Me estremece pensar en la cantidad de parejas, con o sin hijos, que hubieran dado cualquier cosa por haber podido adoptar a Asunta. Mira que habría familias que la hubieran acogido con los brazos abiertos.
Sabio, el refranero español: "Dios da pan a quien no tiene dientes".
la niña merecia ser feliz... era una niña por Dios yo tambien estoy aterrada, como ustedes