
sería grabada en video. Tras desestimar los recursos interpuestos
contra esta decisión por parte del sindicato Manos Limpias. Así, se confirmaba
la cesión ante la defensa de la infanta para evitar a toda costa que se grabar a
la imagen de la hija del rey en declarando ante el juez.
La decisión de Castro incluia la absoluta prohibición de introducir en la sala teléfonos móviles u
ordenadores. Tanto es así que los abogados de las partes personadas tuvieron que
multiplicar su trabajo en los días previos por tener que llevar toda la
documentación en papel.

Pese a todo, el diario ha publicado este domingo -en su
segunda edición- una imagen de la infanta de espaldas declarando ante el juez.
Una imagen con muy poca calidad, pero lo suficientemente expresa como para
reconocer que se trataba del interrogatorio de la infanta.



http://www.libertaddigital.com/espa...oto-de-la-infanta-en-el-banquillo-1276510296/
 
Gus :

"Leo en varios articulos que Zarzuela y los abogados esperan haber satisfecho la sed de sangre y de Justicia que tenia el pueblo con esta aparicion estelar de Cristina ante el juez: error craso error, Cristina ha sido OBLIGADA a declarar y no ha declarado nada y encima, ha metido la zampa un par de veces y se ha mostrado excesivamente contenta de conocerse. Doy por hecho que Castro la imputa y le toca ir a juicio junto con su marido y los otros tres.
Todavia tengo esperanza de que llamen a Gallardon. Hay pruebas suficientes para que se le llame a declarar, puesto que aparece en mails y fotos con los socios y les ha dado 144.000 euros de fondos reservados para los JJOO de Madrid a cambio de NADA."



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.De acuerdo. Y agrego un punto que estos días, en la marejada he visto publicado al fin en cifra redonda:

Son 40 los imputados por el momento

Lo que quiere decir que no se trata de "una piececilla" de corrupcón, sino que el caso tiene todo el peso paa que Castro lo hubiera hecho un sumario aparte, un caso en sí mismo, en vez de colgarlo de piedrecilla en el zapato de... Matas/Pepote y Camps/Rita. Y eso que hablamos de la pieza que ha instruido, la 26 no quiere ni tocarla, por algo será que no ha querido agregar documentos a la 25 y los ha dejado aparcados como "exceso". ¿Me explico?

Manos Limpias solicitó en su momento que sepaara el tema Noos-Aizoon del caso Palma Arena y Castro se negó..Todavía se puede enderezar la instrucción, se está a tiempo.

Y no debemos perder la esperanza de que se impute o por lo menos sean citados:

WERT, inpirador de Urdangarín para los Summit.
AYUSO, cooperador necesario en el BBVA.

Y que se investigue BRAXTON y estafa y saqueo del FORUM filatélico.
 
El juez Castro se toma tiempo sobre la infanta
El juez no archivará por ahora las acusaciones vigentes contra la hija del Rey
El fiscal y la defensa de doña Cristina esperan que se retiren en breve

ANDREU MANRESA Palma de Mallorca 10 FEB 2014 - 00:00 CET3
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Enviar a TuentiEl futuro procesal de la infanta Cristina en el caso Urdangarin,imputada por indicios de presunto blanqueo de dinero y fraude fiscal, no se resolverá de inmediato. Sigue imputada y el juez José Castro no resolverá en caliente el nudo final del caso: bien liberar de toda sospecha penal a la hija del Rey, por ausencia de carga penal o indicios sólidos o, por el contrario, determinar que se ha de sentar en el banquillo de los acusados en el futuro juicio, que podría tardar casi un año en comenzar.

La instrucción vertebral de la causa quedó prácticamente colmada con la muy extensa declaración como imputada de la Infanta de casi siete horas, el pasado sábado día 8. El juez analizará ahora la que será extensa transcripción escrita del interrogatorio -que tardará días en tenerse- y puede solicitar alguna diligencia complementaria.

El instructor, según fuentes judiciales de Palma, mantiene sus sospechas sin disipar. No hace cuestión personal del asunto de la imputación -o futura acusación- de la Infanta pero se mostró insatisfecho, no convencido, en el interrogatorio ante una buena parte de las respuestas que aquélla dio.

Las muy dispares acusaciones populares, Frente Cívico y Manos Limpias, que secundan la tesis acusatoria, definieron como inconcretas y evasivas las palabras de la hija del Rey.

La Infanta rinde cuentas al Rey y alivia la tensión en la familia real
La Fiscalía y la defensa esperarán. Tampoco tomarán una iniciativa apresurada para intentar forzar al juez a que se pronuncie y dicte un auto de sobreseimiento o archivo rápido de la causa respecto a la hija del jefe del Estado. No reclamarán que levante la imputación ahora y sin más. Quieren dejar un margen de maniobra a José Castro.

La Fiscalía, la Abogacía del Estado, la abogacía pública de Baleares y la defensa de la Infanta están a la expectativa, aunque desean que el juez mueva sus piezas en un plazo corto. Desde ese frente se apuesta porque sea el juez el que despeje la incógnita que abrió en solitario, al imputar a la también duquesa de Palma, según distintas versiones judiciales.

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach pretende que el juez reflexione sobre la situación, valore las respuestas obtenidas y desde su “soledad” acusadora salga del “atolladero” a su modo para acabar dictando un sobreseimiento de oficio. Ni Horrach ni los letrados de Cristina de Borbón, Miquel Roca y Jesús María Silva, presionarán al juez ni pretenden ponerle en un brete con nuevos escritos.

De entrada, entre los contrarios a la imputación de la Infanta se rechazó solicitar al juez, al finalizar la declaración de Cristina de Borbón, que acordase ya el sobreseimiento exprés, que levantase la losa de la imputación. También se valoró la posibilidad de que el instructor, de oficio, obrase en ese sentido tras la comparecencia. No fue así ni se acelerará una salida rápida, una petición inmediata de archivo.

El juez Castro determinará, posiblemente en semanas, quizás tras alguna nueva diligencia y después de requerir algún informe pendiente para culminar la construcción del sumario, el cierre la instrucción y el pase a procedimiento abreviado. El fiscal Horrach, que creía “innecesaria” la declaración de la Infanta, sí solicitará en dos semanas que se finalice la instrucción.

El juez, al dar por concluidas las indagaciones, elaborará el auto de apertura de juicio oral, el cierre del caso Urdangarin. Determinará el relato de hechos, el listado de presuntos indicios delictivos que se han de juzgar en la Audiencia de Palma y relacionará quienes se han de sentar en el banquillo de los acusados como supuestos autores de los hechos. Entonces, en ese momento, las partes, los defensores, presentarán sus escritos finales y pedirán las exculpaciones.

El fiscal reclamará que no se acuse a la infanta si entonces aun consta su nombre en el auto final del juez. En el mismo escrito, Horrach tiene previsto pedir penas de hasta 17 años de cárcel para el yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, y su socio Diego Torres. Para la infanta Horrach reclamará que pague 600.000 euros por responsabilidad civil, como partícipe a titulo lucrativo, por socia al 50 por ciento de la sociedad familiar Aizoon en la que su esposo ingresó 1,7 millones de euros ilícitos.

El rol de la Infanta en el caso Urdangarin es el más peliagudo de la causa. Le ha dado relevancia internacional. En este contexto, fiscal y defensa no quieren arriesgarse con una petición de sobreseimiento rápido y provocar otro pronunciamiento judicial adverso de Castro seguido de recursos y apelaciones en otras instancias. Además, así se dilatará la solución del problema que gestionan, el “martirio” que lamenta la Casa del Rey. Horrach y Roca ya coincidieron -tras las dudas del abogado- al evitar recurrir en enero pasado esta imputación de la Infanta ante la Audiencia de Palma, lo que sí sucedió en 2013.

Roca ya dio esa pista de dar más margen al juez el sábado en la puerta del juzgado. No le emplazó a actuar. Mostró su “plena confianza” en la justicia, en el juez -al que elogió varias veces- , para “seguir su camino y resolver lo que tenga que resolver”. Y recordó que la infanta no tiene ningún aforamiento ni ningún privilegio.

El juez instructor del también denominado caso Nóos dejó clara su autonomía y la falta de urgencia al acabar esa misma jornada del interrogatorio: “No es momento de hacer ninguna valoración. Cuando llegue el momento del trámite que corresponda se harán las valoraciones que correspondan”. El juez no ha despejado sus dudas ni sospechas. Otra cosa es que tenga elementos incriminatorios para definir una acusación pero no quiere que le marquen el ritmo.
 
Cuatro pruebas desmontan la versión de la infanta
Castro se tomará hasta dos meses en analizar las pruebas que maneja, según fuentes cercanas al juez. Entre esas evidencias figuran las actas e informes de gestión de Aizoon que la infanta firmó 9 años y los e-mails que sugieren que la infanta conocía las irregularidades, como el correo que Urdangarín cruza con su asistente en el que le advierte: “SAR me ha encargado unas compras que no puedo justificar como gastos de Aizoon”.


Javier Ruiz

La versión del desconocimiento y la confianza ciega en su marido que la infanta alegó durante el interrogatorio del juez Castro el pasado sábado choca con la avalancha de recibos y facturas que el propio magistrado mostró a Doña Cristina. Castro debe decidir si presenta o no un escrito de acusación contra la infanta. Fuentes cercanas al juez aseguran que no tiene prisa en tomar una decisión y que puede tomarse hasta dos meses para documentar bien su escrito. A la espera de que la fiscalía pida el sobreseimiento para Doña Cristina en las próximas semanas, el juez Castro valora ya cuatro pruebas que desmontan la versión de la Infanta.



LA CONFORMIDAD DE LA INFANTA A LAS CUENTAS
La infanta dijo al juez que desconocía las actividades de Noos y la finalidad de Aizoon. Esa neagtiva de la infanta y su supuesto desconocimiento choca con las actas de la empresa que Doña Cristina firmó durante nueve años. Ese elemento, tal y como publicó Vozpópuli antes del interrogatorio, era una de las pruebas clave que el juez manejaba entonces y sigue esgrimiendo ahora. Los documentos del Registro Mercantil de Barcelona reflejan que la hija del Rey aprobó con su voto en nueve ocasiones, de 2004 a 2012, tanto las cuentas anuales de la empresa como el «informe de gestión» de Aizoon. Ocho de las reuniones se celebraron en Barcelona y una más, en junio de 2012, en Washington, donde residía el matrimonio.
 
El 'yo no he sido' de los duques de Palma
  • Tanto el duque de Palma como su mujer trasladaron la responsabilidad a un tercero
  • Urdangarín se presentó como un pobre hombre manejado por un maquiavélico socio
  • La Infanta Cristina se ha topado con una sombra documental que la dejó sin habla
  • Intentaron hacer creer que nunca intervinieron en la trama que saqueó las arcas públicas
  • Ambos siguen confesando que, por muy grave que parezca, al final no será para tanto
Las declaraciones de Iñaki Urdangarin y de la Infanta Cristina no tienen aparentemente nada en común. La impostada naturalidad del duque de Palma, rechazando hacer el paseíllo en coche, recorriendo la temida rampa a pie y parándose ante los medios de comunicación para pronunciar unas palabras que había memorizado, contrasta con la llegada casi furtiva de la hija del Rey al juzgado.

Uno de los episodios hasta ahora inéditos de la jornada del pasado sábado se produjo a primerísima hora de la mañana cuando la policía anunció su intención de pegar literalmente el vehículoque trasladaba a la hija del Rey a la puerta de acceso de los juzgados para que la imagen de Cristina de Borbón no pudiera ser captada por los centenares de fotógrafos apostados a escasos metros.

La idea policial de última hora se topó con la oposición radical del juez decano de Palma Francisco Martínez Espinosa y del Gabinete de Comunicación del Consejo General del Poder Judicial, que se negaron a impedir el trabajo de los periodistas y colocaron in extremis una valla a cinco metros del acceso judicial que obligaba al vehículo real a detenerse y a la Infanta a caminar a pie un pequeño trecho.

Pero salvando las apariencias, la esencia de ambas comparecencias tiene un común denominador: el del "yo no he sido" como única fórmula de defensa. Es verdad que Urdangarin se extendió en sus respuestas allá por febrero de 2012 y que quiso dejar constancia de que no eludía un solo interrogante mientras que su mujer fue el pasado sábado una cariátide que sólo acertaba a contestar como un mecano con los ya consabidos "no sé", "no me acuerdo" y "no me consta".

Pero tras las diferentes coreografías se escondía el mismo libreto. Tanto el duque de Palma como su mujer trasladaron la responsabilidad última de sus actos a un tercero. El exjugador de balonmano señaló a su exsocio Diego Torres, en lo que fue tildado por su entorno como una "estrategia suicida" que desató posteriormente que se desataran todos los infiernos y cayera sobre él una tormenta de correos electrónicos.

Urdangarín se presentó ante el juez José Castro como un pobre hombre sin formación alguna, armado de buena voluntad y manejado a su antojo por su maquiavélico socio. Cristina de Borbón adoptó el mismo rol de ignorante cuyo móvil en este caso no fue la ambición por labrarse un perfil de éxito profesional más allá del deporte sino el amor ciego a su pareja.

Ambas huidas a la desesperada se han topado con el mismo enemigo del que van a tener complicado desprenderse con evasivas y buenas caras. El matrimonio Urdangarin-Borbón ha dejado tras de sí un interminable rastro de documentos firmados de su puño y letra por ellos que delatan su participación directa y consciente.

El duque de Palma no era ni mucho menos tan inteligente y preparado como Torres pero sacaba dinero con la chequera de Nóos de 2.500 en 2.500 euros con una soltura envidiable, sus iniciales aparecían en las estructuras creadas en paraísos fiscales y su correspondencia interna con su otrora mano derecha le destapa como una urraca insaciable. Alguien que consiguió sentir una pulsión irrefrenable por el dinero fácil y el lujo y que presumía entre copas con sus amigos que en España "sólo los tontos no tienen cuentas en el extranjero".

La Infanta Cristina se ha topado de frente con la misma sombra documental, dibujada sobre un proyector en el que el juez fue pasando, uno a uno, todos los gastos que ella misma cargó a su empresa Aizoon y sufragó con dinero público. Una martirizante moviola de vajillas, cuberterías, cumpleaños, comuniones, clases de baile y safaris que la dejó sin habla y sólo consiguió arrancarle monosílabos y susurros.

Ambos intentaron hacer creer que nunca intervinieron en la gestión de una trama concebida para saquear las arcas públicas y que fueron víctimas de desaprensivos o inconscientes. Pero tras este argumento aparecen sus firmas, la historiada de Iñaki como duque de Palma y la de la hija del Rey, que despachaba los autoalquileres y compraventas ficticios con un escueto "Cristina".

Y contra la fría y cruda realidad de los documentos, un discurso vacío, sonrisas impostadas y la convicción de que este mal sueño, que está durando ya demasiado tiempo, acabará de la forma menos dañina para ellos. Porque en el fondo ambos siguen confesando a los suyos que por muy grave que parezca el escándalo, al final no será para tanto
http://www.elmundo.es/baleares/2014...90b611937727fa7ae3b6ec0286a90296&t=1392018469

 
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Desde Palma, con la infanta Cristina (y 3)
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La declaración escueta, taxativa, evasiva y, a veces, cortante de Cristina de Borbón no convence al instructor
El Juez Castro pretende seguir hacia delante y que sea la Audiencia de Palma la que finalmente decida si desimputa o no a la infanta
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Juan Luis Galiacho
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Son muy escasas las veces que Castro, que se encuentra muy solo jurídicamente, ha desimputado a alguien en un procedimiento penal que ha llevado él personalmente

En medios jurídicos de Mallorca se habla con preocupación del diferente comportamiento y trato de la Fiscalía Anticorrupción con otros casos similares

La infanta Cristina ha guardado obediencia máxima desde el primer minuto a todo lo propuesto y sugerido desde el Palacio de la Zarzuela y la Casa Real ha cerrado filas en torno a ella tras su declaración

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Infanta CristinaJuez José Castro


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La declaración escueta, taxativa, evasiva y, a veces, cortante de Cristina de Borbón durante seis horas en los Juzgados de Palma por su imputación en el caso Noos por un presunto delito de blanqueo de capitales y otro de fraude fiscal no ha convencido para nada al juez instructor José Castro, según ha podido saber Extraconfidencial.com de fuentes solventes. En su declaración, la infanta se hadesvinculado totalmente tanto de la gestión en el Instituto Noos -que recibió casi 6 millones de euros de las administraciones balear y valenciana-, como de su participación en la empresa Aizoon, de la que es dueña al 50 por ciento con Iñaki Urdagarin. La duquesa de Palma ha asegurado que desconocía el funcionamiento y la gestión de las mismas y que, incluso, no sabía que los empleados domésticos que trabajaban en su casa habían sido contratados a través de Aizoon. "No sé, no conozco, no recuerdo, no me consta…",han sido las respuestas más repetidas por Cristina de Borbón ante el juez Castro. La hija menor del Rey respondió que firmaba todo lo que le pedía su marido porque "confiaba mucho él".

Esta declaración judicial de la infanta Cristina no ha convencido en absoluto al juez Castro, que todo indica -48 horas después-, pretende seguir adelante con el caso que se encuentra ya en su última fase de instrucción y que en breve deberá pasar a procedimiento de conversión a juicio oral. Y aquí es donde puede estar la controversia y la discusión. Si el juez Castro seguirá imputando o no a la infanta en este auto de paso a juicio oral. Todo indica, según ha podido saber Extraconfidencial.com, que la declaración de la infanta no ha aclarado nada de nada ante el juez instructor y todo apunta que, al no haber resuelto sus dudas, seguirá adelante con la imputación, a sabiendas de que se encuentra muy solo jurídicamente. No cuenta ni con el apoyo del Ministerio Fiscal, ni de la Abogacía del Estado, ni del informe de los peritos de Hacienda ni el de Brigada Policial de Delincuencia Económica. Solo tiene el apoyo jurídico de las acusaciones particulares, muy poco objetivas, integradas por el sindicato Manos Limpias y el Foro Cívico, el nuevo partido del ex líder comunista, Julio Anguita.

Soledad jurídica del juez Castro
Pero a pesar de esta soledad jurídica, no así popular- el pasado sábado salió del juzgado de Palma con su moto en loor de multitudes aplaudido por los allí congregados-, el juez Castro pretende seguir adelante. A día de hoy todo apunta a que será finalmente la Audiencia Provincial de Mallorca la que decida si desimputa o no a la infanta Cristina tras los recursos oportunos. Medios jurídicos indican que si el caso llega finalmente a la Audiencia de Mallorca, ésta casi con toda probabilidad tirará para atrás la imputación de la hija del rey. Cosa que también hubiera hecho de haber recurrido el fiscal Horrach antes de su declaración de este sábado. Por eso en medios jurídicos, se habla con preocupación de un diferente comportamiento y trato de la Fiscalía Anticorrupción y, en concreto del fiscal Pedro Horrach, en este caso y en referencia al establecido en otros casos similares.

Personas próximas al juez Castro indican a Extraconfidencial.com, que la enemistad entre él y Horrach se debe a un desencuentro personal, a la falta de lealtad mutua producida. Dicen que Castro comenzó el caso Noos, una pieza separada del caso Palma Arena, por el trabajo investigador y exhaustivo de los fiscales anticorrupción de Mallorca. Y que le hicieron cortar los arbustos, luego cavar y cuando encontraron la podredumbre, cosa que no les gustaba, querían cerrar a toda costa el socavón y eso a Castro no le gustó. Ahora el desimputar a la infanta Cristina sería una decisión muy rara en un juez como él, que en más de una ocasión durante el pasado interrogativo llamó "señora" y no "alteza" a Cristina de Borbón. Son contadas y muy escasas las veces que Castro ha desimputado a alguien en un procedimiento penal que él ha llevado personalmente. Por eso, además de por la declaración evasiva y nada constructiva de la infanta, hay muy pocas probabilidades que la desimpute, “a no ser que las presiones que reciba desde arriba sean muy fuertes”, afirman fuentes solventes.

Quien manda es Zarzuela
Por su parte, la Casa Real ha cerrado filas en torno a la infanta Cristina de Borbón tras su declaración del pasado sábado. Con su declaración meticulosa y estudiada, Zarzuela ha querido demostrar que no hay controversia alguna entre los integrantes reales. Que en esta ocasión todo estaba controlado, a diferencia de las otras dos declaraciones judiciales que en su día hizo Iñaki Urdangarín, en las que el yerno del rey de España iba por su lado junto a su abogado Mario Pascual Vives, sin seguir las órdenes dictadas por la Casa Real. En esta ocasión, la infanta Cristina ha guardado obediencia máxima desde el primer minuto a todo lo propuesto y sugerido desde el Palacio de la Zarzuela. Desde su entrada en coche hasta la puerta trasera de los juzgados, indicada desde la Casa Real a las Fuerzas de Seguridad del Estado, como en su estudiada y taxativa declaración ante el juez Castro, a sabiendas que la Fiscalía Anticorrupción no iba a ser nada beligerante con ella. La misma elección de su abogado y portavoz, el constitucionalistaMiguel Roca i Junyent, fue una decisión particular del Rey Juan Carlos, dada su gran amistad.

La propia infanta pidió antes de su declaración árnica, ayuda y comprensión a su padre, el rey Juan Carlos, y a su hermano elpríncipe Felipe. Durante los días anteriores, Cristina de Borbón solicitó a su hermano el máximo apoyo ante un momento de especial debilidad para la Casa Real, como para su figura. La infanta yacontaba con el apoyo sin fisuras de la reina Sofía y de su hermana, la infanta Elena, que desde que comenzó este caso judicial contra su marido, Iñaki Urdanagarín, siempre han estado con ella, incluso visitándola en su lejano periplo en Washington. Pero ahora para esta ocasión ha pedido a su hermano el máximo silencio mediático y apoyo soterrado. La infanta mantiene con el príncipe una relación tensa y complicada a raíz de unas duras críticas y comentarios que en su día hicieron ella e Iñaki Urdangarín sobre Letizia Ortiz, y su manera de comportarse en los actos oficiales y en su vida personal.

Comunicación de Zarzuela pierde el control
Toda esta semana Zarzuela ha intentado tener todo muy atado y controlado. El pasado lunes su gabinete de prensa recibía a los medios que habitualmente cubren la información sobre la Casa Real para uno de los desayunos informales que se organizan allí con periodicidad más o menos quincenal. Un “encuentro nada fuera de lo común y cuya finalidad era tratar asuntos presupuestarios”, según indicaban desde Zarzuela, pero con el que se pretendía conseguir el apoyo de los medios afines a la monarquía española de cara a la polémica declaración de la infanta Cristina. Por eso, a ese desayuno informal sólo se invitó a la prensa escrita y no digital, mucho más combativa y menos controlada. También estos días se ha intentado desviar la información hacia la credibilidad y transparencia de la Casa Real, sacando a la luz el salario de la reina Sofía o de la princesa Leticia, así como el coste de las tres operaciones de Juan Carlos de Borbón. No hay duda de que el director de comunicación de la Casa del Rey, Javier Ayuso, quería desviar la atención, ya que se encuentra absolutamente desbordado con las críticas recibidas.

Pero, además, la declaración de la infanta Cristina en los juzgados palmesanos ha vuelto sacar a la luz la conveniencia o no de su renuncia a su rango monárquico y a su tratamiento de infanta de España, que muchos no entienden que no se haya ya producido. La renuncia hubiera sido un acto de gran carga simbólica que, culpable o no, hubiera facilitado mucho las cosas pudiendo recomponerse después caso de salir airosa de este trance judicial. Ahora, nos encontramos en el punto más relevante de esta enorme crisis que atraviesa la Familia Real española, aunque para esta cita judicial se haya cerrado filas en torno la infanta Cristina, cuya declaración fue seguida puntualmente y con impaciencia desde Zarzuela, que suspendió cualquier acto en su agenda oficial durante todo ese día y se mantuvo en contacto permanente con el abogado Roca y Junyent. Además, la infanta acudió luego, nada más acabar su declaración en Palma, al Palacio de la Zarzuela para informar en persona a sus padres de todo lo acontecido. Un caso judicial que todo indica puede prolongarse aún más en el tiempo para ella y, por supuesto, para su marido Iñaki Urdangarín.

Juan Luis Galiacho
juanluisgaliacho@extraconfidencial.com
 
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